1. ESCUELA NORMAL FEDERAL DE EDUCADORAS “MTRA.
ESTEFANÍA CASTAÑEDA”
Curso: “El Niño Como Sujeto Social”
“ENSAYO PRIMERA UNIDAD: LA GRAN IMPORTANCIA
DEL DESARROLLO HUMANO EN LA INFANCIA”
Maestra: Ernestina González Cortés.
Alumna: Miriam Erendy Balderas Ricardi.
Grupo: 3° “A”
Cd. Victoria Tamps. Marzo 2015.
2. INTRODUCCIÓN
En este presente documento se ha rescatado una gran información diversa de
autores y lecturas que hemos visto durante esta unidad, hablando sobre la gran
importancia del desarrollo humano recalcando sobre lo que es la infancia.
La socialización es el proceso a través del cual el niño aprende las normas,
valores y actitudes propias del contexto en el que se desarrolla y aprende. La
llegada del niño a la escuela supone encontrarse con un nuevo mundo en el que
comenzará con nuevas relaciones tanto con otros niños como con adultos y que
van a favorecer ese desarrollo social.
Los niños necesitan establecer relaciones de apego con adultos que le sirvan de
referencia, la vivencia satisfactoria y estable de esa relación intrapersonal será la
base para la construcción de la propia identidad para el desarrollo de una
autonomía creciente.
Sin embargo los niños en gran medida, consigo a esto, se van integrando en
distintos grupos sociales, irán aprendiendo los procedimientos de participación
habituales, tales como saludar, escuchar etc.
Este proceso los llevará a conseguir la autonomía necesaria para participar en la
vida social de forma creativa, respetando y ajustándole a los hábitos y normas de
convivencia sin dejar de tener una actitud crítica hacia ellas.
3. DESARROLLO:
LA GRAN IMPORTANCIA DEL DESARROLLO HUMANO
EN LA INFANCIA
El estudio de la infancia, o de la vida de los niños no requiere de la invención de
ningún método exótico, sino simplemente una aplicación rigurosa de los requisitos
metodológicos de cualquier investigación especialmente aquellos que se refieren a
que las técnicas utilizadas deben ser capaces de captar las particularidades
concretas de un grupo de personas o del fenómeno estudiado.
El concepto de cómo se puede percatar a un niño en la sociedad, varía mucho de
las personas, puesto que tienen distinta percepción de lo que es la infancia, esta
conceptualización, depende mucho de la construcción socio-cultural, debido a que
en cada época, tienen su propia forma de ver al niño.
La niñez ha sido vista de diferentes formas a lo largo de la historia. Hubo una
época en que se veía al niño como "adulto pequeño", es decir no se conocía la
infancia.
El niño, antes de la modernidad, era considerado como un adulto pequeño, hacía
parte del engranaje de una sociedad y se educaba para ser adulto, para ayudar a
conservar el grupo social.
El hombre ha ido produciendo la cultura, acumulando conocimientos y recogiendo
la experiencia de sus antepasados. Actualmente, en el mundo globalizado en el
que vivimos, las personas adultas deben necesariamente demostrar su capacidad
de aprendizaje de nuevas tecnologías, idiomas y conocimientos que se requieren
para enfrentar la vida cotidiana (desde la electrónica hasta internet). Por lo tanto,
comprender a la infancia en términos sociológicos también nos ayuda a cuestionar
el concepto preconcebido sobre la adultez y las otras generaciones (Iskra Pavez
Soto).
4. No obstante cabe resaltar que Iskra Pavez Soto cita a James y Prout (1990: 8) en
donde nos explican los seis rasgos que consideran clave en la emergencia de un
nuevo paradigma sociológico de la infancia los cuales son los siguientes:
1. La infancia es comprendida como una construcción social. Se reconoce el
carácter natural (biológico) de la infancia pero integrado en un contexto
social y cultural.
2. La infancia es una variable del análisis social. No puede ser entendida
separadamente de otras variables como el género, la clase o la etnia.
3. Las relaciones sociales de las niñas y los niños son valiosas para
estudiarlas por sí mismas, independiente de la perspectiva de las personas
adultas.
4. Las niñas y los niños son y deben ser vistos como agentes; es decir, como
actores sociales que participan en la construcción y determinación de sus
propias vidas, de quienes les rodean y de las sociedades en que viven.
5. La etnografía es un método particularmente útil para el estudio de la
infancia, puesto que permite considerar la voz infantil en la producción de
los datos sociológicos.
6. La infancia es un fenómeno en relación con la doble hermenéutica de las
ciencias sociales actuales.
En los hombres los comportamientos no son tan automáticos, aunque existen
también conductas de este tipo, pero sus acciones están siempre mediadas por la
cultura.
El niño descubre a las personas y conoce a la sociedad: en primer lugar para
identificarse a los extraños, el niño tiene que saber reconocer a las personas
próximas a su entorno. Pues el procesos implica desarrollar la capacidad de
reconocer los afectos en sus figuras referentes durante la relación de
comunicación afectiva que se produce en los primeros meses de vida.
Consigo a esto el niño va conociendo la sociedad que le rodea a través de la
experiencia y porque los acontecimientos sociales tienen una causa inmediata.
5. Sin embargo por su propia experiencia va descubriendo como existen personas
que ponen leyes que los demás deben cumplir, y como conoce su barrio, su
entorno, ect.
Por ende Juan Delval nos dice que “La propia concepción de la infancia, las
actitudes hacia los niños y el cuidado que les prodigamos se han ido modificando
y las ideas y comportamientos que tenemos actualmente son relativamente
recientes”
Así mismo el aprendizaje sociocultural tiene que ver con las diversas maneras en
que los cuidadores y las comunidades permiten que los niños lleguen a adquirir y
dominar un comportamiento admitido y apreciado por su ámbito cultural.
Por ello hoy en día a los niños se les transmiten conocimientos, valores,
costumbres y formas de actuar, además está presente no solo a través de la
palabra sino en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes, esto se
adquieren a través de la lo que es la familia.
Así como el autor Leonor Jaramillo recalca que “Tradicionalmente, en el medio
familiar y social el grado de compromiso que tiene la madre es satisfacer los
necesidades básicas de los hijos a través de la alimentación, al efecto y
estimulación intelectual y sensorial”.
Sin embargo es en la familia y la escuela donde los niños preescolares pasan la
mayor parte del tiempo.
La familia tiene derechos y obligaciones tan firmemente establecidos como los de
sus padres o cuando se dice que la escuela debe preparar a los niños para la vida,
adaptándose al propio mundo de los niños y creando experiencia de aprendizaje a
través de su propia actividad, siendo la finalidad de la educación, en la familia o en
la escuela, que cada niño se convierta en una persona libre e independiente
(Lourdes Gaitán Muñoz, 2006).
6. Es por ello que las necesidades de los seres humanos y muy específicamente de
los niños pequeños, es tener las condiciones donde puedan relacionarse con otros
de su misma esas y mayores, de aquí es en donde parte la importancia de que los
niños asistan a alguna institución educativa.
Consigo a esto de Leonor Jaramillo nos habla del rol del docente: El papel del
educador infantil no consiste en transmitir contenidos al niño, si no en facilitar la
realización de actividades y experiencias que conectando al máximo las
necesidades, interés y motivaciones de los niños, les ayuden a aprender y
desarrollarse.
Pues el educador tendrá que utilizar el juego como base metodológica de
actuación realizando rincones de juego que brinden al niño la oportunidad de
descubrir, explorar, investigar, comunicar e intercambiar sus ideas.
Por otra parte Lourdes Gaitán Muñoz nos habla que “La educación como una
presión generacional para que el niño interiorice ciertos estados físicos,
intelectuales y morales, y describirá el papel del niño en la interacción durante el
proceso educativo como un estado de pasividad similar al trance hipnótico”
La escuela se encarga de trasmitir conocimientos, normas y costumbres,
necesarias para incorporarse a la vida social; el objetivo más importante en la
preparación del individuo para el desempeño de un rol en la estructuras sociales
propias.
En las primeras instituciones escolares el niño toma contactos que le enseñan
explícitamente una serie de conocimientos y de prácticas o hábitos sociales.
El modo como el niño se relaciona con los adultos, sus posibilidades de tomar
iniciativas o simplemente de ejecutar consignas, el trabajar en grupos o aislados,
7. etc. esto va a influir decisivamente sobre la conducta futura del niño cuando sea
un adulto.
Desde el punto de vista de un maestro, como modelo del niño, tiene una indudable
importancia junto con el papel de los padres dentro de cada, ya que los maestros
hacen mucho más que enseñar al niño una serie de cosas en el terreno intelectual
o social ya que su propia conducta y la forma en que están organizadas las
actividades de la escuela están influyendo y determinando la conducta del niño.
Al mismo tiempo las autoras Pia Vogler, Gina Crivello y Martin Woodhead nos
dicen que como docentes que debemos “Entender las diferentes maneras en que
los padres, las madres, los abuelos, los hermanos mayores, etc.
Esto contribuyen a las transiciones de los niños (como responsables de tomar
decisiones, como fuentes de apoyo material o afectivo y como “modelos de
actuación”, o incluso como “modelos de contraactuación”), puede servir para
recoger informaciones útiles para los programas locales dirigidos a mejorar las
experiencias de los niños relacionadas con las transiciones y promover su
bienestar.
Sin embargo cabe destacar que la entrada del niño en la escuela infantil supone
un reto para él, tanto en el campo cognitivo como en el social.
La escuela infantil (preescolar) y la escuela en general, constituyen contextos
diferenciados de la familia, esto se debe de que existen dos contextos (familia y
escuela) que están definidos por patrones de comportamiento, reglas de
interacción, métodos de comunicación y procedimientos de transmisión de la
información que les son característicos a cada uno.
La escuela tiene que contribuir con su actuación educativa al descubrimiento de la
identidad de cada niño o niña, y al mismo tiempo tiene que construir un contexto
8. propicio para el aprendizaje de las reglas sociales, fomentando los
comportamientos solidarios, de ayuda y cooperación.
Así pues se debe actuar en este aspecto como compensadora de las carencias
sociales de los alumnos y proponerse no una simple “adaptación” a la sociedad en
la que vive sino, una adaptación integra, basada en la propia aceptación del
contexto en el que se desarrolla.
Por ello es necesario decir que la nueva sociología de la infancia no pretende
inventar nada nuevo, sino introducir el estudio de los niños en el ámbito de los
objetos de interés sociológico, otorgándoles importancia por sí, y no como
apéndices de la familia o como complemento necesario en el estudio de otras
instituciones sociales (Lourdes Gaitán Muñoz, 2006).
9. CONCLUSIÓN:
Es de suma importancia que en las escuelas se deba ofrecer a los niños la
posibilidad de que establezcan relaciones personales cada vez más variadas y
garantizarles un clima de aceptación y confianza que les permita intercambiar
libremente expresiones de afecto, así como también establecer relaciones de
ayuda mutua, conocer diferentes formas de sentir y actuar, de desarrollar una
actitud de aceptación y respeto hacia ellos.
Otro aporte importante de las diversas perspectivas de la Sociología de la Infancia
es la comprensión de la niñez como una unidad de estudio sociológico en sí
misma, aunque relacionada con la familia, la escuela, la comunidad y otros
espacios sociales en que habita la niñez moderna.
10. BIBLIOGRAFÍA:
Delval, J. (1994). El desarrollo humano. Madrid: Siglo XXI editores, pp. 21-
51.
Gaitán, L. Socialización e infancia en la teoría sociológica.
Jaramillo, L. Concepción de infancia. Revista del Instituto de Estudios
Superiores en Educación Universidad del Norte [en línea]. (2007). N° 8
diciembre.
Pavez, I. Sociología de la infancia: las niñas y los niños como actores
sociales. Revista de sociología [enlínea]. (2012). N° 27.
Vogler, P. Crivello, G. y Woodhead, M. La investigación sobre las
transiciones en la primera infancia: Análisis de nociones, teorías y prácticas.
Cuadernos sobre Desarrollo Infantil Temprano. Fundation Bernard van Leer
[en línea]. (Diciembre 2008). Núm. 48S. pp. SEC113-124.