El evangelio según San Mateo describe cómo Jesús fue tentado por el diablo en el desierto después de ayunar durante 40 días y noches. El diablo lo tentó tres veces ofreciéndole pan, pidiéndole lanzarse desde lo alto del templo, y ofreciéndole dominar todos los reinos del mundo si se postrara y lo adorara. Jesús rechazó las tentaciones citando las Escrituras cada vez. Finalmente, los ángeles acudieron a servir a Jesús.

1. Clic para pasar Evangelio según San Mateo San Mateo ( 4, 1 - 11)

2. Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (4, 1-11) Gloria a ti, Señor.

3. Primer Domingo de Cuaresma Misericordia, Señor, hemos pecado Crea en mí, Señor, un corazón puro

4. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

5. 1 En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 2 Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre.

6. 3 Y acercándose el tentador, le dijo: “ Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. 4 Jesús le respondió: “ Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

7. 5 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: 6 “Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna”.

8. 7 Jesús le contestó: “ También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”.

9. 8 Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo, 9 y le dice: “Te daré todo esto, si te postras y me adoras”.

10. 10 Pero Jesús le replicó: “ Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”.

11. 11 Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.

12. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Meditando en el Santo Evangelio que acabamos de leer, Oremos el Salmo: 51: 3 - 6, 12 - 13, 17

14. Misericordia, Señor, hemos pecado. Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.

15. Misericordia, Señor, hemos pecado. Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.

16. Misericordia, Señor, hemos pecado. Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.

17. Misericordia, Señor, hemos pecado. Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.

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