2. Lectura del Santo Evangelio
según San Juan
6, 41-51
Gloria a ti, Señor.
3. Decimonoveno Domingo del Tiempo
Ordinario
Dia del Señor
Haz la prueba y verás qué bueno es el
Señor
Yo soy el pan vivo, dice el Señor
4. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo, dice el Señor;
el que coma de este pan
vivirá para siempre.
Aleluya.
5. 41 Los judíos murmuraban de él, porque
había dicho:
«Yo soy el pan que ha bajado del cielo.»
6. 42 Y decían:
«¿No es éste Jesús, hijo de José,
cuyo padre y madre conocemos?
¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?»
7. 43 Jesús les respondió:
«No murmuréis entre vosotros.
44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha
enviado no lo atrae;
y yo le resucitaré el último día.
8. 45 Está escrito en los profetas:
Serán todos enseñados por Dios.
Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que alguien haya visto al Padre;
sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.
9. 47 En verdad, en verdad os digo:
el que cree en Mi, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida.
10. 49 Vuestros padres comieron el maná en el
desierto y murieron;
50 este es el pan que baja del cielo,
para que quien lo coma no muera.
11. 51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo.
Si uno come de este pan, vivirá para siempre;
y el pan que yo le voy a dar,
es mi carne por la vida del mundo.»
13. Meditando en el Santo Evangelio
que acabamos de leer,
Oremos el Salmo:
33
14. “Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor”.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo.
15. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos
juntos su poder.
Cuando acudí al Señor,
me hizo caso y me libró de todos mis temores.
16. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Confía en el Señor y saltarás de gusto;
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias.
17. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Junto a aquellos que temen al Señor
el ángel del Señor acampa y los protege.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.
18. Oración:
“Mi Señor, gracias por tu Amor Infinito y Eterno,
por ese Amor que se convierte en Pan y en Vino, ese
Amor que se convirtió en Cuerpo y Sangre dándose
en una Cruz,
pongo en tus manos y en tu Corazón mi polvo para
que así como conviertes tu Cuerpo en Pan y tu
Sangre en Vino,
conviertas también mi alma en el mejor lugar en el que
Tú puedas morar,
19. Estoy en el mundo Señor, cansada (o) de llorar,
fatigado (a) de no entender todo lo que pasa,
Ven a darme la Luz de Tu Mirada y de Tu Amor y
convertir mi fatiga y cansancio en Vida, porque Tú
das Vida al mundo, al mundo de afuera y al mundo de
mi alma”
Amén
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unidos en el amor a Jesús.
