2. El 5 de julio se publicó Lumen Fidei (La luz de
la Fe),
la primera encíclica del Papa Francisco en la que
el Santo Padre resalta la urgencia de
"recuperar el carácter luminoso propio de la fe“
que es capaz de "iluminar toda la existencia del
hombre".
3. El Papa Francisco agradeció al Obispo
Emérito de Roma, Benedicto XVI, su
valiosa contribución para la encíclica
“Lumen Fidei” (La luz de la fe).
4. una imagen de San
Miguel Arcángel en la
plaza de la gobernación
del Vaticano, durante la
ceremonia en la que
consagró el Vaticano a
San José y al arcángel
Miguel.
El Papa Francisco dijo
que ésta imagen se
inserta bien en el Año de
la Fe. Miguel
–que significa ¿Quién
como Dios?– es el
campeón del primado de
Dios, de su trascendencia
5. Miguel lucha por
restablecer la justicia
divina, defiende al
Pueblo de Dios de sus
enemigos y sobre todo
del enemigo por
excelencia, el
demonio".
6. "Y San Miguel vence
porque en él es Dios
quien actúa. Esta
escultura nos recuerda
entonces que el mal es
vencido, el acusador es
desenmascarado, su
cabeza es aplastada,
porque la salvación se
ha cumplido una vez y
para siempre en la
sangre de Cristo".
7. "en el camino y en las pruebas
de la vida no estamos solos,
estamos acompañados y somos
sostenidos por los ángeles de
Dios, que ofrecen, por así
decirlo, sus alas para
ayudarnos a superar los
peligros, para poder volar alto
respecto a aquellas realidades
que nos pueden pesar en la
vida o nos jalan hacia abajo".
8. El Papa también
consagró el Vaticano a
San José, "el custodio
de Jesús, el custodio
de la Sagrada Familia.
Que su presencia nos
haga más fuertes y
valerosos al hacer
espacio a Dios en
nuestra vida para
vencer siempre el mal
con el bien".
9. El 6 de julio, dijo:
“ser cristiano no significa hacer las cosas,
sino dejarse renovar por el Espíritu Santo”.
10. “la doctrina de la ley con Jesús se
enriquece,
se renueva", porque "Jesús hace nuevas
todas las cosas”.
11. “La ley de Jesús es una verdadera
renovación de la ley, la misma ley, pero más
madura, renovada”, pues "las exigencias de
Jesús eran más fuertes”,
mayores “que las de la ley”.
12. “La ley, permite odiar al enemigo,
en cambio Jesús pide que recen por él.
Este es “el Reino de Dios que Jesús predica”.
13. Esta renovación “se realiza, ante todo,
en nuestros corazones”.
"Ser cristiano significa dejarse renovar por
Jesús en una nueva vida”.
14. “la vida cristiana no es un collage de cosas. Es una
totalidad armónica, armoniosa, ¡y la hace el Espíritu
Santo! Lo renueva todo: renueva nuestros corazones,
nuestras vidas y nos hace vivir en un estilo diferente,
pero en un estilo que llena toda la vida”.
15. “No se puede ser cristiano en pedazos, a
tiempo parcial. ¡El cristiano a tiempo parcial,
no va!
Todo, la totalidad, a tiempo completo.
Esta renovación la hace el Espíritu”.
16. “ser cristiano, al final, no significa hacer
cosas,
sino dejarse renovar por el Espíritu Santo, o,
usando las palabras de Jesús, convertirse en
vino nuevo".
17. La novedad del Evangelio,
es "una novedad, pero en la misma ley que está
en la historia de la Salvación”, y esta novedad
“va más allá de nosotros", nos renueva
"y renueva las estructuras".
18. ¡No tengan miedo a la novedad del Evangelio!
¡No tengan miedo de la novedad que el Espíritu
Santo hace en nosotros!
¡No tengan miedo de la renovación de las
estructuras!”.
19. “Pidamos la gracia de no tener miedo a la
novedad del Evangelio, de no tener miedo a la
renovación que hace el Espíritu Santo, no tener
miedo de dejar caer las estructuras obsoletas que
nos aprisionan”.
20. “Si tenemos miedo, sabemos que está con nosotros la
Madre y como los niños con un poco de miedo,
vamos hacia Ella y Ella -como dice la más antigua de
las antífona- nos custodia con su manto, con su
protección de madre. Así sea”
21. El 7 de julio, dijo:
“si miramos a Jesús, vemos que la víspera de
cada decisión y acontecimiento importante, se
recogía en oración intensa y prolongada”.
22. “Cultivemos la dimensión contemplativa, incluso
en la vorágine de los compromisos más urgentes y
acuciantes. Cuanto más les llame la misión a ir a
las periferias existenciales, más unido ha de estar
su corazón a Cristo, lleno de misericordia y de
amor”.
23. “¡Aquí reside el secreto de la fecundidad
pastoral, de la fecundidad de un discípulo
del Señor!”
24. A los seminaristas, novicios y novicias dijo:
“Si la Iglesia es la Esposa de Cristo, en cierto
sentido ustedes constituyen el momento
del noviazgo,
la primavera de la vocación, la estación del
descubrimiento, de la prueba, de la formación.
Y es una etapa muy bonita, en la que se ponen las
bases para el futuro”.
25. “todo cristiano, está llamado a ser portador
de este mensaje de esperanza que da serenidad y
alegría:
la consolación de Dios, su ternura para con
todos”.
26. “Pero sólo podremos ser portadores si nosotros
experimentamos antes la alegría de ser consolados
por Él,
de ser amados por Él. ¡Esto es importante para que
nuestra misión sea fecunda: sentir la consolación
de Dios y transmitirla!”.
27. “Ésta es la misión. La gente de hoy tiene
necesidad ciertamente de palabras, pero sobre
todo tiene necesidad de que demos testimonio de
la misericordia, la ternura del Señor, que
enardece el corazón, despierta la esperanza, atrae
hacia el bien. ¡La alegría de llevar la consolación
de Dios!”.
28. “La fecundidad pastoral, la fecundidad del anuncio
del Evangelio no procede ni del éxito ni del fracaso
según los criterios de valoración humana, sino de
conformarse con la lógica de la Cruz de Jesús, que
es la lógica del salir de sí mismos y darse, la lógica
del amor.”
29. Es la Cruz – siempre la Cruz con Cristo –,
la que garantiza la fecundidad de nuestra
misión.
Y desde la Cruz, acto supremo de misericordia y
de amor, renacemos como ‘criatura nueva’”.
30. “los obreros para la mies no son elegidos
mediante campañas publicitarias o llamadas al
servicio de la generosidad, sino que son ‘elegidos’
y ‘mandados’ por Dios. Es Él quien elige, es Él
quien manda, es Él quien envía, es Él quien da la
misión”.
31. “Así pues, la misión es sobre todo gracia, y si el
apóstol es fruto de la oración, encontrará en ella la luz
y la fuerza para su acción. En efecto, nuestra misión
pierde su fecundidad,
e incluso se apaga, en el mismo momento en que se
interrumpe la conexión con la fuente, con el Señor”.
32. “la difusión del
Evangelio no está
asegurada ni por el
número de personas, ni
por el prestigio de la
institución, ni por la
cantidad de recursos
disponibles. Lo que
cuenta es estar imbuidos
del amor de Cristo,
dejarse conducir por el
Espíritu Santo, e injertar
la propia vida en el
árbol de la vida, que es
la Cruz del Señor”.
33. En sus palabras
previas al rezo del
Ángelus dijo:
“Jesús no es un
misionero aislado,
no quiere realizar
solo su misión,
sino que involucra a
sus discípulos”.
34. Jesús forma “una
comunidad de discípulos,
que es una comunidad
misionera.
Inmediatamente los
entrena a la misión, a
ir”. “Pero atención: la
finalidad no es socializar,
pasar el tiempo juntos,
no, la finalidad es
anunciar el Reino de
Dios, ¡y esto es urgente!,
también hoy es urgente,
no hay tiempo que
perder en charlas, no es
necesario esperar el
consenso de todos, es
necesario ir y anunciar”.
36. Y una vez realizada la misión: No debemos
vanagloriarnos como si fuéramos nosotros los
protagonistas: protagonista es uno solo, es el Señor,
protagonista es la gracia del Señor”.
37. “Él es el único
protagonista. Y nuestra
alegría es sólo ésta: ser
sus discípulos,
ser sus amigos.
Que la Virgen nos ayude
a ser buenos obreros del
Evangelio”.
38. “No tengan miedo de ser alegres, no tengan miedo
de la alegría. Esa alegría que nos da el Señor cuando lo
dejamos entrar en nuestra vida; dejemos que Él entre
en nuestra vida y nos invite a salir fuera de nosotros, a
las periferias de la vida, a anunciar el Evangelio.
No tengan miedo de la alegría. ¡Alegría y coraje!”.
39. Al finalizar el rezo del
ángelus dijo refiriéndose
a su encíclica:
“Todos, especialmente
hoy, tenemos necesidad
de ir a lo esencial de la
fe cristiana, de
profundizarla, y de
confrontarla con las
problemáticas actuales.
Pero pienso que esta
Encíclica, al menos en
algunas partes, puede ser
útil también a quien está
en búsqueda de Dios y
del sentido de la vida”
40. “para el Año de la fe, el Papa Benedicto
XVI había comenzado esta Encíclica, que sigue a
las dedicadas a la caridad y a la esperanza. Yo
he recogido este bello trabajo y lo he llevado a
término. Lo ofrezco con alegría a todo el Pueblo
de Dios, a todos, a todos”.
41. “Pongo ésta encíclica en
las manos de María, icono
perfecto de la fe, para que
pueda dar esos frutos que
el Señor quiere”.
42. En twitter dijo:
El cristiano está siempre dispuesto a
anunciar el Evangelio, porque no puede
guardar para sí mismo el gozo de conocer a
Cristo.
43. No olvidemos nunca que es el Señor el que
guía a la Iglesia y hace fecundo nuestro
apostolado.
44. Si Jesús es el sentido de nuestra vida,
no podemos permanecer indiferentes ante quien
sufre,
ante quien está triste.
45. ¿Estamos dispuestos a ser cristianos coherentes,
las 24 horas del día, dando testimonio de palabra
y con el propio ejemplo?
46. La caridad, la paciencia y la ternura son un gran
tesoro. Quien lo tiene, lo comparte con los demás.
47. Aprendamos a “perder” la vida por Cristo, según
la lógica del don, del sacrificio. Con Cristo no
perdemos nada.
48. No se puede vivir como cristianos fuera de la roca
que es Cristo. Cristo nos da solidez y firmeza,
y también alegría y serenidad.
49. Si deseas recibir mails, relacionados con
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etc.
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Servicio Gratuito.
Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor
a Jesús.