2. Oración :
Oh Virgen de Guadalupe,
Madre de Dios y Madre
nuestra, que te dignaste
hablar a tu siervo Juan
Diego con estas tiernas
palabras:
“Hijito mío, que no se
turbe tu corazón…no
temas…
¿No estoy aquí Yo que soy
tu Madre?
¿No estás acaso bajo mi
protección y amparo?”
3. Llenos, pues,
de confianza con estas
palabras venimos hoy a tus
plantas para pedirte que
nos concedas todas las
gracias que necesitamos y
que deseamos obtener de
tu bondad en esta novena.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
4. Reflexión:
La Virgen de Guadalupe
se presenta a Juan Diego
en su primera aparición y
se identifica con estas
palabras:
“Estame atento, hijito
mío y óyeme: Yo soy la
siempre Virgen María,
Madre del verdadero
Dios por quién todo
vive”.
5.
Estas palabras contenían
un mensaje inmediato e
importantísimo para
nuestro pueblo y para
todos los pueblos de
América en aquellos
momentos.
Era la invitación cariñosa
que hacía Dios a los
pueblos indígenas por
medio de la Virgen para
que se convirtieran a la
religión cristiana.
6.
Era un modo maravilloso
de facilitar el paso de la
idolatría a la fe en el Dios
único y verdadero, el Dios
Amor, Padre de nuestro
Señor Jesucristo y Padre de
todos los hombres.
Juan Diego así lo entendió
y lo aprovechó para entrar
de lleno en la nueva
religión anunciada por los
misioneros de Cristo. Y
nosotros ¿hemos
respondido con la misma
7. Aclamaciones a la Virgen de Guadalupe
Aclamemos con amor a nuestra Madre de
Guadalupe pidiéndole también su ayuda:
8. Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque nos regalaste tu
propia imagen y quisiste
quedarte con nosotros
para ser nuestro modelo y
conducirnos a Cristo,
Camino, Verdad y Vida
para todos los hombres.
Rezar un Ave María.
9.
Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque quisiste quedarte
en medio de nosotros
para demostrarnos todo
tu amor y compasión y
ser nuestro auxilio y
defensa en todas nuestras
necesidades.
Rezar un Ave María.
10.
Bendita seas,
oh Virgen de Guadalupe,
porque quisiste quedarte
con nosotros para ser
nuestra piados Madre,
oír nuestros lamentos y
remediar todas nuestras
miserias, penas y dolores.
Rezar un Ave María.
11. Oración final para
todos los días:
Oh Virgen de
Guadalupe, “Madre
del verdadero Dios por
Quien se vive”,
aquí estamos a tus pies
para recordarte una
vez más la gran
promesa que hiciste a
tu siervo Juan Diego
de escuchar siempre
nuestras súplicas y
12.
Te rogamos pues,
Madre nuestra que
seamos fieles a nuestra fe
y la vivamos;
que en cada uno de
nosotros reine
siempre Cristo y le
sigamos;
que haya paz en nuestras
familias;
que puedan ver la
eficacia de tu
misericordia todos los
que,
13. que imitemos fielmente
todas tus virtudes;
que crezca
constantemente nuestro
amor y confianza en Ti;
y que, por fin, nos
alcances de Dios lo que
especialmente
queremos conseguir de
tu bondad en esta
novena.
Así sea.
14. Si deseas recibir mails, relacionados con la Iglesia:
que contienen diapositivas, vida de Santos,
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Escribe a: unidosenelamorajesus@gmail.com,
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Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús.