1. Domingo III de Pascua (A)
PASTORAL DEL SORDO DE VALENCIA
PARROQUIA DE SANTO TOMAS APOSTOL Y SAN FELIPE NERI
2. Hechos de los Apóstoles 2,14.22-28:
El día de Pentecostés, Pedro empezó a hablar y dijo:
Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús, el hombre que
Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los
milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al
plan preparado y querido por Dios, os lo entregaron, y
vosotros lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó
porque la muerte no podía vencerle, pues David dice:
Siempre me acuerdo del Señor, con él a mi derecha no
dudaré.
Por eso se me alegra el corazón, y mi alma tiene
esperanza.
Porque no moriré ni dejarás que yo desaparezca.
Me has enseñado el camino
de la vida, me llenarás de
alegría delante de Ti.
Hermanos, dejadme que os
hable con sinceridad. David
murió y lo enterraron y
todavía podemos ver su
sepulcro. Pero David era
profeta y sabia que Dios le
había prometido que un
descendiente suyo sería rey
y cuando le dijo que su
cuerpo no moriría, se refería
ya a la resurrección del
Enviado de Dios.
Y Dios resucitó a Jesús y nosotros somos testigos. Y ahora
ha recibido del Padre al Espíritu Santo que había prometido
y que se nos ha dado. Y esto es lo que estáis viendo y
oyendo
3. Evangelio según S. Lucas 24,13-35:
El primer día de la semana, dos discípulos de Jesús iban
andando a un pueblo pequeño llamado Emaús y hablaban
de las cosas que habían visto en Jerusalén. Y el mismo
Jesús se acercó a ellos y lea acompañó. Pero ellos no
fueron capaces de conocerlo.
Jesús les preguntó: ¿De qué habláis?
Ellos se pararon muy extrañados. Y uno de ellos, que se
llamaba Cleofás, le dijo: Parece que eres la única persona
que no sabe las cosas que ha habido en Jerusalén. ¿No te
has enterado?
Jesús les preguntó: ¿Qué ha pasado?
Ellos le contestaron: Lo de Jesús, que fue un profeta
poderoso ante Dios y todo el pueblo; los sumos sacerdotes
y nuestros jefes lo condenaron a muerte, y lo crucificaron.
Nosotros pensábamos que Jesús era el futuro liberador de
Israel. Pero ya han pasado dos días. Es verdad que
algunas mujeres de nuestro grupo nos han asustado, pues
fueron al sepulcro antes de amanecer, y no vieron su
cuerpo; y también nos dijeron que habían visto una
aparición de ángeles, que les habían dicho que Jesús
estaba vivo. Algunos de nuestro grupo también fueron al
sepulcro y lo vieron vacio: el cuerpo de Jesús no estaba.
Entonces Jesús les dijo: ¡Sois lentos y torpes para creer las
cosas que anunciaron los profetas!.
4. Los profetas ya dijeron que el Enviado de Dios debería
sufrir todas estas cosas para entrar en su gloria.
Y Jesús, recordando todas las cosas que había sobre Él en
las Escrituras, se las fue explicando.
Ya cerca del pueblo, Jesús se quiso marchar, pero ellos le
dijeron: Quédate con nosotros porque ya es tarde y pronto
será de noche.
Y entró en el pueblo y se quedo con ellos. Estaban
sentados para cenar y Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo
partió y se lo dio. Y entonces lo conocieron. Pero Jesús
desapareció.
Y ellos decían: Cuando Él nos explicaba las Escrituras
nosotros estábamos emocionados.
Y otra vez volvieron a Jerusalén, y encontraron a los
discípulos reunidos. Y los discípulos les dijeron: ¡Es
verdad!, el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Pedro.
Y los dos discípulos que habían encontrado a Jesús
andando les contaron como lo habían reconocido al verle
partir el pan.