25. Fases de una consultoría CICLO DEL PROYECTO IDENTIFICACIÓN DISEÑO EJECUCIÓN Y SEGUIMIENTO EVALUACIÓN
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39. El Enfoque del Marco Lógico Instrumento desarrollado en la década de los 70 por la USAID y desde entonces lo han utilizado muchas de las principales organizaciones de cooperación internacional
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45. Identificación Análisis de Participación FASE 1 Proyecto de abastecimiento de agua potable en la comunidad X Implicados Intereses/Funciones Posible impacto del proyecto sobre sus intereses (+, - , =) Comunidad Contar con agua potable + ANDA Extender el servicio hasta la zona y administrarlo = Alcaldía Gestión del proyecto y mantenimiento = Propietarios de terrenos No quieren ser desalojados -
46. Identificación Análisis de Participación FASE 2 Proyecto de abastecimiento de agua potable en la comunidad X ALTA IMPORTANCIA/ BAJA INFLUENCIA (Potenciales beneficiarios) ALTA IMPORTANCIA / ALTA INFLUENCIA (Potenciales socios) Comunidad ANDA, Alcaldía BAJA IMPORTANCIA / BAJA INFLUENCIA (Beneficiarios indirectos) BAJA IMPORTANCIA / ALTA INFLUENCIA (Potenciales oponentes) Comerciantes Propietarios de terrenos
49. Identificación Análisis de Alternativas Criterios Alternativa 1 Incrementada la asistencia escolar Alternativa 2 Reducidos los niveles de fracaso escolar Tiempo Riesgo Costo Impacto Sostenibilidad
51. Matriz de Planificación del Proyecto Permite visualizar el proyecto como unidades operativas, con una dimensión temporal y espacial, dotados de diferentes elementos coherentes entre sí y relacionados con el entorno en el que se va a actuar. Lógica de Intervención Indicadores Fuente de Verificación Factores Externos Objetivo General Objetivo Específico Resultados Actividades Recursos Coste
53. OBJETIVO GENERAL OBJETIVO ESPECÍFICO RESULTADOS ACTIVIDADES SUPUESTOS SUPUESTOS SUPUESTOS SUPUESTOS CONDICIONES PREVIAS Sí Entonces
54. Lógica Horizontal LÓGICA DE INTERVENCIÓN INDICADORES OBJETIVAMENTE VERIFICABLES FUENTES DE VERIFICACIÓN
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56. Ejemplo Ante un objetivo como “Mejorados los hábitos de vida de los jóvenes del barrio x”, un indicador puede expresarse de la siguiente manera: “ Reducido en un 20% el número de casos atendidos en el hospital x de jóvenes afectados por enfermedades de transmisión sexual en el año dos del proyecto”.
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Notas do Editor
La finalidad de un proyecto de desarrollo es transformar la realidad. El proyecto nace como una expresión de la voluntad transformadora. Constituye un instrumento que permite modificar en determinado sentido las condiciones en que se desenvuelve la vida de un conjunto de personas, por ello está ligado a la idea de imprimir un rumbo, de tomar una determinada dirección entre todas las posibilidades y de materializar esa voluntad en una acción concreta. Como consecuencia, un proyecto requiere dos niveles de decisiónes: -Las relativas a la determinación de los fines que se quieren conseguir. Este primer nivel supone la existencia de un problema o de una situación que nesecita ser mejorada o transformada. -Las relativa a la elección de los medios adecuados para alcanzarlo. Este segundo nivel es instrumental respecto al primero y supone decidir los elementos que constituirán el proyecto y el modo de estructurarlos. Ambos niveles de decisión estarán condicionados por criterios y prioridades personales, de la institución a la que pertenezco o de la ayuda exterior. Como veremos más adelante, la decisión estará condicionada por las estrategias de las agencias internacionales de cooeración, por las prioridades de las diferentes ONGD y, también, por las políticas de desarrollo de los países del Sur en que se realizan.
Todo proyecto adquiere la forma de un ciclo articulado y progresivo desde la identificación del problema que justifica la intervención, hasta el momento final en que se valora si ha cumplido el objetivo previsto. Constituye un CICLO porque sus distintas fases o etapas son interdependientes, conducen unas a otras e interactúan entre sí, de modo que para analizar una fase hay que situarla en relación con las demás. En el ciclo del proyecto se señalan una fases centrales que son cuatro: la identificación, el diseño, la ejecución y seguimiento, y la evaluación. También tiene unas fases circundantes o complementarias que serían dos: la programación y la financiación. Cada fase se compone de diferentes pasos y momentos con características propias. No todos los autores y agencias de desarrollo coinciden en el número de fases del proyecto, ni en la denominación de las mismas, ya que existen diferentes interpretaciones al respecto.
La fase de identificación se refiere a una fase diagnóstica. Solo un correcto diagnóstico y definición de la situación de partida, de las causas que la han determinado y de los efectos que produce, nos permitirá poder plantear de manera coherente la situación a la que queremos llegar, las posibilidades de alcanzarla y los medios que debemos emplear. Cuanto más rigurosa y sistemática sea la recogida y el tratamiento de la información sobre la situación y mayor sea la precisión con que pueda ser categorizada en relación con el problema que se desea resolver, mayores garantías habrá de hacer un diagnóstico correcto y de plantear adecuadas estrategias de actuación.
Es evidente que hay distintas maneras de interpretar y de valorar determinada realidad según la diferente situación en que cada uno se encuentre en relación con la misma y, por tanto, según los efectos concretos que ésta ocasione en cada caso. Como consecuencia se producirán distintas respuestas ante esa realidad en función de las diferentes posiciones ocupadas. Este es el primer hecho que hay que tener en cuenta antes de referirnos a los participantes en la identificación de un proyecto. Las distintas posiciones en que estas instancias se encuentran, sus fines institucionales y sus rasgos socioculturales, son ya elementos suficientes como para que tengan distintas perspectivas y, aunque coincidan en el objetivo final de desarrollo, interpreten las necesidades, las posibles soluciones y las prioridades de manera diferente. Una condición de esta fase de identificación es que al final de la misma los distintos protagonistas de la acción hayan alcanzado un consenso básico sobre en qué consiste la necesidad que origina el proyecto, cuál es la situación a la que hay que llegar para resolverla, y qué modos de actuación y niveles de responsabilidad son necesarios para organizar y emprender las actividades que requiere el proyecto. Una condición necesaria para el diálogo y posterior consenso es un suficiente conocimiento mutuo entre los protagonistas.
Un proyecto debe definir de forma precisa a un colectivo de beneficiarios. Los beneficiarios constituyen el conjunto de personas cuyas necesidades o problemas justifican la acción y han dado lugar a que el proyecto haya sido concebido para satisfacerlas o resolverlas, de tal manera que el mejoramiento de su situación constituye el objetivo del proyecto. Estos beneficiarios deberán participar como protagonistas en el proceso de identificación. Los efectos del proyecto no solo afectan a los grupos que son positivamente objeto expreso de los mismos, sino también a quienes sin serlo forman parte de su contexto o están relacionados de algún modo con la realidad sobre la que incide el proyecto. A este respecto, hay que distinguir entre quienes también reciben efectos positivos de la acción. A estos suele llamárseles beneficiarios indirectos, quienes quedan al margen o están excluidos. Pero también están quienes pueden resultar eventualmente perjudicados y, en cuanto tales, es previsible esperar por su parte algún tipo de reacción negativa ante la intervención. Entonces, para realizar una buena identificación se deberá tener en cuenta a cada uno de estos grupos.
Se trata de especificar y organizar los productos obtenidos en la fase de identificación, lo que permitirá definir con presición y estructurar los elementos del proyecto. Todo esto se traduce en un documento de proyecto. Esta etapa recibe también el nombre de formulación. A menudo se plantean confusiones entre los términos “diseño” y “formulación”. En un sentido amplio, se pueden llegar a considerar como sinónimos; pero, en un sentido estricto, el término “formulación” queda restringido a la redacción del proyecto con arreglo a los formularios para su presentación, a partir de un documento base de proyecto ya elaborado. Un error frecuente suele ser considerar que el diseño o formulación de un proyecto solo implica completar los formularios requeridos por las entidades financiadoras. La formulación de un proyecto es mucho más que un ejercicio de redacción, es la consecuencia de un trabajo previo de identificación y diseño.
El documento de proyecto debe contener una descripción detallada de los objetivos, los actores y los medios que se van a utilizar, y, como consecuencia, una descripción de los recursos y de su organización, de la gestión y administración y de los plazos de tiempo necesarios para la ejecución del proyecto. Hay dos tipos de objetivos: El Objetivo General es la situación deseable a cuya realización contribuirá el proyecto a largo plazo. El logro del objetivo general dependerá de varios proyectos o procesos relacionados que se sitúen más allá del control del proyecto mismo. El Objetivo Específico es el elmento central en torno al cual gira el proyecto. Expresa anticipadamente lo que espera conseguir el proyecto. B) Se deberá precisar los compromisos y acuerdos en cuanto a la participación de los beneficiarios y de otros posibles participantes, en función de sus aspiraciones, aportes y posibilidades. Uno de los elementos fundamentales para el éxito de un proyecto es precisamente que el proyecto sea asumido de manera compartida por todos los implicados, a partir de sus distintos niveles de responsabilidad. En cuanto a los perjudicados, el documento debe señalar quiénes son y cómo se actuará para que el proyecto sea percibido por estos de la forma menos amenazante posible. La estructura de organización y administración es el soporte de la ejecución del proyecto. Por ello es necesario que el documento de proyecto haga referencia a lo siguiente: áreas en torno a las que gira la acción del proyecto (qué unidades intervienen, qué personas, con qué recursos y cómo están relacionas estas unidades entre sí), estructura de funcionalidad orgánica (cuáles serán los canales de comunicación y de información, y los canales de dirección y de coordinación), logística del proyecto (el modo de adminsitración de los fondos y de los recursos, y los mecanismos de control). Se suele representar gráficamente mediante un cronograma de barras. Permite visualizar el conjunto temporal de la acción y sus diferentes partes. Este tiene dos momentos: la estimación de los costes (elaboración del presupuesto) y el plan de financiamento propiamente dicho (la manera de disponer de los fondos, su organización en función de las fuentes de finaciamiento: fondos locales, externos, ingresos generados por la misma dinámica del proyecto, la asignación de las aportaciones de cada una de las fuentes y las condiciones y tiempos en que deben ser obtenidos). En el documento puede recogerse actuaciones que facilitan la ejecución del proyecto al constituirse un soporte o complemento del mismo (estudios técnicos, infraestructura, equipo, capacitaciones, etc.)
La ejecución requiere capacidad para programar, gestionar y coordinar las actividades. La acción que el proyecto implica crea un espacio nuevo de relaciones, hechos, medios técnicos y estructuras físicas que tienen repercusionees sobre formas de vida, modos de producción y distribución de bienes y servicios, roles sociales y sexuales y ámitos culturales. Esto puede originar situaciones complejas, inesperadas, que no estaban previstas en el proyecto. Por ello es condición del éxito de un proyecto evitar la aplicación automática de un plan de operaciones sin tener en cuenta los efectos que va produciendo y las repercusiones que esto trae consigo. Otro elemento a tener en cuenta a la hora de la ejecución es mantener una concepción participativa y no meramente ejecutora del proyecto (procurar la máxima coordinación en la realización de las actividades y priorizar las formas organizativas que faciliten el flujo de información y aseguren la comunicación interna y externa). En este sentido, el seguimiento constituye la base para analizar lo que se realiza y la fuente de información sobre si la ejecución está resultando adecuada respecto al plan previsto y al objetivo específico del proyecto. Se requiere, por tanto, que el seguimiento se articule con la ejecución de modo preciso.
El seguimiento debe apreciar que la acción se desarrolla según las previsiones para, en su caso, poder enderezarla del modo más adecuado. Este proceso permite, por consiguiente, reconducir desviaciones en la ejecución del proyecto, apuntar reorientaciones técnicas e incorporar, si es necesario, ajustes con relación a lo programado.
Es un medio de supervisión, esto es, permite comprobar si la información sobre la ejecución se corresponde con las previsiones. Contribuye a la mejor administración del proyecto, ya que la facilita y sugiere la adopción de medidas que refuercen la ejecución. Permite completar y actualizar el conocimiento del contexto de la intervención al recoger información sobre la evoluación del proyecto en relación con la de su entorno.
Los informes de seguimiento suelen dividirse en informes de avance (trimestrales, semestrales, anuales), y en informes finales. Los informes suelen ser el principal vínculo de seguimiento entre los ejecutores del proyecto y la organizaciones agencias que lo patrocinan y financian.
Pertinencia: se refiere a la adecuación del proyecto respecto a las prioridades de las distintas entidades y colectivos implicados. Es una valoración de la utilidad del proyecto en términos de desarrollo. Eficiencia: Valora la forma en que se utilizan los recursos que se consumen durante la ejecución y si estos y si estos conduce adecuadamente al logro de los resultados esperados. Eficacia: Valora si las actividades previstas o ejecutadas nos conducen al logro de los resultados proyectados y si estos son suficientes para la consecución del objetivo específico, y si los plazos temporales son suficientes para garantizar ese propósito. Además considera los factores externos que pueden estar condicionando el éxito o fracaso de la intervención. Impacto: Nos referimos a los efectos del proyecto más allá del logro concreto de su objetivo específico. Estos efectos pueden ser previstos o resultar imprevistos, y pueden ser positivos o negativos. Los impactos constituyen las modificaciones de la realidad que de alguna manera pueden ser imputadas al proyecto. Viabilidad: Capacidad de permanencia en el tiempo de los efectos positivos provocados por un proyecto de desarrollo.
Interna: la que realizan los propios responsables de la gestión del proyecto. Externa: realizada por expertos ajenos a la gestión del proyecto Mixta: la realizada conjuntamente por los responsables del proyecto y por expertos ajenos al mismo. Previa: tiene por finalidad proporcionar elementos para decidir si un proyecto debe o no ser ejecutado una vez que ha sido diseñado. Simultáneo: se realiza mientras se está ejecutando el proyecto. Final: Se realiza cuando el proyecto ha finalizado o cuando el financiamiento externo llega a su fin. Retrospectiva: Se realiza después de haber transcurrido un período más o menos prolongado desde la conclusión de la ejecución del proyecto. Descriptiva: Refleja principalmente la nueva situación creada por el proyecto y las características de su ejecución de forma narrativa y en términos cuantitativos. Explicativa: Cuando hace referencia a la relación causa-efecto utilizando generalmente métodos cuantitativos y cualitativos. Normativas: cuando éstas afectan a las grandes orientaciones políticas generales y a los principios de actuación de las distintas instituciones. Estratégicas: indagaciones sobre las grandes intervenciones planificadas de desarrollo. Tácticas: centradas en los programas sectoriales Operativas: análisis de los niveles de intervención más concretos, es decir, de los proyectos de desarrollo. Cuantitativos: manejan y producen datos numéricos Cualitativos: describen las situaciones observadas
Se trata de identificar a todos los implicados en la ejecución del proyecto, ya sea en calidad de beneficiarios directos, indirectos, socios o perjudicados. Beneficiarios: Comunidad en general Socios: ANDA, Alcaldía, ONG que trabajan en la zona, agencia financiadora, promotores de salud, ministerio de salud Perjudicados: Propietarios de terrenos, vendedores de agua Beneficiarios indirectos Dueños de locales de comida, comerciantes
Beneficiarios: sobre quienes recae la acción directamente. Indirectos: Los que de alguna manera recibirán algún tipo de beneficio por parte de la intervención aunque no signifiquen una prioridad para ésta. Los neutrales o socios son todos aquellos colectivos presentes en el área de intervención sobre los que el proyecto apenas va a tener incidencia. Los perjudicados u oponenetes: todos aquellos que pueden verse afectados de manera negativa por la intervención y cuyas reacciones pueden constituir potenciales riesgos para el éxito de la misma. Existe otro tipo de análisis para la participación, como el análisis foda para cada una de la instituciones que van a participar
Se discuten las implicaciones para cada uno de los grupos involucrados y se comparan las alternativas para elegir la mejor.
La fase de identificación nos habrá permitido determinar nuestro objetivo general, objetivo específico, los resultados y las actividades. En esta fase, para completar la MPP tendremos que definir los recursos necesarios y su costo, los indicadores y sus fuentes de verificación, así como los principales factores externos y posibles obstáculos. Objetivo General: Situación a la que el proyecto pretende contribuir Objetivo Específico: Lo que el proyecto pretende conseguir Resultados: Bienes o servicios de utilidad para los beneficiarios que el proyecto pretende facilitar. Actividades: Conjunto de cosas a hacer para facilitar los resultados. IOV: criterios que permitirán medir si los objetivos y los resultados están siendo alcanzados. Fuentes de verificación: cómo o de dónde se estraerá la información precisa para conocer la evolución de los indicadores de los objetivos y de los resultados. Factores externos: aquellos factores no controlables por la gestión del proyecto necesarios para que las actividades alcancen los resultados, los resultados el objetivo específico y éste el objetivo general. Recursos: materiales y humano necesarios para realizar las actividades previstas. Costes: el valor efectivo o valorizado de cada uno de los recursos. Condiciones previas: condiciones concretas para iniciar el proyecto
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