11. Intentar evadir las
manifestaciones del Espíritu
Santo es como querer acercarse
a una flor y no sentir su aroma,
meterse al agua sin mojarse o
poner la mano al fuego y
pretender no quemarse
13. Él es tan importante como el
Padre o el Hijo, siendo los tres
uno solo
14. La clave de todo mover de Dios
está en que entiendas y creas en
la importancia que tiene el
Espíritu Santo como la persona
divina que es y te comportes de
acuerdo a esa fe
15. Aprende a aprovechar tus
momentos de soledad, a veces
son necesarios para conocer
íntimamente a la persona del
Espíritu Santo
16. Dios te ha creado de una forma
muy particular, eres único, no
hay feos o bonitos, solo piezas
únicas
17. Él quiere formarte a solas,
desea hablarte sobre todo lo
bueno que hacer y lo que debes
mejorar
18. A puerta cerrada arreglas
cuentas y dejas que el Señor
transforme tu corazón
22. Si deseas éxito en público,
busca primero el éxito privado
delante de Dios
23. Si puedes escoger donde ser
conocido, pide que sea delante
del trono de su gracia
24. La presencia de Dios no se
limita a los templos ni a los
cultos religiosos, es real en
cualquier lugar y es capaz de
hacer lo que quiera y con quien
quiera
25. Aquellos que aprenden a
habitar en la omnipresencia de
Dios tienen el honor de ver su
omnipotencia
26. Es mas fácil ser santos cuando
estamos convencidos de su
omnipresencia
27. Para caminar bajo su sombra
debes actuar convencido de que
está contigo en todo lugar y
conoce lo que piensas y haces
28. La unción está y estará para lo
que Dios la dejó y para lo que
la Palabra manda, no para lo
que cada quien imagina o desea
29. Cuando la unción está sobre la
vida de alguien, la atmósfera
del lugar puede cambiar y
convertirse en un ambiente de
poder, no necesariamente de
emoción, pero si de poder
30. Mientras mas bebas de él
siempre habrá un nuevo abismo
que llenar bajo sus cascadas
31. La unción viene sobre nosotros
por la obediencia que le
tenemos al Señor cuando le
creemos
32. En los momentos que Dios nos
pide que hagamos cosas inusuales
y difíciles para nuestra carne, es
cuando debemos morir a nuestro
ego y a nuestro orgullo, porque es
en esos instantes cuando Dios nos
forma para que podamos ser
ungidos
40. A fin de realizar un mayor
esfuerzo debemos ceñirnos para
servir, porque siempre habrá
una recompensa para aquel que
lo haga
41. Al decaer su ánimo por el
exceso de trabajo dejaron de
escuchar las grandes promesas
de Dios que no puede darse a
conocer en medio de la prisa
porque él es Dios de reposo y
meditación
42. Aprende a trabajar contigo
mismo, pasa tiempo con el
Señor, contemplándolo y no
solamente pidiendo
43. Pide a Dios hoy. Cree que te ha
concedido lo que le has pedido.
Y espera con fe que te lo haga
llegar
44. No existe nada de malo en usar
tu fe para prosperar día a día.
Esto es creer que Dios te
prospera en aquello a lo que te
dedicas y en lo que te esfuerzas
45. El Señor quiere que mantengas
tu fe activa todos los días,
creyendo que lo que necesitas y
deseas, te será dado
46. No te olvides que siendo un
padre responsable que provee,
también eres hijo y como tal,
puedes pedir
47. Necesitas fe para pedir que la
gloria de Dios te acompañe, de
la misma forma que la necesitas
para pedir el sustento
48. Dios considera que el cuerpo es
tan valioso, que nuestra
redención se materializó a
través del sacrificio del cuerpo
y la sangre de Cristo, no a
través de su Espíritu o
presencia
49. Si no vemos a Dios obrar mas
en nuestra vida es porque
seguramente hay algo que no
hemos hecho bien
50. Si quieres mas unción debes
respetar mas tu cuerpo, porque
sobre él viaja Su poder
51. El cansancio es enemigo de la
unción. Cuando las fuerzas se
agotan es mas difícil orar y
cuesta mas creer que Dios se
moverá
52. Sin energía no se puede orar.
Por eso debes administrar tu
tiempo y tus fuerzas para
buscarlo en intimidad
53. No puedes decir que Jesús es tu
Señor si ni siquiere le permites
mandar en su casa, que es tu
cuerpo
54. Entendí que los malos
sentimientos que albergamos en
contra de alguien afectan
directamente nuestra relación
con el Espíritu Santo y estorban
la comunión con Él
55. Si quieres que el Espíritu Santo
te use poderosamente debes ser
una persona cuyo corazón,
mente y alma estén sanos y
libres de toda amargura
56. Para ministrar en su poder se
requiere que tengas un corazón
que no guarde resentimiento
contra nadie
57. No podemos pedirle a Dios un
milagro con nuestra boca, pero
con nuestra actitud decirle que
no creemos que quiera sanarnos