En este artículo, se analiza el caso de estudio de una experiencia llevada a cabo en Buenos Aires, Argentina durante 2010. El Centro Metropolitano de Diseño (CMD) decidió crear un taller para explorar y fabricar productos de bambú en línea con la campaña de la ciudad para promover la adopción de principios ecológicos. Posteriormente, las diseñadoras que trabajamos en ese centro nos enteramos de que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires estaba implementando un proyecto cuyo objeto era promover el desarrollo del bambú en la región. Ambas instituciones unieron fuerzas y planificaron una iniciativa de colaboración. Así, cuarenta diseñadores provenientes de distintas disciplinas se reunieron para realizar productos con bambú con el apoyo de las dos instituciones.
En este artículo mostramos los obstáculos y las oportunidades surgidos durante la colaboración y hacemos hincapié en las posibilidades que abre nuestro proyecto respecto de la agenda futura. Abordamos las siguientes preguntas: ¿Cómo podrían las políticas gubernamentales motivar el diseño sostenible en los países en desarrollo desde el punto de vista de los diseñadores? ¿Cómo podrían las políticas fortalecer la colaboración si el objetivo es la sostenibilidad?
1. INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR EN LENGUAS VIVAS
“JUAN R. FERNÁNDEZ”
TRADUCTORADO EN INGLÉS
RESIDENCIA
Prof. Paula Grosman
PENSAR A TRAVÉS DEL BAMBÚ
Páginas 1-7
Mariana Salgado – Mariana Massigoge
Salgado, Mariana y Mariana Massigoge, Thinking through Bambu, The challenge
of designing for sustainability in Argentina.
Traducción: Florencia Pomato - Analía Ruano
Agosto 2014
1
2. Pensar a través del bambú
El desafío del diseño sostenible en la Argentina
DA Mariana Salgado
Centro Metropolitano de Diseño (CMD)
Programa de actualización en diseño digital
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires
DI Mariana Massigoge
Centro Metropolitano de Diseño (CMD)
Departamento de Diseño Industrial
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires
Resumen
En este artículo, se analiza el caso de estudio de una experiencia llevada a cabo en
Buenos Aires, Argentina durante 2010. El Centro Metropolitano de Diseño (CMD) decidió
crear un taller para explorar y fabricar productos de bambú en línea con la campaña de la
ciudad para promover la adopción de principios ecológicos. Posteriormente, las
diseñadoras que trabajamos en ese centro nos enteramos de que el Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires estaba implementando un proyecto cuyo objeto era promover el
desarrollo del bambú en la región. Ambas instituciones unieron fuerzas y planificaron una
iniciativa de colaboración. Así, cuarenta diseñadores provenientes de distintas disciplinas
se reunieron para realizar productos con bambú con el apoyo de las dos instituciones.
En este artículo mostramos los obstáculos y las oportunidades surgidos durante la
colaboración y hacemos hincapié en las posibilidades que abre nuestro proyecto respecto
de la agenda futura. Abordamos las siguientes preguntas: ¿Cómo podrían las políticas
gubernamentales motivar el diseño sostenible en los países en desarrollo desde el punto de
vista de los diseñadores? ¿Cómo podrían las políticas fortalecer la colaboración si el
objetivo es la sostenibilidad?
2
3. Introducción
En esta sección proponemos establecer la situación del diseño sostenible (DS) en la
Argentina. No obstante, esta tarea resulta difícil debido a que no existe un centro o una
institución que concentre las iniciativas de este en el país en ese sentido. La información se
encuentra distribuida en varias organizaciones y no hay un trabajo consciente ni sistemático
para centralizar y documentar los proyectos que tienen como objetivo fomentar el DS. Por
lo tanto, hemos decido centrarnos en la información y las experiencias que pudimos reunir
durante nuestro trabajo como diseñadores para el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y
en la Universidad de Buenos Aires. Nos focalizamos en nuestras propias experiencias en la
gestión y la organización de actividades relacionadas con el DS. Asimismo,
complementamos nuestros conocimientos prácticos con algunas entrevistas a diseñadores
que participaron del taller y a expertos en temas y certificaciones ambientales.
Hoy en día, toda iniciativa global requiere una mayor responsabilidad de
los productores sobre sus artículos. En Europa, se sancionó normativa que
obliga a los productores a responsabilizarse en mayor medida por sus
productos proporcionando los medios para su desecho o reciclado al
finalizar su vida útil. El etiquetado de productos con información sobre su
desempeño ambiental también puede contribuir a diferenciarlos (Yarwood
e Eagan, 2001:10).
Si bien en la Argentina se exige el cumplimiento de una gran cantidad de normas de
la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) y del
Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), la globalización, que trae
aparejado un número creciente de oportunidades de exportar productos, alienta a las
empresas argentinas a adoptar esas certificaciones. A pesar de que las normas ISO sobre
cuestiones ambientales todavía no son de uso común, se están adoptando gradualmente. El
gobierno argentino ha puesto en marcha un plan permanente para asistir a las empresas
argentinas interesadas en obtener esas certificaciones. No obstante, como se trata de
certificaciones voluntarias, lo más importante es concientizar a los diseñadores y a las
empresas sobre la importancia de las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad. No es
una labor fácil ya que los ciudadanos argentinos, principalmente los de las grandes
ciudades, no son muy conscientes del daño colateral que su conducta diaria podría causar
al medio ambiente.
Otra característica importante es la gran cantidad de pequeñas y medianas empresas
(PYMES) que existen en la Argentina en comparación con las cifras de Europa. Esa
situación se debe a un desarrollo industrial que ha tenido altibajos a lo largo de su historia
debido a los cambios en el sistema económico y político. Con frecuencia, esas empresas
son negocios familiares de estructura pequeña, por lo que, contratar a un diseñador
profesional para que desarrolle una línea de productos, por ejemplo, no está dentro de sus
posibilidades en la mayoría de los casos. En consecuencia, muchos diseñadores crean su
propia empresa y comienzan a desarrollar una PYME desde su inserción en la vida
profesional. Uno de los mayores desafíos que enfrentan esos diseñadores, que crean su
propia empresa al completar sus estudios de grado, es que dejan de tener contacto con otros
profesionales del área. Solo se mantienen en contacto con sus amigos cercanos, pero no
hay una red de colaboración entre diseñadores. No existe una asociación de diseñadores
fuerte que congregue y asesore a los diseñadores ni suficientes carreras de posgrado para
satisfacer las necesidades de los 1500 diseñadores que se reciben en la Universidad de
Buenos Aires, para dar un ejemplo. La cifra citada corresponde al año 2005 (UBA, 2010).
3
4. También es importante tener en cuenta que no está claro el lugar que ocupa el
diseño sostenible en los planes de estudio de las universidades argentinas. Además,
ninguna universidad argentina forma parte de la Learning Network for Sustainability (Red
para la Promoción de la Sostenibilidad en la Educación). Eso no quiere decir que no se
mencione la existencia de esta asignatura, sino que su presencia en los planes de estudio
depende de la voluntad de los docentes. En términos generales, se puede afirmar que
existe un interés lento y creciente en estas cuestiones; sin embargo, no existe un proyecto
consciente y deliberado que permita posicionar el diseño sostenible entre las prioridades
educativas.
En estas circunstancias, el Centro Metropolitano de Diseño (CMD) se ha convertido
en un punto de encuentro para muchos diseñadores independientes y emprendedores,
mediante la organización de diversos cursos, seminarios, eventos y otras actividades para
diseñadores. Paralelamente, el CMD tuvo la iniciativa de utilizar esos encuentros para
llevar a cabo debates relacionados con el diseño sostenible.
La descripción de la situación mencionada nos permite afirmar que la instrucción
informal en diseño sostenible que reciben los diseñadores graduados es un factor clave, ya
que ellos lideran sus pequeñas y medianas empresas y con sus diseños pueden influenciar
no solo a los clientes, sino a los usuarios finales y a la sociedad en general. Concientizar a
los diseñadores sobre el DS es un largo proceso. No se trata de una estrategia a corto
plazo, sino de una acción a largo plazo que mostrará sus efectos dentro de los próximos
diez años. Durante ese proceso, nuestra intención no es solamente brindar a los diseñadores
soluciones técnicas, sino psicológicas. Creemos que es vital que los diseñadores
comprendan de qué manera pueden influenciar la conducta de los consumidores y las
políticas de los gobiernos relacionadas con el diseño sostenible.
El diseño de un taller sobre DS
En la sección anterior presentamos y describimos algunas de las circunstancias que
han convertido a los diseñadores en agentes clave para educar a la sociedad en pos de la
sostenibilidad. En esta sección, nos centraremos en nuestras acciones concretas, en cuanto
herramientas de aprendizaje que nos van a permitir reflexionar sobre este tema. El taller de
bambú que coordinamos en el Centro Metropolitano de Diseño nos ha mostrado la
necesidad de investigar sobre las políticas y las medidas gubernamentales que podrían
fomentar el diseño sostenible.
El objetivo del programa “Integrando al Futuro” es ayudar a concientizar
transmitiendo, mediante los patrones de diseño de desarrollo, de producción, de
comercialización y de consumo, conductas que fomenten la responsabilidad social
empresaria y la sostenibilidad social y del medio ambiente, que tiendan a internalizar los
criterios del comercio justo. Dentro de este programa, el Centro Metropolitano de Diseño
organiza varias actividades: –talleres para explorar diferentes materiales (adobe, bambú,
restos de nailon, etc.), conferencias que reúnen a diferentes oradores para relatar y
transmitir sus experiencias y sus enfoques sobre los distintos temas, exposiciones de
productos, foros de debate con las distintas partes interesadas, circuitos de vidrieras que
abarcan los locales comerciales de todas las marcas y todos los estudios de diseño– en las
que el objetivo de la actividad no solo es trabajar desde la perspectiva del productor,
mediante la promoción de productos que incorporaran los criterios del diseño sostenible,
sino desde la perspectiva del consumidor, fomentando conductas de consumo responsable.
El taller de bambú fue una actividad centrada en la investigación y la
experimentación. Invitamos a diseñadores a explorar con materiales y técnicas para generar
4
5. nuevas herramientas que puedan ser transferidas en el futuro a otros agentes de la cadena
de valor, como ya lo explicamos en la sección anterior. El taller como actividad nos
permitió conocer a un grupo grande de diseñadores y discutir con ellos a partir de sus
propuestas de diseño.
Por lo general, los diseñadores están más familiarizados con ese tipo de debates, a
partir de sus propias propuestas. Al presentar sus decisiones en cuanto al diseño que dan
lugar a una propuesta, los diseñadores se presentan y muestran cuáles son sus valores.
Cuando se llevaron a cabo otras actividades, tales como congresos o festivales, no fue fácil
lograr debates productivos que realmente influenciaran la toma de decisiones en cuanto al
diseño; sin embargo, los talleres nos permiten a los diseñadores aprender a nuestra manera,
haciendo. Esa situación se condice con la idea de “adquirir conocimientos al estilo de los
diseñadores” (Cross, 2007).
Los talleres que organizamos en el CMD siempre constaron de seis encuentros; el
segundo consistía en una salida de todo un día a algún lugar donde se observara el material
en cuestión, en este caso, el bambú. Esa salida era importante para conocer al grupo y para
romper el hielo. En nuestro caso, fuimos al Tigre, en el delta del Río de La Plata. Allí,
observamos las plantaciones de bambú y escuchamos la exposición de una investigadora
especializada en bambú de la Dirección Provincial de Islas.
La serie de talleres basados en un material que se considera ecológico, como el
bambú, es una forma sencilla de comenzar a debatir y tratar el complejo tema del diseño
sostenible. En nuestra experiencia, se trató de pensar en la sostenibilidad a través del
bambú. Como dijimos en la sección anterior, en nuestro país no existe conciencia acerca de
la importancia de las decisiones de diseño y del impacto ambiental. Por lo tanto, con el
objetivo de comenzar a concientizar a los diseñadores, la elección de un material ecológico
fue la manera más simple que encontramos para abrir el debate sobre el tema. Asimismo,
comenzar seleccionando un material que es renovable, reciclable y compostable permitió
empezar el ciclo de vida de los productos siguiendo los principios de la sostenibilidad. La
selección del material contribuyó a que los diseñadores percibieran, psicológicamente y de
manera consciente, el encuadre del taller dentro del modelo de desarrollo sostenible. Los
diseñadores no pudieron evitar pensar en otros aspectos de las propuestas de diseño que
fortalecieran sus proyectos en ese contexto.
Utilizamos el material como punto de partida para presentar el tema del diseño
sostenible y, en paralelo, mostramos otras maneras de iniciar un proceso de diseño.
Propusimos algunos ejercicios; por ejemplo, una lluvia de ideas y una exploración con el
cuerpo y con los sentidos. Los diseñadores los consideraron muy buenos ejercicios para
romper el hielo, lo que los motivó a compartir y a conocer al que tenían al lado.
El Centro Metropolitano de Diseño promueve el diseño sostenible junto con otras
entidades y organizaciones. En este caso, trabajamos con la Dirección Provincial de Islas
(DPDI). Durante nuestra investigación preliminar, descubrimos que la DPDI tiene un
programa de desarrollo económico basado en el bambú para la zona del Delta que
compartía algunos puntos con nuestro proyecto. Por lo tanto, propusimos un trabajo
colaborativo para el proyecto. Durante la visita al Tigre, los participantes asistieron a una
exposición sobre las propiedades mecánicas del material donde también se presentó un
panorama general y concreto sobre las distintas partes interesadas en el bambú y se brindó
asesoramiento sobre cómo elegir el tipo de bambú apropiado. La competencia en el campo
de la DPDI fue un punto de partida importante para los diseñadores. Por nuestra parte,
organizaremos otro taller dirigido a los artesanos del Delta que forman parte del Foro de
5
6. Productores de Bambú, coordinado por la DPDI. Ese taller estará dedicado a los métodos
de producción y de diseño tendientes a generar mejores productos comerciales. Otro sector
de la ciudad con el que organizamos actividades orientadas al diseño fue la Agencia de
Protección Ambiental (APrA).
Las instancias de colaboración como las descriptas no deberían darse por
casualidad. Necesitaríamos implementar plataformas comunes para conocer los proyectos e
intereses de cada una de las partes involucradas. Al comienzo de nuestro proyecto sobre
bambú comprendimos la importancia de crear un foro de discusión para poder compartir
ideas y debatir. Por esa razón, comenzamos un blog, junto con todos los participantes del
taller, para fomentar la discusión en línea con miembros de otras organizaciones,
productores, distribuidores, diseñadores e investigadores que pudieran estar interesados en
el bambú.
Además, se presentó el blog (http://workshopbambu-cmd.blogspot.com/) como
una herramienta de aprendizaje para los participantes del taller, con diferentes objetivos.
Queríamos presentarles a los participantes nuevas tecnologías, crear un foro de debate y
entre todos construir conocimientos sobre los temas relacionados con el diseño sostenible.
Les otorgamos permisos de edición a todos los participantes y los alentamos a escribir y a
recopilar juntos material de investigación en el blog. El blog como herramienta de uso
cotidiano para publicar en línea fue una novedad para la mayoría de los diseñadores que
participaron en el taller. Ellos no utilizan blogs para sus actividades profesionales del día a
día ni suelen dejar comentarios en otros blogs. Han utilizado el blog para reunir material
sobre cómo se utilizaba el bambú en otras partes del mundo y para publicar sus propuestas
de diseño.
Sin embargo, no es habitual en nuestro país que los diseñadores industriales,
textiles y gráficos, y los arquitectos compartan sus bocetos y tengan debates en línea acerca
de las posibilidades de diseño. A pesar de que hemos insistido y hemos tratado de fomentar
el blog como foro de debate, los diseñadores lo usaron principalmente como un espacio
para compartir su investigación y mostrar los resultados obtenidos. Solo se animaban a
publicar en el blog una vez que contaban con lindos bocetos, propuestas completas y una
vez que sus productos habían alcanzado un grado de madurez considerable. Tampoco
comentaron en línea acerca de las posibilidades de diseño de otras personas.
Es interesante observar que asistieron a nuestro taller participantes del Foro de
Productores de bambú. Esa participación fue posible gracias a la red de colaboración que
hemos establecido con la Dirección Provincial de Islas (DPDI) y al estado actual del
desarrollo del bambú en el país; esta actividad que sigue a cargo de un número reducido o
manejable de organizaciones, de manera que es fácil identificar a los actores que trabajan
con el bambú. Esa situación fue clave para poder conocer a los productores y a otras partes
interesadas que interactuaban con el bambú desde otra perspectiva.
Los objetos diseñados con bambú que surgieron en el taller revelaron el resultado
de la investigación sobre los materiales y de la exploración de los procesos. Se utilizaron
laminados de bambú en algunos productos, en otros se mantuvo la forma natural del
bambú y en algunos casos se incorporaron nuevas tecnologías al procesamiento, como
cortes por láser para generar texturas. También se diseñaron productos que combinaban el
bambú con otros materiales como el aluminio, en los que se utilizaba el bambú como el
material estructural.
El trabajo connotativo de algunos de los proyectos también fue interesante. El
bambú remite en gran medida al Oriente, por lo que diseñar productos con este material en
6
7. Occidente representa un desafío. Posiblemente, el producto más llamativo haya sido la
mesa de jardín al analizar los resultados desde ese punto de vista. El collar también fue
muestra de una nueva manera de utilizar el material, una nueva aplicación de la madera,
como un material delicado combinado con eslabones de metal. Los objetos diseñados con
bambú fueron: artefactos de iluminación, separadores de ambientes, cortinas, indumentaria
femenina, un longboard, dos sillas y una mesa, una mesa de sushi, una mesa de jardín,
repisas, plumines de artista, un collar y una balsa. Figura 1.
Figura 1: Collar. Diseñadores: Tamara Lisenberg y Martín Martini.
Los diseñadores necesitan más reconocimiento y apoyo para llevar adelante
proyectos sostenibles, como el que comenzaron en el taller de bambú. En la última
reunión, iniciamos el debate sobre qué necesitan los diseñadores para continuar
produciendo y comercializando los productos que desarrollaron, y la mayor preocupación
fue la asistencia financiera y el acceso a recursos económicos. Tras analizar los
comentarios que surgieron del foro, entendimos que lo que realmente se necesita son
conocimientos y apoyo para montar un negocio con esas características, dado que los
recursos económicos pueden conseguirse cuando se tiene una visión clara de lo que se
necesita.
Gobierno, empresas, diseñadores y usuarios finales
Es importante reconocer que, si bien en este artículo tratamos de explorar posibles
respuestas a la pregunta de qué puede hacer el gobierno para motivar el DS desde el punto
de vista del diseñador, la pregunta más amplia sería qué podrían hacer todas las partes
interesadas. Todos los grupos involucrados en el desarrollo del producto, como las
empresas, los diseñadores, los usuarios finales y el gobierno, deberían participar en la
creación de conciencia y sensibilización sobre el tema. Por ejemplo, las empresas
argentinas podrían participar en el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo
Sostenible (http://www.wbcsd.org) a fin de obtener apoyo para operar, innovar y crecer en
un mundo cada vez más influenciado por las cuestiones asociadas con el desarrollo
sostenible.
Como diseñadores, entendemos desde nuestra perspectiva qué podría hacer el
gobierno, porque exploramos estos temas utilizando nuestros diseños como herramientas
para comprender qué tipo de necesidades plantean nuestras propuestas de diseño sostenible
y qué clase de apoyo se requiere para que se puedan convertir en productos. En la sección
anterior, observamos la falta de puntos de encuentro con varias organizaciones cuyo
trabajo está relacionado con la sostenibilidad. Las herramientas web 2.0 podrían ser un
medio para avanzar hacia la consolidación de la red de colaboración. Pero el verdadero
cambio solo va a ser posible si las políticas gubernamentales motivan -la colaboración.
Como ocurre con la Universidad, actualmente, la colaboración dentro de las
organizaciones no es una prioridad, sino una posibilidad más o menos concreta según la
buena voluntad de las personas involucradas. A veces, la colaboración implica pasar días
de trabajo viajando para conocer a personas de otras partes de la ciudad. En el caso del
taller de bambú, por ejemplo, había dos horas de viaje en auto desde una organización
hasta la otra. Crear incentivos para los trabajadores que participan en redes de colaboración
dentro de otras organizaciones podría representar un cambio positivo.
Mientras se llevaba a cabo el taller, el Centro Metropolitano de Diseño (CMD)
también organizó un evento en el Día Mundial del Medio Ambiente, al que asistieron
algunos de los participantes del taller. En el evento, las autoras de este artículo
coordinamos un panel de debate sobre el diseño sostenible. Algunos diseñadores que ya
7
8. habían comenzado su colección basándose en el diseño sostenible vendieron sus objetos.
Ese tipo de eventos es importante para conocer a otras personas interesadas en temas
similares, y como solo los diseñadores que practican y promocionan el diseño sostenible
pueden participar sin cargo y vender sus productos, también es una manera de darles
reconocimiento dentro de la comunidad del diseño. Además, el evento les demostró a los
diseñadores que participaron en nuestros talleres y que no tienen una línea de productos en
el mercado que el diseño sostenible podría ser el concepto de una empresa de diseño.
Por otro lado, el CMD cuenta con un programa llamado IncuBA que funciona como
la mayoría de los programas de incubadoras, pero que se distingue en que los proyectos
seleccionados deben girar en torno de un negocio basado en el diseño. En ese programa se
han seleccionado y promocionado proyectos basados en el diseño sostenible; actualmente
hay tres empresas en el programa que elaboraron su plan de negocios basándose en el
diseño sostenible; Gruba (http://www.gruba.com.ar/), MHU! Minimahuella
(http://www.minimahuella.com.ar/) y Mateos Davenport (http://www.mateos-
davenport.com.ar/).
En la actualidad, hay una sola competencia o premio importante en el país que
aborda específicamente el tema del diseño sostenible; esa podría ser una forma sencilla de
hacer que los diseñadores incorporen los valores del diseño sostenible en sus decisiones del
diseño sostenible. Hoy en día, la incorporación de tales valores está comenzando a ser uno
de los criterios básicos que se utilizan para seleccionar a los premiados. La Competencia
Nacional de Diseño más importante (Innovar, 2010) se ocupa del tema de la innovación y
cuenta con categorías especiales para proyectos sostenibles.
Algunos fabricantes exigen a sus proveedores que implementen un sistema de
gestión ambiental (SGA), por ejemplo, según lo estipulado en la norma ISO14001, como
una manera de demostrar su compromiso con el medio ambiente (Kurk y McNamara,
2006: 29). En Argentina, algunas importantes empresas petroleras les piden a sus
proveedores que obtengan las certificaciones. De esa manera, generan una cadena de
buenas prácticas. El Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) ha
establecido la norma IRAM-ISO 64, que provee una guía para tratar cuestiones
ambientales en el desarrollo de productos. Otra norma importante que se está adoptando de
manera gradual es la ISO/TR 14062. Esa norma trata sobre gestión ambiental y sobre
integración de aspectos medioambientales en el diseño y desarrollo de productos.
El gobierno podría brindar asistencia en la traducción e impresión de material
publicado sobre diseño sostenible. Se necesitan proyectos editoriales que fomenten el uso
de herramientas concretas para los diseñadores y brinden información acerca de ellas.
Creemos que, si se promocionan esos proyectos, los diseñadores podrían tomar decisiones
mejor fundadas.
“La contabilidad ecológica a través del uso de herramientas analíticas, como el
Análisis del ciclo de vida, y de prácticas estándar que miden el impacto ambiental es un
factor que contribuye al diseño e ingeniería de productos eficiente” (Ceridon, 2009: 3). Los
diseñadores y las empresas necesitan más formación para utilizar herramientas analíticas
como la que propone Kimi Ceridon a modo de una práctica recomendada para medir el
impacto ambiental. Pero también es necesario entender las normas de etiquetado y las
políticas relacionadas con la sostenibilidad. Por ejemplo, las empresas necesitarían apoyo
para implementar la norma ISO 1043-1, que regula el marcado del plástico.
8
9. Existen ciertas normas limitativas, como la Restricción de ciertas sustancias
peligrosas de la Unión Europea (RoHS, por sus siglas en inglés), vigente desde julio de
2006, que establecen niveles máximos de plomo, cadmio, mercurio y otras sustancias
(Kurk y McNamara, 2006: 12). Algunas empresas europeas ya están preparadas para tales
restricciones. Por lo tanto, si las empresas argentinas tienen la intención de comerciar con
países europeos, deberían empezar a considerarlas y a prepararse para adaptar sus
productos a esas restricciones.
El asunto del diseño sostenible está en sintonía con otras acciones del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires en pos de una vida más ecológica en la ciudad. Somos
conscientes de que este taller es solo un pequeño aporte, pero nos ha ayudado a orientarnos
y a identificar posibles medidas que podría tomar el gobierno para contribuir con el trabajo
que estamos realizando. Cuanto más promueva el gobierno a las empresas a cumplir las
certificaciones, ofreciendo apoyo para el pago, adoptando una política de exención de
impuestos en el caso de las empresas que utilicen de manera voluntaria las etiquetas
internacionales y brindando asesoramiento, se multiplicarán las iniciativas positivas en
materia de sostenibilidad por parte de las empresas.
Debate
Durante este proceso, nuestra intención no es solamente ocuparnos de las
soluciones técnicas que los diseñadores podrían implementar, sino de los aspectos
psicológicos asociados. Creemos que es vital que los diseñadores comprendan de qué
manera pueden influir en la conducta de los consumidores y en las políticas
gubernamentales relacionadas con el diseño sostenible.
En la sección 3, presentamos una descripción detallada con ideas concretas de
cómo las políticas gubernamentales pueden fomentar la articulación, el asesoramiento, la
educación, la difusión, la estandarización, la obtención de asistencia financiera, la
investigación y el reconocimiento con respecto al DS. Como diseñadores que trabajamos
en el área, es importante que seamos sensibles a las cuestiones relacionadas con las
políticas y que estemos listos para entender cómo influyen esas cuestiones en nuestro
trabajo diario, nuestros productos y nuestros procesos de toma de decisiones. Ser más
conscientes de esas cuestiones y documentarlas son pasos importantes hacia el aprendizaje
sobre la sostenibilidad. Por otro lado, los diseñadores que están bien informados sobre los
temas relacionados con las políticas pueden influenciar en el DS y tomar decisiones
fundadas.
Todo diseñador debería tener la posibilidad de acceder a información sobre leyes,
métodos y herramientas que aborden el tema de la sostenibilidad como componente básico
del programa de cualquier materia. Si bien creemos que la educación con respecto a estos
temas debería ser constante, es esencial que se incluya en los primeros años de nuestra
capacitación vocacional como pilar del diseño.
De acuerdo con Ezio Manzini (2007: 239), las herramientas de gobierno necesarias
deben fomentar los vínculos horizontales entre pares, al tiempo que conectan diferentes
niveles verticales de la estructura organizativa de la administración pública. En nuestro
taller se ilustran las conexiones entre actores, artefactos y ámbitos sociales y se muestra
cómo se complementan los elementos entre sí, mientras comparten valores y fomentan la
sensibilidad hacia el diseño sostenible. Existen ciertas tensiones en el proceso de
incorporar una nueva sensibilidad en materia de la sostenibilidad. Por eso queríamos
resaltar el rol proactivo que podrían tener las instituciones gubernamentales.
9
10. Dado que este país está comenzando a desarrollar el área bajo estudio, necesitamos
facilitar el desarrollo de nuevas soluciones y proponer nuevos caminos sin tener que dar
todos los pasos que dieron los países desarrollados. Tenemos la ventaja de que podemos
aprender y repetir buenas prácticas a la luz del objetivo que queremos lograr.
Reconocimientos
Le agradecemos a Silvia Veizman por la entrevista. Nos proporcionó datos
importantes acerca del complejo sistema de certificación de la Argentina. También
queremos agradecerles a Clara Peña y María Emilia Caro del DPDI, quienes contestaron la
gran cantidad de preguntas que realizamos. Además, damos gracias a Cindy Kohtala,
Yanina Kinigsberg y Martin Avila por recomendarnos bibliografía sobre el tema. Por
último, les agradecemos a todos los participantes del taller, quienes nos motivan con su
energía y apoyo para reflexionar sobre la experiencia. ¡Muchas gracias a todos!
Bibliografía
CERIDON, Kimi, “Green Design with Life Cycle in Mind”, ChangeThis [en línea].
<http://changethis.com/manifesto/show/62.06.GreenDesign> [Consulta: 24 de
mayo de 2014].
CROSS, Nigel, Designerly ways of knowing, Londres, Springer-Verlag, 2007.
Innovar [en línea]. <http://www.innovar.gob.ar/> [Consulta: 24 de mayo de 2014].
KURK, Fran y Curt MCNAMARA, Better by Design. An Innovation Guide: Using
Natural Design Solutions, Minnesota, Minnesota Pollution Control Agency, 2006.
MANZINI, Ezio, “Design research for sustainable social innovation”, Design Research
Now, Basel, Birkhäuser Basel, 2007, p. 233-245.
Universidad de Buenos Aires. Datos estadísticos [en línea].
<http://www.uba.ar/institucional/contenidos.php?idm=28> [Consulta: 24 de mayo
de 2014].
YARWOOD, Yeremy Michael y EAGAN, Patrick, Design for the Environment: A
Competitive Edge for the Future, Minnesota, Minnesota Office of Environmental
Assistance, 2001.
Biografía
Mariana Salgado tiene un doctorado del Laboratorio de Medios de la Universidad
de Arte y Diseño de Helsinki y una maestría en Diseño de Productos y Estratégico de la
misma universidad. Ha trabajado por 9 años como diseñadora e investigadora en el
Laboratorio de Medios de Helsinki. Durante 2010, se desempeñó como investigadora
visitante en la Universidad de Buenos Aires y trabajó como colaboradora en el Centro
Metropolitano de Diseño.
mariana.salgado@iki.fi
10
11. Mariana Massigoge estudió diseño industrial en la Universidad de Buenos Aires.
Desde el año 2008, ha trabajado como coordinadora del área de Gestión de Diseño del
Centro Metropolitano de Diseño. También es docente en la Universidad de Palermo y la
Universidad de Buenos Aires. Desde 2006, es voluntaria en la ONG Progresar, en un
programa que tiene como objetivo el estímulo cultural y educativo.
marianamassigoge@gmail.com
11