1. ¿Es nuestro planeta seguro?
-Capas de la Tierra y la Geosfera.
Si hacemos un corte que atraviese la Tierra por el centro encontraremos que, bajo la
corteza, hay diversas capas cuya estructura y composición varía mucho. La Tierra es uno de
los planetas sólidos o, al menos, de corteza sólida, ya que no todas las capas lo son.
Por encima tenemos la atmósfera, una capa de gases a los que llamamos aire, formada a su
vez por una serie de capas, que funciona como escudo protector del planeta, mantiene la
temperatura y permite la vida. En las hendiduras y zonas bajas de la corteza, agua, mucha
agua líquida y, en los polos, helada. Por debajo de la corteza, una serie de capas en estado
pastoso, muy calientes, y con una densidad creciente hasta llegar al núcleo de la Tierra, de
nuevo, sólido, metálico, denso, ...
-Formación del suelo
En las ciencias de la Tierra y de la vida, se denomina suelo a la parte superficial de la
corteza terrestre, biológicamente activo, que tiende a desarrollarse en la superficie de las
tierras emergidas por la influencia de la intemperie y de los seres vivos.
De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en su formación son las
siguientes:
Disgregación mecánica de las rocas.
Meteorización química de los materiales regolíticos, liberados. Instalación de los seres vivos
(vegetales, etc.) sobre ese substrato inorgánico. Esta es la fase más significativa, ya que con
sus procesos vitales y metabólicos, continúan la meteorización de los minerales, iniciada por
mecanismos inorgánicos. Además, los restos vegetales y animales a través de la
fermentación y la putrefacción enriquecen ese sustrato. Mezcla de todos estos elementos
entre sí, y con agua y aire intersticiales.
2. -Volcanes y Terremotos
El vulcanismo lejos de constituir un incidente secundario de la historia de la Tierra
resulta uno de los fenómenos más importantes, no sólo para dar lugar a la
fisonomía actual del planeta, si no también para la composición actual de la
atmósfera y las aguas marinas y por tanto, como no, para la vida. Todo ello gracias
a los millares de millones de toneladas de productos volátiles que los volcanes
han ido emitiendo a lo largo de la historia geológica. El vulcanismo está
íntimamente ligado con la sismicidad y ambos procesos (volcanes y terremotos) se
distribuyen en zonas perfectamente estudiadas y determinadas gracias a la tectónica de
placas. La actividad sísmica se concentra en las zonas donde hay un contacto entre placas,
ya sea convergente (zonas de subducción), divergente (dorsales oceánicas) o transformantes
(zonas con un movimiento lateral de placas). Un ejemplo claro lo tenemos en nuestra zona
donde el empuje de África con respecto a Europa produce una serie de fallas a favor de las
cuales se producen una cierta cantidad de movimientos sísmicos.
-Terremoto de Lisboa
El terremoto de Lisboa de 1755 tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755, a las 09,20 horas.
Fue uno de los terremotos más destructivos y mortales de la historia, causando la muerte de
entre 60.000 y 100.000 personas.[1]
El seísmo fue seguido por un maremoto y un incendio, causando la destrucción casi total de
Lisboa.[2] [3] El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió
abruptamente las ambiciones coloniales de Portugal durante el siglo XVIII.
El acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos,
inspirando progresos importantes en la teodicea y la filosofía de lo sublime. Además, al ser el
primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente,
señaló el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la magnitud
del terremoto de Lisboa sería de aproximádamente un 9 en la escala de Richter, con su
epicentro en un lugar desconocido en algún punto del oceano Atlántico a menos de[ ] 300 km
de Lisboa.
3. -Terremoto de Haití
Unos 200 mil podrían ser los muertos a causa del terremoto que azotó Haití esta semana,
según informaron las autoridades de ese país, que ahora padece el caos, la escasez de
alimentos, agua y atención médica.
Ante la carencia de un sistema de emergencia, el gobierno haitiano entregó a Estados Unidos
el control de su primer aeropuerto, que sufrió la caída de su torre de control, pues se
requiere ordenar los vuelos de ayuda provenientes de todo el mundo, que debe ser
distribuida a los damnificados. Para el control del tráfico del aeropuerto, EE. UU. se apoya en
un portaaviones nuclear.
Puerto Príncipe y muchos puntos del país lucen el mismo espectáculo: cadáveres sin enterrar
amontonados o a un lado de pistas y caminos, escombros y carestía, lo cual se agrava con la
temperatura tropical.
Inés Pernil Romero 6ºB