La energía eólica se obtiene de la energía cinética del viento y se usa principalmente para generar electricidad mediante aerogeneradores. En 2009, la energía eólica generó alrededor del 2% del consumo mundial de electricidad. Aunque la energía eólica es abundante, renovable y limpia, ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, su principal desventaja es su naturaleza intermitente.