5. Muchos miedos están en relación con la toma de conciencia de la idea de tiempo, con la idea de vejez, con la idea de la muerte propia . Si bien están ligados entre sí, se manifiestan de distinta manera y tienen , como todas las cosas que suceden en el envejecer, características singulares, únicas, propias de cada envejescente y en relación con su historia de vida.
6. Miedos a la vejez, a la soledad y a la muerte Palabras como ansiedad, angustia, miedo, fobia, depresión, son habitualmente usadas y no siempre con el sentido verdadero del término. La ansiedad forma parte de la vida normal del hombre, es como un sentimiento difuso de peligro que nos pone como en actitud de espera. La angustia es más fuerte y tiene manifestaciones corporales. La angustia (angor) duele, en el pecho, en el estómago, en el abdomen, a veces con taquicardia , sudoración, palidez y otros. El miedo responde a la percepción de un peligro real o a la visión de un peligro que venga del exterior. La fobia es un temor injustificado sobre objetos o situaciones externas pero desplazadas de otro miedo interno, generalmente asociado a la muerte.
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8. El miedo a la vejez tiene que ver con la idea que está instalada en el imaginario : declinación de todas las funciones, deterioro físico y psíquico, y la temible falta de autonomía que lleva implícita la dependencia. Este miedo está presente en la mayoría de los envejescentes. Miedo a la incapacidad motriz, a los trastornos de los sentidos, de la memoria, del juicio, pero básicamente a no poder auto-valerse. E l miedo a la muerte La idea de tiempo es inquietante, porque nos indica que somos mortales, finitos, perecederos, y aparece como mensajero de la ineludible meta final. . Hay una cierta resistencia a envejecer, la idea de la vejez produce desconcierto, sensación de desamparo, de soledad, de sufrimiento psíquico. Miedo a la soledad Empecemos diciendo que estar solo no es lo mismo que sentirse solo.La soledad es una vivencia, y no depende de la cantidad de contactos que se tenga Algunas veces esta soledad está vinculada a carencias afectivas anteriores y otras a fantasmas que rondan al envejescente y más aún al viejo .Es muy común que la inactividad y el aburrimiento abonen la soledad.
9. L a muerte no es propia de ninguna edad, aparece en cualquier momento , pero es sin duda mas esperable en la vejez. Las actitudes frente a la idea de muerte han ido variando a través del tiempo y de las distintas sociedades y culturas, pero también se modifica a lo largo de la propia vida y en relación a la realidad personal y socio-cultural de cada individuo, lo que le imprime un sello único. Se puede negar o aceptar la idea de la muerte propia y en este caso hacer una aceptación pasiva , resignada, con sufrimiento y repliegue, que lleva implícito una espera aunque todavía no esté anunciada. Pero también se puede tener una aceptación activa , con reflexión y nuevos proyectos, esto es, una lucha por vivir. El poder hablar de estos miedos, escribirlos, dramatizarlos tantas veces como sea necesario, hace que dejen de ser temas tabú, prohibidos, peligrosos, y dejen de constituirse en fantasmas.