Irán busca atraer inversiones occidentales en su sector petrolero mediante la apertura de su industria y la oferta de sus amplios recursos de petróleo y gas. El presidente iraní Rohaní se reunió con ejecutivos de petroleras en Davos y aseguró que para septiembre Irán tendrá listo un nuevo modelo de contrato para explotación que permita la participación de empresas extranjeras. Las sanciones internacionales han frenado la modernización de la industria petrolera iraní, y Rohaní busca levantar
1. Irán abre las puertas de su sector petrolero a la inversión occidental
Irán quiere convencer al mundo de su voluntad de cambio y apertura y qué mejor que hacerlo
acudiendo a la reunión que representa el espíritu capitalista por excelencia, el Foro
EconómicoMundial que se celebra en Davos. El presidente Hasan Rohaní fue el invitado
estrella de la jornada y convocó a una multitud en la sala principal del centro de convenciones
de la estación alpina. Rohaní utilizó la mejor de sus armas para avanzar en su intento por
seducir a Occidente y superar el aislamiento internacional de su país. El hombre que ha
devuelto la esperanza a los iraníes se hizo acompañar al encuentro por el ministro de Petróleo,
Bijan Zanganeh, y ofreció el acceso a las reservas de hidrocarburos iraníes para contribuir a la
estabilidad de los mercados. También para atraer a las grandes compañías internacionales
que son las únicas que pueden modernizar su obsoleta industria.
Poco antes de su intervención pública, Rohaní se reunió en privado con los ejecutivos de
varias petroleras a los que aseguró que para septiembre su país tendrá listo un nuevo modelo
de contrato de explotación. Tanto Rohaní como Zanganeh insistieron en su deseo de abrir su
industria a las inversiones y la tecnología occidentales.
"La República Islámica de Irán está dispuesta a implicarse en la cooperación constructiva para
promover la seguridad energética mundial, basándose en sus amplios recursos de petróleo y
gas", declaró el presidente iraní.
Su ofrecimiento llegaba tras reiterar el mensaje de "amistad y coexistencia pacífica" con todos
los países que se ha convertido en el eje de todas sus intervenciones desde que llegó al
Gobierno el pasado verano. Además, aseguró que Irán "nunca ha buscado el arma atómica" y
no va a aceptar ninguna discriminación en su desarrollo de la tecnología nuclear para fines
pacíficos. Rohaní dijo querer situar a su país entre las diez primeras economías del mundo.
Algunos testigos aseguran que las multinacionales petroleras se amontonaban para intentar
obtener a toda costa una cita con el ministro Zanganeh. "Ha sido una jugada muy inteligente
por parte de Irán. Al hacerse acompañar por el ministro de Petróleo, Rohaní se aseguraba la
atención del Foro y despertar el interés de los ejecutivos de Davos. Y así ha sido. Irán, China y
Japón están logrando acaparar todo el interés de esta edición", asegura Ian Bremmer,
presidente de Eurasia Group.
Las sanciones internacionales han frenado la modernización de la
industria petrolera iraní
Las sanciones internacionales a Irán a causa del programa atómico han frenado desde 2012
la modernización de su industria petrolera, afectada desde la revolución de 1979 por el boicot
de Estados Unidos, con quien desde entonces no tiene lazos diplomáticos. En consecuencia,
sus recursos están subexplotados y, en los dos últimos años, sus exportaciones de crudo han
caído a la mitad, privando al país de su principal fuente de ingresos.
2. Desde su toma de posesión, el pasado agosto, Rohaní trata de enmendar las relaciones con
Occidente, con la vista puesta en Washington y el levantamiento de las sanciones, una puerta
abierta con las actuales negociaciones nucleares.
En Davos, Rohaní buscaba sin duda inversiones para el sector energético de su país, un paso
clave para reactivar una economía comatosa una vez que se levanten las sanciones. De
hecho, su producción de petróleo es anémica, dada su capacidad, y ronda los 2,7 millones de
barriles por día, un 8% por debajo de los niveles de 2012. La falta de infraestructuras obliga al
país a importar buena parte de la gasolina que consume.
“El hecho de que el presidente de Irán viniera a la reunión de hoy… es claramente un signo de
que Irán quiere abrirse a las compañías de petróleo internacionales”, declaró a la salida Paolo
Scaroni, el director general de la italiana Eni, citado por Reuters.
También estuvieron presentes los responsables de la francesa Total, la británica BP y las
rusas LUKoil y GazpromNeft, entre otras. No se ha podido saber si también hubo
representantes de alguna de las estadounidenses. Zanganeh ya dejó claro el pasado
diciembre en Vienaque su país no tiene pegas con las compañías de esa nacionalidad. Incluso
mencionó a dos de ellas, Exxon Mobil y ConocoPhillips, entre las siete cuyo regreso deseaban,
junto a Total, Shell, ENI, BP y la noruega Statoil. La española Repsol, que trabajó en el país
hasta 2012, no estaba entre ellas.
Pero además del fin de las sanciones, que aún está a un mínimo de 18 meses vista, las
compañías esperan un cambio de las condiciones que Irán ofrecía hasta ahora. Los
responsables iraníes lo saben y han anunciado para el próximo abril una gran conferencia
internacional en la que avanzaran el nuevo modelo de contrato, por un período más largo que
antes y en el que se espera que las compañías obtengan la propiedad del crudo extraído, ya
que la Constitución iraní impide que posean las reservas.
Bibliografía.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/23/actualidad/1390494286_197535.html