2. • Tumefacción de la cabeza del nervio óptico, debida a
una elevación de la presión intracraneal.
• “hinchazón pasiva de la papila asociada a hipertensión
intracraneal, casi siempre bilateral, y sin déficit visual”
3. El papiledema es casi siempre bilateral; a menos que
exista alguna anomalía del nervio óptico que le impida
edematizarse.
4. Los síntomas sistémicos son cefalea de mayor intensidad por
la mañana, que aumenta con maniobras de Valsalva y
movimientos de la cabeza; nausea y vomito en proyectil;
diplopía horizontal por afectación del VI nervio craneal y
oscurecimientos repentinos y transitorios de la vision de forma
bilateral.
5. Intensa cefalea
Vómitos sin náusea (en escopeta)
Alteración de la conciencia
Papiledema bilateral
Signos cardinales de la hipertensión
craneal
6. El papiledema se produce por elevación de la presión del
liquido cefalorraquídeo en el interior del cráneo (hipertensión
intracraneal) que se transmite a través de las meninges del
nervio óptico hasta el globo ocular.
7. El aumento de la presión intracraneal es
efecto de alguna de las siguientes causas:
Lesiones ocupativas del sistema nervioso central, como
tumores o hemorragias intracraneales.
Disminución de la absorción del líquido cefalorraquídeo,
por lesión de las vellosidades aracnoides, como sucede
en el traumatismo cerebral, hemorragia subaracnoidea o
meningitis y, menos amenudo, policitemia e
hiperproteinemia.
8. Mayor producción del líquido
cefalorraquídeo por tumores
del plexo coroideo.
Bloqueo del sistema
ventricular, ya sea por lesiones
congenitas o adquiridas.
9. Hipertensión intracraneal idiopática o pseudotumor cerebri:
esta entidad se caracteriza por el incremento de la presión
intracraneal sin evidencias clínica, de laboratorio o
radiológica que sugieran un proceso ocupativo intracraneal o
hidrocefalia. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres
jóvenes con sobrepeso.
10. Papiledema temprano: No hay síntomas visuales y la agudeza
visual es normal: hiperemia, elevación leve con o sin
borramiento de los bordes papilares superior e inferior,
tortuosidad vascular, ausencia de excavación y perdida del
pulso venoso espontaneo.
clasificación
11. Papiledema establecido o en pleno desarrollo: Se observa
franco edema del disco, gran hiperemia, elevación moderada,
ingurgitación venosa, hemorragias en astilla, exudados
algodonosos, tortuosidad venosa, hipervascularidad de la
cabeza del nervio y pliegues alrededor del nervio óptico
llamados líneas de Patton.
12. Papiledema crónico: las hemorragias y los exudados se
resuelven. La papila tiene aspecto de “corcho de champaña”.
Se reconocen exudados duros. La agudeza visual este casi
siempre alterada.
13. Papiledema atrófico: aparece tras meses de evolución y la
agudeza visual este muy afectada. Los discos ópticos son
pálidos, ligeramente elevados, con gliosis y márgenes
difusos.
15. diagnóstico diferencial
Alteraciones congénitas de la papila, hipertensión sistémica
maligna, papilitis bilateral, oftalmopatia tiroidea compresiva
bilateral, neuropatía óptica isquémica bilateral simultanea y
drenaje venoso orbitario afectado de forma bilateral como se
observa en la oclusión de vena central de la retina o la fistula
carótida cavernosa.
16. El tratamiento
Consiste en resolver la causa de la hipertensión intracraneal el
pronóstico es bueno, si se detecta en fase temprana, pero en
caso de que se perpetúe la hipertensión intracraneal y no
desaparezca la causa, el pronóstico visual es pobre y
evoluciona a la fase de atrofia óptica con perdida visual
irreversible.