Este documento describe un trabajo fotográfico titulado "Relación patológica" que representa una escena surrealista de violencia entre un hombre y una mujer. Se creó la escena mediante la edición digital de varias fotografías, incluyendo una escalera de cuchillos y figuras humanas modificadas. El documento analiza la interpretación de la obra como una representación de una relación sado-masoquista enfermiza entre la pareja.
2. 1. Este simulacro de performance se ha concebido para
una sala de exposiciones, por lo que se inicia el tra-
bajo con una fotografía tomada en una sala.
2. Usando un programa informático especializado, se
eliminan dos bandas a cada lado de la imagen para
darle un formato vertical, se redimensiona y se efec-
túan clonaciones en zonas. Luego, se separan en dos
partes la pared y el suelo para someterlas a trata-
mientos distintos de enfoque, luces y posición (la pa-
red se ha invertido horizontal y verticalmente).
3. 3. Para situar al personaje femenino, se echa mano
de una foto de un espejo, que se empleará con la
intención de aprovechar su marco.
4. Con uno de los procedimientos disponibles en el
programa se deja libre el marco, suavizando sus
bordes. A continuación, se corrige su perspectiva
y se modifican sus dimensiones cortando la parte
central y juntando las dos que se originan. Se con-
cluye este apartado mejorando el enfoque y reto-
cando la imagen dándole más luz, brillo, contraste
y saturación y restándole tono azul.
4. 5. y 6. Ahora se trabaja a partir de la fotografía de la escalera, de diez
fotos de un cuchillo variando un poco la inclinación y de una toma de
la textura de una escultura policromada. Se recortan los laterales de
la escalera y los diez cuchillos y se suavizan sus contornos. Se sitúan
los cuchillos ordenados en el lugar de los peldaños, creando una
nueva escalera. Se recorta otra escalera igual sobre la textura de es-
cultura y se practican clonaciones en zonas a conveniencia. Se fusio-
na con luminosidad la escalera de cuchillos con la de textura de es-
cultura. Se monta sobre el conjunto otra escalera de cuchillos, sin fu-
sionar, con una opacidad reducida. Para terminar, se pinta las gotas
de sangre y se aplica sobre ellas efectos de bisel, relieve y satinado.
5. 7. El primer personaje de la pretendida performan-
ce está tomado de Internet, de un trabajo foto-
gráfico de Max Sauco
8. Se aborda mejorando el enfoque, recortando la fi-
gura y suavizando sus límites. Luego se invierte su
posición horizontalmente y se modifica el pie dere-
cho para corregirle el apoyo. Por último, se aplica
más luz y tono rojo y se le quita brillo y contraste.
6. 10. Se mejora el enfoque de la figura, se recorta, se
suaviza su contorno y se le da más anchura. A
continuación, se separa el personaje y el ramo
para darles tratamientos diferenciados de satura-
ción. Posteriormente, se añade brillo y contraste
y se oscurece global y selectivamente.
9. A la “actriz” se le junta un “actor” procedente de
una fotografía original de desnudo masculino,
con ramo de flores, subiendo por una escalera.
7. 11. Para finalizar la obra, se montan las imágenes
modificadas en capas (la 2, 4, 6, 8 y 10), se redi-
mensionan, se colocan las sombras pertinentes a
cada componente, y se efectúan los ajustes defini-
tivos para darle al trabajo el efecto deseado.
8. TÍTULO: “Relación patológica”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Noviembre de 2010.
FOTOGRAFIAS EMPLEADAS: Dieciséis instantáneas en total,
tomadas de: una pared con zócalo y suelo de madera de una
sala de exposiciones, un marco de espejo, una escalera de alu-
minio, diez fotos del mismo cuchillo con variaciones de inclina-
ción, una textura procedente de una escultura, un desnudo mas-
culino y, por último, un desnudo femenino de Max Sauco toma-
do de Internet.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta sorprendente escena presenta a un personaje masculi-
no con un ramo de flores, que heroicamente empieza a subir por
una escalera surreal, es decir, absurda, irreal, imposible, confec-
cionada con afilados cuchillos a modo de peldaños. En un en-
marque, como si de una ventana se tratara, le espera otro per-
sonaje, femenino en este caso, que está amordazado y ha sido
sometido a violencia física, y que al no parecer interesado por el
acercamiento del ”gentil” hombre, ni por su obsequio floral, hace
pensar que ese individuo ha sido el agresor, aunque guarde al-
guna relación con él. La situación de pretendido sadomasoquis-
mo, en la que él se autolesiona y agrede y ella es objeto de
agresión y le complace la mortificación de su pareja, de forma
que ambos son agente y paciente de satisfactoria agresión, se
produce en el espacio de una sala de exposiciones de arte y es-
tá concebida como una performance, de la que esta construc-
ción fotográfica, falsa instantánea, pues, sería su débil testimo-
nio incapaz de acreditar un acontecimiento, puesto que se trata
de un trucaje, parodiando a los diluidos signos y testimonios, a
veces encubiertos o inexistentes, de muchas relaciones patoló-
gicas.
Protagonizar este hecho perverso, quizá excepcional, queda
en entredicho porque probablemente no haya nada que pueda
justificar los despropósitos de ambos personajes. Ciertamente la
heroicidad puede resultar valorable en ciertos casos que tienen
al prójimo (ser concreto) como objeto, por ejemplo cuando se
realiza una hazaña memorable por otra persona, amada o no, y
aún así sería cuestionable, pero nunca sería aceptable, a mi mo-
do de ver, cuando el acto heroico está destinado a meras abs-
tracciones como Dios o la patria. El ser objeto de violencia física,
por otra parte, también sería perfectamente discutible y rechaza-
ble.
Este trabajo ofrece otra interpretación titulada “La heroicidad
en cuestión”, de la que existen cinco variaciones, en la que el
personaje femenino no muestra signos de agresión y permanece
indiferente al propósito del personaje masculino, y otra versión
denominada “La absurda mortificación”, perteneciente a esta
misma exposición (“Fabulaciones enigmáticas”). “La heroicidad
en cuestión” fue la idea y la ejecución primigenia y, en realidad,
los otros dos trabajos ponen también en cuestión la heroicidad;
del mismo modo, si en “Relación patológica” se evidencia una
vinculación de pareja heterosexual enfermiza, sado-masoquista,
en “La heroicidad en cuestión” también la conexión es patológi-
ca, puesto que el varón se mutila sumisamente por agradar a su
compañera, y en “La absurda mortificación” se hace absurda-
mente lo propio por satisfacer a un ser o ente irreal, inexistente.
De igual manera, en los tres trabajos la mortificación resulta ex-
travagante e imbécil, aunque desde luego más en la que así se
presenta.
“Relación patológica” tiene otras cuatro interpretaciones en
las que los personajes muestran oxidaciones, como si estuvieran
hechos de hierro oxidado, remitiendo a lo antiguo del fenómeno
de las degradantes y permanentes relaciones humanas patológi-
cas (en el grado que lo sean), así como de la heroicidad, presen-
te en legendarios mitos y leyendas de todas las culturas.