2. Poema:
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
3. Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
4. A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
5. ·MARIO BENEDETTI·
Fue hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farrugia.
En 1945 se integró al equipo de redacción del
semanario Marcha, donde permaneció hasta 1974, año
en que fue clausurado por el gobierno de Juan María
Bordaberry. En 1954 es nombrado director literario de
dicho semanario.
El 23 de marzo de 1946 contrae matrimonio con Luz
López Alegre, su gran amor y compañera de vida. En
1943 dirige la revista literaria Marginalia. Publica el
volumen de ensayos Peripecia y novela.
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6. OPINIÓN PERSONAL:
Pues yo creo que Mario muestra un gran amor
por una persona que el perdió y pues el ahora
reconoce toda la falta que le ase y tal ves ella
era un mujer por que menciona el cielo y pues
claro que solo hay un ser humano que ase sentir
eso.
8. Poema:
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
9. Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
10. Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
11. La carne a leteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
12. Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
13. Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
14. es una caricia de versos que dedica, desde la cárcel, Miguel
Hernández a su hijo en la posguerra, pues el hambre
apretaba y apenas comían algo más que pan y cebolla.
El poeta, fiel a la legítima República Española, moriría con
tan sólo 31 años de edad a consecuencia de la tuberculosis,
prisionero del franquismo, en la prisión de Alicante, en 1.942.
15. Miguel Hernández
Nació el 30 de octubre de 1910 como segundo hijo varón en una familia de Orihuela
dedicada a la crianza de ganado. Pastor de cabras desde muy temprana edad, Miguel
fue escolarizado entre 1915 y 1916 en el centro de enseñanza «Nuestra Señora de
Monserrat» y de 1918 a 1923 recibió educación primaria en las escuelas del Amor de
Dios; en 1923 pasa a estudiar el bachillerato en el colegio de Santo Domingo de
Orihuela, regentado por los jesuitas, los que le proponen para una beca con la que
continuar sus estudios, que su padre rechaza. En 1925 abandonó los estudios por
orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo, aunque poco tiempo después
cursa estudios de derecho y literatura. Mientras cuida el rebaño, Miguel lee con avidez
y escribe sus primeros poemas.
Por entonces, el canónigo Luis Almarcha Hernández inicia una amistad con Miguel y
pone a disposición del joven poeta libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul
Verlaine y Virgilio entre otros.
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16. OPINIÓN PERSONAL:
Una ves sabiendo la historia de miguel pues sola mente yo
creo que es gran padre en ese momento se sintió impotente
al saber que su mujer como una gran madre actuó por
sentido común.
RAMÍREZ AGUILAR LUIS FELIPE 2.-2 NO:27
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