LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
Los valores del ser humano!!!
1.
2. La Sinceridad
La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la
actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en
la veracidad de sus palabras y acciones.
Para ser sincero también se requiere "tacto", esto no significa
encubrir la verdad o ser vagos al decir las cosas. Cuando debemos
decirle a una persona algo que particularmente puede
incomodarla (pensemos en cosas como: su modo de
vestir, mejorar su lenguaje, el trato con los demás o la manera
de hacer y terminar mejor su trabajo), primeramente debemos
ser conscientes que el propósito es "ayudar" o lo que es lo
mismo, no hacerlo por disgusto, enojo o porque "nos cae mal";
enseguida encontrar el momento y lugar oportunos, esto último
garantiza que la persona nos escuchará y descubrirá nuestra
buena intención de ayudarle a mejorar.
3. La responsabilidad (o la irresponsabilidad) es fácil de
detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta
negativa: la vemos en el plomero que no hizo
correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a
pintar las puertas en el día que se había comprometido, en
el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto
que no ha cumplido con el plan de construcción para un
nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario
público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los
recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es
algo tan sencillo. Un elemento indispensable dentro de la
responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad
es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir
con lo que se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo en otro
concepto fundamental: la confianza.
4. El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo
en el lugar adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo
para cumplir nuestras obligaciones: una cita del
trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la
oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a
nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al
vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de
realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro
trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se
deduce con facilidad la escasa o nula organización de
nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y
por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo
esto?
5. LA HONESTIDAD
Es aquella cualidad humana por la que la persona se
determina a elegir actuar siempre con base en la
verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien
lo que le corresponde, incluida ella misma).
Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que
presenta el mundo y sus diversos fenómenos y
elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La
honestidad expresa respeto por uno mismo y por los
demás, que, como nosotros, "son como son" y no
existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud
siembra confianza en uno mismo y en aquellos
quienes están en contacto con la persona honesta.
La honestidad no consiste sólo en franqueza
(capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la
verdad es sólo una y que no depende de personas o
consensos sino de lo que el mundo real nos presenta
como innegable e imprescindible de reconocer.
6. La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente
podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a
alguien en quién confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen
difíciles, y también con quien compartir una buena película. Pero
¿Qué es la amistad? ¿De qué se compone? ¿Cómo tener amistades que
duren toda la vida?
Convicciones, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones, ideas
políticas, creencias, religión son algunos de las cosas en común que
pueden hacer que nos hagamos amigos de alguien.
La amistad es un cariño, un apreciarse que promueve un dar, un
darse y para ello es necesario encontrarse y conversar.
La amistad no puede desarrollarse sin estabilidad. Por eso cuando
dejamos de ver durante muchos años a nuestros amigos, a veces nos
enfrentamos a que parecen personas totalmente diferentes, o
simplemente no se pasa de un diálogo superficial que deja un mal
sabor de boca. La amistad es algo que requiere estabilidad en el
trato.
7. Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta
donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde
comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base
de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos
establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.
Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación
de las personas. También tiene que ver con la autoridad como
sucede con los hijos y sus padres o los alumnos con sus maestros.
El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y
de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su
conocimiento, experiencia o valor como personas.
El respeto también tiene que ver con las creencias religiosas. Ya
sea porque en nuestro hogar tuvimos una determinada
formación, o porque a lo largo de la vida nos hemos ido formando
una convicción, todos tenemos una posición respecto de la
religión y de la espiritualidad. Es tan íntima la convicción
religiosa, que es una de las fuentes de problemas más comunes
en la historia de la humanidad.
8. Pensamos en la Solidaridad como una actitud que
debemos asumir en emergencias y desastres, sin
embargo, la Solidaridad es una característica de la
sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a
sus semejantes y a la cooperación con ellos.
Podemos manifestar esta unión y cooperación, cada
vez que procuramos el bienestar de los
demás, participando en iniciativas que nos impulsen
a servirles, como puede ser la visita a los enfermos
en un hospital, haciendo colectas de ropa y
alimentos para los más necesitados, en un grupo que
imparta educación en comunidades
marginadas, colaborando en campañas de cuidado y
limpieza de calles y áreas recreativas de la
comunidad, en los momentos que auxiliamos a
quienes son víctimas de alguna catástrofe, es
decir, prestando nuestros servicios en la creación de
mejores condiciones de vida.