El documento describe cómo una maestra motivó la lectura en sus estudiantes utilizando un cartón en forma de acordeón para contar un poema popular llamado "El castillo de Chuchurumbé". Los niños disfrutaron desenvolviendo el "regalo" y creando sus propios libros acordeón ilustrados con el poema. Este enfoque creativo hizo que los estudiantes se entusiasmaran con la poesía popular y facilitó su memorización del poema.
1. MOTIVACIÓN A LA LECTURA A TRAVÉS DEL
MATERIAL POPULAR.
Trabajo realizado por:
Remedios Torres Fernández
C.E.I.P. Capitulaciones
Santa Fe (Granada)
2. Me había encontrado un cartón de embalaje en
forma de acordeón. La verdad, sin saber por qué,
no lo quise tirar. Sencillamente lo vi interesante.
Suena a broma. Un simple cartón algo interesante.
Y efectivamente llegó a ser algo maravilloso,
supermotivante para el alumnado. Una experiencia
maravillosa.
Yo me preguntaba para qué me serviría ese cartón.
Un día ojeando un libro encontré el siguiente
material popular:
3. EL CASTILLO DE CHUCHURUMBÉ
Estas son las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
Estas son las llaves de las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
Este es el cordón
de las llaves de las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
Este es el ratón
que royó el cordón
de las llaves de las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
4. Este es el gato
que se comió al ratón
que royó el cordón
de las llaves de las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
Este es el palo
que golpeó al gato
que se comió al ratón
que royó el cordón
de las llaves de las puertas
del castillo de Chuchurumbé.
5. Este es el fuego
que quemó el palo
que golpeó al gato
que se comió al ratón
que royó el cordón
de las llaves de las
puertas
del castillo de
Chuchurumbé.
Ana
Pelegrín, La flor de las
maravilla.
Fundación Germán
Sánchez Ruipérez.
6. Y esa retahíla cabía perfectamente en mi cartón en forma
de acordeón. Y aunque no sé dibujar puse mucho empeño en
hacer una especie de libro acordeónico cartonero.
Y ahí empezó la aventura. Iba a una clase con el libro
envuelto como si fuera una especie de regalo. La chiquillería,
de todas las clases, en cuanto veían el libro envuelto decían:
“Es un regalo, seguro”.
Yo les decía: Un día me encontré un cartón. Y me daba
mucho pena tirarlo porque había salido de un árbol, pues ya
sabéis que los papeles y cartones salen de los árboles, y
cada vez tenemos menos árboles. Yo no quería llevar mi
cartón al contenedor de papeles… Y me preguntaba todos los
días: “¿Qué puedo hacer con este cartón?”. En ese momento
todos los niños y niñas se quedan embobados pensando y sin
dejar de mirar el libro envuelto (que además no sabían lo que
contenía). Entonces se lo entrego a una niña para que lo
desenvuelva.
10. El libro acordeón no iba pintado. Sino que llevaba pegado
figuras en cartulina, charol… Para el cordón de las llaves hice
una cadeneta con tres pequeñas tiras de papel de seda. Los
dibujos eran bien sencillos porque no doy más en el dibujo y
en los trabajos manuales. Esa idea del acordeón en manos
expertas sería algo maravilloso. Pero bueno, lo importante es
hacer cosas que hacen felices a los niños y niñas. Porque
todo el mundo quería hacer un libro acordeón. De una
cartulina grande salen cuatro libros. Se van plegando hojas
de 10 centímetros, pero la última hoja se queda pequeña y
hay que pegarle un trozo de cartulina.
Era increíble algunos de los libros que hicieron. Con unos
gatos perfectos y no como el mío que iba de culo porque no
sabía hacerlo de frente. Vi fuegos maravillosos hechos con
papel de celofán.
Y con qué facilidad memorizaron el poema. Además hablamos
de la poesía popular, la anónima, cuyo autor o autora nos es
desconocido…
11. Y para finalizar recordamos una canción popular que les enseñé
cuando estaban en Educación Infantil y que dice:
A la rueda de chuchurumbel,
pasa un carro lleno de miel,
pan blando, pan duro,
que se vuelva Cristina de culo.
Esta canción se canta en corro. Y cuando se dice el nombre de
un niño o niña, se vuelve de espaldas y sigue girando en el
corro. El corro termina cuando todos los niños y niñas están
de espaldas girando.