La decadencia progresiva de la escritura española entre los siglos XIII y XV se debió a varios factores: 1) La naturaleza de la escritura francesa, que dio lugar a letras cada vez más cursivas; 2) La secularización del cargo de notario en el siglo XIII, lo que llevó a una escritura más rápida y menos cuidada; 3) El aumento de los estudios en el siglo XIII, que generalizó la escritura pero también introdujo más variaciones locales; y 4) La invención de la imprenta