1. Recomendaciones para
tener una buena piel
Reduzca al máximo el uso de jabones alcalinos.
Escoja siempre productos que contengan ingredientes humectantes y
colágeno soluble.
Incluya dentro de su sistema diario de tratamiento productos con protector
solar.
Evite exponerse al sol entre las 11:00 a.m. y las 3:00 p.m., pues los rayos
solares son más fuertes a estas horas del día.
Utilice cremas y maquillaje en los días más fríos para proteger la piel del
resecamiento.
Aplíquese una o dos veces por semana una mascarilla o un complemento de
tratamiento intensivo.
Trate de evitar las expresiones faciales exageradas ya que esto contribuye a la
formación de líneas innecesarias.
Y no olvide
Beber de seis a ocho vasos de agua al día.
Consumir alimentos que ayudan a mantener la belleza de la piel, como frutas y
vegetales.
Prescindir de alimentos que contengan grasas y aceites.
Hacer ejercicio diario para mantenerse en forma.
Usar protector solar antes de exponerse al sol por tiempo prolongado.
Dormir por lo menos siete horas diarias.
Hacerse un tratamiento facial una vez por semana.
Si viaja en avión, llevar a la mano crema para contrarrestar la deshidratación
producida por los cambios atmosféricos.
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2. Además del tratamiento semanal para la limpieza del cutis, cuidar las manos, la
piel restante del cuerpo y el cabello.
Nota: Dejar el cuidado de su cutis en manos de un estilista puede asegurarle un
adecuado manejo de la piel.
La limpieza de la piel
Para lucir una piel fresca y saludable, no basta lavarse el rostro con agua y jabón varias
veces al día. Si bien en la actualidad existe una amplia gama de jabones especiales,
humectantes y con vitaminas, estos no cumplen realmente una tarea profunda de
depuración.
Con todo, la limpieza diaria es el requisito indispensable para gozar de una piel sana,
joven y libre de impurezas que limiten y entorpezcan su vitalidad y el funcionamiento
normal de las glándulas sebáceas y sudoríparas y los poros. Las funciones fisiológicas
de las glándulas sebáceas y sudoríparas deben desarrollarse eficazmente para
mantener el normal estado de hidratación cutánea, lubricación, elasticidad y
protección.
Para cuidar la piel y mantenerla firme y flexible hay tres pasos a seguir: limpieza,
tonificación e hidratación.
Cuando se trata de una limpieza profunda, hecha por un esteticista, se retira el
maquillaje con una leche limpiadora adecuada para su tipo de piel, con el fin de eliminar
cualquier rastro de suciedad acumulada; en seguida se aplica un tónico o un peeling
para quitar las células muertas; luego se vaporiza con ozono o esencias naturales para
abrir los poros y se procede por último a la extracción de puntos negros.
Cuando es uno mismo quien hace la limpieza, debe limpiar y tonificar en las mañanas y
en las noches. En cuanto a la leche limpiadora, esta deberá ser aplicada en la cara de
abajo hacia arriba y en el cuello de adelante hacia fuera, a modo de masaje para facilitar
la circulación de la sangre. Se recomienda tener especial cuidado con la zona de la nariz
por ser la más grasosa, así como con el contorno de los ojos, debido a su delicada piel.
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3. Productos para la limpieza de cualquier tipo de piel
El agua
Este es el elemento más común y con el que usted puede contar en cualquier momento
y lugar. Aunque es el medio más natural de limpieza, elimina las sustancias grasosas;
para retirarlas se recomienda diluir en agua los productos que contengan jabón y
proceder a lavar la piel.
Cremas y leches limpiadoras y purificantes
Son productos especialmente preparados y recomendados para la higiene cutánea. La
acción solvente de sus aceites emulsionados elimina con facilidad las impurezas y el
maquillaje, dejando sobre la piel una delicada capa de sustancias grasosas.
Luego de realizar la limpieza de la piel, se aconseja el uso del tónico como
complemento para evitar que pequeñas partículas grasosas queden aprisionadas en los
poros.
Para la piel normal y seca use las cremas limpiadoras, leche o emulsión.
Para la piel mixta o grasa use limpiadoras o cremas reguladoras, gel jabonoso y
espumoso.
Productos para la limpieza de la piel normal
Estos productos son muy útiles y se pueden aplicar y retirar con algodón húmedo
absorbente; luego se debe emplear un tonificador para eliminar cualquier residuo
graso. Tenga en cuenta que una piel limpia se encuentra mejor preparada apara recibir
los beneficios de tratamientos adecuados; por eso, no olvide:
Aplicar cremas y tónicos para estimular las funciones de la piel.
Aplicar humectantes antes del maquillaje. Este paso es fundamental para darle
la humedad necesaria a la piel y mantener las funciones vitales de las células.
Productos para la limpieza de la piel seca
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4. Para la limpieza de la piel seca usted puede utilizar las lociones para cutis normal, ya
que son lo suficientemente suaves.
La tonificación de la piel
Tras realizar una profunda limpieza de piel, el paso a seguir es la tonificación; esta se
consigue con la ayuda de líquidos cosmetológicos denominados tónicos.
Durante el proceso de limpieza, los poros tratados se abren, por lo que se hace
necesario cerrarlos nuevamente mediante el uso de tonificadores y astringentes que
refrescan la piel, eliminando los residuos sobrantes de los limpiadores.
Los tónicos contienen generalmente sustancias antisépticas, extractos vegetales y
aceites esenciales, y no deben aplicarse sobre la piel si no está completamente limpia.
Los tónicos también reciben el nombre de lociones o líquidos descongestionantes, ya
que ayudan a depurar la piel.
El mercado ofrece varias clases: hidratantes, calmantes, refrescantes, antisépticos, etc.
La tonificación se recomienda siempre después de la limpieza, como complemento de
esta y antes de la hidratación para una mayor absorción. También puede utilizarla
después de haber aplicado una mascarilla o tratamientos complementarios de limpieza.
Productos para la tonificación de la piel grasosa
Debido a las dificultades que presenta el tratamiento de la piel grasosa, los tónicos son
vitales para su mantenimiento y limpieza.
La humectación de la piel
La humectación cutánea es un gran paso que usted debe seguir en el cuidado y
mantenimiento de su piel. El agua es, en efecto, un elemento fundamental para
conservar joven y suave el cutis.
El contenido de agua en los estratos más externos de la piel es regulado por un
conjunto de sustancias provenientes de la secreción de las glándulas sudoríparas,
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5. sebáceas y otros subproductos del metabolismo celular. Para mantener el grado de
humectación ideal de la piel debe existir un justo equilibrio entre todos los
componentes del cutis.
Todos los constituyentes de la piel están implicados en los procesos de fijación y
liberación de moléculas de agua, los cuales se desarrollan principalmente a nivel de la
dermis y la epidermis.
Capas de la piel
La epidermis
La epidermis es la capa más superficial de la piel y está expuesta a múltiples factores
externos. Está constituida por varias capas de células epiteliales que se multiplican
activamente y producen queratina, proteína que regula eficazmente la humectación
cutánea.
La epidermis se encuentra libre de vasos sanguíneos y linfáticos; debido a su constante
proceso de queratinización es pobre en agua, lo que la hace depender de la dermis para
su humectación y nutrición.
En este manto que recubre el cuerpo y que está conformado por numerosas
terminaciones nerviosas, las células se reproducen cada 24 días y forman una película
hidro-lípido-proteica, cuyo objetivo es lubricar y proteger la piel, impidiendo la
evaporización excesiva de agua.
Desde el punto de vista cosmetológico la epidermis es la capa más importante, ya que
en ella recaen e influyen todos los tratamientos de belleza. Su superficie está
conformada por poros, aberturas cónicas que permiten el paso de la transpiración y la
secreción sebácea. La epidermis de un cutis seco presenta poros casi invisibles,
mientras que la de uno grasoso deja ver grandes y dilatadas aberturas.
La dermis
La dermis o capa interna es la verdadera piel. En ella se encuentran las glándulas
sudoríparas, sebáceas y los vasos sanguíneos. En este tejido conjuntivo tienen lugar
todos los procesos nutritivos, respiratorios y de desecho.
Las células de esta capa contienen fibras elásticas, reticulares y de colágeno,
responsables de la flexibilidad cutánea. Su contenido de agua es de 15-18%, cifra que
representa un nivel importante en la reserva general de hidratación de la piel.
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6. ¿Cómo humectar la piel?
Además de retener el agua en la piel, las cremas humectantes, gracias a su contenido
de agua y aceites de origen vegetal o mineral, suavizan y eliminan los síntomas de
resequedad, como manchas blancas, escamas, líneas superficiales y tirantez.
Si usted siente el cutis tenso y propenso a las escamas, es probable que esté perdiendo
humedad debido a factores como la resequedad del medio ambiente, la exposición
prolongada a los rayos solares o al agua salada o con cloro, la ingestión de bebidas
alcohólicas que actúan como diuréticos, el uso de productos no apropiados para su tipo
de piel o una limpieza excesiva del cutis.
La piel joven posee mayor cantidad de agua natural y de grasas y su capacidad de
regeneración es igualmente superior, de ahí la transparencia, limpieza, tersura,
elasticidad y ausencia de arrugas del cutis joven, que cuentan con la hidratación
adecuada.
La propiedad de tener líquido es una de las mayores diferencias entre una piel joven y
una piel envejecida. El agua del cutis se evapora a través de las glándulas sudoríparas.
Con el paso de los años, las células se deterioran y guardan menos humedad, factores
que aumentan la producción de arrugas.
Para humectar su piel es conveniente empezar con la exfoliación o eliminación de las
células muertas acumuladas; esto permite la entrada de los productos humectantes.
Las cremas humectantes se aplican a continuación. Aunque siempre son beneficiosas,
la piel no se comporta de igual manera durante todo el día. Se ha comprobado que la
renovación de las células es mucho más activa cuando el cuerpo está en reposo; por
ello se aconseja hacer uso de las cremas de noche al acostarse.
En el mercado es posible encontrar gran cantidad de productos humectantes que se
absorben rápidamente y dejan la piel suave y sin brillo a la vez que contienen filtros
para atenuar la acción de los dañinos rayos solares. Busque el que mejor se acondicione
a su tipo de piel.
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7. Las mascarillas: un gran recurso
Las mascarillas o preparados cosméticos son un extraordinario recurso que usted
puede aprovechar para lucir una piel cuidada y saludable, debido a que mantienen el
nivel de humedad de la piel y limpian los poros. Además de su acción limpiadora,
ejercen funciones específicas según las sustancias que las componen. Las hay de
diferentes clases, dependiendo de las necesidades específicas y del tipo de cutis.
Debido a sus propiedades, las mascarillas actúan al mismo tiempo como limpiadoras y
estimulantes: mientras limpian los poros atraen la sangre hacia los diminutos vasitos
del cutis, proporcionando color y frescura. Además ayudan a que la piel respire mejor y
la hacen menos propensa a acumular secreciones grasosas que se transforman
después en espinillas o granos.
¿Cómo se aplica una mascarilla?
Esparza la mascarilla sobre el rostro con la punta de los dedos o bien con un pincel o
espátula, dejando libres las zonas de los ojos, los labios y las fosas nasales.
Una vez aplicada la mascarilla es recomendable poner sobre los párpados compresas o
algodones humedecidos con un tónico de acción calmante, para eliminar las huellas de
cansancio que se producen al relajarse.
Deje actuar el producto por espacio de media hora a una hora.
Cuando se seque el producto sobre la piel, retírelo con una esponja humedecida en
agua y luego aplique una crema humectante.
Imperfecciones de la piel: ¿a qué se deben y como disimularlas?
Si miramos con detenimiento, todos tenemos o hemos sufrido de pequeñas
imperfecciones en la piel que han afectado nuestro rostro o cualquier otra parte de
nuestro cuerpo. Aunque no representan ningún peligro, si pueden causar molestias o
incomodidades cuando son llamativas.
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8. Nos referimos especialmente a las pecas, los lunares, las manchas, los poros abiertos y
las marcas o cicatrices, que pueden ser congénitos, adquiridos o producidos por
crecimiento anormal de las células.
Los avances cosmetológicos actuales permiten atenuar o eliminar estas imperfecciones
siguiendo los tratamientos adecuados. Veamos los más comunes.
Las manchas
Estas imperfecciones se deben a factores tan diversos como los rayos del sol, la
alimentación o el embarazo.
Si después de broncearse usted descubre manchas blancas en su piel, no culpe a su
bronceador; los responsables son posiblemente unos hongos que normalmente viven
sobre la epidermis sin que nadie los note. El calor y la humedad pueden hacer que
dichos organismos de reproduzcan, bloqueen la producción de melanina y dejen
parches blancos. Si esto le llega a suceder, recurra a su cosmetólogo de confianza,
quien le aplicará un tratamiento rápido y fácil de seguir.
Para evitar las manchas cuide su hígado y su intestino, evitando sufrir de estreñimiento
para no retener toxinas y así proteger la piel.
Hábitos que pueden arruinar su piel
La agitación del mundo moderno nos lleva con frecuencia a adquirir ciertos hábitos
que en determinado momento pueden echar a perder nuestra piel.
Los que presentamos a continuación le ayudarán a determinar hasta qué punto se
preocupa usted por tener una apariencia fresca y agradable:
El cigarrillo y el licor son funestos para la piel debido a que el organismo pierde
oxígeno y esto ocasiona la destrucción del colágeno. Para evitar sus efectos dañinos
le recomendamos ingerir vitamina C antioxidante, ocho vasos de agua al día, jugos
de frutas cítricas y pasear por lugares con abundante oxígeno como el bosque y el
mar. No olvide que el sueño es importantísimo; por eso, duerma mínimo siete horas
al día.
Usar las manos para apretar los granitos sólo incrementará su problema. Evite la
tentación, pues una afección de este tipo no tarda más de tres días en desaparecer;
en cambio, si los pellizca durarán hasta diez días, ya que al apretarlos se rompe la
piel y se esparce la infección, corriéndose el riesgo de dejar manchas.
Si la cabeza de la espinilla todavía no ha salido, limpie primero con alcohol toda el
área circundante y presione delicadamente con las yemas de los dedos envueltas en
algodón. Jamás lo haga con las uñas, pues podría lastimar la piel.
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9. Nunca apriete un barrito profundo con pus; podría dejar marcas y producir brotes
peores. Si quiere apresurar el proceso de curación, lave el área afectada con un
jabón suave y abundante agua. Luego aplíquese alguno de los medicamentos contra
el acné.
Si bien el sol es, por una parte, el aliado de nuestra salud, por otra es el enemigo
número uno de nuestra piel, y sobre todo de la del rostro, pero no se trata de
desterrarlo de su vida, simplemente de prevenir sus daños.
Por esto, no salga a la calle sin protección; muchas bases incluyen filtros solares. Si
va a la playa utilice una crema bronceadora con protector solar apropiado para su
tipo de piel y úsela durante todo el tiempo que se encuentre afuera del agua.
Hacer las cosas en exceso nunca es aconsejable; por esto, no se restriegue la cara
con demasiada fuerza.
Use preferiblemente humectantes a base de agua y aplíquelos tan sólo dos veces al
día.
El trajín de la vida ejecutiva, los viajes en avión y las reuniones en salones cerrados
representan también un riesgo para la salud de su piel; por eso es bueno tener
siempre a la mano un humectante a base de agua con aceite. Cuando esté en
capacidad de hacerlo, mantenga un humectante en el lugar donde se reúne, o al
menos una jarra con agua. En caso de que no le guste tomar agua pura, puede beber
jugos de frutas diluidos en gran cantidad de agua.
Los brotes de acné producidos por el estrés o la tensión emocional hacen que las
glándulas sebáceas se estimulen, al tiempo que el exceso de adrenalina constriñe los
vasos capilares, dificultando la circulación.
La tensión emocional también produce erupciones y propicia la aparición de arrugas
al forzar las líneas de expresión.
Para combatir estos efectos practíquese masajes apretando las sienes y la frente con
las manos y aflojando luego. Puede también practicar la meditación o técnicas de
yoga para relajara el cuerpo y la mente.
Muchos productos de maquillaje contienen ingredientes que tapan los poros y
producen espinillas; para evitarlos fíjese que el producto a usar no contenga
ingredientes oclusivos como lanolina y manteca de cacao.
Limpiar exageradamente la piel es igualmente contraproducente: frotar y dejar rojo
el cutis pensando que así se van a eliminar barritos y espinillas es un grave error, ya
que esto lo estira y produce grasa en grandes cantidades, además de manchas
escamosas. Evite este proceso lavándose el rostro tan sólo dos veces al día con un
limpiador o jabón suave y seque dando pequeños golpecitos con la toalla, evitando
así quitarle su humedad natural.
Es imposible borrar ciertas arrugas por medio de un exfoliador; si lo intenta con uno
demasiado fuerte, lo más probable es que lastime su piel. Lo mejor es usar un
exfoliador suave; este hará maravillas al eliminar las células muertas y las impurezas.
Es un error muy común concentrar la limpieza en la zona central del rostro, como si
esta fuera la única productora de aceite, y olvidarse de las áreas restantes; por esto
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10. no se puede dejar a un lado ni el cuello ni la parte de la frente que se encuentra
pegada al cabello. Para limpiar la zona de la frente puede echar todo el pelo hacia
atrás y sujetarlo con un gorro de baño o una banda y evitar así que se moje o
estorbar.
Añadir cada vez más productos a la rutina de belleza porque se va envejeciendo es
una práctica muy común y exagerada. Cada etapa requiere sus propios cuidados; por
lo tanto, no es la cantidad de elementos lo que importa sino la elección de los que se
adapten a las diversas necesidades de su piel.
Los expertos coinciden en afirmar que el mejor producto para evitar un
envejecimiento precoz de la piel es un buen bloqueador solar.
Si usted pasa de los 40 debe usar una buena crema limpiadora, un humectante bajo
el maquillaje, una crema nutritiva con vitaminas A, E, C y colágeno, un producto
especial para el área de los ojos y una crema para el cuello, teniendo siempre
presente que tipo de piel posee.
No es necesario usar loción tonificadora más de una vez al día, ya que su función se
limita tan sólo a remover los residuos de crema limpiadora.
Utilizar una rutina complicada si tiene la piel sensitiva no es correcto. Este tipo de
piel no necesita productos demasiado complejos puesto que alguno de sus
ingredientes puede contribuir a irritarla.
No debe aplicar el bloqueador solar cuando ya se encuentre al sol. Este producto
funciona al adherirse a la superficie de la piel, donde forma una capa protectora. Si lo
usa cuando ya está expuesta al sol, el bloqueador no se adherirá y su piel quedará
desprovista de protección. Lo correcto es aplicarlo por lo menos media hora antes
de exponerse a los rayos solares.
En cuanto a su gestualidad, tenga en cuenta este par de consejos; no frunza la nariz
ni apriete los ojos cuando sonría; esto puede fomentar la aparición de arrugas. No
levante las cejas ni frunza la frente cuando hable o gesticule; mantener la cara
relajada ayuda a conservar la piel lisa.
El peeling también es eficaz para atenuar las manchas cutáneas, las pequeñas cicatrices
y las arrugas profundas, ya que al destapar los poros obstruidos permite oxigenar la
piel y hacer que el cutis adquiera un aspecto brillante y lleno de vida.
Si su cutis es muy sensible no recurra a este método, pues puede producir
escamaciones o efectos muy fuertes.
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