La educación de los niños mayas comenzaba en el hogar y se enfocaba en prepararlos para sus futuros roles de acuerdo a su género. A los 4 meses se les enseñaba a los niños habilidades agrícolas y a las niñas tareas domésticas. A los 11 años los niños dejaban el hogar para recibir educación formal en internados, donde los nobles aprendían liturgia y los comunes enfocaban más en prácticas militares.