3. El jardín de las delicias es la obra más conocida del
pintor holandés Hieronymus Bosch (El Bosco). Se trata de
un tríptico pintado al óleo de 206 x 386 cm, compuesto por una
tabla central y dos laterales (pintadas en sus dos lados) que se
pueden cerrar sobre aquella.
Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido
completamente descifrado), como El carro de heno y el Juicio
Final, el Jardín de las delicias se sustrae a cualquier
clasificación iconográfica tradicional. Se considera, no
obstante, que la obra obedece a una intención moralizante que
habría sido comprensible para la gente de la época; en este
sentido, el propio rey Felipe II de España, poco sospechoso
de herejía, adquirió el cuadro como consecuencia de su interés
por el mismo.
Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas
y atrayentes de la historia del arte, el cuadro forma parte de los
fondos de exposición permanente del Museo del
Prado de Madrid.
4. El Bosco (1450–1516). Se llamaba Hieronymus Van Aken,
apodado Bosch (por su pueblo Den Bosch o 's-Hertogenbosch,
en Holanda); tuvo una vida acomodada, ya que se casó con una
mujer adinerada (Aleyt van Mervende). A pesar de vivir como
un opulento burgués, estaba obsesionado con la religión,
el pecado y el sexo. Se ha especulado mucho acerca de las ideas
que, quizá, le sirvieron de inspiración: tal vez fuera un
visionario, un hereje, un obseso sexual, o cofrade de alguna
secta herética; aunque todo parece indicar que no fue nada de
eso, sino simplemente un moralista culto y comprometido
éticamente con una causa, cosa que difícilmente apreciamos en
Van Eyck, por ejemplo.
5. Técnica: Oleo sobre tabla.
Año de producción: Cinotti la sitúa en torno al año 1503.
Otras fuentes hablan de hacia 1510.2 Tolnay y Larsen la sitúan al final de
la actividad del Bosco (1514–1515). Los análisis dendrocronológicos del
roble de las tablas lo datan entre 1460 y 1466, dando así un terminus post
quem para la realización de la obra.3 En el catálogo de la exposición
sobre el artista celebrada en Róterdam en el año 2001 se señala la fecha
entre 1480 y 1490 .
Lugar donde se conserva: Se conserva En El Museo de Prado
en Madrid.
6. Panel izquierdo: El jardín del Edén
Detalle del Jardín del Edén, Dios y Eva.El postigo de
la izquierda representa el Paraíso terrenal. Mide
220 centímetros de alto por 97,5 cm. de ancho. Al
fondo puede verse la Fuente de la Vida. En primer
plano hay una escena del todo atípica ya que no
representa ni la creación de Eva de la costilla de
Adán, tampoco el modo de comportarse en el
jardín, ni la reconvención que sigue a la expulsión
del paraíso, los únicos temas Adán, tumbado, mira a
la futura pecadora. Junto al primer hombre y la
primera mujer aparece el Árbol del bien y del
mal (una palmera) ya que alrededor de él se enrolla la
serpiente tentadora y el Árbol de la vida (un
exótico drago).
En lo que a primera vista parece el típico Edén,
asociado a la idea de paz y sosiego, con poco que
observemos, ese idílico escenario se ve truncado.
Varios signos de hostigamiento irrumpen, los
animales se enfrentan unos a otros: un león derriba
a un ciervo y se dispone a comerlo, un extraño
bípedo es perseguido por un jabalí.
El pecado femenino se personifica en los bichejos
que se arrastran por la tierra (insectos y reptiles) o
nadan por el agua (anfibios y peces), ya que, de
los Cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire),
la tierra y el agua eran consideradas esencias pasivas
llenas de fecundidad que, como la mujer, reciben
la semilla.
El pecado masculino se representa por las alimañas
que vuelan (insectos voladores, aves, murciélagos…),
ya que el aire es considerado un elemento activo,
asociado al fuego y opuesto a la tierra, por lo
tanto, masculino.
Roca antropomorfa.
El demonio está escondido en los estanques y las
rocas que son, para El Bosco, la guarida de los
espíritus malignos. Por ejemplo, en la fuente de la
vida vemos una estructura entre mineral y orgánica,
con un orificio por el que asoma una lechuza, un
explícito símbolo de la malicia, que también aparece
en El carro de heno.
7. Panel central: El jardín de las delicias
Detalle.
La tabla central es el Jardín de las delicias,
propiamente dicho; mide 220 cm de alto por 195
de ancho. Un falso paraíso en el que la
humanidad ya ha sucumbido en pleno al pecado,
especialmente a la lujuria, y se dirige a su
perdición. Decenas de símbolos diferentes, cuyas
claves solo pueden sospecharse, pueblan este
espacio opresivo y angustioso en el que la locura
se ha apoderado del mundo. Aparecen tanto
hombres como mujeres, blancos y negros,
desnudos. Se muestran todo tipo de relaciones
sexuales y escenas eróticas,
principalmente heterosexuales, pero
también homosexuales y onanistas. Además,
aparecen también relaciones eróticas o sexuales
entre animales, e incluso entre plantas.
La parte inferior de la tabla está dominada por
numerosos desnudos, en grupos o en parejas,
junto con extrañas plantas, minerales y conchas o
comiendo grandes frutos.1 Todas las frutas
(cerezas, frambuesas, fresas, uvas, madroños,
etc.), son una clara alusión a los placeres
sexuales.
Sobre todo a la izquierda hay pájaros de grandes
proporciones. Estas aves, como el petirrojo son
también símbolos eróticos, en concreto de
lalascivia.
Las extrañas estructuras que aprisionan y
oprimen a los personajes, a veces son como
pompas, otras como costras, o conchas. Dan a
conocer indirectamente que el pecado se
apodera del ser humano, lo corrompe y atrapa
para siempre
8. Panel derecho: El infierno
Infierno musical.
El postigo de la derecha representa el Infierno. Mide 220 cm de
alto por 97,5 de ancho.
También es conocido como El infierno musical, por las múltiples
representaciones de instrumentos musicales que aparecen. Se
ignora por qué El Bosco asocia la música con el pecado. Ha
pintado los tormentos del infierno, a los que está expuesta la
Humanidad
En el nivel superior se ve la típica imagen del infierno, con fuego y
torturas. Las arquitecturas están sumidas en extrañas
iluminaciones fosforescentes.5 Ese incendio, que realmente
representa el paisaje nocturno de una ciudad en llamas, se ha
relacionado con un trauma del pintor, que vio como su localidad
natal era pasto del fuego cuando era niño. Ciertamente, estas
representaciones de ciudades en llamas se pueden ver en otros
cuadros del autor. La atmósfera resulta totalmente
demoníaca.5 En la parte central, aparece un mundo onírico, con
criaturas fantásticas, y cuya figura central en un «hombre-árbol»,
conocido también por un dibujo autógrafo del Museo Albertina de
Viena.1 Mira directamente al espectador. Se ha interpretado en
numerosas ocasiones como el rostro del propio artista y que con un
torpe vendaje intenta ocultar una llaga producida por la sífilis.
Sobre la cabeza lleva un disco, en el que bailan pequeños
monstruos2 junto a una gran gaita con aspecto de alambique. Sus
brazos son como troncos de árbol y están descansando sobre
barcas. Su tórax está abierto y hueco como una cáscara de huevo,
y en su interior hay más seres. Debajo de él hay un lago helado,
sobre el que patinan algunos condenados, mientras el hielo se
resquebraja. En la Edad Media se consideraba el contraste entre
el frío y el calor como una de las torturas del infierno. Destaca un
personaje con cabeza de ave rapaz sentado en un retrete, y con
una caldera en la cabeza
En la parte inferior a la izquierda aparece un grupo de jugadores
(hay dados, naipes, tablero de backgammon, una mujer desnuda
portando una jarra) atormentados y torturados por demonios en
medio de un gran caos, todo lo cual alude a la pereza, la lujuria, y la
gula. A la derecha, se ve a un hombre abrazado por un cerdo con
velo de monja, probablemente aludiendo a la lujuria.
10. Nació probablemente alrededor de 1450, quizá el 2 de octubre en Bolduque, una ciudad en el sur de lo que
hoy son los Países Bajos, junto a Tilburg y por entonces en posesión delduque de Borgoña.Su familia, los Van
Aken, procedía de Aquisgrán y se dedicaban a la pintura. Aeken es el nombre en dialecto centroalemán de la
ciudad de Aquisgrán (llamada en alemán normativo Aachen), de modo que el antiguo apellido familiar indicaba
de qué lugar eran oriundos los 'van Aken'. Su padre era Anthonis van Aken, su abuelo Jan van Aeken y su
hermano mayor Goossen van Aken.Cristo con la cruz a cuestas.Al ser pintores, según el sistema medieval de
estamentos, formaban parte del respectivo gremio. Esto es importante para entender por qué se hizo
conocido como 'El Bosco' (en neerlandés:Den Bosch); a la muerte del padre, el hermano mayor fue el único
con derecho para usar gremialmente el apellido van Aken (o cualquiera de sus variantes): así, Jeroen adoptó
como nombre artístico el nombre abreviado de su ciudad natal, siendo asimismolatinizado su nombre, pasando
a firmar como Hieronymus en lugar de Jeroen.Ya en 1463 se verifica que utiliza el "apellido" den Bosch, aunque
hacia 1480 es bastante conocido en su país como "Jeroen Die maelre" (en neerlandés: "Jerónimo el pintor".
Influenciado por los pintores de la escuela alemana (Martin Schongauer, Matthias Grünewald) y por Alberto
Durero. Ese año, cerca de 4.000 casas de la ciudad fueron destruidas por un incendio catastrófico iniciado la
noche del 13 de junio, y que un Bosco de doce años de edad podría haber visto.Nada se sabe de la primera
formación artística, pero puede suponerse que aprendió en el taller familiar dedicado a la pintura al fresco, a
dorar esculturas de madera y a la producción de objetos sacrados, trabajando especialmente para la catedral
de la ciudad.En torno a 1480 se casó con Aleyt (o Aleid.2 ) van der Mervenne, hija del rico burgués Goyarts
van der Meervenne, que aportó como dote algunos terrenos situados en Oorschot y le facilitó el ascenso
social hacia la alta burguesía urbana. Esto le permitió gran libertad para elegir los temas de sus
obras.En 1486 ingresó en la Vrouwe broederschap (cofradía religiosa de Nuestra Señora), corporación de gran
prestigio e influencia, a la que ya pertenecía su esposa, posiblemente para protegerse de la inseguridad que se
vivía en aquellos tiempos de inquisición. Esta cofradía era una asociación de laicos dedicados al culto a la
Virgen y a obras de caridad, y también se involucraba en representaciones sagradas. Le sirvió para cultivarse
artística y culturalmente. Vive en un ambiente de intensa devotio moderna.Detalle del infierno de El Jardín
de las delicias.Entre 1500 y 1504 no hay documentos referentes al Bosco, es probable que en estos años el
artista hiciera un viaje a Italia, permaneciendo en Venecia. De hecho en esta ciudad están presentes muchas
obras suyas en colecciones privadas datadas de los primeros decenios del siglo XVI. Por otro lado, a partir de
estos años, el estilo del Bosco cambia, hacia un estilo más renacentista con figuras monumentales situadas en
espléndidos paisajes.El 9 de agosto de 1516 se celebraron solemnes exequias por el pintor en la capilla de
Nuestra Señora, perteneciente a la confraternidad, constando en los registros de la cofradía de Nuestra
Señora de Bolduque en 1516: «Obitus fratrum Hieronimus Aquen alias Bosch, insignis pictor
11. Interpretación a la Obra
Esta obra nos muestra un gran arte no solo artísticamente si no también su
significado, al mirarla podemos encontrar que detrás de esta hay un significado
bastante fuerte.
Este muestra el principio de la creación para la religión y los creyentes, pero con
este muestra su parte mala El pecado, La Lujuria, La sexualidad, como algo que al
principio empezó como algo bueno se convirtió en maldad.
Yo creo que lo que refleja esta obra es prácticamente igual a lo que el autor
quería mostrar en esta y que las personas que ven esta obra interpretan si saben
realmente apreciar el arte y ver que no es solo lo artístico si no que su significado
lo que es importante para darle gusto a la obra.
Esta obra deja analizando a cada persona sobre muchas de las cosas que son
malas en el mundo el cual esta rodeado de pecado y tantas cosa empezando desde
la religión que tal vez se encierran en un solo significado para ellos en Un mundo
perfecto y bueno y no ven en realidad lo malo que se ha convertido este.
12. Descartes y el Jardín de las Delicias
El tema de la búsqueda de una sabiduría primordial, connatural al ser humano, prístina, pura, esencial,
que es lo que vinieron a definir los racionalistas como las ideas innatas, sobre todo René Descartes.
Según decían, en la mente humana existen ciertos contenidos o ideas en las que reposa, sentada en la
conciencia, expectante por ser descubierta, la Verdad de todas las cosas. Contenemos lo que Descartes
denominó ideas innatas o naturalezas simples, a partir de las cuales se puede vertebrar todo el árbol del
saber o conocimiento humano.Se pueden detectar porque tienen unas peculiaridades: son tan claras,
simples, distintas y evidentes al pensamiento que anestesian la duda propedéutica, se perciben tan
exactas y verdaderas como un principio matemático.Estas ideas no provienen ni de la experiencia en la
realidad externa ni tampoco se han construido a partir de otras ideas, tienen su origen, por lo tanto y
según René y en el propio pensamiento/alma, las contiene en sí mismo/a, como una impronta de
Sabiduría.Si echamos un vistazo a la Filosofía del s. XVII, en el bando de los racionalistas, hay un aspecto
de su pensamiento que conecta con lo que se comentaba el otro día por aquí en “De lo prístino al Jardín
de las Delicias (I)”, el tema de la búsqueda de una sabiduría primordial, connatural al ser humano,
prístina, pura, esencial, que es lo que vinieron a definir los racionalistas como las ideas innatas, sobre
todo René Descartes.
Según decían, en la mente humana existen ciertos contenidos o ideas en las que reposa, sentada en la
conciencia, expectante por ser descubierta, la Verdad de todas las cosas. Contenemos lo que Descartes
denominó ideas innatas o naturalezas simples, a partir de las cuales se puede vertebrar todo el árbol del
saber o conocimiento humano.
Se pueden detectar porque tienen unas peculiaridades: son tan claras, simples, distintas y evidentes al
pensamiento que anestesian la duda propedéutica, se perciben tan exactas y verdaderas como un
principio matemático.
Estas ideas no provienen ni de la experiencia en la realidad externa ni tampoco se han construido a partir
de otras ideas, tienen su origen, por lo tanto y según René y cia., en el propio pensamiento/alma, las
contiene en sí mismo/a, como una impronta de Sabiduría.
De las únicas dos ideas de las que Descartes no pudo dudar en el momento de
aplicarse su propio método, ante las que se doblegó con certeza absoluta fueron:
13.
14. Dios, la idea de perfección que existe en el alma humana, una
idea innata “puesta en mí por un Ser que realmente es perfecto:
Dios.” Extendiéndose en que “Por Dios entiendo una substancia
infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, que me
ha creado a mí mismo y a todas las demás cosas que existen”.
“Si la realidad objetiva de alguna de mis ideas es tal, que yo
pueda saber con claridad que esa realidad no está en mí formal
ni eminentemente (y, por consiguiente, que yo no puedo ser
causa de tal idea), se sigue entonces necesariamente de ello que
no estoy solo en el mundo, y que existe otra cosa, que es causa
de esa idea… aunque yo tenga idea de substancia en virtud de
ser yo una substancia, no podría tener la idea de una substancia
infinita, siendo yo finito, si no la hubiera puesto en mí una
substancia que verdaderamente fuese infinita”.
15. Laura Mileydi Gil López
11-3
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