1. Libro Primero de Los Reyes
Autor: La Biblia
Los libros de Samuel presentaban la institución y el afianzamiento de la monarquía, como
un proceso ascendente y lleno de promesas para Israel.
Los libros de los REYES –que al principio formaban una sola obra, dividida luego en dos
partes– continúan esa historia, pero trazan una parábola descendente. Aquí el relato
comienza con el reinado de Salomón, que fue la etapa más brillante de todo el período
monárquico, y llega hasta el momento en que el Pueblo de Dios vivió su experiencia más
dramática y desconcertante: la caída de Jerusalén, el fin de la dinastía davídica y la
deportación a Babilonia.
Este trágico desenlace se fue gestando gradualmente. A la muerte de Salomón, el reino de
Judá se mantiene fiel a los reyes del linaje davídico y al Templo de Jerusalén. Pero las
tribus del Norte, profundamente desilusionadas por el trato recibido en la época
salomónica, se separan de Judá y constituyen un estado independiente, designado en
adelante con el nombre de "Israel". Durante un par de siglos, los dos reinos separados
logran conservar su autonomía política, debido al eclipse momentáneo de los grandes
imperios del Antiguo Oriente. Pero la situación cambia radicalmente cuando Asiria
comienza a desarrollar sus campañas expansionistas. En el año 721 a. C., Samaría cae en
poder de los asirios, y así desaparece el reino de Israel. El reino de Judá sobrevive a la
catástrofe, pero sólo por un tiempo. En el 587, las tropas de Nabucodonosor, rey de
Babilonia –convertido en el nuevo árbitro de la situación, después de la derrota de Asiria–
invaden Jerusalén, arrasan el Templo y se llevan cautiva a una buena parte de la población