9. El uso de tacones altos provoca no sólo deformidad de la bóveda de la planta, sino que también puede producir un acortamiento de los gemelos y sobrecarga en los dedos de los pies. Los dedos se aplastan contra la punta del zapato y se deforman en forma de garra. Por su parte, las puntas afiladas hacen que los dedos queden aprisionados y se desequilibren. Es el dedo gordo el que más sufre, pudiendo dar lugar a un juanete. Deformado, rechaza los dedos medios que también se deforman y el dedo pequeño sufre una deformación inversa. Estos problemas son inicialmente pasajeros, pero el uso prolongado de calzado inadecuado puede dar lugar a que sean permanentes.