La producción y el consumo excesivo de carne tienen graves consecuencias para la salud humana, el medio ambiente y la justicia social. Requiere enormes cantidades de recursos como tierra y agua, y es una de las principales causas del cambio climático. Además, una gran parte de los cultivos se destina a alimentar al ganado en lugar de alimentar directamente a las personas, lo que agrava el hambre mundial. Reducir el consumo de carne podría ayudar a abordar estos problemas.
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La carne se está comiendo el planeta
1. http://blog.humanityy.com/is/node/386
La carne se está comiendo el planeta
Hoy en día, la mayoría de las tierras de cultivo son dedicadas al cultivo de cereales.
Sabiendo que hay millones de personas que sufren de malnutrición, este dato puede
parecer bastante extraño. La razón es muy simple: estos cereales no son para los seres
humanos. Bueno, no directamente, ya que servirá para alimentar al ganado.
¿Cuál es la situación mundial en términos de consumo de carne?
En poco tiempo, el mundo ha sido testigo de una revolución en la industria de la carne y
del animal. Antes, el consumo de carne implicaba una relación con el animal, una
relación entre dos seres vivos. Esta relación ya no existe. Hoy en día los animales son
arreados por millones en las fábricas, y alimentados con pienso transgénico.
El consumo de carne per cápita se ha multiplicado -al menos- por tres en menos de un
siglo.
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2. ¿Cómo ha sucedido?
La explosión del consumo de carne empezó en la posguerra, cuando la población quiso
comer carne en grandes cantidades porque había sufrido de hambre durante la guerra. Es
un fenómeno paralelo a la distribución de fertilizantes y de plaguicidas sintéticos, por
eso, los estados han invertido mucho en la genética, los tratamientos médicos y,
finalmente, han creado granjas industriales donde el ganado traga antibióticos,
hormonas de crecimiento y alimentos transgénicos.
¿Cuáles son los efectos en nuestra salud?
Los científicos han creado nuevos animales, a los cuales se administra medicina para
prevenir cualquier enfermedad. Su carne, es decir, la carne vendida, contiene trazas de
estos medicamentos. Los consumidores de carne, consumen en realidad un producto con
residuos de tratamientos médicos y con transgénicos. Paradójicamente, la mayoría de
los consumidores se oponen a la cultura de estos organismos genéticamente
transformados en su país.
La inmensa cantidad de residuos producidos en las explotaciones agrícolas es mayor
que la capacidad de absorción de las tierras. El estiércol ya no es un recurso agrícola
valioso, sino que es un residuo tóxico que contiene nitratos, metales pesados y
sustancias procedentes de la administración de antibióticos. Estos elementos pueden
contaminar las aguas subterráneas y superficiales, amenazando también la salud pública.
Por otra parte, ahora se reconoce que un alto consumo de carne no es bueno para la
salud. Demasiada carne roja causa, entre otras cosas, el aumento del colesterol, el riesgo
de enfermedad cardiovascular y de algunos cánceres, y favorece la obesidad.
¿Qué impacto sobre nuestro medio ambiente?
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3. Necesitamos 15.000 litros de agua para producir 1 kg de carne de vacuno, mientras que
unos 1000 a 2000 litros son suficientes para producir 1 kg de trigo, de arroz o de soja.
La producción de carne es responsable de una gran cantidad de emisiones de gases de
efecto invernadero (15 a 20% de las emisiones mundiales de metano están relacionadas
con la ganadería). Por otra parte, el efecto invernadero del metano es 21 veces superior
al del CO2. En otras palabras, la producción de 1 kg de carne de ternera causa una
emisión de gases de efecto invernadero equivalente a un viaje de 220 km en coche.
En 2006, un informe de la ONU afirmaba que la ganadería generaba más emisiones de
gases de efecto invernadero que todos los medios de transporte del planeta reunidos. El
documento estima que las granjas industriales fueron responsables del 18% de las
emisiones de gases, es decir, más que las emisiones originadas por los transportes.
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4. Alimentar a los animales a escala industrial requiere un enorme consumo de energía.
Un despilfarro de recursos
Se necesitan entre 7 y 9 calorías vegetales para producir una sola caloría animal, sin
mencionar la producción y el transporte de enormes cantidades de vegetales y de
cereales para alimentar al ganado.
Considerando un valor nutricional equivalente, la misma cantidad de cereales que una
vez “transformada” en carne alimenta a 1 persona, podría alimentar a 7 personas si se
consumiese directamente.
La producción de 1 kg de carne necesita el mismo plazo de tiempo y la misma
superficie que la producción de 200 kg de tomates, 160 kg de patatas, 120 kg de
zanahorias o 80 kg de manzanas.
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5. Se necesitan entre 7 y 16 kg de soja para producir 1 kg de carne.
Un alimento muy poco solidario
Hoy en día, más de mil millones de personas, es decir, 1 de cada 6 personas, sufren de
desnutrición a pesar de un aumento en la producción de cereales de casi mil millones de
toneladas desde los años 60. Sin embargo, los humanos no se benefician de este
progreso agrícola. Cada año, más de un tercio de la producción mundial de cereales y la
cuarta parte de la producción mundial de pescado sirven para alimentar al ganado.
La ganadería acapara el 60% de la producción mundial de cereales, o sea, 670 millones
de toneladas. Un volumen de producción que bastaría para cubrir las necesidades
alimentarias de los cientos de millones de personas que sufren de malnutrición. Si los
cereales utilizados para el ganado en EE.UU. se consumiesen directamente, se podría
alimentar a 800 millones de personas. En una granja de engorde de EE.UU, ¡se
distribuyen cada hora más de 25 toneladas de maíz a los 37.000 animales del ganado!
En 1985, durante la hambruna en Etiopía, cuando la población se moría de hambre, este
país seguía exportando cereales para alimentar al ganado británico. Debido a su alto
consumo de harina de pescado, el 60% de la industria de la carne occidental se ha
apoderado de los recursos pesqueros de Chile y Perú, mientras que cada año, entre 1980
y 1985, murieron 48.000 niños chilenos y 90.000 niños peruanos a causa de la
malnutrición.
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6. El ingeniero agrónomo y famoso ecólogo René Dumont declaró en su día:
"La sociedad Occidental, con su exceso de consumo de carne y su falta de generosidad
hacia los más pobres, se comporta como un caníbal, un caníbal indirecto: consumiendo
carne, derrochando así los recursos de cereales que podrían haber salvado a [todas las
personas que sufrían del] hambre."
En algunos países -Amazonia, Indonesia, Malasia, etc.- miles de campesinos son
expropiados brutalmente con el fin de utilizar sus tierras para los cultivos destinados a
la producción y a la exportación de carne.
En 1950, el 72% del territorio de Costa Rica estaba cubierto de bosques, es decir, unos
37 000 km2. Hoy en día, representa menos de 26% y 60.000 hectáreas son deforestadas
cada año.
Según la FAO - Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación- el 70% de la selva amazónica han sido convertidos en pastizales.
En Europa, el 70% de las tierras agrícolas se utiliza para la alimentación del ganado. ¿Y
la solidaridad hacia los animales?
Cada año en el mundo, se sacrifica más de mil millones de animales para su carne, por
no mencionar los víctimas indirectas - sólo se incluyen aquí los animales vendidos
como carne, están excluidos los animales atrapados en las redes derivantes, los millones
de pollitos machos descartados, es decir sacrificados al nacer, los animales muertos
durante su transporte, muertos a causa del abuso, el estrés, etc.-.
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7. Esta cifra colosal, esconde detrás de cada pedazo de carne, una vida de privaciones, de
sufrimiento y de angustia. Los animales destinados a la alimentación de los seres
humanos son prisioneros durante toda su vida hasta su muerte agónica para acabar en un
plato.
¿Qué consecuencias a largo plazo (además de las enumeradas anteriormente)?
Con el fuerte crecimiento mundial del consumo de carne, países como India y China,
que tradicionalmente no tenían una dieta con mucha carne, se están volviendo cada vez
más exigentes, y tendrán que encontrar nuevas tierras para alimentar al ganado. Sin
embargo, hay mil millones de personas que padecen hambre crónica en el mundo. Si la
gente no frena este exceso de apetito por la carne, con el tiempo el tiempo se extenderá
el hambre por el planeta, ya que no quedarán recursos para satisfacer la demanda.
¿Es todavía posible frenar el consumo de carne?
Igual que existe una voluntad pública y política de consumir carne en grandes
cantidades, también sería posible revertir esta tendencia que es cada vez peor. Nociva
para la salud, para el planeta e inmoral con respecto a los animales y a nuestros
"hermanos" humanos que padecen hambre.
Esto es la parte política, colectiva. Pero cada uno de nosotros puede hacer algo: reducir
su consumo de carne, e incluso volverse vegetariano.
El mismísimo Albert Einstein dijo:
"Nada beneficiará tanto la salud humana e incrementará las posibilidades de
supervivencia de la vida sobre la Tierra, como la evolución hacia una dieta
vegetariana."
Uno puede pensar: "Pero a mi nivel, no voy a cambiar mucho las cosas" o bien "Uno
más o uno menos, entre millones de personas, no voy a hacer la diferencia".
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8. Sin embargo...
Todos tenemos un papel en nuestra sociedad, y también una huella ecológica.
Desafortunadamente, llegará el día en el que no tendremos otra opción, ahora es el
momento de actuar. Cuando estamos tiempo.
. >> Mide tu huella ecológica aquí Para obtener más información:
http://blogs.elpais.com/eco-lab/2010/06/los-productos-con-mayor-impacto-
ambiental.html http://www.ecologiablog.com/post/3948/naciones-unidas-advierte-
sobre-el-impacto-medioambiental-de-la-carne-y-la-leche
http://es.wikipedia.org/wiki/Impacto_ambiental_potencial_del_manejo_de_ganado_y_t
erreno_de_pastoreo http://www.fao.org/docrep/003/w2612s/w2612s11.htm Fuentes:
Revista Science & Vie - abril de 1997; David Pimentel, profesor de ecología en el
Instituto Cornell; Informes de la FAO; Steve Boyan, de la Universidad de Maryland:
Compassion in World Farming.
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