Este documento presenta diferentes figuras literarias utilizadas por el escritor argentino Ernesto Sabato en su obra, incluyendo prosopopeya, enumeración, metáfora, hipérbole, símil, antítesis, paradoja, polisíndeton y epifonema. Se analizan ejemplos concretos extraídos de sus escritos para ilustrar el uso de cada figura retórica.
2. PROSOPOPEYA O
PERSONIFICACIÓN
Antes de las cinco estuve en la Recoleta, en el banco donde
solíamos encontrarnos. Mi espíritu, ya ensombrecido, cayó
en un total abatimiento al ver los árboles, los senderos y los
bancos que habían sido testigos de nuestro amor.
Dije ya que tengo una idea desagradable de la humanidad;
debo confesar ahora que los ciegos no me gustan nada y que
siento delante de ellos una impresión semejante a la que me
producen ciertos animales, fríos, húmedos y
silenciosos, como las víboras.
3. Hasta que, a través de mis ojos mojados por el
agua y las lágrimas, vi que una luz se encendía en
otro dormitorio.
De pie entre los árboles agitados por el
vendaval, empapado por la lluvia, sentí que
pasaba un tiempo implacable. Hasta que, a través
de mis ojos mojados por el agua y las lágrimas, vi
que una luz se encendía en otro dormitorio.
Fui cayendo en una especie de encantamiento. La
caída del sol iba encendiendo una fundición
gigantesca entre las nubes del poniente Sentí que
ese momento mágico no se volvería a repetir
nunca.
4. ENUMERACIÓN
• Recuerdo tantas calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones.
• Al fin de cuentas estoy echo de carne, huesos, pelo y uñas.
• Hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido
• Al lado de la bondad, de la abnegación, de la generosidad.
• Esa noche volví a casa nervioso, descontento, triste.
• Diré antes que nada, que detesto los grupos, las sectas, las cofradías, los gremios.
• El psicoanálisis, el comunismo, el fascismo, el periodismo.
5. METÁFORA
• Creo que nadie está desprovisto de este notable motor del Progreso Humano.
• La memoria es para mi como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la vergüenza
• Cuando llegué al lado de su cama, su rostro de cadáver logró sonreírme.
• Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca
termino de saber por qué hago ciertas cosas.
• Mi cerebro funcionaba ya con la lúcida ferocidad de los mejores días.
• Se había pasado la vida sirviéndole a personas que no le llegaban a las rodillas
• Su rostro de cadáver logro sonreírme levemente.
• Estoy tan quemado que ahora vacilo mil veces antes de ponerme a justificar
• Termino por encerrarme en mi mismo y no abrir la boca.
6. HIPÉRBOLE
• Fue una espera interminable. No sé cuánto
tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo
anónimo y universal de los relojes, que es
ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros
destinos, a la formación o al derrumbe de un
amor, a la espera de una muerte.
7. SÍMIL
• Como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo
de la vergüenza.
• Lleno de desprecio a la humanidad entera y de odio, la
saqué a puntapiés de mi taller y le dije que la mataría
como a un perro si no se iba en seguida. Se fue
gritando insultos a pesar de la cantidad de dinero que
le arrojé detrás.
• Y el andar rápidamente mientras mi espíritu vacilaba
tanto me producía una sensación singular, mi
pensamiento era como un gusano ciego y torpe dentro
de un automóvil a gran velocidad.
8. ANTÍTESIS
• Con increíble rapidez, se incorporó y me
persiguió por toda la sala, tropezando con
sillas y muebles, mientras lloraba con un llanto
seco, sin lágrimas, y gritaba esa sola palabra:
¡insensato!
9. PARADOJA
• Los criminales son gente mas limpia, mas
inofensiva.
• Bueno, quizá exagero al decir todo el
mundo, no, seguro exagero.
10. POLISÍNDETON
• y remota: una playa solitaria y una mujer que miraba el
mar. Era una mujer que miraba como esperando algo, quizá
algún llamado apagado y distante. La escena sugería, en mi
opinión, una soledad ansiosa y absoluta.
• ¡Ah, y sin embargo te maté! ¡ Y he sido yo quien te ha
matado, yo, que veía como a través de un muro de
vidrio, sin poder tocarlo, tu rostro mudo y ansioso! ¡Yo, tan
estúpido, tan ciego, tan egoísta, tan cruel!.
• Y entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi
pasadizo, ella vivía afuera su vida normal, la vida agitada
que llevan esas gentes que viven afuera, esa vida curiosa y
absurda en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad
11. EPIFONEMA
• Me hacen reír esos señores que salen con la
modestia de Einstein o gente por el estilo;
respuesta: es fácil ser modesto cuando se es
célebre; quiero decir parecer modesto.
12. conclusion
• Katia
• me gusto mucho el libro por que me atrapo en cada
una de sus paginas al principio como que no de daba
algo interesante o atractivo pero al leer cada una de las
paginas tiene algo que te engancha y que hace que no
puedas dejar de leerlo creo que en el contexto al
principio me dio mucho que desear ahora que termine
de leerlo comprendo que ese es el sabor de los libros
dejarnos algo y que en este caso pues fue que Juan
pablo quedo encerrado en el túnel pero de la soledad