3. LIBRO:
ESPAÑA APARTE DE MÍ ESTE CÁLIZ
AÑO DE PUBLICACION:
1939
CORRIENTE LITERARIA:
VANGUARDISTA
4. Paria: Persona a la que se considera inferior
y a la que se le niega el
trato
Ciña: Rodear, ajustar la cintura o cualquier
otra parte del cuerpo.
Palmas: Victoria, fama y honor que es
reconocido por una multitud.
5. Paria: referente a caminar como pobre
Ciña: es a que sea juzgado por los dioses
Palmas: los gloria que llega atener al morir
6. El bombardeo a la población vasta de Durango (un mes
anterior al de Guernica, II) se yergue como prototipo de
batalla – pasión. La legión cóndor bombardeó no solo los
pueblos que se encontraban en la línea de al frente, sino
también Durango (el 31 de marzo de 1937). La bomba
mató a catorce monjas en la capilla de Santa Susana.
Durango ha gozado de la triste fama de ser la primera
ciudad indefensa bombardeada sin piedad.
7.
8. El yo poético habla sobre la guerra civil española que
intervinieron aspectos de carácter sociológico,
antropológico, político, económico y religioso; por lo
que el poeta podía haberse asimilado a uno de estos
criterios, que no le eran ajenos, para desde allí hablar
proponiendo un enfoque y una direccionalidad a su
mensaje. La verdadera frase…
9. “Memento homo, quia
pulvis eris et in
pulverem reverteris” Acuérdate
hombre, que polvo eres y al
polvo regresarás.
11. El poema es estremecedor y drástico, por connotar la palabra padre
polvo como a la tierra, que es la que absorbe todo el daño, a los muertos
y la sangre de los soldados de la guerra civil de España
12. Las guerras siguen trayendo desgracias, pero ya son
pocas las guerras que suceden en el presente, en la
actualidad las guerras diplomáticas son las que traen
mas desgracias, por que afecta moral y
psicológicamente al país y a sus habitantes.
13. Apartado 1 (v1-v6): La muerte:
Le pide a dios que lo perdone para poder estar en el paraíso con el resto de
los buenos
Apartado 2 (v7-v12): El reclamo a Dios:
No entienden porque se llevan a los justos y los hace ascender al infinito
Apartado 3 (v13-v18): La creencia:
Tienes que ser fuerte para que vallas marchando con el terror de la nada
sin miedo a ningún obstáculo
Apartado 4 (v22-v27): La bendición:
Pide que bendiga al señor de España para que pueda controlar al pueblo
sin que le pase nada.
14. Estoy cárdeno. Mientras me peino, al espejo advierto
que mis ojeras se han amoratado aún más, y que
sobre los angulosos cobres de mi rostro rasurado se
ictericia la tez acerbadamente.
Estoy viejo. Me paso la toalla por la frente, y un
rayado horizontal en resaltos de menudos pliegues,
acentúase en ella, como pauta de una música
fúnebre, implacable... Estoy muerto.
Mi compañero de celda liase levantado temprano y
está preparando el té cargado que solemos tomar
cada mañana, con el pan duro de un nuevo sol sin
esperanza.
Nos sentamos después a la desnuda mesita, donde
el desayuno humea melancólico, dentro de dos
porcelanas sin plato.
Y estas tazas a pie, blanquísimas ellas y tan limpias,
este pan aún tibio sobre el breve y arrollado mantel
de damasco, todo este aroma matinal y doméstico,
me recuerda mi paterna casa, mi niñez santiaguina,
aquellos desayunos de ocho y diez hermanos de
mayor a menor, como los carrizos de una antara,
entre ellos yo, el último de todos, parado junto a la
mesa del comedor, engomado y chorreando el
cabello que acababa de peinar a la fuerza una de las
hermanitas; en la izquierda mano un bizcocho
entero ¡había de ser entero! y con la derecha de
rosadas falangitas, hurtando a escondidas el azúcar
de granito en granito...
¡Ay!, el pequeño que así tomaba el azúcar a la buena
madre, quien, luego de sorprenderle, se ponía a
acariciarle, alisándole los repulgados golfos
frontales:
–Pobrecito mi hijo. Algún día acaso no tendrá a
quién hurtarle azúcar, cuando él sea grande, y haya
muerto su madre.
Y acababa el primer yantar del día, con dos ardientes
lágrimas de madre, que empapaban mis trenzas
nazarenas.
15. El yo poético despierta una mañana, en
una celda, se mira al espejo, se asea el
rostro, y se seca con la toalla.
Su compañero de celda prepara el té para
desayunar con un pan duro.
Los dos sentados en la mesa y el yo
poético recuerda a su familia, a su madre,
en su tierra natal. Todos juntos, y él
pequeño comiendo el azúcar de granito en
granito.
16. Se presenta una escena donde hay
desayunos en los que el sujeto evocador
destila nostalgia.
El narrador reitera la carencia de la mujer, su
soledad, a la nostalgia.
Una mesita desnuda trae a la mente del
narrador a su familia y al desayuno familiar.
17. La evocación de los
presagios de orfandad
de un compañero de
celda.
18. La obra se inspira en la sociedad peruana, que,
efectivamente, pasaba en ese momento por graves
problemas de índole política, social y económica.
La crisis política de 1930 había traído abajo el
gobierno del presidente Augusto B. Leguía y en un
lapso muy corto, se habían sucedido en el Perú
varios gobernantes. La figura ridícula de Luis
Sánchez Cerro, como la de otros tantos
que se sucedieron en el poder,
prohijados por el imperialismo político y
económico, fue indudablemente la fuente
inspiradora del autor. Si se analiza la historia del
Perú de los años posteriores a la escritura de
"Colacho hermanos" se comprueba que esta obra
la dramatizó poco tiempo antes con singular
precisión.
El poeta, por ese entonces, había estado
muy interesado en los sucesos del Perú y escribió
una serie de artículos con el titulo "¿Qué pasa en
el Perú?", que se publicaron en francés en la revista
“"Germinal"” en cuatro partes (en junio de 1933).
Pero, además, el escritor utilizó
parte del argumento de su novela proletaria "El
Tungsteno". Es decir que, en el momento de
escribirse "Colacho hermanos", este obra venía
alimentada por intentos,
investigaciones y desarrollos anteriores.
19. Los hermanos Cordel y Acidal Colacho
(equivalentes a José y Mateo Marino de "El
Tungsteno") aparecen como dueños de una
tienducha de comercio en Taque, aldea de
los Andes. Pero su negocio prospera cuando
se relacionan con la alta sociedad y cuando
una trasnacional norteamericana empieza a
explotar unas minas cercanas a Taque. Allí,
los hermanos abren un gran bazar y
adquieren la exclusividad comercial con la
minera; se dedican además a la contrata de
peones para la mina, y arrebatan las tierras a
los indios soras, entre otros abusos. Se
convierten en patrones pero no contentos
con ello, aspiran a altos cargos políticos, para
lo cual se esfuerzan en adquirir las maneras
y gestos de los ciudadanos cultos, pese a la
inocultable procacidad e ignorancia.
No obstante, su trayectoria política se
dispara, apoyados por el dinero de la
trasnacional; llegan a la capital, hacen
campaña política, y por medio de una
asonada revolucionaria, Cordel Colacho
termina por convertirse en Presidente de la
República. Consciente de ser hechura del
imperialismo yanqui, se inclina servilmente
a los intereses de los Estados Unidos, pero
eso no le salva de ser destituido por el golpe
de estado del general Colongo, quien ordena
su fusilamiento. Sin embargo empieza la
etapa de la anarquía, cuando Colongo se
disputa el poder, a punta de revolver, con su
secretario, el coronel Selar. Mientras el telón
Baja se ve a ambos sentándose
alternativamente en el sillón presidencial.