1. El juego en la Primera infancia
Guía para padres
Por:
Sara Lizeth Hernández
Diana Carolina Gómez
2. Jugar con tu bebé es una forma estupenda
de conectarte con tu bebé, y de fomentar su desarrollo
y su autoestima. Al jugar con él, le prestas atención,
tiempo, lo miras, le hablas. ¡Eso hace feliz a tu bebé y
lo ayuda a aprender!
Si bien no hay que esperar mucha interacción con un
recién nacido, hay muchas cosas divertidas que pueden
hacer juntos.
Desde el primer día, tu bebé está interesado en lo que
sucede a su alrededor. Dentro de su cabecita, hacen
conexiones y la información está siendo procesada y
clasificada.
A medida que tu bebé crece, el juego es crucial para
su desarrollo social, emocional, físico y cognitivo y del
lenguaje. El juego también hace que el tiempo que pasan
juntos sea mucho más placentero.
3. Hora de bailar
Cuando un bebé se pone de mal humor, nada funcionaba tan bien
como bailar con él. puedes ponerle música de todo tipo y
colocarlo en una cangurera, o lo puedes cargar en tus brazos
brazos.
Al principio prefería los movimientos suaves. Pero le gustara que
lo balancees en el aire suavemente de lado a lado o que lo
moviera de arriba a abajo. (Siempre debes asegurarte
de sostener bien su cuello y no sacudir a tu pequeño).
Los movimientos triviales y exagerados, como el de llevar el ritmo
con las manos o mover tu trasero, le resultan particularmente
graciosos a los bebés.
4. Ya que acumulaste ropa linda y suave, sumérgete en el
armario y muéstrale a tu bebé tu suéter de lana, tus
jeans favoritos de suave algodón, tu brillante falda
roja. Despliega sobre su cara, manos y pies, las telas
suaves o sedosas. Extiende sobre el piso algunas de tus
prendas y coloca a tu hijo encima de ellas.
En unos pocos meses, tu pequeño querrá poner sus
manos sobre cualquier prenda bordada, adornada, o que
por cualquier otra razón, llame su atención. Pero por
ahora, seguramente se conforme sólo con contemplarlas
maravillado.
5. Ata o pega con cinta adhesiva en una cuchara de madera
algunos recortes de tela, listones u otro tipo de cintas que
llamen la atención y muévelos delicadamente por encima y
por delante de la cara de tu bebé.
Toma una bufanda liviana y arrójala al aire, de manera que
caiga suavemente sobre su cabeza.
Ata un juguete a un hilo elástico (del tipo de los que se usan
para los juegos de gatos) y haz que rebote hacia arriba y
hacia debajo delante de su cara, diciendo "¡Boing! ¡Boing!"
cada vez que vaya para abajo.
Recuerda, nunca dejes solo a tu bebé con cordones o cintas
que puedan enroscarse en su cuello o que tu pequeño pueda
llevarse a la boca.
6. Hay algo mágico en las burbujas, y en esta etapa tu
bebé puede ver mucho más lejos, de modo que podrá
centrar su atención en ellas. Hazle burbujas cuando se
ponga inquieto al esperar el bus y observa cómo se le
secan las lágrimas.
Hazle también burbujas en el parque para atraer a los
niños más grandes que empezarán a saltar alrededor y
mientras tanto entretendrán a tu bebé.
Haz burbujas en la tina, en la entrada de la casa... Las
burbujas son increíblemente baratas, se transportan con
mucha facilidad, y los bebés las encuentran siempre
fascinantes.
7. Si tu bebé tiene un objeto, lo golpeará contra la mesa.
Si tiene dos objetos, los golpeará uno con otro, los
llevará hacia la luz, los examinará atentamente, los
golpeará a cada uno por separado contra la mesa,
golpeará la mesa con los dos objetos al mismo tiempo,
observará si el objeto suena diferente cuando lo golpea
con la mano izquierda en lugar de la derecha, y seguirá
explorándolos de mil maneras.
Ayúdalo dándole objetos que hagan sonidos
interesantes como recipientes vacíos, cucharas de
metal o campanas.
Presta también atención a las sensaciones táctiles: tu
bebé quedará fascinado con una tarjeta de felicitación
que tenga diamantina (brillito), con la resbalosa
superficie del joyero esmaltado de mamá, o con un
puñado de espaguetis hervidos.
8. Tu bebé está tratando de entender las conexiones
entre los objetos del mundo. Le encantará apilar y
ordenar objetos, como también llenarlos y vaciarlos.
Dale una caja que sea fácil de abrir (por ejemplo, una
caja de zapatos) y muéstrale cómo poner y sacar cosas
de ella.
Otra forma de jugar este juego: con un conjunto de
tazas (quizás incluso jarras medidoras apilables...)
muéstrale a tu bebé cómo verter agua, arena o harina
de maíz de una jarra a la otra o a un recipiente más
grande.