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VÍDEO DE HOY:
Kike Figaredo. Religión Digital
"Si piensas qué beneficios te ha traído la ablación,
nunca querrás hacérsela a tu hija"
Entrevista a Fátima Djarra Sani, mediadora de Médicos del Mundo en Navarra, que trabaja para
concienciar sobre la mutilación genital femenina
Fátima Djarra publica el libro Indomable (Editoriales Península), en el que cuenta su experiencia, cómo
la mutilaron con 4 años y lo que ha supuesto en su vida
"Cuando te preguntas, las cosas empiezan a cambiar. ¿Para qué me han hecho esto? ¿De qué sirve? ¿Qué
beneficio trae para mi salud y para mi vida sexual?"
Laura Olías
20/06/2015 - 18:59h
Fatima Djarra Sani, autora de "Indomable. De la mutilación a la vida"  Foto: Alejandro Navarro
Bustamante
El día empezó como una fiesta. Fátima Djarra Sani, natural de Guinea-Bissau tenía 4 años y su madrastra
le anunció que sería "un día grande" para ella y su hermana Binta, de 8 años. Las lavaron a conciencia y
una comitiva de mujeres, vestidas con sus mejores galas, bailaban y cantaban. Ese día, en un baño que no
era más que un cubículo sucio de cemento, le extirparon el clítores y los labios menores de la vagina. Para
sus mayores era una celebración, la tradición, "pero nosotras ahora sabemos que la ablación es un asunto
de salud, que no trae nada bueno", explica en una entrevista con eldiario.es a propósito de su libro,
Indomable (Editoriales Península), que pretende acercar la complejidad social que rodea a esta práctica.
Cuando la editorial le propuso esta aventura, contar en un libro su vida, la de su familia y los entresijos
sociales que aún legitiman la ablación en aproximadamente 28 países africanos según Naciones Unidas,
Fátima Djarra admite que dudó. "Ese día pensé mucho. Es un problema que no es sólo mío. Es también de
la familia. En África, la familia es todo. Todo". Pero, pese a sus reparos, la respuesta fue sí. Fátima sonríe
antes de pronunciar el pensamiento que dio el pistolezo de salida al libro: "Si no nos levantamos las
mujeres africanas en la lucha contra la mutilización, nadie lo va a hacer por nosotras".
Antes de publicarlo, viajó a su país para explicarle a su familia el proyecto. Allí, muchos no sabían ni a
qué se dedicaba, como explica en esta entrevista en Carne Cruda. "¡Limpiando!", le responde un familiar
a la pregunta de qué trabajo tiene en España. Fátima les contó entonces que es mediadora en Médicos del
Mundo en Navarra desde 2008 y que día a día "sensibiliza a otras mujeres sobre la ablación", para que las
familias decidan no someter a sus hijas a esta experiencia.
Porque la mutilación genital empieza entre gritos de dolor y lágrimas –a veces tragadas con esfuerzo para
parecer "una mujer fuerte", cuenta Fátima– pero no termina cuando la herida deja de sangrar. La ablación
afecta en el mundo a unos 140 millones de mujeres y niñas según la la Organicación Mundial de la Salud
(OMS) y marca a las mujeres de por vida: en su vida sexual, pero también al afrontar la maternidad,
cuando pueden surgir más complicaciones en el parto. Las "infecciones vesicales y urinarias recurrentes,
los quistes y la esterilidad" son otras de las consecuencias de la mutilación genital femenina que destaca
OMS.
En el libro, Fátima relata la primera vez que mantuvo relaciones sexuales como "una experiencia
espeluznante". Fue una relación consentida, pero marcada por el dolor: su vagina nunca llegó a
ensancharse con normalidad. Las preguntas que le asaltaron siendo una niña (al ver una imagen de los
genitales femeninos en el colegio) y el resto de complicaciones que ha sufrido a lo largo de los años le
hicieron rechazar la mutilación genital del cariño y respeto que tiene hacia sus costumbres, su cultura. "La
ablación no me ha dado nada bueno", repite.
Fátima trabaja con las comunidad de africanas en Navarra, a través de Médicos del Mundo, mediante su
experiencia, con las preguntas y miedos que le han atormentado. "Cuando te preguntas, las cosas
empiezan a cambiar. ¿Para qué me han hecho esto? ¿De qué sirve? ¿Qué beneficio trae para mi salud y
para mi vida sexual?", enumera la mujer. "Cuando tú piensas eso, para qué y qué beneficios tiene eso para
ti, nunca vas a querer hacérselo a tu hija".
"Cuando empecé era muy duro hablar del tema de la mutilación. Veía caras que parecía que me iban a
comer", cuenta. "Empecé a hablar del tema de salud sexual, de conocer nuestra parte íntima. Y ahí sale el
tema de la mutilación porque, cuando ponemos las imágenes del aparato genital femenino, hay mujeres
que empiezan a preguntar: '¿Eso qué es?'. 'El clítoris'. 'Y ¿por qué yo no lo tengo?'. Entonces, a veces, se
abren y cuentan: 'Me cortaron", explica Fátima.
En otras ocasiones, los diques que levantan la vergüenza y el miedo son demasiado altos. "Tienes miedo a
la humillación, a que se rían de ti. Pero también es miedo a traicionar a tu familia, tu comunidad. Es la
educación que te han dado. La cultura que tienes. Es tu identidad como mujer". Y esos muros, esos
temores, están también aquí, en España. "El libro está destinado también a los españoles, porque ellos
piensan que la ablación está lejos y no es así. La inmigración está aquí. Las africanas están aquí y esto es
un problema de salud mundial", dice.
También un problema de violencia de género
Fátima no guarda rencor a su familia porque considera fundamental entender el contexto en el que se
ejecutan estas violaciones de derechos de las mujeres, que condenó la Asamblea General de Naciones
Unidas en una resolución en 2012. "En mi familia todas las mujeres estaban mutiladas, les habían
transmitido que era algo puro, eran buenas mujeres. Significa que una mujer que no está mutilada no
puede participar en los rituales. Eres una mujer sucia".
La falta de información y educación ampara estas conductas, por lo que Fátima ha decidido dedicar su
vida a estas tareas para que no puedan servir de excusa en el futuro. "Porque nuestras familias, nuestras
madres, nuestras abuelas pensaban que era buena para nosotras, pero ahora sabemos que no. Tenemos que
luchar para que entiendan que es malo para la salud".
Fatima Djarra Sani, autora de "Indomable. De la mutilación a la vida"  Foto: Alejandro Navarro
Bustamante
La ablación, cuenta, hay que entenderla también en un contexto de violencia estructural contra la mujer.
"Es una violación de derechos humanos y violencia de género. Pero allí (Guinea-Bissau) es algo normal.
Tu marido puede darte una cachetada y vas a casa de tus padres y te dicen: 'Vuelve, es tu marido'. Tu
marido parece tu dueño". Hoy en día, cuenta, las cosas están cambiando poco a poco. "No tanto como en
España, pero están luchando a favor de la igualdad. Si gritas a tu marido en la calle, delante de todos,
quedas en evidencia, pero en la casa puedes hablarlo y la mujer puede tener el control".
Leyes y educación para erradicar la ablación
Fátima indica que, en la lucha contra la mutilación genital femenina, las leyes son indispensables. Como
la que prohibió la ablación en su país natal en 2011 o la prohibición en España que castiga con penas de
cárcel a los padres que permiten que sus hijas sean mutiladas. "Pero sin medios, sin sensibilización, no se
puede erradicar. En Guinea-Bissau existe esa ley desde 2011 que prohíbe la mutilación, pero se sigue
haciendo en la zona rural donde no hay quien haga cumplir la ley, no hay medios suficientes. Eso trae
muchas bolsas de resistencia, no tienen policías que les persigan por no cumplir la ley".
En España, por ejemplo en Navarra y Cataluña, también existen algunos protocolos para evitar que las
niñas sean mutiladas cuando van de vacaciones a sus países de origen. Las menores deben ser revisadas
por un médico antes y después de la visita y además, sus padres llevan un documento en el que se informa
a la familia de que, si esa niña vuelve a España mutilada, sus progenitores irán a la cárcel. Se pretende de
esa manera que los parientes no obliguen a los padres a mutilar a las pequeñas; en muchos casos, además,
dependen del dinero que envían desde España y el paso por prisión cortaría esa vía de ingresos.
Fátima destaca también la necesidad de involucrar a las comunidades religiosas, que muchas veces han
servido para amparar las mutilaciones. "Yo voy con respeto. En la comunidad africana, los hombres saben
más del Corán que las mujeres, porque tienen más oportunidades para estudiarlo. Lo que les digo es que
no hay ningún versículo del Corán que diga que hay que mutilar a sus mujeres. Si el imán lo entiende,
puede sensibilizar a los hombres que van a la mezquita". En este sentido, Fátima destaca la fatwa –
pronunciamiento legal sobre una cuestión específica emitido por un especialista en la ley islámica– que
firmaron 170 imanes en contra de la ablación.
Fátima espera que, un día, la tradición no ampare lo que para ella no es más que una violación de
derechos humanos. Dice que vive entre dos mundos, que se complementan y la enriquecen. Su madre no
tramitó el libro de familia hasta que Guinea-Bissau consiguió su independencia de Portugal, en 1973.
Entonces, al de Fátima su madre añadió su nombre nativo, Djarra. Fátima Djarra. Ella, como su madre,
cuida la tradición, pero solo aquella que lo merece. Y lo tiene claro: "La ablación, no".
Refugiados y educación
Noland, el país de las personas invisibles
La educación es fundamental para los 25 millones de niños y niñas refugiados y
desplazados que actualmente hay en el mundo
14 Junio 2015 por José Luis Barreiro Areses
Actualmente hay 18 países en el mundo que siguen reclutando menores para la guerra.
Las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares y lo han perdido todo totalizan ya 51
millones en todo el mundo (cuatro millones más que toda la población de España), la cifra más alta en los
últimos 20 años. Un drama que afecta especialmente a los 25 millones de niños y niñas a quienes tenemos
la obligación de proteger, cuidar y, sobre todo, educar.
Hace tres años la ONG Entreculturas creó un país virtual donde viven todas las personas refugiadas y
desplazadas y que cada año, por estas fechas, recuerda. Un colectivo que resulta invisible a los ojos de los
ciudadanos y que según los datos más recientes de Naciones Unidas ya llega a los 51 millones de
personas. De ellas, 25 millones son niñas y niños que, además de la dureza de su situación como
desplazados, se ven privados de sus derechos como menores, a no sufrir abusos y violencia, el derecho a
jugar y vivir en paz y, especialmente, del acceso a la educación. Además, hay otros 230 millones de niños
y niñas que, aún sin estar desplazados, viven en países afectados por conflictos armados. Actualmente hay
18 países en el mundo que siguen reclutando menores para la guerra.
De esos menores, un parte importante son niñas, un colectivo doblemente vulnerable. Además de padecer
las duras consecuencias de esta situación, sufren discriminación de género y la amenaza de padecer
abusos sexuales o maltrato físico y sicológico. La educación es clave para ellas, las protege y les da
oportunidades de desarrollo.
Son pequeños que se ven privados de su derecho a aprender, a estar en la escuela, a jugar, a imaginar un
futuro mejor. Niños y niñas a las que el conflicto armado ha robado su infancia. Que no tienen acceso a la
educación o la abandonan tempranamente perdiendo toda oportunidad de labrarse un futuro y una vida
digna. Se vuelven completamente vulnerables al reclutamiento militar y también a la violencia sexual que
va asociada al mismo, especialmente entre las niñas. Deben urgentemente volver a conseguir un ambiente
de paz y un clima de protección.
En este contexto, la educación juega un papel esencial. Recupera los espacios en situaciones de
emergencia, le acoge y les protege contra estas y contra otro tipo de amenazas. Además, la escuela
proporciona orden estructura, normalidad y cierta esperanza de futuro.
En estos momentos, la zona más conflictiva es la afectada por el conflicto de Siria, que ha provocado que
1,1 millones de personas se hayan ido a Líbano, de ellos, 400.000 son niñas y niños.
Travesía solidaria en la Ría de Vigo
El próximo sábado, 20 de junio, se celebra el Día Internacional de las personas refugiadas. Esa jornada,
Entreculturas Vigo recordará la situación de los menores que no puede ir a la escuela en una actividad
pionera en esta ciudad, una Travesía Solidaria bajo el lema ―Navegamos por la Educación‖, que tendrá
lugar en la ría de Vigo reuniendo a cerca de 100 niños y niñas de las diferentes escuelas de vela de la ría.
Desde Entreculturas les recordarán el decisivo papel de la educación en la construcción de la paz, en los
que se aprenden valores como la tolerancia, el respeto mutuo o la capacidad de convivir pacíficamente. Se
realizará una recogida masiva de firmas por la educación. Y como colofón final, todos los barcos de las
escuelas navegarán de Vigo a Moaña bajo ese lema.
Recordando las palabras de la joven Malala, premio Nobel de la Paz, ―que sea la última vez que un niño o
una niña inocente pierde la vida en una guerra. Que sea la última vez que un aula se quede vacía. Que sea
la última vez que se le diga a una niña que la educación es un delito y no un derecho. Y que construyamos
un futuro mejor aquí y ahora‖
Más información en www.noland.eu
La miseria golpea a la familia y a veces la
destruye
23/06/2015
El Papa denuncia los ataques que sufre la familia: miseria, precariedad y paro, las guerras...También
destaca la tentación del dinero y del goce individual que destruyen los vínculos solidarios en la familia y
en la sociedad
o La guerra es una cuestión terrible, que golpea especialmente a las familias. La guerra
es "la madre de todas las pobrezas", una gran depredadora de vidas, de almas y de los
afectos más sagrados y más queridos"
La pérdida de trabajo, o su fuerte precariedad, inciden duramente sobre la vida familiar.
o La mirada brillante de muchos niños, privados de todo, que están en escuelas
construidas con nada, cuando muestran con orgullo sus lápices y cuadernos.
Debemos arrodillarnos ante estas familias, que son una verdadera escuela de
humanidad que salva a las sociedades de la barbarie.
o El hecho irrita a aquellos planificadores del bienestar.
Texto completo de la catequesis del Papa Francisco sobre las familias y la pobreza
(03/06/2015)
Queridos hermanos y hermanas ¡Buenos días!
En estos miércoles hemos reflexionado sobre la familia y vamos avanzando en este
tema, reflexionando sobre la familia. A partir de hoy nuestras catequesis se abren, con la
reflexión sobre la consideración de la vulnerabilidad que tiene la familia, en las condiciones de
vida que la ponen a prueba. ¡La familia tiene tantos problemas que la ponen a prueba!
Una de estas pruebas es la pobreza. Pensamos en tantas
familias que viven en las periferias de las metrópolis, pero también en las
zonas rurales... ¡Cuánta miseria, cuánto degrado! Y además para
empeorar la situación, en algunos lugares llega también la guerra. La
guerra es siempre una cuestión terrible, que golpea especialmente a las
poblaciones civiles, a las familias. De verdad la guerra es "la madre de
todas las pobrezas", una gran depredadora de vidas, de almas y de los
afectos más sagrados y más queridos".
A pesar de todo esto, existen tantas familias pobres que con dignidad buscan conducir
su vida cotidiana, a menudo confiando abiertamente en la bendición de Dios. Esta lección, no
debe justificar nuestra indiferencia, ¡sino aumentar nuestra vergüenza! por el hecho de que
exista tanta pobreza. Es casi un milagro que, también en la pobreza, la familia continúe
formándose e incluso conserve - como puede - la especial humanidad de sus vínculos.
El hecho irrita a aquellos planificadores del bienestar que consideran los afectos, la
generación, los vínculos familiares, como una variable secundaria de la calidad de vida. ¡No
entienden nada! Al contrario, nosotros debemos arrodillarnos delante a estas familias, que son
una verdadera escuela de humanidad que salva a las sociedades de la
barbarie.
¿Qué nos queda, de hecho, si cedemos al chantaje de César y
de Mamón,, de la violencia y del dinero, y renunciamos también a los
afectos familiares? Una nueva ética civil llegará solamente cuando los
responsables de la vida pública reorganicen las relaciones sociales
luchando contra lucha la espiral perversa que une familia y pobreza, que
nos lleva al abismo.
La economía actual frecuentemente se ha especializado en el goce del bienestar
individual, pero practica extensamente la explotación de los vínculos familiares. ¡Esta es una
contradicción grave! ¡El inmenso trabajo de la familia, no aparece en los balances financieros
naturalmente! La economía y la política son reacias a reconocerlo. Y todavía, la formación
interior de la persona y los círculos sociales de los afectos, tienen allí sus columnas. Si las
quitas, cae todo.
No es solamente una cuestión de pan. Hablamos de trabajo, educación, sanidad. Es
importante entender bien esto. Nos conmueve mucho cuando vemos imágenes de los niños
desnutridos y enfermos que se nos muestran en tantas partes del mundo. Al mismo tiempo,
nos conmueve también mucho la mirada brillante de muchos niños, privados de todo, que
están en escuelas construidas con nada, cuando muestran con orgullo sus lápices y
cuadernos. ¡Cómo miran con amor a su maestro o su maestra! Verdaderamente los niños
Hay que luchar por
romper la espiral
perversa que lleva
a las familias a la
pobreza y que nos
lleva al abismo
"No es solo una
cuestión de pan.
Hablamos de
trabajo,
educación, sanidad"
saben que ¡el hombre no vive solo de pan! También del afecto familiar; cuando existe la miseria
los niños sufren, ellos quieren amor, los vínculos familiares.
Nosotros los cristianos debemos ser más cercanos a las familias a las que la pobreza
pone a la prueba. Piensen, todos ustedes si conocen a algún papá sin trabajo, alguna mamá
sin trabajo... la familia sufre, los vínculos se debilitan. Es feo esto. De hecho, la miseria social
golpea a la familia y a veces la destruye. La falta o la pérdida de trabajo, o su fuerte
precariedad, inciden duramente sobre la vida familiar, poniéndola a dura prueba las relaciones.
Las condiciones de vida en los barrios más pobres, con los problemas de habitación y de
transporte, como también la reducción de los servicios sociales, sanitarios y educativos, causan
más dificultades.
A estos factores materiales se añade el daño causado a la familia por los pseudo -
modelos, difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y el culto por
aparentar, que influyen en las clases sociales más pobres e incrementan la disgregación de los
vínculos familiares. ¡Cuidar a las familias, cuidar el afecto, cuando la miseria pone a la familia a
prueba!
La Iglesia es madre, y no debe olvidar este drama de sus hijos. También ella debe ser
pobre, para hacerse fecunda y responder a tanta miseria. Una Iglesia pobre es una Iglesia que
practica una voluntaria sencillez en su propia vida -en sus instituciones, en el estilo de vida de
sus miembros- para abatir todo muro de separación, sobre todo de los pobres.
Es necesaria la oración y la acción. Recemos intensamente al Señor, que nos sacuda,
para hacer que nuestras familias cristianas sean protagonistas de esta revolución de la
cercanía familiar ¡Qué ahora es tan necesaria! De esta cercanía familiar, desde el inicio, está
hecha la Iglesia.
Y no olvidemos que el juicio de los necesitados, de los pequeños y de los pobres
anticipa el juicio de Dios ( Mt 25, 31-46). No olvidemos esto y hagamos todo, todo lo que
podamos para ayudar a las familias a ir hacia adelante en la prueba de la pobreza y de la
miseria que golpea los afectos, los vínculos familiares.
Quisiera leer una vez más el texto de la Biblia que hemos escuchado al inicio y que
cada uno de nosotros piense en las familias que están probadas por la miseria y la pobreza. La
Biblia dice así:
«Hijo, no prives al pobre de lo necesario para la vida, no seas insensible a la mirada de
los necesitados. No entristezcas a quien tiene hambre, no exasperes a quien está en dificultad.
No preocupes a un corazón que ya está exasperado, no niegues un don al necesitado. No
rechaces la súplica del pobre, no evites la mirada del indigente. De quien te pide no rechaces la
mirada, no le des ocasión de maldecirte» (Sir 4, 1-5a).
Porque esto será aquello que hará el Señor -lo dice el Evangelio- si no hacemos estas
cosas.
Pido perdón por las violencias cristianas
contra los Valdenses, dijo el Papa
2015-06-22 Radio Vaticana
Visita histórica de un Pontífice a un Templo Valdense
(RV).- En su segunda jornada en Turín, el Papa Francisco visitó la mañana del cuarto lunes de
junio, a la comunidad del Templo Valdense. En este encuentro histórico, puesto que se trata de la primera
visita de un Sucesor de Pedro, el Pontífice fue recibido por el Moderador de la Mesa Valdense,
Eugenio Bernardini, el Pastor titular de esta Iglesia, Paolo Ribet, y el Presidente del Consistorio de la
Iglesia Evangélica Valdense, Sergio Velluto.
Espiritualidad y fe
En efecto, el Santo Padre llegó a las 9.00 al Templo Valdense de Corso Vittorio Emanuele II procedente
de la sede del Arzobispado de Turín, donde había pernoctado. En el discurso que les dirigió, el Papa
Francisco comenzó con un breve recuerdo personal de sus encuentros anteriores con los amigos de esta
Iglesia Evangélica del Río de la Plata, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, de los que pudo apreciar
– dijo – ―la espiritualidad y la fe‖ y de los que aprendió ―tantas cosas buenas‖.
El redescubrimiento de la fraternidad a pesar de las diferencias: una comunión en camino
De hecho, al dirigirse con gran alegría a estos queridos hermanos y hermanas, y tras agradecer la
invitación recibida por los responsables de esta comunidad de Turín, el Papa dijo:
―Uno de los principales frutos que el movimiento ecuménico ya ha permitido que recojamos en estos años
es el redescubrimiento de la fraternidad que une a todos aquellos que creen en Jesucristo y han sido
bautizados en su nombre‖.
El Obispo de Roma explicó que este lazo no está basado en criterios sencillamente humanos, sino en la
participación radical de le experiencia fundante de la vida cristiana, a saber: ―El encuentro con el amor de
Dios que se revela a nosotros en Jesucristo y la acción transformadora del Espíritu Santo que nos asiste
en el camino de la vida‖. Razón por la cual el Papa dijo:
―El redescubrimiento de semejante fraternidad nos permite captar el lazo profundo que ya nos une, a
pesar de nuestras diferencias. Se trata de una comunión aún en camino – y la unidad se hace en camino –
una comunión que, con la oración, con la continua conversión personal y comunitaria, y con la ayuda de
los teólogos, confiados en la acción del Espíritu Santo, esperamos que pueda llegar a ser plena y visible
en la verdad y en la caridad‖.
La Iglesia católica pide perdón por sus culpas pasadas
Francisco explicó que ―la unidad, que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad‖. En efecto,
dijo, los hermanos están unidos por un mismo origen, ―pero no son idénticos entre sí‖. ―Lamentablemente
– afirmó el Papa – ha sucedido y sigue sucediendo que los hermanos no acepten sus diversidades y
terminen por hacerse la guerra uno contra otro‖.
―Reflexionando sobre la historia de nuestras relaciones, no podemos dejar de entristecernos frente a
contiendas y violencias cometidas en nombre de su propia fe, y pido al Señor que nos dé la gracia de
reconocernos todos pecadores y de saber perdonarnos recíprocamente‖.
El Papa Francisco añadió que por iniciativa de Dios, quien jamás se resigna frente al pecado del hombre,
se abren caminos nuevos para vivir nuestra fraternidad, a lo que, por otra parte, no podemos sustraernos:
―Por parte de la Iglesia católica les pido perdón. Les pido perdón por las actitudes y los comportamientos
no cristianos, incluso no humanos que, en la historia, hemos tenido contra ustedes. En nombre del Señor
Jesucristo, ¡perdónenos!‖.
Las relaciones entre los valdenses y los católicos hoy se fundan en el respeto mutuo y en la caridad
fraterna
El Papa constató con satisfacción que hoy las relaciones entre los católicos y los valdenses se fundan cada
vez más ―en el respeto mutuo y en la caridad fraterna‖, tal como lo testimonian, por ejemplo, la
traducción inter-confesional de la Biblia, los acuerdos pastorales para la celebración del matrimonio, la
reciente redacción de un llamamiento conjunto contra la violencia contra las mujeres y otras iniciativas
comunes.
Francisco se refirió a los muchos contactos cordiales en diversos contextos locales, donde se comparten la
oración y el estudio de las Escrituras, y recordó el intercambio ecuménico de dones realizado con ocasión
de la Pascua, por la Iglesia Valdense de Pinerolo y de esa Diócesis:
―La Iglesia Valdense ofreció a los católicos el vino para la celebración de la Vigilia de Pascua y la
Diócesis católica ofreció a los hermanos valdenses el pan para la Santa Cena del Domingo de Pascua. Se
trata de un gesto entre las dos Iglesias, que va mucho más allá de la sencilla cortesía y hace pregustar, en
cierto sentido – pregustar en cierto sentido – esa unidad de la mesa eucarística que anhelamos‖.
Que las diferencias no sean un obstáculo contra la colaboración en la evangelización y en las obras
El Santo Padre subrayó que estos pasos animan a proseguir por este camino común y destacó que un
primer ámbito en el que se abren amplias posibilidades de colaboración entre valdenses y católicos es el
de la evangelización, mientras otro es el del servicio a la humanidad que sufre, a los pobres, a los
enfermos y a los marginados.
Y tras agradecer lo que anteriormente se había dicho sobre los emigrantes, Francisco añadió:
―La elección de los pobres, de los últimos, de aquellos a quienes la sociedad excluye, nos acerca al
corazón mismo de Dios, que se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza y, en consecuencia,
nos acerca más unos a otros‖.
Además, el Santo Padre manifestó su deseo de que las diferencias que siguen existiendo entre ambas
Iglesias sobre importantes cuestiones antropológicas y éticas no deben impedir que se encuentren formas
de colaboración en estos y otros ámbitos.
Y concluyó diciendo:
―Queridos hermanos y hermanas, les agradezco nuevamente este encuentro, que quisiera que nos
confirmara, recíprocamente, en un nuevo modo de ser: mirando ante todo la grandeza de nuestra fe
común y de nuestra vida en Cristo y en el Espíritu Santo, y, sólo después, las divergencias que aún
subsisten. Les aseguro mi recuerdo en la oración y les pido, por favor, que recen por mí: tengo tanta
necesidad de esto. Que el Señor nos conceda a todos su misericordia y su paz‖.
Este encuentro terminó con el Canto Coral y el rezo del Padrenuestro. Posteriormente tuvo lugar, en un
salón adyacente, el intercambio de dones y la entrevista con una delegación de esta Iglesia Evangélica.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
El amor de Cristo nos apremia hacia los
que sufren y los perseguidos, dijo el Papa
en el rezo a María
2015-06-21 Radio Vaticana
La Sábana Santa es icono del amor más grande
(RV). Al concluir la Misa, el Papa Francisco introdujo el rezo mariano a la Madre de Dios y
Madre amorosa de todos, a la que Jesús le encomendó a la humanidad.
Haciendo hincapié en que la Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al
mismo tiempo, impulsa hacia el rostro de toda persona sufriente y perseguida injustamente, el Obispo de
Roma recordó a San José Benito Cottolengo y a San Juan Bosco, en el bicentenario de su nacimiento.
Le encomendó a la Virgen Santa la ciudad de Turín, su territorio y todos los que viven allí, para que
puedan vivir en la justicia, en la paz y en la fraternidad. En especial, «a las familias, a los jóvenes, a los
ancianos, a los encarcelados y a todos los sufrientes, con una especial consideración por los
enfermos de leucemia, hoy en la Jornada Nacional contra la leucemia, linfoma y mieloma. María
Consolata, reina de Turín y del Piamonte, fortalezca nuestra fe, asegure nuestra esperanza y fecunde
nuestra caridad, para ser ―sal y luz‖ de esta bendita tierra».
(CdM – RV)
Voz y texto completo de las palabras del Papa en el rezo del Ángelus
Al final de esta celebración, nuestro pensamiento se dirige a la Virgen María, Madre amorosa y
premurosa con todos sus hijos, que Jesús le ha confiado desde la cruz, mientras ofrecía a Sí mismo en el
gesto de amor más grande. Ícono de este amor es la Síndone, que también esta vez ha congregado tanta
gente aquí en Turín. La Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo
tiempo, impulsa hacia el rostro de toda persona sufriente y perseguida injustamente. Nos impulsa en la
misma dirección del don de amor de Jesús. ―El amor de Cristo nos apremia‖: estas palabras de San Pablo
eran el lema de San José Benito Cottolengo.
Recordando el ardor apostólico de tantos sacerdotes santos de esta tierra, desde Don Bosco, de quien
recordamos el bicentenario de su nacimiento, los saludo con gratitud a ustedes, sacerdotes y religiosos.
Ustedes se dedican con empeño al trabajo pastoral y son cercanos a la gente y a sus problemas. Los animo
a llevar adelante con alegría su ministerio, apuntando siempre a lo que es esencial en el anuncio del
Evangelio. Y mientras les agradezco a ustedes, hermanos Obispos del Piamonte y del Valle de Aosta, por
su presencia, los exhorto a estar junto a sus sacerdotes con afecto paterno y calurosa cercanía.
A la Virgen Santa le confío esta ciudad y su territorio y aquellos que habitan aquí, para que puedan vivir
en la justicia, en la paz y en la fraternidad. En especial encomiendo a las familias, a los jóvenes, a los
ancianos, a los encarcelados y a todos los sufrientes, con una especial consideración por los enfermos de
leucemia, hoy en la Jornada Nacional contra la leucemia, linfoma y mieloma. María Consolata, reina de
Turín y del Piamonte, fortalezca nuestra fe, asegure nuestra esperanza y fecunde nuestra caridad, para ser
―sal y luz‖ de esta bendita tierra, de la que yo soy nieto.
(Traducción del italiano: Renato Martínez – RV)
Francisco a los jóvenes: sean castos y
vayan contracorriente
(©Reporters)
(©Reporters) El entusiasmo de la juventud turinesa
«No se jubilen a veinte años». Y sobre la desconfianza,
criticó a las grandes potencias que no bombardearon
los trenes nazis y a los políticos que acarrean a los
países a las guerras
iacopo scaramuzzi
Turín
Papa Francisco invitó a los jóvenes a ir «contracorriente» con respecto a la difundida cultura consumista y
hedonista («Seré impopular: sean castos, el amor es servicio»), en la última cita pública de su primer día
en Turín. Respondiendo a la pregunta de una chica (¿cómo no caer en el desánimo?), puso algunos
ejemplos históricos para explicar que comprendía la desconfianza: la «gran tragedia» armenia que se
verificó en la absoluta indiferencia mundial, las purgas stalinianas, las grandes potencias que no
detuvieron los trenes que llevaban a los judíos, a los cristianos, a los gitanos y a los homosexuales a los
campos de concentración de los nazis. Francisco insistió en la invitación a rechazar una «cultura del
descarte» que afecta a los ancianos y a los jóvenes.
El Papa entregó el discurso que había preparado y respondió (auqnue dijo que conocía las preguntas de
los tres chicos) a Chiara Vagnoni, a Sara Amodio y a Luigi Capello, después de que otros dos jóvenes
hubieran introducido el encuentro, dándole la bienvenida en piamontés, y después de haber besado la
Cruz de madera de la Jornada Mundial de la Juventud, que se llevará a cabo en 2016 en Cracovia.
Francisco citó al beato Piergiorgio Frassati, ante cuya tumba se detuvo esta mañana en la catedral de
Turín, para subrayar el necesario «deseo de vivir» de la juventud. «¿Saben? Es feo ver a un joven
detenido, que vive, permítanme la expresión, como un vegetal... Sepan que me dan mucha tristeza al
corazón esos jóvenes que se jubilan a los veinte años, que ¡envejecieron en seguida! Pero cuando el joven
ama, no se jubila, crece, crece y da».
EL amor, prosiguió Bergoglio, «no es una telenovela» y radica «más en las obras que en las palabras»,
«se comunica, se dialoga». «Sé que ustedes son buenos y me permitiría hablar con sinceridad», prosiguió,
«quisiera decirles una palabra impopular: incluso el Papa debe arriesgarse para decir la verdad: el amor es
muy respetuoso de las personas, no usa a las personas, esto es, el amor es casto y, a ustedes, jóvenes, en
este mundo hedonista, en este mundo en el que solo tiene publicidad el palcer, pasarlo bien, vivir bien, yo
les digo: ¡sean castos! Todos nosotros –prosiguió– hemos pasado por momentos en los que esta virtud es
muy difícil, pero es justamente la prueba de un amor genuino, de un amor que sabe dar la vida, que no
busca al otro por el propio placer, un amor que hace sacra la vida de la otra persona. Perdónemne si digo
una cosa que no se esperaban: les pido, hagan el esfuerzo de vivir el amor castamente», porque «el amor
es servir a los demás».
El Papa después afrontó, en respuesta a la segunda pregunta, el tema del sentido de desánimo y de
desconfianza en la vida que sienten muchos jóvenes. «A menudo respiramos un sentido de desconfianza
en la vida, porque hay situaciones que nos hacen pensar: ―No vale la pena vivir así‖. Pensamos en este
mundo, en las guerras. A veces yo digo que estamos viviendo la tercera guerra mudnial, pero a pedacitos:
en Europa hay guerra, en África hay guerra, en Medio Oriente hay guerra, en muchos otros países hay
guerra. Pero, ¿puedo tener confianza en una vida así? ¿Puedo confiar en los dirigentes mundiales?
¿Cuando voy a dar el voto por un candidato, puedo confiar en que no acarreará a mi país a la guerra? ¡Si
confías solo en los hombres, estás perdido! Hay empresarios que se dicen cristianos y frabrican armas:
eso da un poco de desconfianza. ―No, yo no fabrico armas, solo tengo mis ahorros, mis inversiones en las
fábricas de armas‖». También en esta época, añadió, «la hipocresía es una moneda corriente, la doble
cara». Francisco también citó otros ejemplos: «La gran tragedia de Armenia, a principios del siglo
pasado, cuando millones murieron: ¿en dónde estaban las grandes potencias de entonces? Veían hacia
otra parte, estaban interesadas en las guerras». Y, para ellos, explicó, todos los muertos «son seres
humanos de segunda clase». Y luego el Holocausto, «las grandes potencias tenían fotografías de las vías
de ferrocarril que llevaban los trenes a los campos de concentración, a Auschwitz, para matar a judíos,
pero también a cristianos, gitanos, homosexuales. Pero, ¿por qué no las bombardearon? ¡EL interés!». Y
luego las purgas de Stalin: «¿Cuántos cristianos fueron asesinaods, y las grandes potencias se dividían
Europa como un pastel. Tuvieron que pasar muchos años antes de poder llegar a una cierta libertad».
Es decir, concluyó el Papa dirigiéndose a la chica que le había hecho la pregunta, «comprendo lo que
dices sobre la desconfianza; también ahora estamos viviendo un acultura del descarte: lo que no es de
utilidad económica se descarta, una especie de eutanasia escondida: se descarta a los ancianos, y ahora se
descarta a los jóvenes (el 40% de los jóvenes aquí están sin trabajo), es un descarte, ¿por qué? Porque en
el sistema económico mundial no son el hombre y la mujer, como Dios quiere, el centro, sino el dios
dinero». Y si los jóvenes no pueden sentirse dignos «porque no tienen trabajo» corren el riesgo de acabar
«en las dependencias, en la depresión, se suicidan, o cuántas veces estos jóvenes no se van con los
terroristas, para hacer algo por lo menos, por un ideal. Yo comprendo este desafío. Por ello, Jesús nos
decía que no pongamos nuestras seguridades en las riquezas, en los poderes mundanos».
Al final, prosiguiendo su relfexión, llegó a la tercera pregunta. El Papa animó a los chicos a
comprometerse en proyectos de servicio, «pensemos en los niños de la calle, en los migrantes, para
promoverlos, en la alegría de los oratorios», porque entonces «el sentido de desconfianza se va», «hacer,
hacer, hacer contracorriente», y frente a valores como «pompas de jabón» o publicidad que «quiere
convencernos de que son diamantes cuando nos venden vidrio». Francisco conclyó con una broma:
«Ustedes son inteligentes y seguramente alguno podría decirme: ―Pero, padre, usted habla así porque vive
en el Vaticano, tiene a muchos monseñores que le hacen el trabajo y usted está tranquilo, y no sabe qué es
la vida de todos los días...‖. Y sí, algunos pueden pensar así. El secreto es entender bien dónde se vive: in
esta tierra». Hay que vivir en la realidad, «y si esta realidad es vidrio y no diamante, entonces yo busco la
realidad contracorriente y me hago mi realidad, pero que sea servicio a los demás!». Y al final exhortó a
los jóvenes: «aquí hay muchos universitarios, tengan mucho cuidado y no crean que es solo estudiar: ser
universitarios quiere decir también salir, y salir en el servicio con los pobres».
Obras completas
Edición de Maximiliano Herráiz
Teresa de Jesús
Teresa mujer, doctora de la Iglesia, poetisa, fundadora, mística, escritora, carmelita. A lo
largo de sus Obras completas el lector es invitado a sumergirse en la complejidad y
riqueza de una de las figuras más deslumbrantes del siglo XVI.
De Teresa puede decirse que es la escritora que más ha influido en el itinerario espiritual
de innumerables buscadores del Absoluto, quienes la han considerado su «madre y
maestra». Ella es, en fin, la «mujer inquieta y andariega» que camina tras la verdad y el
amor inabarcables, manifestados en Jesús de Nazaret.
Mujer empeñada apasionadamente en el diálogo entre «letras» y «experiencia», entre la
razón y el corazón, trabaja incansable en la creación de verdaderas comunidades de fe
donde se viva a la luz del Espíritu.
Quinientos años después, Teresa sigue siendo actual. Ella recuerda profética y
esperanzadamente a quien se adentra en su obra: «No echen culpa a los tiempos, que
para hacer Dios grandes mercedes siempre es tiempo».
Maximiliano Herráiz, carmelita, dedicó seis largos años a la preparación de estas Obras
completas de la primera Doctora de la Iglesia, que ahora se completan con la revisión del
texto original y la actualización de sus introducciones, notas e índices.
Versos y canciones
Teresa de Jesús
Teresa de Jesús, mujer, carmelita, mística, fundadora, escritora, doctora de la Iglesia y
también poetisa.
Sus versos y canciones no nacieron del afán de gloria literaria, sino de la necesidad de
comunicar de otra manera su desbordante vida interior.
Como dice uno de sus contemporáneos, Teresa gustaba además de componer versos
sobre «todos los sucesos que nos acontecían». Así, ella crea letras para cantar con sus
hermanas en las fiestas religiosas, en las ceremonias de toma de hábito… e incluso para
ahuyentar a los piojos que invaden sus ropas.
La sencillez formal de estos versos y canciones de Teresa han acercado su poesía a todo
tipo de personas, desde aquellas que únicamente podían escucharlas y memorizarlas por
no saber leer, a no pocos poetas que a través de ellas se han adentrado en el inagotable
misterio del amor.
Destruir el recuerdo del „mal radical‟
El País | Santos Juliá
El horror de los campos de exterminio consistía, según nos enseñó en su magistral lección sobre el
totalitarismo Hannah Arendt, en el hecho de que los reclusos, aun en el caso de que conservaran la vida,
estaban más efectivamente cortados del mundo de los vivos que si hubieran muerto. Era como si se
hubiesen convertido en material desechable, superfluo, destinado a la liquidación, como si nunca hubieran
existido. En eso consistía lo que Arendt, tomando el concepto de Kant, pero llenándolo del contenido de
una experiencia vivida, de una vivencia propia, llamó el mal radical, el lugar de la dominación total,
quintaesencia del totalitarismo, masas humanas encerradas en campos de concentración, sometidas a la
peor tortura imaginable: vivir como si ya hubieran muerto.
Toda representación del pasado tiene límites exteriores al texto y al sujeto que los recuerda, límites que
no tienen nada que ver con la libertad de expresión ni con cualquier consideración moral, sino que
proceden de los mismos hechos que se pretende representar. Como Perry Anderson y Carlo Ginzburg
replicaron a Hayden White, no es posible representar la planificada operación política y administrativa de
exterminio de judíos —conocida en el argot nazi como Solución Final — según el modo de tramar de
un romance o una comedia. Sin duda, la representación es obra del autor, su invención, pero para que esa
invención no destruya la memoria del pasado que se trata de reconstruir debe estar controlada por las
voces que nos llegan de ese mismo pasado.
ENRIQUE FLORES
A eso era a lo que exhortaba el camarada Kaminsky, una tarde de domingo en Buchenwald, al grupo de
reclusos que escuchaba en estremecido silencio, de boca de un judío superviviente entre una montaña de
cadáveres transportados en un convoy de la muerte, la explicación del funcionamiento del sistema de
exterminio en los campos de Auschwitz-Birkenau, la selección de los presos, las cámaras de gas, los
hornos crematorios: ―No lo olvidéis‖, repetía con voz ronca y justiciera el alemán Kaminsky, y nos
recordaba Jorge Semprún: ―No lo olvidéis jamás: ¡Alemania es culpable; mi patria es culpable!‖. Es, por
decirlo ahora con la bella metáfora del último Paul Ricoeur, ―la memoria herida por la historia‖, lo que
quiere decir: memoria que recuerda aquello que la voluntad quisiera olvidar porque su mera evocación
hiere a nuestra gente, a los nuestros.
Por eso, porque el hombre es libre, capaz del mal radical y de la negación de su recuerdo, cabe también
construir un relato de esos hechos, no para dar cuenta de ellos sino con el propósito de destruir su
memoria como experiencia del mal radical. Y es esta la clase de narración elegida por el autor del tuit
difundido hace cuatro años por quien ahora es concejal del Ayuntamiento de Madrid, cuando convierte la
Solución Final en un chascarrillo que no se limita a banalizar el mal, como cree quien lo ha propagado:
banalizar el mal radical es lo que Otto Adolf Eichmann pretendía ante el tribunal que lo juzgaba en
Jerusalén cuando explicaba su participación en el exterminio de judíos como burocrático cumplimiento de
un deber de obediencia a unos jefes portadores de una misión universal; banalizar el mal es a lo que se
dedican ahora los miembros de ETA y sus cómplices y amigos cuando narran sus asesinatos en el modo
épico, como mero resultado de la lucha por la liberación de un pueblo. Pero lo que pretende este tuit no es
eso; es machacar, pulverizar, destruir las voces que nos llegan de aquel horror para convertirlas en cenizas
de cigarrillos depositadas en el cenicero de un coche. Lo de menos es que rebase o no los límites de la
libertad de expresión, que su contenido sea o no insultante, o que manifieste un gusto deplorable; todo
eso, para el caso, es irrelevante. Lo que importa es que con ese procedimiento narrativo destruye la
memoria del mal radical: el exterminio de judíos, así contado, es recibido con una carcajada por el
público al que va destinado.
Solo cuando ha caído en la cuenta del efecto político que alcanzaba su narración, el responsable de la
difusión por las redes sociales de este acto de borrado de la memoria ha pedido públicamente perdón a
quienes se hayan sentido ofendidos. Bien está, pero ¿basta esta petición o, más aún, bastaría un perdón
otorgado por los ofendidos para mantenerse en un cargo público como representante elegido por los
votantes de un partido? No, en absoluto. El perdón es un acto moral, que concierne ante todo a quien lo
pide y a quien lo otorga. Aquí no se trata de eso, sino del elegido por unos votantes que carecían de
elementos de juicio sobre la identidad política del sujeto que les pedía, como miembro de una
candidatura, su voto. Lo obligado no es pedir perdón sino tomar nota de la propia e intransferible
responsabilidad política y actuar en consecuencia, como inevitablemente se ha visto impelido a reconocer
Guillermo Zapata renunciando a su designación como responsable de la concejalía de cultura, aunque con
el peregrino argumento de que era ese ámbito el exclusivamente afectado por su intervención en las redes.
La pregunta es: si para la cultura de Madrid habría sido un oprobio verse representada por el difusor, a
título personal, de este texto de destrucción de la memoria, ¿por qué no habría de serlo para los
ciudadanos de cualquier distrito? La respuesta solo es posible cuando se conteste a esta otra pregunta:
¿habrían consentido ni por un instante sus compañeros de candidatura la presencia a su lado de alguien
que hubiera difundido por las redes un chiste en el que los asesinados por una banda fascista en un
despacho de abogados de Atocha hubieran aparecido como ceniza arrojada a un vertedero? ¿lo habrían
votado sus electores?.
Los actos políticos deben tener consecuencias políticas. La práctica del mal radical, en el sentido que
Arendt y Semprún dieron a este concepto, es un acto político, una práctica de poder total sobre la vida y
sobre la muerte. Aparte de cualquier consideración moral, el mandato de su recuerdo es, por eso, una
exigencia política. Puede no cumplirse, sin duda, lo mismo que puede pervertirse o instrumentalizarse al
servicio de intereses espurios. Tal es la carga de la libertad del hombre: que de la misma manera que en su
libre decisión radica la posibilidad de cometer o no un acto de mal radical, también pertenece al ámbito de
su libertad cumplir el mandato de memoria o destruirla. Uno y otro son actos políticos, pero uno y otro
deben arrastrar, por lo mismo, exigencias políticas tan radicales como el mal cuya memoria herida por la
historia se pretende cultivar o destruir.
Santos Juliá es historiador.
España en la obra de John H. Elliott
ABC | Manuel Lucena Giraldo
Es condición general de los historiadores, a fin de cuentas señores del tiempo, alcanzar una avanzada
edad. Doble mérito si además, como en el caso del maestro y premio Príncipe de Asturias John H. Elliott,
se llega a los 85 años, este 23 de junio, en una forma espléndida. En tiempos convulsos como estos,
resuena una afirmación suya de 1994 cargada de sentido: «La obligación del historiador es buscar lo que
cree que es la verdad, por incómodas que sean las consecuencias. Todas las sociedades necesitan mitos,
pero también requieren de historiadores que los cuestionen y de ese modo aseguren que el pasado no se
fosilice en las mentalidades del presente». La vocación por la incomodidad, asentada en una sólida
condición moral, es basamento de una carrera intelectual que, a efectos españoles, comenzó en 1950. En
un viaje memorable que ha evocado de manera repetida, la última vez en una suerte de autobiografía
titulada «Haciendo historia» (2012), Elliott recorrió España formando parte de un grupo de estudiantes de
Cambridge. La visita al Museo del Prado, una conmoción, le dispuso ante el enigma magnífico que
supone la posible correlación entre apogeo cultural y decadencia política. ¿Cómo era posible que la patria
del asombroso Velázquez fuera también la de aquella monarquía regida por Felipe IV, a punto de
disolución? «Me impresionó mucho el país», evocó décadas después. La memoria visual del Prado, a
cuyo patronato ha hecho una extraordinaria contribución, constituye referencia e hilo conductor de su
obra, cuyos libros remiten en una secuencia característica a determinadas pinturas, que podríamos llamar
«de época».
El retrato velazqueño del conde-duque de Olivares, pintado hacia 1638, apunta una cuestión clásica en la
obra de Elliott, la arrogancia del poder y su representación. También, en tono no precisamente menor,
aparece la relación dinámica entre quienes detentan los gobiernos y quienes les obedecen, en el marco de
relaciones de contingencia. Las cosas fueron de un cierto modo, pero las opciones de libertad humana
estuvieron y están abiertas, de modo que pudieron acontecer de otro. La tarea del historiador es
estudiarlas y narrarlas con lenguaje elegante, medido y oportuno. La biografía que publicó en 1986 sobre
Olivares, con el subtítulo «El estadista en una era de decadencia», puede verse como evolución natural de
preocupaciones nacidas treinta años antes, ante las imágenes del Prado promovidas por el favorito para
celebrarse a sí mismo, con permiso y anuencia de su rey y señor. Ese mundo de privados y validos, en
Europa y España, expresó una cómoda dejación de responsabilidades por parte de los monarcas que, en
nuestro caso, sucedieron al formidable Felipe II. Sin duda la fabricación de majestad por sus sucesores se
correspondió con una apoteosis gloriosa de la cultura cortesana española, que desde el siglo XVIII hemos
llamado con justificado orgullo «Siglo de Oro».
Habría que actualizar las interpretaciones complacientes de algunos de los elementos que lo
constituyeron, pero sin duda el palacio del Buen Retiro y dentro de él, como ingenio central, el salón de
reinos deben a Elliott, que publicó en 1980 junto con Jonathan Brown una monografía de referencia, sus
perfiles actuales. Allí estuvo otro cuadro del Prado, «La recuperación de Bahía», pintado por el religioso
dominico Juan Bautista Maíno en 1635, para la serie de batallas del salón. Sobre el telón de fondo de
paisajes figurados, se observan embarcaciones, armas, reyes, favoritos, generales y soldados, niños que
miran y mujeres que cuidan a los heridos en la batalla. Un tanto imperceptibles, bajo las figuras de Felipe
IV y Olivares, que le coloca una corona de laurel, se deslizan tres cuerpos que personifican desorden
cósmico, herejía, discordia y traición. La victoria de Fadrique de Toledo en el combate habido en esa
ciudad brasileña –entonces española– en 1625 se atribuye a la eficacia de un gobierno prudente. Este
actúa en el seno de una monarquía compacta o compuesta, según la célebre definición de Elliott, apuntada
en un artículo de la revista «Past and present», de 1992. Aquella estructura política integró en el primer
imperio global de la historia reinos y ciudades a escala planetaria con el rey español en el centro de un
sistema de representación providencial y ecuménico. Ciertamente, en ese punto confluyó con la escuela
del modernismo más renovadora e interesante, con figuras como Antonio Domínguez Ortiz en lugar
destacado. Pero el cuadro de Maíno remite también al escenario americano de la monarquía filipina y, por
extensión, a la universalidad de la historia de España, tan desparramada por todos los continentes, para
quienes quieran verlo sin acritud –o con patriotismo–.
En 1969, Elliott impartió en la Queen‘s University de Belfast las conferencias Wiles, dedicadas a
reflexionar sobre la influencia del Nuevo Mundo en la Europa del siglo XVI y comienzos del XVII. Sus
cuatro intervenciones, que llevaron por título «El impacto incierto», «El proceso de asimilación», «La
nueva frontera» y «El mundo atlántico», editadas poco después en «El viejo mundo y el nuevo, 1492-
1650», propusieron de acuerdo con los lineamientos de la entonces novedosa historia atlántica que los
procesos históricos americanos fueron parte de los europeos, y viceversa. En esa línea, la publicación en
2006 de «Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América, 1492-1830» planteó una
historia comparada de los imperios británico y español en el Nuevo Mundo. En las antípodas de la
leyenda negra, no sólo describió los escenarios conflictivos y civilizatorios de una aventura colonizadora
europea sembrada de puntos de contacto, sino que enfatizó elementos habituales en la historia de España
cultivada por Elliott. Entre ellos, siempre aparece el estudio de lo que conecta y construye, junto a aquello
que disuelve y aniquila, tan sobrevalorado. Mucho más orientado, en suma, hacia temas institucionales,
de acción de gobierno y trama cultural, que en torno a eventos heroicos, tantas veces fatales. Sin duda su
visión está condicionada por una percepción de la historia de España opuesta al excepcionalismo, la
anomalía y las supercherías del romanticismo, que tanto daño han hecho y siguen haciendo. De acuerdo
con esta elevada actitud, manifestó que «todos los hispanistas corren el riesgo de convertirse en
anticuarios de vía estrecha si no miran más allá de España. Deben ser capaces de encontrar los vínculos
entre la península y el ancho mundo y trazar paralelismos y comparaciones, para adquirir claridad
respecto a eventos de su historia».
Unas cuantas generaciones de historiadores de diferentes países fueron formadas por él bajo este credo
normalizador. Según sus postulados, la historia de España es como cualquier otra, con aspectos parecidos
o diferentes a las demás. Por supuesto, constituye una historia europea y global. Además, no tiene la
obligación de terminar mal, o al menos no más que las demás. Si acaso, la distingue, en este caso para
bien, que en momentos infelices ha tenido un Velázquez, o un Goya, para pintar la experiencia común de
los españoles. Feliz cumpleaños, querido maestro.
Manuel Lucena Giraldo, historiador e investigador del CSIC.
Karen Armstrong: “Nuestro laicismo
está pasado de moda”
La pensadora británica escribe en defensa de las
religiones alejada de los dogmas. El secularismo,
advierte, nunca podrá imponerse al mundo musulmán
desde el exterior
Ricardo de Querol 20 JUN 2015 - 00:04 CEST
La escritora británica Karen Armstrong, en su domicilio en Londres. / CARMEN VALIÑO
A los 18 años se metió a monja católica, pero admite que era ―una monja muy mala‖. En vez de seguir esa
vocación, Karen Armstrong (Wildmoor, Worcestershire, 1944), inglesa de ascendencia irlandesa, dedicó
su vida a conocer a fondo todas las creencias —cristianismo, islam, judaísmo, budismo o hinduismo—
desde fuera de los dogmas. Se alejó de la fe, pero tampoco se define como agnóstica: su religión ahora es
el estudio de las religiones.
Frente al activismo ateo, un laicismo que considera agresivo y los crecientes recelos contra el islam,
Armstrong defiende una visión comprensiva del hecho religioso y, sobre todo, de la tendencia humana a
la búsqueda de la espiritualidad. Miembro del grupo de expertos para la Alianza de Civilizaciones en la
ONU, Armstrong es autora de 25 libros sobre este tema, articulista en prensa, conferenciante en foros
como el TED, que le dio su premio anual en 2008, y promotora de la ‗Carta por la Compasión‘, un
documento que aboga por el entendimiento entre culturas y credos. Su iniciativa recabó la firma de
premios Nobel de la paz como el Dalai Lama o Desmond Tutu, de la reina Rania de Jordania, el
empresario Richard Branson o los músicos Peter Gabriel y Paul Simon.
más información
 Crítica de 'Campos de sangre': Religión, política, violencia, por M. A. BASTENIER
 DESCARGABLE Lee el primer capítulo de 'Campos de Sangre'
 Crítica de 'Historia de la Biblia': Un organismo vivo, por J. SAMPEDRO
 DESCARGABLE Lee el primer capítulo de 'Historia de la Biblia'
 La guerra de Dios en las librerías, de Voltaire a Hitchens
 "No eduquen en dioses ni hadas". Entrevista con RICHARD DAWKINS
 Ficciones convenientes, por ANTONIO MUÑOZ MOLINA
Tiene dos obras traducidas al español en las estanterías de novedades. Una es la reedición de Historia
de la Biblia (Debate), escrita en 2007, en la que explica el origen de los libros y la evolución de cómo
se ha interpretado desde que se pusieron por escrito tradiciones orales diversas de Israel y Judea hasta
hoy. La otra es Campos de sangre. La religión y la historia de la violencia (Paidós Orígenes),
de este 2015, en la que combate la idea de que la intolerancia o el terrorismo vengan implícitos en la
tradición religiosa. Más bien al contrario, explica cómo el nacimiento de esas creencias favoreció la
solidaridad en las muy crueles sociedades agrícolas del primer milenio antes de nuestra era. No es tan
reciente, pero sí imprescindible, su Islam, de 2001 (reeditado por Debate en 2013), en el que intenta
combatir la ignorancia sobre esa cultura.
Recibe en una coqueta casa adosada, situada en una tranquila calle rodeada de tiendas de antigüedades del
barrio londinense de Islington. El hogar parece un museo romántico por su mobiliario tradicional. Y
alberga enormes bibliotecas hasta en el hueco de la escalera.
PREGUNTA. Sostiene que las religiones hacen bien a la gente. Pero ¿están en lo cierto? ¿Existe un
dios, un cielo?
RESPUESTA. En el mundo moderno, tenemos una idea muy primitiva de Dios: que hay algo allá arriba
que creó el mundo y escribió un libro, que sabe las cosas y piensa como nosotros... Esa idea de los
primeros libros de la Biblia es un paquete para principiantes, algo con lo que empezar. Mucha gente en
Occidente oye hablar de Dios por primera vez igual que de Papá Noel. Dios refleja una capacidad de los
seres humanos, de su mente, de tener experiencias trascendentes.
P. La religión ¿es una creación humana?
R. Sí.
P. ¿Y está perdiendo terreno según avanza la ciencia y el racionalismo?
R. Está perdiendo terreno en Europa, pero Europa se está quedando muy pasada de moda en su
secularismo. En otros lugares la gente se está haciendo más religiosa, para bien o para mal. En la religión
hay de todo, como en el arte, el sexo o la gastronomía. Hay excelente arte, o sexo, y muy malo. La idea de
que la religión es dañina no es muy inteligente.
En el mundo moderno tenemos una idea muy primitiva de Dios. La gente oye hablar de él la primera vez
como de Papá Noel
P. Richard Dawkins nos dijo que no debemos educar a los niños en el pensamiento mágico, ni en
dioses ni en hadas.
R. Dawkins tiene una idea muy equivocada de la religión. Creo que los chicos deben ser educados no de
una forma sectaria, pero sí para entender la religión porque es un hecho en la vida humana. Igual que la
cultura o la economía.
P. ¿El laicismo puede ser intolerante?
R. Sí puede serlo, como la religión, porque somos gente agresiva. Hay quien dice que la religión está
detrás de todas las guerras, pero aquí en Occidente tuvimos dos guerras mundiales, el Holocausto, el
gulag, Hiroshima. La Revolución Francesa fue un gran momento en la historia europea pero causó miles
de muertes.
P. Pero no es intolerante separar religión y política.
R. Creo que esa es una buena idea, y es una buena idea para la religión. Porque una vez que la religión
tiende lazos con los aparatos del Estado pierde muchos de sus ideales. El problema es que en muchas
partes del mundo la secularización se hizo de forma agresiva. El sha de Irán Reza Phalevi utilizaba a
hombres armados para quitar el velo a las mujeres. Y ordenó al Ejército usar las armas contra cientos de
manifestantes pacíficos. Hubo cientos de muertos. Tenemos el caso de Egipto, que tuvo campos de
concentración para los Hermanos Musulmanes, o de Atatürk, relacionado con prácticas de limpieza
étnica. En muchas partes del mundo el secularismo no ha sido liberador. Debemos avanzar en la
secularización pero de forma gradual. A nosotros nos llevó tres siglos y se quiere hacer en unas pocas
décadas, sin que se desarrolle naturalmente. No es algo que se pueda imponer desde el exterior.
P. Dice que en ausencia de religión, la gente busca experiencias místicas en la música, el sexo o las
drogas.
R. Buscamos experiencias trascendentes, salir momentáneamente de nosotros mismos, en el arte, en la
belleza, en el sexo. Es algo que forma parte de la humanidad. Antes de que existieran los museos o el
disco compacto, la forma de buscar el arte era la religión. Como el mejor arte, la religión da la posibilidad
de escapar del horror que nos rodea y buscar sentido para nuestras vidas.
P. Señala que el fundamentalismo es un fenómeno muy moderno, una reacción a la colonización, el
laicismo, Darwin o la Ilustración. ¿De verdad nadie interpretaba literalmente los libros sagrados en
el pasado?
R. No.
Palabra de Armstrong
La Alianza de Civilizaciones. ―Pienso que aún es una buena idea tratar de analizar las causas del
extremismo, pero ha perdido parte de su espíritu. Se hacen largos discursos, pero ¿qué vamos a hacer
prácticamente? Nos queda mucho trabajo concreto por hacer.
El debate del velo. Prohibir el uso del pañuelo islámico, como en Francia, ―es contraproducente. Cuando
se prohíbe, muchas mujeres se lo ponen otra vez. No quiero ni que les pongan el pañuelo a las mujeres ni
que les pongan ropa occidental. Tampoco nuestra forma de vestir es sagrada‖.
El sexismo. ―Todas las religiones son patriarcales, porque son controladas por hombres. Además, el
fundamentalismo se rebela contra la modernidad, y la mayor participación de la mujer es una seña de
modernidad. Pero, en su origen, el cristianismo y el islam tenían un buen mensaje para las mujeres‖. Eso
sí, en represión de la sexualidad "el cristianismo ha ido más lejos que ninguna otra religión que haya
estudiado‖.
EE UU tras el 11-S. ―Allí hay una ignorancia masiva sobre el resto del mundo en general, y sobre el
islámico en concreto, y eso crea tensiones. He pasado momentos terribles: decir cualquier palabra positiva
sobre el islam se veía antisemita‖.
P. Y dice que a los autores de la Biblia no le importaban las incoherencias. ¿De verdad no
importan?
R. No. No podemos pensar que esos libros descendieron del cielo. La Biblia es una biblioteca elaborada
durante siglos. No sabemos cuál fue el uso original de esos libros. Se convirtieron en algo sagrado
después de la caída del templo de Jerusalén en el siglo VI antes de Cristo. Los judíos hicieron de la Biblia
su templo. Cada vez que uno se enfrentaba a los textos sagrados tenía que usar su imaginación para
encontrar un sentido diferente para su comunidad. Los católicos no leen mucho la Biblia. Es una
colección de libros muy difícil. Calvino vio que muchos científicos estaban preocupados porque los
descubrimientos contradecían los textos; y él respondió que si Júpiter es más grande que la Luna, no
había problema porque la Biblia no está hablando de astronomía. Si quieres saber de astronomía ve a otro
lugar. Mucha de la gente que lee la Biblia literalmente es calvinista, pero Calvino no lo habría aprobado.
La doctrina de que cada palabra de la Biblia es cierta, como el controvertido dogma católico de la
infalibilidad del Papa, surgió a finales del XIX. Fue un deseo de encontrar certezas en un mundo moderno
en que todo se cuestionaba, como un niño buscando seguridad.
P. Pero mucho antes de esos fundamentalismos existió, por ejemplo, la Inquisición.
R. Sí, pero eso no iba sobre la Biblia. La Inquisición iba sobre todo sobre política interna en un tiempo en
que España se enfrentaba a la amenaza del imperio otomano, estaba en la línea del frente, había caído
Granada y el país tenía unas comunidades musulmana y judía. Se intentó unir al país luchando contra un
enemigo común. Lo que llamamos herejía es casi siempre política.
P. Tampoco fue un fénomeno limitado a España.
R. No, lo tuvimos también aquí. La Inquisición mató a menos gente que lo que los católicos y protestantes
mataron en Europa tras la reforma. Pero se convirtió en un símbolo del catolicismo ante los protestantes,
símbolo del horror absoluto.
P. La España de los Reyes católicos ¿perdió una oportunidad histórica de convertirse en un ejemplo
de país multicultural para Europa occidental cuando expulsó a musulmanes y judíos?
R. Absolutamente. En España había convivencia. Cuando se introdujeron esas medidas muchos españoles
se horrorizaron. El antisemitismo es algo característico de Europa occidental que no tenían los
musulmanes.
P. Algunos autores creen que se ha idealizado la convivencia en Al Andalus.
R. Cuando la gente convive siempre hay tensiones. Era mucho mejor de lo que ocurría en el resto de
Europa.
P. La cristiandad y el islam llevaban siglos guerreando. Pero ¿cuál es el origen del antisemitismo?
R. El islam era lo que hoy son los Estados Unidos. Estaba en todas partes. En un momento en que, tras la
caída del imperio romano, Europa cayó en un nivel muy bajo de civilización y desarrollo, aunque no
España gracias al islam. En el siglo XIV, empezó la modernización que nos transformó de una economía
agraria en una comercial. Eso ocurrió en las ciudades. A los judíos se les asociaba con esa nueva
economía, que fue una ruptura social.
Armstrong, ante una de las muchas bibliotecas que alberga su casa. / CARMEN VALIÑO
P. Usted defiende que el Corán es un mensaje de paz.
R. Sí.
P. Y que Mahoma fue más un pacificador que un guerrero.
R. A diferencia de Jesús, Mahoma se convirtió en jefe de Estado cuando todo Estado tenía que hacer la
guerra. Cuando fue atacado por La Meca, tuvo que combatir. La historia dice que Mahoma levantó un
imperio sobre todo mediante la diplomacia. Nosotros en Occidente tenemos la idea de que el Corán es
sobre la yihad. La yihad y sus derivadas aparecen más de 40 veces en el Corán, solo en diez referidas a
la guerra. La yihad también es la mejora personal, compartir con los pobres. Mahoma llevó la paz a
Arabia y gestionó la unificación mediante la diplomacia.
P. Tanto en el Corán y la vida de Mahoma como en la Biblia uno puede encontrar justificaciones
para la violencia.
R. El Corán tiene una actitud mucho más positiva hacia las demás religiones que ninguna escritura hasta
ese momento. Dios le dice a Mahoma que la diversidad religiosa es parte de su deseo.
P. ¿Qué piensa cuando grupos violentos como el Estado Islámico proclaman que son los auténticos
musulmanes?
R. Mucha de la militancia en el Estado islámico no era particularmente religiosa sino que procede del
régimen de Sadam Husein, socialista y laicista.
P. Pero ¿por qué es tan magnético el Estado Islámico para tantos jóvenes occidentales? ¿Hay una
motivación religiosa en los que marchan a combatir?
Los jóvenes que van a combatir no lo hacen movidos por el Corán, sino por el sufrimiento de los
musulmanes
R. Es complicado. A muchos jóvenes que fueron a la yihad contra la Unión Soviética en Afganistán, y
luego a Al Qaeda, no les movía la lectura del Corán sino por las imágenes de sufrimiento en el mundo
islámico, en Palestina, en Líbano. Más recientemente en Abu Ghraib. Oficiales de la CIA que han
entrevistado a personas en Guantánamo, después del 11-S, descubrieron que la mayoría eran conversos
que no sabían mucho del islam. Dos jóvenes que abandonaron el Reino Unido hacia Siria hace un año
habían encargado en Amazon un libro: Islam for dummies (El islam para torpes), lo que dice mucho
del nivel de su compromiso religioso. No es muy distinto a lo ocurrido durante la Guerra Civil española,
cuando mucha gente viajó allí a combatir el fascismo. La gente joven ama el combate particularmente.
Para muchos es excitante, como un videojuego, se sienten vivos. Una de las cosas que más motiva para la
guerra es el aburrimiento. Lo entiendo porque cuando entré en el convento miré a mi alrededor y dije:
esto parece algo grande. Quería vivir intensamente. Y muchos miembros de las comunidades musulmanas
en las sociedades occidentales no se siente en casa.
P. ¿Es la democracia compatible con el islam? Algunos lo dudan porque esa religión, en teoría,
aspira a dominar la vida pública.
R. Sí lo es. Todas las religiones son así, la idea de una religión como algo privado y personal es algo
moderno. Hasta el siglo XVIII, era conceptualmente imposible para los cristianos separar la religión de la
política. Sería como sacar la ginebra del cóctel. Pero el islam está lleno de tradiciones que encajan con la
democracia muy bien. Durante las manifestaciones en París [tras los atentados contra Charlie Hebdo y
contra la comunidad judía], se pedía libertad y se defendían valores de la Ilustración, y se decía que los
musulmanes no se adaptan al mundo moderno porque no han tenido una Ilustración. La Liberté era un
valor de la Ilustración. Pero no había libertad para los esclavos africanos trabajando en las plantaciones
americanas, ni para los nativos americanos cuando los fundadores de EE UU se inspiraban en la
Ilustración. Para la Ilustración, los derechos humanos eran solo para los europeos. John Locke no solo
defendía la esclavitud en las colonias, sino el derecho del amo a matar al esclavo. Otro ejemplo: la
democracia en Egipto a partir de la independencia fue un chiste malo.
Karen Armstrong / CARMEN VALIÑO
P. Y parece seguir siéndolo: el expresidente Morsi ha sido condenado a muerte.
R. Por un gobierno secular. Esta gente es peor que Mubarak. Es una dictadura militar. Mucha gente en esa
región no tiene tradición democrática, porque han vivido o en el mundo colonial o en dictaduras
sostenidas por nosotros. Ellos no tienen autodeterminación.
P. ¿Necesita el Islam una reforma, como ha escrito la escritora holandesa de origen somalí Ayaan
Hirsi Ali?
R. Sí, y hay movimientos en ese sentido. Pero cuidado, porque nuestra reforma en el siglo XVI fue
catastrófica por las muertes que provocó. A veces la reforma puede ser dura, cruel e intolerante. Lutero no
era un hombre tolerante: él odiaba a católicos, judíos, mujeres, turcos y a cualquiera que le llevara la
contraria. En cuanto al islam, es muy difícil para la gente ser creativa cuando está siempre a la defensiva.
Es difícil encontrar el espacio.
P. ¿Es usted Charlie?
R. Sí.
P. Algunos escritores se han opuesto al premio del PEN a Charlie Hebdo por sus ofensas a los
sentimientos religiosos.
R. Es triste que tengamos que expresar nuestra libertad insultando a la gente. Tenemos que recordar que
caricaturas de este tipo han sido utilizadas en el pasado contra los judíos antes de que empezara el
holocausto, preparando a los alemanes para el genocidio. Es verdad que Charlie Hebdo satirizaba todo,
y que gente del periódico dijo que lo último que querían era ser antimusulmanes.
P. Meterse con una religión no es exactamente lo mismo que insultar a personas.
R. De acuerdo. Pero ¿por qué hacerlo? Creo que insultar a cosas o a personas es contraproducente. No me
preocupa ese tipo de crítica, pero sí que se fomenten estereotipos que hacen que la gente piense de
determinada manera. En un momento en que tratamos, pero no muy en serio, de crear una sociedad
global, mostrarnos arrogantes y poco respetuosos es peligroso. En Occidente Debemos aprender que
compartimos el planeta con iguales y no con inferiores.
Un Dios temible, un Jesús misterioso
En Historia de la Biblia, Armstrong explica como el judaísmo primitivo integró tradiciones orales de
Israel y Judea, entonces dos territorios separados. Unas sobre un dios compasivo y otras sobre un dios
colérico. Elohim y Yahvé.
P. Antonio Muñoz Molina ha escrito que Yahvé es “el personaje más inquietante que ha inventado
nunca la literatura ”.
R. Tiene que leer sobre Indra en India, o Thor en Escandinavia. Son los dioses de la guerra. Ninguno de
esos dioses era omnipotente, sino fuerzas de la naturaleza. Reflejaban el aspecto terrible de la vida, el
horror, la crueldad, los desastres naturales. Gradualmente, a lo largo de los siglos, esos dioses de la guerra
se convirtieron en símbolos de la trascendencia.
P. Sabemos muy poco del Jesús histórico fuera de los Evangelios, que se escribieron un siglo
después de su nacimiento. ¿Fue Pablo de Tarso el fundador del cristianismo como lo conocemos?
R. Uno de ellos. El que conocemos mejor. Es el primer escritor cristiano cuyos textos han sobrevivido. Es
importante saber que antes del siglo XVIII los escritores que escribían historia o biografías no pretendían
ser factuales. Hoy lo esperamos, porque tenemos la habilidad de serlo. Estudiamos restos arqueológicos,
textos antiguos.
P. Y usted explica cómo la idea cristiana primitiva se impregnó de filosofía de la Grecia clásica
después.
R. Todas las tradiciones tienen que evolucionar constantemente para decir algo y tener sentido para la
gente muchos siglos después. Las religiones tienen que evolucionar o están muertas.
P. Defiende el entendimiento interreligioso. Y sugiere a los cristianos que reconozcan a Mahoma,
los judíos a Jesús, ambos a Buda…
R. No todo el mundo está preparado para eso. Pero es arrogante decir que una sola fe tiene la verdad.
P. Todas las religiones pretenden ser la única verdadera.
R. Eso es ego humano. Como cuando decimos que nuestro país es el mejor.
Religión, política, violencia
'Campos de sangre' es una obra esencial para
comprender los mecanismos que desatan las guerras en
el mundo
Grabado del Libro de las cruzadas sobre la toma de Jerusalén.
Karen Armstrong, la historiadora que profesó como monja católica, ha escrito una obra monumental de
recopilación y ordenación de datos que constituye una historia política de las relaciones entre violencia,
política y religión, tríptico al que podríamos añadir un cuarto elemento: la guerra, desde sus más o menos
remotos comienzos hasta la actualidad. Y lo ha hecho con el objetivo de desentrañar las responsabilidades
causales entre esos factores, tan constitutivos del mundo contemporáneo.
Un empeño tan ambicioso plantea un problema ab origine que es dónde puede o no detenerse el autor en
el discurso envolvente, la historia évenémentielle en la que se inscribe el fenómeno a estudiar. La
elección de la señora Armstrong es discutible en la medida en que la narración se pierde un poco en la
descripción de ese contexto, pero igualmente podría argumentarse que sin el mismo nos hallaríamos ante
un ensayo puramente teórico, desgajado de los acontecimientos.
Religión y política, dice la autora, nacen indisolublemente unidas. En los comienzos del tiempo histórico,
hace entre 10.000 y 12.000 años, la deidad se identifica con las fuerzas de la naturaleza que son tanto guía
como justificación de los balbuceos de entidades que ya podemos llamar políticas. Y esa simbiosis genera
como subproducto la guerra, que puede concebirse como la continuación de la religión no por otros, sino
por los mismos medios. La religión, que más que generar vive con el recurso a la violencia, es en todo
momento un factor que condiciona el disciplinado comportamiento del súbdito, y yo añadiría que un
consuelo terrenal para los que en su tiempo se convertirán en ciudadanos. Hebreos y sarracenos, con el
cristianismo inserto históricamente entre unos y otros, operan una mutación que el mundo occidental ha
elevado por encima de cualquier otro credo: el monoteísmo. Y con lo que la historia llama el
descubrimiento de América, jalón o epifanía, comienza el largo proceso de alejamiento formal del hecho
religioso de la realidad política circundante.
El Estado o imperio agrario ha desaparecido ante el incipiente desarrollo del capitalismo comercial, y la
industrialización, que comienza a hacerse efectiva en la segunda mitad del XVIII, hace retroceder el papel
público de la religión, sin que esta por ello llegue a desvanecerse en la sociedad occidental, mientras que
permanece muy vivo como elemento constituyente del mundo islámico y, de forma algo menos evidente,
del judaísmo. La constitución de los Estados, que es ya reconocible tras la firma de los tratados de
Westfalia (1648), y que culmina en el siglo XIX, completa esa retirada del hecho religioso que, con una
venganza, se parapeta, sin embargo, en lo que llamamos Nación. Y en esa transubstanciación, que es tanto
o más lingüística que una realidad sobre el terreno, se produce la mutación del hereje en disidente, otra
demostración de que muchas cosas cambian para seguir (casi) igual. La propia Inquisición, con la que
Armstrong se muestra, de acuerdo con el revisionismo de las últimas décadas, menos agravante que la
condenación habitualmente infligida, era una institución que se movía por objetivos patentemente
políticos: la eliminación de quienes consideraba enemigos potenciales o reales de la monarquía hispánica.
Y el hecho de que en las guerras del XVII católicos apoyaran cuando les convenía al bando protestante y
viceversa prueba el carácter politizado de la religión.
La religión, más que generar, vive con el recurso a la violencia. La causa está en la naturaleza humana
La autora llega solo en el epílogo a lo que podría entenderse como un veredicto. La guerra ha sido a todos
los efectos realidad perdurable de cualquier civilización, pero ¿es la religión o la política su primus
movens? Y la afirmación final, quizá algo desligada de todo lo anterior, es la de que la culpable de que
así sea es la propia naturaleza humana, de la que emanan política, religión y guerra como un segregado
indiferenciable. Pero también cabría señalar que esa naturaleza no es sino el precipitado de la simbiosis
religión-política. Armstrong nos ha dado otra obra esencial para la comprensión de nuestro mundo, cuyos
antecedentes se remontan a las primeras construcciones político-religiosas del ser humano: aquello que
empezó en Sumer.
Campos de sangre. Karen Armstrong. Paidós. Barcelona, 2015. 575 páginas. 28 euros (digital: 12,99)
Una Mirada Irlandesa sobre Teresa de
Avila
MJ /
La Embajada de Irlanda en Argentina y la Comisión Argentina del V Centenario del Nacimiento de Santa
Teresa de Jesús organizan conjuntamente esta charla en el marco de las celebraciones del V Centenario.
Será el 25 de junio 2015, a las 19.00h
Lugar: Embajada de España, Av. Figueroa Alcorta 3102, entrada por c/Mariscal Castilla.
El Embajador de Irlanda en Argentina, Justin Harman, licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad
College Dublin disertará junto a Eibhear Walshe, profesor de literatura irlandesa en el University College
Cork, Irlanda sobre el libro de Kate O‘Brien, Teresa de Avila, que fue presentado con gran éxito en
España durante el XIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Estudios Irlandeses en
Bilbao y la Feria del Libro de Madrid de 2014.
Moderará la charla Juan José Delaney (Buenos Aires, 1954), profesor de Letras, de la Universidad del
Salvador donde actualmente es profesor titular del Seminario de Literatura Argentina del Siglo XX y
Coordinador del Irish Studies Program.
Entrada únicamente con confirmación previa a humanidades@oficinacultural.org.ar o al 4812-0024/25
hasta el 22/06/2015
―(…) a pesar de la distancia tanto geográfica como temporal que las separa, la santa y
la irlandesa tuvieron mucho en común. Ambas eran mujeres interesadas y poco
ortodoxas; ambas tuvieron dificultades con la autoridad, ya fuera con los censores de
la dictadura o con los obispos de Roma; y ambas fueron escritoras. Sus obras eran muy
distintas pero tenían la misma percepción de la condición humana. Teresa of Avila
representa tal vez el ejemplo claro de la complejidad de la personalidad de Kate
O’Brien -la misma complejidad que ella reconoció inmediatamente y abrazó como la
esencia del carácter español- una mujer que luchó toda su vida para librarse del
dogmatismo católico de la Irlanda del siglo XX escribiendo una de sus más
apasionadas obras sobre una reverenciada santa católica.‖ Peter Gunning, Nueva Revista
de Política, Cultura y Arte Nº 119. Octubre 2008
Embajador Justin Harman. Es licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad College Dublin,
ingresó a la carrera diplomática en 1974 y desde entonces ha desempeñado cargos tanto en el Ministerio
como en las Embajadas de Buenos Aires y Reino Unido y ha sido destinado como Embajador ante la
OSCE en Viena, ante el Consejo de Europa en Estrasburgo, la Federación Rusa, el Reino de España.
Desde septiembre de 2014, cumple funciones como Embajador de Irlanda en Argentina, Uruguay, Chile,
Paraguay y Bolivia. Durante su gestión en España colaboró activamente en la traducción al español y la
edición del libro de Kate O‘Brien: ―Teresa de Avila‖, que fue presentado con gran éxito en ese país
durante el XIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Estudios Irlandeses en Bilbao y la
Feria del Libro de Madrid de 2014.
Eibhear Walshe es profesor de literatura irlandesa en el University College Cork, Irlanda y su biografía
de la novelista irlandesa Kate O‘Brien (1897-1974) fue publicada en 2006. En esta conferencia, expondrá
sobre el interés de toda la vida de Kate O‘Brien en España, la historia y la cultura española. En particular,
Kate O‘Brien publicó dos de sus novelas Mary Lavelle (1936) y That Lady (1946) en España y su
fascinación por la figura de Teresa de Avila la llevaron a escribir una breve biografía de la santa,
publicada en 1950, que será el foco de la conferencia.
Juan José Delaney (Buenos Aires, 1954). Es profesor de Letras, egresado de la Universidad del Salvador
donde actualmente se desempeña como titular del Seminario de Literatura Argentina del Siglo XX y
Coordinador del Irish Studies Program. Son numerosas sus publicaciones y premios que lo muestran
como investigador comprometido con las culturas argentina e irlandesa cuyos valores trata de difundir, no
sólo en su obra ficcional sino también como destacado ensayista.
Fuente:Centro Cultural de España en Buenos Aires
Guía de Lectura de Teresa de Jesús, de la
Biblioteca de Cultura
MJ /
Con motivo del V Centenario del nacimiento de santa Teresa, la Biblioteca de Cultura (Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte) presenta una nueva Guía del Lector que recoge las publicaciones
existentes en la Biblioteca de Cultura sobre esta destacada figura de la literatura española y sobre la época
en la que desarrolló su obra.
La Guía está estructurada en cuatro grandes bloques:
1.El primero presenta el contexto histórico y los aspectos culturales de la época.
2.En el segundo bloque encontramos las ediciones de algunas de las obras más destacadas de Santa
Teresa.
3.En el tercer bloque están incluidos diversos estudios críticos de sus obras, catálogos de exposiciones y
biografías.
4.El cuarto apartado contiene obras relacionadas con los distintos lugares teresianos.
Finalmente se ha incluido un apartado con una recopilación de enlaces de interés que se pueden consultar
en internet, entre los cuales tenemos el privilegio de que figure nuestro blog.
Accede a la lectura o descarga de la Guía en este enlace o consulta la vista previa
Teresa y Francisco Javier. La humanidad
de Cristo como punto de encuentro
MJ / 2 días ago
El número 19 de la revista digital Ignaziana contiene un artículo que pone en relación a dos grandes
santos españoles, canonizados el mismo día: Teresa de Jesús y Francisco Javier. El título del mismo
es: La “sacratísima humanidad” de Cristo, punto de encuentro de dos
místicos: Francisco Javier y Teresa de Ávila.
Su autor es Paul Rolphy Pinto S.J., profesor de teología en el Instituto de Espiritualidad de la Pontificia
Universidad Gregoriana (Roma).
Ignaziana es una revista online gratuita, con ediciones semestrales (mayo y noviembre). Es expresión
del Centro de Espiritualidad Ignaciana de la Universidad Gregoriana, bajo la responsabilidad del Instituto
de Espiritualidad de la misma universidad. Publica artículos y noticias con la intención de estimular y
profundizar la investigación en la tradición cristiana inaugurada por San Ignacio de Loyola. Realizando
esta finalidad, la revista aspira a ser un punto de referencia para convertirse en un eficiente puente de
diálogo entre autores y lectores en el presente momento histórico.
Se puede leer el artículo y descargarlo en la página web de la revista Ignaziana. Aquí ponemos una
vista previa
Creación y evolución: ¿Hizo Dios un
universo abierto?
La visión científica actual demanda una revisión
teológica
La ciencia muestra que los procesos naturales están regidos por leyes y
tienen causas naturales que se pueden investigar y conocer. Es decir, que
no postula nunca a Dios como causa de estos procesos. Dado que desechar
la idea de omnipotencia divina es diluir el concepto mismo de Dios, existe
la necesidad de un replanteamiento teológico: Así, si se concibiera la
creación como una acción de Dios en „kénosis‟, podría explicarse un Dios
omnipotente y, a la vez, un mundo que evoluciona con sus propias leyes.
Por Pedro Leiva Béjar.
inShare3
Recreación artística de la Vía Láctea. Fuente: Wikimedia Commons.
Abordamos aquí una cuestión de hoy y de siempre. Desechar la idea de omnipotencia es diluir el
concepto mismo de Dios. Por eso, cuando nuestra experiencia de la realidad pone en entredicho su
omnipotencia, o esta se hace problemática en nuestra forma de comprender el mundo, es la idea misma de
Dios la que está en juego.
Para la reflexión que queremos exponer seguiremos los siguientes pasos: en primer lugar, partiremos de
las ideas espontáneas que solemos tener sobre lo que es la omnipotencia divina, considerando los
problemas que nuestros conocimientos actuales plantean sobre la cuestión.
Esto nos llevará a la conclusión de la necesidad de un replanteamiento teológico sobre la forma de pensar
en la omnipotencia de Dios, si se quiere seguir hablando de este atributo divino, en el que está en juego la
plausibilidad misma de su existencia. Esto dará paso a la segunda parte, en la que expondremos algunas
claves teológicas que consideramos imprescindibles para una comprensión adecuada de la cuestión.
Problemas que plantea la omnipotencia
De una manera espontánea, como instintiva, cuando pensamos en la omnipotencia de Dios, nos hacemos
la idea de que Dios lo puede todo sin restricciones. Al fin y al cabo, Él está por encima de todo y su poder
es superior a cualquier poder natural.
Esto parece implicar que Dios somete a su voluntad todo lo creado, y aunque no necesariamente es lo
mismo, deducimos de ello que Dios dirige el mundo y la historia, incluso de una manera arbitraria y
caprichosa. Dios puede ser arbitrario, pensamos, porque decir lo contrario sería limitar su poder.
Por tanto, a Dios, en su gobierno del mundo, no se le escapa detalle alguno. De dos maneras, un tanto
burdas, imaginamos el poder de Dios: o siendo la causa directa de cada acontecimiento, por pequeño que
sea, o concediendo que puede interrumpir cuando quiera las leyes de la naturaleza, o intervenir en sus
resquicios, pueto que son obra suya.
Desde la visión científica
Un primer elemento que debemos tomar en consideración es evidente: la ciencia muestra desde sus
inicios que en los procesos naturales existen leyes que rigen el comportamiento de los fenómenos. Es
decir, los procesos naturales tienen causas naturales que podemos investigar y conocer. La ciencia actual
no postula nunca a Dios como causa de los fenómenos que investiga. Hay un consenso en el mundo
científico respecto a la necesidad de mantenerse en un naturalismo, al menos, metodológico.
Un segundo aspecto que plantea la ciencia actual es que muestra el papel del azar en los fenómenos
naturales, lo cual implica que hay que dudar de un proceso predeterminado en la creación. De hecho, hoy
conocemos que el camino de la evolución hacia el hombre es muy complejo, nada directo, y
aparentemente impredecible desde los estados originales de la materia y la vida.
Desde el pensamiento y la experiencia común
Otro ámbito desde el que se cuestiona la omnipotencia divina es el eterno problema de la teodicea: ¿Por
qué existe el mal? ¿Por qué Dios permite el mal? Ya desde antiguo se conoce la llamada paradoja de
Epicuro (s. III-IV a.C.), que dice más o menos lo siguiente: Si Dios quiere prevenir el mal y no puede,
entonces no es omnipotente. Pero si es capaz y no lo hace, lo que ocurre es que no desea hacerlo, y, por
tanto, no es bueno.
En esta línea está actualmente el anti-teismo del C. Hitchens, sobre quien presentó recientemente un
trabajo el profesor J. Monserrat: En primer lugar, Hitchens considera incompatible la idea de Dios con la
existencia del mal.
Pero, incidiendo más agudamente en el argumento, señala especialmente la incompatibilidad entre el mal
que hacen las religiones y la existencia de un Dios del que se cree que las inspira. ¿Cómo, si Dios inspira
las religiones, no puede controlar la orientación de estas hacia el bien y se convierten en inspiradoras de
formas de violencia? Para él, es evidente que Dios no existe [1]. Pese a lo injusto de esta generalización,
conviene aquí recordar que el Concilio Vaticano II ya reconoció el mal comportamiento de los creyentes
entre las causas del ateísmo [2].
La duda sobre la existencia de Dios no requiere de argumentos muy sofisticados. Realmente, ya está
preparada en las ideas espontáneas con las que solemos concebir su omnipotencia. En la frase que muchos
pronuncian ante una desgracia, «Dios mío, ¿qué te he hecho yo para merecer esto?», se expresa la
perplejidad ante la desproporción entre lo que merecemos y lo que nos sucede, y es en sí una duda sobre
Dios mismo. No es extraño que esta pregunta sea el comienzo de un proceso que desemboca en la
incapacidad de creer ante la ineficacia de las plegarias que solicitan a Dios bienes que no llegan o ser
librados de males que nos acaban asaltando. Ciertamente, a veces parecen más tangibles las promesas de
algunos gurús que lo que algunas concepciones tradicionales de Dios ofrecen.
Desde la teología
Contra lo que pudiera parecer, los problemas planteados a esta concepción ingenua de la omnipotencia
divina no solo vienen del campo de la ciencia o del mundo del pensamiento. También la teología plantea
problemas a esta forma de entender a Dios. Ciertamente, la teología no puede tomar el camino fácil de
racionalizar el sufrimiento en el marco de un plan general de Dios, porque un dato del que no es posible
prescindir es la pasión de Cristo, la pasión del Hijo mismo de Dios, la pasión de Dios mismo.
Hasta cierto punto se puede entender que las criaturas sufran, ya que son por definición limitadas. Pero
¿alcanza el sufrimiento a Dios mismo? ¿Cómo entender que cuando Dios se hace presente en el mundo,
lo hace como siervo sufriente? Y, sin embargo, esto es precisamente el núcleo central de la fe cristiana.
Dentro de las objeciones planteadas desde la propia teología, no conviene pasar por alto la pregunta
planteada por la teología feminista: ¿Está nuestra imagen de Dios sesgada por atributos tradicionalmente
masculinos? Es cierto que existe culturalmente un imaginario que atribuye a lo masculino unas formas de
poder que tienen que ver con la fuerza, el control, la razón, la autosuficiencia; mientras que la forma de
ejercer el poder femenino estaría en relación con la capacidad de criar, de cooperar, la interdependencia o
la sensibilidad.
La crítica que plantea la teología feminista es que, desde una óptica patriarcal, de la cual difícilmente se
libera nuestra cultura, se tiende a concebir el poder de Dios con aquellos rasgos masculinos, y se tiende a
ver los rasgos femeninos mencionados como un menoscabo de su omnipotencia. Pero, ¿es Dios realmente
así? [3].
Con todo ello, y desde varios ángulos, pretendemos haber llegado a una conclusión: La teología tiene
necesidad de renovar su discurso sobre este tema porque hay preguntas que es necesario responder,
porque hay datos a los que no responde adecuadamente la concepción espontánea de la omnipotencia
divina.
Renovación del discurso teológico
El enfoque propiamente teológico de esta cuestión requiere responder desde la revelación divina. Esta es
la norma de toda teología que pretenda ser tal. Si la teología cayera en la tentación de buscar sus
respuestas desde la sola razón, dejaría de ser teología, se convertiría en filosofía y, por cierto, en mala
filosofía.
Lo propio y específico de la teología es obtener respuestas, que ciertamente tendrán que presentarse ante
el tribunal de la razón, pero cuya fuente es la autocomunicación de Dios que llamamos revelación,
presente en la Escritura y la Tradición. Este es su enfoque y su aportación específica.
Nuevo enfoque
Para un enfoque teológico sobre cualquier cuestión, es imprescindible además partir de dos principios
fundamentales. El primero es el de concebir la revelación de Dios como una revelación progresiva. Tener
en cuenta este principio implica que al tomar en consideración el texto bíblico somos conscientes de que
cada texto no es sino un momento de esa revelación, una luz parcial sobre una cuestión, pero que solo se
comprende adecuadamente si se lo sitúa en el camino de desvelamiento progresivo y a la luz de la
plenitud de la revelación, que es Cristo.
El segundo principio es el de la comprensión progresiva de la revelación. Para los cristianos, la revelación
ha llegado a su plenitud con Jesucristo. Pero eso no quiere decir que la Iglesia y los cristianos ya
comprenden perfectamente toda la profundidad del misterio revelado. La acción del Espíritu Santo en la
Iglesia no es superflua, sino que él va ayudando a los creyentes a comprender cada vez mejor lo que se
nos ha manifestado en Cristo.
Teniendo en cuenta estos dos principios, se comprenderá mejor nuestro planteamiento teológico.
Pretendemos, primero, recorrer brevemente el camino progresivo de la comprensión del tema por el
hombre bíblico; en un segundo momento, observar cómo la teología hoy sigue ofreciendo nuevas luces
sobre la cuestión y posibilita una renovación de las ideas.
La pregunta es ¿es Dios omnipotente?; y la respuesta es la creación como kénosis. Al concebir una
creación como una acción de Dios en kénosis, creemos explicar cómo puede ser Dios omnipotente y a la
vez que el mundo se haga a sí mismo a través de una evolución con leyes propias y no previamente
programada.
Esto nos permitirá comprender que el progreso y el éxito, pero también el azar, las extinciones y el
sufrimiento, se integran coherentemente en la acción creadora de un Dios que hace al mundo hacerse,
dejándole espacio para existir con una dignidad propia.
Kénosis en el Antiguo Testamento
La palabra griega kénosis significa autovaciamiento o autoenajenación. El Nuevo Testamento la usa
para describir lo que el Verbo de Dios ha realizado al encarnarse y al hacerlo en una vida humana
entregada hasta la cruz. En su vida verdaderamente humana, el Hijo de Dios, de condición divina, se
despoja de la forma gloriosa que le corresponde. Dicho de otra manera, en la encarnación y la cruz, Dios,
que es sin límite por definición, paradójicamente, se autolimita.
En el Antiguo Testamento, el concepto de kénosis no es aplicado a Dios, que más bien es presentado
como el Todopoderoso [4]. Pero tampoco se puede decir que sea una idea totalmente extraña. En el
profeta Oseas, Dios aparece como el Esposo traicionado que perdona con misericordia, un modo de
expresar que ciertamente Israel es consciente de cómo frecuentemente ha abandonado a su Dios, y en
consecuencia cómo Dios acepta un mal que le afecta, al menos en tanto que su voluntad no es seguida por
la criatura y Él mismo es objeto de rechazo.
Es interesante aquí observar la evolución de las ideas sobre Dios que hay entre dos hitos de la literatura
bíblica: el libro de Daniel y el libro de Job. En el libro del profeta Daniel encontramos historias que una y
otra vez transmiten la idea de que Dios no abandona al justo. El mismo Daniel, echado al foso de los
leones, salva la vida milagrosamente de unos animales que no osaron tocarle (cf. Dn 6). Eso sucede a
todas luces porque Dios protege a su siervo fiel. La misma idea es la que observamos en la historias de los
tres jóvenes echados al horno de fuego (cf. Dn 3) y de Susana, la bella mujer de Joaquín (cf. Dn 13).
Sin embargo, muy diferente es la forma de actuar de Dios que se describe en el libro de Job. Aquí vemos,
a diferencia del libro de Daniel, que Dios no protege al justo, Dios no hace nada ante la acumulación de
desgracias que sobrevienen a un siervo bueno y fiel. A todas luces, la historia que se nos cuenta en el
libro de Job es más fácil de aceptar que las del libro de Daniel, ya que es más análoga a nuestra
experiencia personal e histórica, esa que nos enseña que con frecuencia al justo le va mal y al malvado le
va bien en la vida. Esa experiencia a Job le lleva a comprender el misterio inabarcable de Dios, pero a
otros les conduce a imaginar un Dios malvado o simplemente a postular su impotencia, que en la práctica
es lo mismo que su inexistencia.
Al menos una conclusión se deriva de este breve repaso de algunos hitos del Antiguo Testamento: no nos
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  • 1. VÍDEO DE HOY: Kike Figaredo. Religión Digital "Si piensas qué beneficios te ha traído la ablación, nunca querrás hacérsela a tu hija" Entrevista a Fátima Djarra Sani, mediadora de Médicos del Mundo en Navarra, que trabaja para concienciar sobre la mutilación genital femenina Fátima Djarra publica el libro Indomable (Editoriales Península), en el que cuenta su experiencia, cómo la mutilaron con 4 años y lo que ha supuesto en su vida "Cuando te preguntas, las cosas empiezan a cambiar. ¿Para qué me han hecho esto? ¿De qué sirve? ¿Qué beneficio trae para mi salud y para mi vida sexual?" Laura Olías 20/06/2015 - 18:59h Fatima Djarra Sani, autora de "Indomable. De la mutilación a la vida" Foto: Alejandro Navarro Bustamante El día empezó como una fiesta. Fátima Djarra Sani, natural de Guinea-Bissau tenía 4 años y su madrastra le anunció que sería "un día grande" para ella y su hermana Binta, de 8 años. Las lavaron a conciencia y una comitiva de mujeres, vestidas con sus mejores galas, bailaban y cantaban. Ese día, en un baño que no era más que un cubículo sucio de cemento, le extirparon el clítores y los labios menores de la vagina. Para sus mayores era una celebración, la tradición, "pero nosotras ahora sabemos que la ablación es un asunto de salud, que no trae nada bueno", explica en una entrevista con eldiario.es a propósito de su libro, Indomable (Editoriales Península), que pretende acercar la complejidad social que rodea a esta práctica. Cuando la editorial le propuso esta aventura, contar en un libro su vida, la de su familia y los entresijos sociales que aún legitiman la ablación en aproximadamente 28 países africanos según Naciones Unidas, Fátima Djarra admite que dudó. "Ese día pensé mucho. Es un problema que no es sólo mío. Es también de la familia. En África, la familia es todo. Todo". Pero, pese a sus reparos, la respuesta fue sí. Fátima sonríe antes de pronunciar el pensamiento que dio el pistolezo de salida al libro: "Si no nos levantamos las mujeres africanas en la lucha contra la mutilización, nadie lo va a hacer por nosotras". Antes de publicarlo, viajó a su país para explicarle a su familia el proyecto. Allí, muchos no sabían ni a qué se dedicaba, como explica en esta entrevista en Carne Cruda. "¡Limpiando!", le responde un familiar a la pregunta de qué trabajo tiene en España. Fátima les contó entonces que es mediadora en Médicos del Mundo en Navarra desde 2008 y que día a día "sensibiliza a otras mujeres sobre la ablación", para que las familias decidan no someter a sus hijas a esta experiencia. Porque la mutilación genital empieza entre gritos de dolor y lágrimas –a veces tragadas con esfuerzo para parecer "una mujer fuerte", cuenta Fátima– pero no termina cuando la herida deja de sangrar. La ablación afecta en el mundo a unos 140 millones de mujeres y niñas según la la Organicación Mundial de la Salud (OMS) y marca a las mujeres de por vida: en su vida sexual, pero también al afrontar la maternidad,
  • 2. cuando pueden surgir más complicaciones en el parto. Las "infecciones vesicales y urinarias recurrentes, los quistes y la esterilidad" son otras de las consecuencias de la mutilación genital femenina que destaca OMS. En el libro, Fátima relata la primera vez que mantuvo relaciones sexuales como "una experiencia espeluznante". Fue una relación consentida, pero marcada por el dolor: su vagina nunca llegó a ensancharse con normalidad. Las preguntas que le asaltaron siendo una niña (al ver una imagen de los genitales femeninos en el colegio) y el resto de complicaciones que ha sufrido a lo largo de los años le hicieron rechazar la mutilación genital del cariño y respeto que tiene hacia sus costumbres, su cultura. "La ablación no me ha dado nada bueno", repite. Fátima trabaja con las comunidad de africanas en Navarra, a través de Médicos del Mundo, mediante su experiencia, con las preguntas y miedos que le han atormentado. "Cuando te preguntas, las cosas empiezan a cambiar. ¿Para qué me han hecho esto? ¿De qué sirve? ¿Qué beneficio trae para mi salud y para mi vida sexual?", enumera la mujer. "Cuando tú piensas eso, para qué y qué beneficios tiene eso para ti, nunca vas a querer hacérselo a tu hija". "Cuando empecé era muy duro hablar del tema de la mutilación. Veía caras que parecía que me iban a comer", cuenta. "Empecé a hablar del tema de salud sexual, de conocer nuestra parte íntima. Y ahí sale el tema de la mutilación porque, cuando ponemos las imágenes del aparato genital femenino, hay mujeres que empiezan a preguntar: '¿Eso qué es?'. 'El clítoris'. 'Y ¿por qué yo no lo tengo?'. Entonces, a veces, se abren y cuentan: 'Me cortaron", explica Fátima. En otras ocasiones, los diques que levantan la vergüenza y el miedo son demasiado altos. "Tienes miedo a la humillación, a que se rían de ti. Pero también es miedo a traicionar a tu familia, tu comunidad. Es la educación que te han dado. La cultura que tienes. Es tu identidad como mujer". Y esos muros, esos temores, están también aquí, en España. "El libro está destinado también a los españoles, porque ellos piensan que la ablación está lejos y no es así. La inmigración está aquí. Las africanas están aquí y esto es un problema de salud mundial", dice. También un problema de violencia de género Fátima no guarda rencor a su familia porque considera fundamental entender el contexto en el que se ejecutan estas violaciones de derechos de las mujeres, que condenó la Asamblea General de Naciones Unidas en una resolución en 2012. "En mi familia todas las mujeres estaban mutiladas, les habían transmitido que era algo puro, eran buenas mujeres. Significa que una mujer que no está mutilada no puede participar en los rituales. Eres una mujer sucia". La falta de información y educación ampara estas conductas, por lo que Fátima ha decidido dedicar su vida a estas tareas para que no puedan servir de excusa en el futuro. "Porque nuestras familias, nuestras madres, nuestras abuelas pensaban que era buena para nosotras, pero ahora sabemos que no. Tenemos que luchar para que entiendan que es malo para la salud". Fatima Djarra Sani, autora de "Indomable. De la mutilación a la vida" Foto: Alejandro Navarro Bustamante La ablación, cuenta, hay que entenderla también en un contexto de violencia estructural contra la mujer. "Es una violación de derechos humanos y violencia de género. Pero allí (Guinea-Bissau) es algo normal. Tu marido puede darte una cachetada y vas a casa de tus padres y te dicen: 'Vuelve, es tu marido'. Tu marido parece tu dueño". Hoy en día, cuenta, las cosas están cambiando poco a poco. "No tanto como en España, pero están luchando a favor de la igualdad. Si gritas a tu marido en la calle, delante de todos, quedas en evidencia, pero en la casa puedes hablarlo y la mujer puede tener el control". Leyes y educación para erradicar la ablación
  • 3. Fátima indica que, en la lucha contra la mutilación genital femenina, las leyes son indispensables. Como la que prohibió la ablación en su país natal en 2011 o la prohibición en España que castiga con penas de cárcel a los padres que permiten que sus hijas sean mutiladas. "Pero sin medios, sin sensibilización, no se puede erradicar. En Guinea-Bissau existe esa ley desde 2011 que prohíbe la mutilación, pero se sigue haciendo en la zona rural donde no hay quien haga cumplir la ley, no hay medios suficientes. Eso trae muchas bolsas de resistencia, no tienen policías que les persigan por no cumplir la ley". En España, por ejemplo en Navarra y Cataluña, también existen algunos protocolos para evitar que las niñas sean mutiladas cuando van de vacaciones a sus países de origen. Las menores deben ser revisadas por un médico antes y después de la visita y además, sus padres llevan un documento en el que se informa a la familia de que, si esa niña vuelve a España mutilada, sus progenitores irán a la cárcel. Se pretende de esa manera que los parientes no obliguen a los padres a mutilar a las pequeñas; en muchos casos, además, dependen del dinero que envían desde España y el paso por prisión cortaría esa vía de ingresos. Fátima destaca también la necesidad de involucrar a las comunidades religiosas, que muchas veces han servido para amparar las mutilaciones. "Yo voy con respeto. En la comunidad africana, los hombres saben más del Corán que las mujeres, porque tienen más oportunidades para estudiarlo. Lo que les digo es que no hay ningún versículo del Corán que diga que hay que mutilar a sus mujeres. Si el imán lo entiende, puede sensibilizar a los hombres que van a la mezquita". En este sentido, Fátima destaca la fatwa – pronunciamiento legal sobre una cuestión específica emitido por un especialista en la ley islámica– que firmaron 170 imanes en contra de la ablación. Fátima espera que, un día, la tradición no ampare lo que para ella no es más que una violación de derechos humanos. Dice que vive entre dos mundos, que se complementan y la enriquecen. Su madre no tramitó el libro de familia hasta que Guinea-Bissau consiguió su independencia de Portugal, en 1973. Entonces, al de Fátima su madre añadió su nombre nativo, Djarra. Fátima Djarra. Ella, como su madre, cuida la tradición, pero solo aquella que lo merece. Y lo tiene claro: "La ablación, no". Refugiados y educación Noland, el país de las personas invisibles La educación es fundamental para los 25 millones de niños y niñas refugiados y desplazados que actualmente hay en el mundo 14 Junio 2015 por José Luis Barreiro Areses Actualmente hay 18 países en el mundo que siguen reclutando menores para la guerra. Las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares y lo han perdido todo totalizan ya 51 millones en todo el mundo (cuatro millones más que toda la población de España), la cifra más alta en los últimos 20 años. Un drama que afecta especialmente a los 25 millones de niños y niñas a quienes tenemos la obligación de proteger, cuidar y, sobre todo, educar. Hace tres años la ONG Entreculturas creó un país virtual donde viven todas las personas refugiadas y desplazadas y que cada año, por estas fechas, recuerda. Un colectivo que resulta invisible a los ojos de los ciudadanos y que según los datos más recientes de Naciones Unidas ya llega a los 51 millones de personas. De ellas, 25 millones son niñas y niños que, además de la dureza de su situación como desplazados, se ven privados de sus derechos como menores, a no sufrir abusos y violencia, el derecho a jugar y vivir en paz y, especialmente, del acceso a la educación. Además, hay otros 230 millones de niños y niñas que, aún sin estar desplazados, viven en países afectados por conflictos armados. Actualmente hay 18 países en el mundo que siguen reclutando menores para la guerra. De esos menores, un parte importante son niñas, un colectivo doblemente vulnerable. Además de padecer las duras consecuencias de esta situación, sufren discriminación de género y la amenaza de padecer abusos sexuales o maltrato físico y sicológico. La educación es clave para ellas, las protege y les da oportunidades de desarrollo. Son pequeños que se ven privados de su derecho a aprender, a estar en la escuela, a jugar, a imaginar un
  • 4. futuro mejor. Niños y niñas a las que el conflicto armado ha robado su infancia. Que no tienen acceso a la educación o la abandonan tempranamente perdiendo toda oportunidad de labrarse un futuro y una vida digna. Se vuelven completamente vulnerables al reclutamiento militar y también a la violencia sexual que va asociada al mismo, especialmente entre las niñas. Deben urgentemente volver a conseguir un ambiente de paz y un clima de protección. En este contexto, la educación juega un papel esencial. Recupera los espacios en situaciones de emergencia, le acoge y les protege contra estas y contra otro tipo de amenazas. Además, la escuela proporciona orden estructura, normalidad y cierta esperanza de futuro. En estos momentos, la zona más conflictiva es la afectada por el conflicto de Siria, que ha provocado que 1,1 millones de personas se hayan ido a Líbano, de ellos, 400.000 son niñas y niños. Travesía solidaria en la Ría de Vigo El próximo sábado, 20 de junio, se celebra el Día Internacional de las personas refugiadas. Esa jornada, Entreculturas Vigo recordará la situación de los menores que no puede ir a la escuela en una actividad pionera en esta ciudad, una Travesía Solidaria bajo el lema ―Navegamos por la Educación‖, que tendrá lugar en la ría de Vigo reuniendo a cerca de 100 niños y niñas de las diferentes escuelas de vela de la ría. Desde Entreculturas les recordarán el decisivo papel de la educación en la construcción de la paz, en los que se aprenden valores como la tolerancia, el respeto mutuo o la capacidad de convivir pacíficamente. Se realizará una recogida masiva de firmas por la educación. Y como colofón final, todos los barcos de las escuelas navegarán de Vigo a Moaña bajo ese lema. Recordando las palabras de la joven Malala, premio Nobel de la Paz, ―que sea la última vez que un niño o una niña inocente pierde la vida en una guerra. Que sea la última vez que un aula se quede vacía. Que sea la última vez que se le diga a una niña que la educación es un delito y no un derecho. Y que construyamos un futuro mejor aquí y ahora‖ Más información en www.noland.eu La miseria golpea a la familia y a veces la destruye 23/06/2015 El Papa denuncia los ataques que sufre la familia: miseria, precariedad y paro, las guerras...También destaca la tentación del dinero y del goce individual que destruyen los vínculos solidarios en la familia y en la sociedad o La guerra es una cuestión terrible, que golpea especialmente a las familias. La guerra es "la madre de todas las pobrezas", una gran depredadora de vidas, de almas y de los afectos más sagrados y más queridos" La pérdida de trabajo, o su fuerte precariedad, inciden duramente sobre la vida familiar.
  • 5. o La mirada brillante de muchos niños, privados de todo, que están en escuelas construidas con nada, cuando muestran con orgullo sus lápices y cuadernos. Debemos arrodillarnos ante estas familias, que son una verdadera escuela de humanidad que salva a las sociedades de la barbarie. o El hecho irrita a aquellos planificadores del bienestar. Texto completo de la catequesis del Papa Francisco sobre las familias y la pobreza (03/06/2015) Queridos hermanos y hermanas ¡Buenos días! En estos miércoles hemos reflexionado sobre la familia y vamos avanzando en este tema, reflexionando sobre la familia. A partir de hoy nuestras catequesis se abren, con la reflexión sobre la consideración de la vulnerabilidad que tiene la familia, en las condiciones de vida que la ponen a prueba. ¡La familia tiene tantos problemas que la ponen a prueba! Una de estas pruebas es la pobreza. Pensamos en tantas familias que viven en las periferias de las metrópolis, pero también en las zonas rurales... ¡Cuánta miseria, cuánto degrado! Y además para empeorar la situación, en algunos lugares llega también la guerra. La guerra es siempre una cuestión terrible, que golpea especialmente a las poblaciones civiles, a las familias. De verdad la guerra es "la madre de todas las pobrezas", una gran depredadora de vidas, de almas y de los afectos más sagrados y más queridos". A pesar de todo esto, existen tantas familias pobres que con dignidad buscan conducir su vida cotidiana, a menudo confiando abiertamente en la bendición de Dios. Esta lección, no debe justificar nuestra indiferencia, ¡sino aumentar nuestra vergüenza! por el hecho de que exista tanta pobreza. Es casi un milagro que, también en la pobreza, la familia continúe formándose e incluso conserve - como puede - la especial humanidad de sus vínculos. El hecho irrita a aquellos planificadores del bienestar que consideran los afectos, la generación, los vínculos familiares, como una variable secundaria de la calidad de vida. ¡No entienden nada! Al contrario, nosotros debemos arrodillarnos delante a estas familias, que son una verdadera escuela de humanidad que salva a las sociedades de la barbarie. ¿Qué nos queda, de hecho, si cedemos al chantaje de César y de Mamón,, de la violencia y del dinero, y renunciamos también a los afectos familiares? Una nueva ética civil llegará solamente cuando los responsables de la vida pública reorganicen las relaciones sociales luchando contra lucha la espiral perversa que une familia y pobreza, que nos lleva al abismo. La economía actual frecuentemente se ha especializado en el goce del bienestar individual, pero practica extensamente la explotación de los vínculos familiares. ¡Esta es una contradicción grave! ¡El inmenso trabajo de la familia, no aparece en los balances financieros naturalmente! La economía y la política son reacias a reconocerlo. Y todavía, la formación interior de la persona y los círculos sociales de los afectos, tienen allí sus columnas. Si las quitas, cae todo. No es solamente una cuestión de pan. Hablamos de trabajo, educación, sanidad. Es importante entender bien esto. Nos conmueve mucho cuando vemos imágenes de los niños desnutridos y enfermos que se nos muestran en tantas partes del mundo. Al mismo tiempo, nos conmueve también mucho la mirada brillante de muchos niños, privados de todo, que están en escuelas construidas con nada, cuando muestran con orgullo sus lápices y cuadernos. ¡Cómo miran con amor a su maestro o su maestra! Verdaderamente los niños Hay que luchar por romper la espiral perversa que lleva a las familias a la pobreza y que nos lleva al abismo "No es solo una cuestión de pan. Hablamos de trabajo, educación, sanidad"
  • 6. saben que ¡el hombre no vive solo de pan! También del afecto familiar; cuando existe la miseria los niños sufren, ellos quieren amor, los vínculos familiares. Nosotros los cristianos debemos ser más cercanos a las familias a las que la pobreza pone a la prueba. Piensen, todos ustedes si conocen a algún papá sin trabajo, alguna mamá sin trabajo... la familia sufre, los vínculos se debilitan. Es feo esto. De hecho, la miseria social golpea a la familia y a veces la destruye. La falta o la pérdida de trabajo, o su fuerte precariedad, inciden duramente sobre la vida familiar, poniéndola a dura prueba las relaciones. Las condiciones de vida en los barrios más pobres, con los problemas de habitación y de transporte, como también la reducción de los servicios sociales, sanitarios y educativos, causan más dificultades. A estos factores materiales se añade el daño causado a la familia por los pseudo - modelos, difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo y el culto por aparentar, que influyen en las clases sociales más pobres e incrementan la disgregación de los vínculos familiares. ¡Cuidar a las familias, cuidar el afecto, cuando la miseria pone a la familia a prueba! La Iglesia es madre, y no debe olvidar este drama de sus hijos. También ella debe ser pobre, para hacerse fecunda y responder a tanta miseria. Una Iglesia pobre es una Iglesia que practica una voluntaria sencillez en su propia vida -en sus instituciones, en el estilo de vida de sus miembros- para abatir todo muro de separación, sobre todo de los pobres. Es necesaria la oración y la acción. Recemos intensamente al Señor, que nos sacuda, para hacer que nuestras familias cristianas sean protagonistas de esta revolución de la cercanía familiar ¡Qué ahora es tan necesaria! De esta cercanía familiar, desde el inicio, está hecha la Iglesia. Y no olvidemos que el juicio de los necesitados, de los pequeños y de los pobres anticipa el juicio de Dios ( Mt 25, 31-46). No olvidemos esto y hagamos todo, todo lo que podamos para ayudar a las familias a ir hacia adelante en la prueba de la pobreza y de la miseria que golpea los afectos, los vínculos familiares. Quisiera leer una vez más el texto de la Biblia que hemos escuchado al inicio y que cada uno de nosotros piense en las familias que están probadas por la miseria y la pobreza. La Biblia dice así: «Hijo, no prives al pobre de lo necesario para la vida, no seas insensible a la mirada de los necesitados. No entristezcas a quien tiene hambre, no exasperes a quien está en dificultad. No preocupes a un corazón que ya está exasperado, no niegues un don al necesitado. No rechaces la súplica del pobre, no evites la mirada del indigente. De quien te pide no rechaces la mirada, no le des ocasión de maldecirte» (Sir 4, 1-5a). Porque esto será aquello que hará el Señor -lo dice el Evangelio- si no hacemos estas cosas. Pido perdón por las violencias cristianas contra los Valdenses, dijo el Papa 2015-06-22 Radio Vaticana Visita histórica de un Pontífice a un Templo Valdense (RV).- En su segunda jornada en Turín, el Papa Francisco visitó la mañana del cuarto lunes de
  • 7. junio, a la comunidad del Templo Valdense. En este encuentro histórico, puesto que se trata de la primera visita de un Sucesor de Pedro, el Pontífice fue recibido por el Moderador de la Mesa Valdense, Eugenio Bernardini, el Pastor titular de esta Iglesia, Paolo Ribet, y el Presidente del Consistorio de la Iglesia Evangélica Valdense, Sergio Velluto. Espiritualidad y fe En efecto, el Santo Padre llegó a las 9.00 al Templo Valdense de Corso Vittorio Emanuele II procedente de la sede del Arzobispado de Turín, donde había pernoctado. En el discurso que les dirigió, el Papa Francisco comenzó con un breve recuerdo personal de sus encuentros anteriores con los amigos de esta Iglesia Evangélica del Río de la Plata, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, de los que pudo apreciar – dijo – ―la espiritualidad y la fe‖ y de los que aprendió ―tantas cosas buenas‖. El redescubrimiento de la fraternidad a pesar de las diferencias: una comunión en camino De hecho, al dirigirse con gran alegría a estos queridos hermanos y hermanas, y tras agradecer la invitación recibida por los responsables de esta comunidad de Turín, el Papa dijo: ―Uno de los principales frutos que el movimiento ecuménico ya ha permitido que recojamos en estos años es el redescubrimiento de la fraternidad que une a todos aquellos que creen en Jesucristo y han sido bautizados en su nombre‖. El Obispo de Roma explicó que este lazo no está basado en criterios sencillamente humanos, sino en la participación radical de le experiencia fundante de la vida cristiana, a saber: ―El encuentro con el amor de Dios que se revela a nosotros en Jesucristo y la acción transformadora del Espíritu Santo que nos asiste en el camino de la vida‖. Razón por la cual el Papa dijo: ―El redescubrimiento de semejante fraternidad nos permite captar el lazo profundo que ya nos une, a pesar de nuestras diferencias. Se trata de una comunión aún en camino – y la unidad se hace en camino – una comunión que, con la oración, con la continua conversión personal y comunitaria, y con la ayuda de los teólogos, confiados en la acción del Espíritu Santo, esperamos que pueda llegar a ser plena y visible en la verdad y en la caridad‖. La Iglesia católica pide perdón por sus culpas pasadas Francisco explicó que ―la unidad, que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad‖. En efecto, dijo, los hermanos están unidos por un mismo origen, ―pero no son idénticos entre sí‖. ―Lamentablemente – afirmó el Papa – ha sucedido y sigue sucediendo que los hermanos no acepten sus diversidades y terminen por hacerse la guerra uno contra otro‖. ―Reflexionando sobre la historia de nuestras relaciones, no podemos dejar de entristecernos frente a contiendas y violencias cometidas en nombre de su propia fe, y pido al Señor que nos dé la gracia de reconocernos todos pecadores y de saber perdonarnos recíprocamente‖. El Papa Francisco añadió que por iniciativa de Dios, quien jamás se resigna frente al pecado del hombre, se abren caminos nuevos para vivir nuestra fraternidad, a lo que, por otra parte, no podemos sustraernos: ―Por parte de la Iglesia católica les pido perdón. Les pido perdón por las actitudes y los comportamientos no cristianos, incluso no humanos que, en la historia, hemos tenido contra ustedes. En nombre del Señor Jesucristo, ¡perdónenos!‖. Las relaciones entre los valdenses y los católicos hoy se fundan en el respeto mutuo y en la caridad fraterna El Papa constató con satisfacción que hoy las relaciones entre los católicos y los valdenses se fundan cada vez más ―en el respeto mutuo y en la caridad fraterna‖, tal como lo testimonian, por ejemplo, la traducción inter-confesional de la Biblia, los acuerdos pastorales para la celebración del matrimonio, la reciente redacción de un llamamiento conjunto contra la violencia contra las mujeres y otras iniciativas comunes. Francisco se refirió a los muchos contactos cordiales en diversos contextos locales, donde se comparten la oración y el estudio de las Escrituras, y recordó el intercambio ecuménico de dones realizado con ocasión de la Pascua, por la Iglesia Valdense de Pinerolo y de esa Diócesis: ―La Iglesia Valdense ofreció a los católicos el vino para la celebración de la Vigilia de Pascua y la Diócesis católica ofreció a los hermanos valdenses el pan para la Santa Cena del Domingo de Pascua. Se trata de un gesto entre las dos Iglesias, que va mucho más allá de la sencilla cortesía y hace pregustar, en cierto sentido – pregustar en cierto sentido – esa unidad de la mesa eucarística que anhelamos‖. Que las diferencias no sean un obstáculo contra la colaboración en la evangelización y en las obras El Santo Padre subrayó que estos pasos animan a proseguir por este camino común y destacó que un primer ámbito en el que se abren amplias posibilidades de colaboración entre valdenses y católicos es el de la evangelización, mientras otro es el del servicio a la humanidad que sufre, a los pobres, a los enfermos y a los marginados. Y tras agradecer lo que anteriormente se había dicho sobre los emigrantes, Francisco añadió: ―La elección de los pobres, de los últimos, de aquellos a quienes la sociedad excluye, nos acerca al corazón mismo de Dios, que se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza y, en consecuencia,
  • 8. nos acerca más unos a otros‖. Además, el Santo Padre manifestó su deseo de que las diferencias que siguen existiendo entre ambas Iglesias sobre importantes cuestiones antropológicas y éticas no deben impedir que se encuentren formas de colaboración en estos y otros ámbitos. Y concluyó diciendo: ―Queridos hermanos y hermanas, les agradezco nuevamente este encuentro, que quisiera que nos confirmara, recíprocamente, en un nuevo modo de ser: mirando ante todo la grandeza de nuestra fe común y de nuestra vida en Cristo y en el Espíritu Santo, y, sólo después, las divergencias que aún subsisten. Les aseguro mi recuerdo en la oración y les pido, por favor, que recen por mí: tengo tanta necesidad de esto. Que el Señor nos conceda a todos su misericordia y su paz‖. Este encuentro terminó con el Canto Coral y el rezo del Padrenuestro. Posteriormente tuvo lugar, en un salón adyacente, el intercambio de dones y la entrevista con una delegación de esta Iglesia Evangélica. (María Fernanda Bernasconi - RV). El amor de Cristo nos apremia hacia los que sufren y los perseguidos, dijo el Papa en el rezo a María 2015-06-21 Radio Vaticana La Sábana Santa es icono del amor más grande (RV). Al concluir la Misa, el Papa Francisco introdujo el rezo mariano a la Madre de Dios y Madre amorosa de todos, a la que Jesús le encomendó a la humanidad. Haciendo hincapié en que la Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo tiempo, impulsa hacia el rostro de toda persona sufriente y perseguida injustamente, el Obispo de Roma recordó a San José Benito Cottolengo y a San Juan Bosco, en el bicentenario de su nacimiento. Le encomendó a la Virgen Santa la ciudad de Turín, su territorio y todos los que viven allí, para que puedan vivir en la justicia, en la paz y en la fraternidad. En especial, «a las familias, a los jóvenes, a los ancianos, a los encarcelados y a todos los sufrientes, con una especial consideración por los enfermos de leucemia, hoy en la Jornada Nacional contra la leucemia, linfoma y mieloma. María Consolata, reina de Turín y del Piamonte, fortalezca nuestra fe, asegure nuestra esperanza y fecunde nuestra caridad, para ser ―sal y luz‖ de esta bendita tierra». (CdM – RV) Voz y texto completo de las palabras del Papa en el rezo del Ángelus Al final de esta celebración, nuestro pensamiento se dirige a la Virgen María, Madre amorosa y premurosa con todos sus hijos, que Jesús le ha confiado desde la cruz, mientras ofrecía a Sí mismo en el gesto de amor más grande. Ícono de este amor es la Síndone, que también esta vez ha congregado tanta gente aquí en Turín. La Sábana Santa atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo tiempo, impulsa hacia el rostro de toda persona sufriente y perseguida injustamente. Nos impulsa en la misma dirección del don de amor de Jesús. ―El amor de Cristo nos apremia‖: estas palabras de San Pablo eran el lema de San José Benito Cottolengo. Recordando el ardor apostólico de tantos sacerdotes santos de esta tierra, desde Don Bosco, de quien recordamos el bicentenario de su nacimiento, los saludo con gratitud a ustedes, sacerdotes y religiosos. Ustedes se dedican con empeño al trabajo pastoral y son cercanos a la gente y a sus problemas. Los animo a llevar adelante con alegría su ministerio, apuntando siempre a lo que es esencial en el anuncio del Evangelio. Y mientras les agradezco a ustedes, hermanos Obispos del Piamonte y del Valle de Aosta, por su presencia, los exhorto a estar junto a sus sacerdotes con afecto paterno y calurosa cercanía. A la Virgen Santa le confío esta ciudad y su territorio y aquellos que habitan aquí, para que puedan vivir en la justicia, en la paz y en la fraternidad. En especial encomiendo a las familias, a los jóvenes, a los ancianos, a los encarcelados y a todos los sufrientes, con una especial consideración por los enfermos de leucemia, hoy en la Jornada Nacional contra la leucemia, linfoma y mieloma. María Consolata, reina de Turín y del Piamonte, fortalezca nuestra fe, asegure nuestra esperanza y fecunde nuestra caridad, para ser
  • 9. ―sal y luz‖ de esta bendita tierra, de la que yo soy nieto. (Traducción del italiano: Renato Martínez – RV) Francisco a los jóvenes: sean castos y vayan contracorriente (©Reporters) (©Reporters) El entusiasmo de la juventud turinesa «No se jubilen a veinte años». Y sobre la desconfianza, criticó a las grandes potencias que no bombardearon los trenes nazis y a los políticos que acarrean a los países a las guerras iacopo scaramuzzi Turín Papa Francisco invitó a los jóvenes a ir «contracorriente» con respecto a la difundida cultura consumista y hedonista («Seré impopular: sean castos, el amor es servicio»), en la última cita pública de su primer día en Turín. Respondiendo a la pregunta de una chica (¿cómo no caer en el desánimo?), puso algunos ejemplos históricos para explicar que comprendía la desconfianza: la «gran tragedia» armenia que se verificó en la absoluta indiferencia mundial, las purgas stalinianas, las grandes potencias que no detuvieron los trenes que llevaban a los judíos, a los cristianos, a los gitanos y a los homosexuales a los campos de concentración de los nazis. Francisco insistió en la invitación a rechazar una «cultura del descarte» que afecta a los ancianos y a los jóvenes. El Papa entregó el discurso que había preparado y respondió (auqnue dijo que conocía las preguntas de los tres chicos) a Chiara Vagnoni, a Sara Amodio y a Luigi Capello, después de que otros dos jóvenes hubieran introducido el encuentro, dándole la bienvenida en piamontés, y después de haber besado la Cruz de madera de la Jornada Mundial de la Juventud, que se llevará a cabo en 2016 en Cracovia. Francisco citó al beato Piergiorgio Frassati, ante cuya tumba se detuvo esta mañana en la catedral de Turín, para subrayar el necesario «deseo de vivir» de la juventud. «¿Saben? Es feo ver a un joven detenido, que vive, permítanme la expresión, como un vegetal... Sepan que me dan mucha tristeza al corazón esos jóvenes que se jubilan a los veinte años, que ¡envejecieron en seguida! Pero cuando el joven ama, no se jubila, crece, crece y da».
  • 10. EL amor, prosiguió Bergoglio, «no es una telenovela» y radica «más en las obras que en las palabras», «se comunica, se dialoga». «Sé que ustedes son buenos y me permitiría hablar con sinceridad», prosiguió, «quisiera decirles una palabra impopular: incluso el Papa debe arriesgarse para decir la verdad: el amor es muy respetuoso de las personas, no usa a las personas, esto es, el amor es casto y, a ustedes, jóvenes, en este mundo hedonista, en este mundo en el que solo tiene publicidad el palcer, pasarlo bien, vivir bien, yo les digo: ¡sean castos! Todos nosotros –prosiguió– hemos pasado por momentos en los que esta virtud es muy difícil, pero es justamente la prueba de un amor genuino, de un amor que sabe dar la vida, que no busca al otro por el propio placer, un amor que hace sacra la vida de la otra persona. Perdónemne si digo una cosa que no se esperaban: les pido, hagan el esfuerzo de vivir el amor castamente», porque «el amor es servir a los demás». El Papa después afrontó, en respuesta a la segunda pregunta, el tema del sentido de desánimo y de desconfianza en la vida que sienten muchos jóvenes. «A menudo respiramos un sentido de desconfianza en la vida, porque hay situaciones que nos hacen pensar: ―No vale la pena vivir así‖. Pensamos en este mundo, en las guerras. A veces yo digo que estamos viviendo la tercera guerra mudnial, pero a pedacitos: en Europa hay guerra, en África hay guerra, en Medio Oriente hay guerra, en muchos otros países hay guerra. Pero, ¿puedo tener confianza en una vida así? ¿Puedo confiar en los dirigentes mundiales? ¿Cuando voy a dar el voto por un candidato, puedo confiar en que no acarreará a mi país a la guerra? ¡Si confías solo en los hombres, estás perdido! Hay empresarios que se dicen cristianos y frabrican armas: eso da un poco de desconfianza. ―No, yo no fabrico armas, solo tengo mis ahorros, mis inversiones en las fábricas de armas‖». También en esta época, añadió, «la hipocresía es una moneda corriente, la doble cara». Francisco también citó otros ejemplos: «La gran tragedia de Armenia, a principios del siglo pasado, cuando millones murieron: ¿en dónde estaban las grandes potencias de entonces? Veían hacia otra parte, estaban interesadas en las guerras». Y, para ellos, explicó, todos los muertos «son seres humanos de segunda clase». Y luego el Holocausto, «las grandes potencias tenían fotografías de las vías de ferrocarril que llevaban los trenes a los campos de concentración, a Auschwitz, para matar a judíos, pero también a cristianos, gitanos, homosexuales. Pero, ¿por qué no las bombardearon? ¡EL interés!». Y luego las purgas de Stalin: «¿Cuántos cristianos fueron asesinaods, y las grandes potencias se dividían Europa como un pastel. Tuvieron que pasar muchos años antes de poder llegar a una cierta libertad». Es decir, concluyó el Papa dirigiéndose a la chica que le había hecho la pregunta, «comprendo lo que dices sobre la desconfianza; también ahora estamos viviendo un acultura del descarte: lo que no es de utilidad económica se descarta, una especie de eutanasia escondida: se descarta a los ancianos, y ahora se descarta a los jóvenes (el 40% de los jóvenes aquí están sin trabajo), es un descarte, ¿por qué? Porque en el sistema económico mundial no son el hombre y la mujer, como Dios quiere, el centro, sino el dios dinero». Y si los jóvenes no pueden sentirse dignos «porque no tienen trabajo» corren el riesgo de acabar «en las dependencias, en la depresión, se suicidan, o cuántas veces estos jóvenes no se van con los terroristas, para hacer algo por lo menos, por un ideal. Yo comprendo este desafío. Por ello, Jesús nos decía que no pongamos nuestras seguridades en las riquezas, en los poderes mundanos». Al final, prosiguiendo su relfexión, llegó a la tercera pregunta. El Papa animó a los chicos a comprometerse en proyectos de servicio, «pensemos en los niños de la calle, en los migrantes, para promoverlos, en la alegría de los oratorios», porque entonces «el sentido de desconfianza se va», «hacer, hacer, hacer contracorriente», y frente a valores como «pompas de jabón» o publicidad que «quiere convencernos de que son diamantes cuando nos venden vidrio». Francisco conclyó con una broma: «Ustedes son inteligentes y seguramente alguno podría decirme: ―Pero, padre, usted habla así porque vive en el Vaticano, tiene a muchos monseñores que le hacen el trabajo y usted está tranquilo, y no sabe qué es la vida de todos los días...‖. Y sí, algunos pueden pensar así. El secreto es entender bien dónde se vive: in esta tierra». Hay que vivir en la realidad, «y si esta realidad es vidrio y no diamante, entonces yo busco la realidad contracorriente y me hago mi realidad, pero que sea servicio a los demás!». Y al final exhortó a los jóvenes: «aquí hay muchos universitarios, tengan mucho cuidado y no crean que es solo estudiar: ser universitarios quiere decir también salir, y salir en el servicio con los pobres».
  • 11. Obras completas Edición de Maximiliano Herráiz Teresa de Jesús Teresa mujer, doctora de la Iglesia, poetisa, fundadora, mística, escritora, carmelita. A lo largo de sus Obras completas el lector es invitado a sumergirse en la complejidad y riqueza de una de las figuras más deslumbrantes del siglo XVI. De Teresa puede decirse que es la escritora que más ha influido en el itinerario espiritual de innumerables buscadores del Absoluto, quienes la han considerado su «madre y maestra». Ella es, en fin, la «mujer inquieta y andariega» que camina tras la verdad y el amor inabarcables, manifestados en Jesús de Nazaret. Mujer empeñada apasionadamente en el diálogo entre «letras» y «experiencia», entre la razón y el corazón, trabaja incansable en la creación de verdaderas comunidades de fe donde se viva a la luz del Espíritu.
  • 12. Quinientos años después, Teresa sigue siendo actual. Ella recuerda profética y esperanzadamente a quien se adentra en su obra: «No echen culpa a los tiempos, que para hacer Dios grandes mercedes siempre es tiempo». Maximiliano Herráiz, carmelita, dedicó seis largos años a la preparación de estas Obras completas de la primera Doctora de la Iglesia, que ahora se completan con la revisión del texto original y la actualización de sus introducciones, notas e índices. Versos y canciones Teresa de Jesús Teresa de Jesús, mujer, carmelita, mística, fundadora, escritora, doctora de la Iglesia y también poetisa.
  • 13. Sus versos y canciones no nacieron del afán de gloria literaria, sino de la necesidad de comunicar de otra manera su desbordante vida interior. Como dice uno de sus contemporáneos, Teresa gustaba además de componer versos sobre «todos los sucesos que nos acontecían». Así, ella crea letras para cantar con sus hermanas en las fiestas religiosas, en las ceremonias de toma de hábito… e incluso para ahuyentar a los piojos que invaden sus ropas. La sencillez formal de estos versos y canciones de Teresa han acercado su poesía a todo tipo de personas, desde aquellas que únicamente podían escucharlas y memorizarlas por no saber leer, a no pocos poetas que a través de ellas se han adentrado en el inagotable misterio del amor. Destruir el recuerdo del „mal radical‟ El País | Santos Juliá El horror de los campos de exterminio consistía, según nos enseñó en su magistral lección sobre el totalitarismo Hannah Arendt, en el hecho de que los reclusos, aun en el caso de que conservaran la vida, estaban más efectivamente cortados del mundo de los vivos que si hubieran muerto. Era como si se hubiesen convertido en material desechable, superfluo, destinado a la liquidación, como si nunca hubieran existido. En eso consistía lo que Arendt, tomando el concepto de Kant, pero llenándolo del contenido de una experiencia vivida, de una vivencia propia, llamó el mal radical, el lugar de la dominación total, quintaesencia del totalitarismo, masas humanas encerradas en campos de concentración, sometidas a la peor tortura imaginable: vivir como si ya hubieran muerto. Toda representación del pasado tiene límites exteriores al texto y al sujeto que los recuerda, límites que no tienen nada que ver con la libertad de expresión ni con cualquier consideración moral, sino que proceden de los mismos hechos que se pretende representar. Como Perry Anderson y Carlo Ginzburg replicaron a Hayden White, no es posible representar la planificada operación política y administrativa de exterminio de judíos —conocida en el argot nazi como Solución Final — según el modo de tramar de un romance o una comedia. Sin duda, la representación es obra del autor, su invención, pero para que esa invención no destruya la memoria del pasado que se trata de reconstruir debe estar controlada por las voces que nos llegan de ese mismo pasado. ENRIQUE FLORES A eso era a lo que exhortaba el camarada Kaminsky, una tarde de domingo en Buchenwald, al grupo de reclusos que escuchaba en estremecido silencio, de boca de un judío superviviente entre una montaña de cadáveres transportados en un convoy de la muerte, la explicación del funcionamiento del sistema de exterminio en los campos de Auschwitz-Birkenau, la selección de los presos, las cámaras de gas, los hornos crematorios: ―No lo olvidéis‖, repetía con voz ronca y justiciera el alemán Kaminsky, y nos recordaba Jorge Semprún: ―No lo olvidéis jamás: ¡Alemania es culpable; mi patria es culpable!‖. Es, por decirlo ahora con la bella metáfora del último Paul Ricoeur, ―la memoria herida por la historia‖, lo que quiere decir: memoria que recuerda aquello que la voluntad quisiera olvidar porque su mera evocación hiere a nuestra gente, a los nuestros. Por eso, porque el hombre es libre, capaz del mal radical y de la negación de su recuerdo, cabe también construir un relato de esos hechos, no para dar cuenta de ellos sino con el propósito de destruir su memoria como experiencia del mal radical. Y es esta la clase de narración elegida por el autor del tuit difundido hace cuatro años por quien ahora es concejal del Ayuntamiento de Madrid, cuando convierte la Solución Final en un chascarrillo que no se limita a banalizar el mal, como cree quien lo ha propagado: banalizar el mal radical es lo que Otto Adolf Eichmann pretendía ante el tribunal que lo juzgaba en Jerusalén cuando explicaba su participación en el exterminio de judíos como burocrático cumplimiento de un deber de obediencia a unos jefes portadores de una misión universal; banalizar el mal es a lo que se
  • 14. dedican ahora los miembros de ETA y sus cómplices y amigos cuando narran sus asesinatos en el modo épico, como mero resultado de la lucha por la liberación de un pueblo. Pero lo que pretende este tuit no es eso; es machacar, pulverizar, destruir las voces que nos llegan de aquel horror para convertirlas en cenizas de cigarrillos depositadas en el cenicero de un coche. Lo de menos es que rebase o no los límites de la libertad de expresión, que su contenido sea o no insultante, o que manifieste un gusto deplorable; todo eso, para el caso, es irrelevante. Lo que importa es que con ese procedimiento narrativo destruye la memoria del mal radical: el exterminio de judíos, así contado, es recibido con una carcajada por el público al que va destinado. Solo cuando ha caído en la cuenta del efecto político que alcanzaba su narración, el responsable de la difusión por las redes sociales de este acto de borrado de la memoria ha pedido públicamente perdón a quienes se hayan sentido ofendidos. Bien está, pero ¿basta esta petición o, más aún, bastaría un perdón otorgado por los ofendidos para mantenerse en un cargo público como representante elegido por los votantes de un partido? No, en absoluto. El perdón es un acto moral, que concierne ante todo a quien lo pide y a quien lo otorga. Aquí no se trata de eso, sino del elegido por unos votantes que carecían de elementos de juicio sobre la identidad política del sujeto que les pedía, como miembro de una candidatura, su voto. Lo obligado no es pedir perdón sino tomar nota de la propia e intransferible responsabilidad política y actuar en consecuencia, como inevitablemente se ha visto impelido a reconocer Guillermo Zapata renunciando a su designación como responsable de la concejalía de cultura, aunque con el peregrino argumento de que era ese ámbito el exclusivamente afectado por su intervención en las redes. La pregunta es: si para la cultura de Madrid habría sido un oprobio verse representada por el difusor, a título personal, de este texto de destrucción de la memoria, ¿por qué no habría de serlo para los ciudadanos de cualquier distrito? La respuesta solo es posible cuando se conteste a esta otra pregunta: ¿habrían consentido ni por un instante sus compañeros de candidatura la presencia a su lado de alguien que hubiera difundido por las redes un chiste en el que los asesinados por una banda fascista en un despacho de abogados de Atocha hubieran aparecido como ceniza arrojada a un vertedero? ¿lo habrían votado sus electores?. Los actos políticos deben tener consecuencias políticas. La práctica del mal radical, en el sentido que Arendt y Semprún dieron a este concepto, es un acto político, una práctica de poder total sobre la vida y sobre la muerte. Aparte de cualquier consideración moral, el mandato de su recuerdo es, por eso, una exigencia política. Puede no cumplirse, sin duda, lo mismo que puede pervertirse o instrumentalizarse al servicio de intereses espurios. Tal es la carga de la libertad del hombre: que de la misma manera que en su libre decisión radica la posibilidad de cometer o no un acto de mal radical, también pertenece al ámbito de su libertad cumplir el mandato de memoria o destruirla. Uno y otro son actos políticos, pero uno y otro deben arrastrar, por lo mismo, exigencias políticas tan radicales como el mal cuya memoria herida por la historia se pretende cultivar o destruir. Santos Juliá es historiador. España en la obra de John H. Elliott ABC | Manuel Lucena Giraldo Es condición general de los historiadores, a fin de cuentas señores del tiempo, alcanzar una avanzada edad. Doble mérito si además, como en el caso del maestro y premio Príncipe de Asturias John H. Elliott, se llega a los 85 años, este 23 de junio, en una forma espléndida. En tiempos convulsos como estos, resuena una afirmación suya de 1994 cargada de sentido: «La obligación del historiador es buscar lo que cree que es la verdad, por incómodas que sean las consecuencias. Todas las sociedades necesitan mitos, pero también requieren de historiadores que los cuestionen y de ese modo aseguren que el pasado no se fosilice en las mentalidades del presente». La vocación por la incomodidad, asentada en una sólida condición moral, es basamento de una carrera intelectual que, a efectos españoles, comenzó en 1950. En un viaje memorable que ha evocado de manera repetida, la última vez en una suerte de autobiografía titulada «Haciendo historia» (2012), Elliott recorrió España formando parte de un grupo de estudiantes de Cambridge. La visita al Museo del Prado, una conmoción, le dispuso ante el enigma magnífico que
  • 15. supone la posible correlación entre apogeo cultural y decadencia política. ¿Cómo era posible que la patria del asombroso Velázquez fuera también la de aquella monarquía regida por Felipe IV, a punto de disolución? «Me impresionó mucho el país», evocó décadas después. La memoria visual del Prado, a cuyo patronato ha hecho una extraordinaria contribución, constituye referencia e hilo conductor de su obra, cuyos libros remiten en una secuencia característica a determinadas pinturas, que podríamos llamar «de época». El retrato velazqueño del conde-duque de Olivares, pintado hacia 1638, apunta una cuestión clásica en la obra de Elliott, la arrogancia del poder y su representación. También, en tono no precisamente menor, aparece la relación dinámica entre quienes detentan los gobiernos y quienes les obedecen, en el marco de relaciones de contingencia. Las cosas fueron de un cierto modo, pero las opciones de libertad humana estuvieron y están abiertas, de modo que pudieron acontecer de otro. La tarea del historiador es estudiarlas y narrarlas con lenguaje elegante, medido y oportuno. La biografía que publicó en 1986 sobre Olivares, con el subtítulo «El estadista en una era de decadencia», puede verse como evolución natural de preocupaciones nacidas treinta años antes, ante las imágenes del Prado promovidas por el favorito para celebrarse a sí mismo, con permiso y anuencia de su rey y señor. Ese mundo de privados y validos, en Europa y España, expresó una cómoda dejación de responsabilidades por parte de los monarcas que, en nuestro caso, sucedieron al formidable Felipe II. Sin duda la fabricación de majestad por sus sucesores se correspondió con una apoteosis gloriosa de la cultura cortesana española, que desde el siglo XVIII hemos llamado con justificado orgullo «Siglo de Oro». Habría que actualizar las interpretaciones complacientes de algunos de los elementos que lo constituyeron, pero sin duda el palacio del Buen Retiro y dentro de él, como ingenio central, el salón de reinos deben a Elliott, que publicó en 1980 junto con Jonathan Brown una monografía de referencia, sus perfiles actuales. Allí estuvo otro cuadro del Prado, «La recuperación de Bahía», pintado por el religioso dominico Juan Bautista Maíno en 1635, para la serie de batallas del salón. Sobre el telón de fondo de paisajes figurados, se observan embarcaciones, armas, reyes, favoritos, generales y soldados, niños que miran y mujeres que cuidan a los heridos en la batalla. Un tanto imperceptibles, bajo las figuras de Felipe IV y Olivares, que le coloca una corona de laurel, se deslizan tres cuerpos que personifican desorden cósmico, herejía, discordia y traición. La victoria de Fadrique de Toledo en el combate habido en esa ciudad brasileña –entonces española– en 1625 se atribuye a la eficacia de un gobierno prudente. Este actúa en el seno de una monarquía compacta o compuesta, según la célebre definición de Elliott, apuntada en un artículo de la revista «Past and present», de 1992. Aquella estructura política integró en el primer imperio global de la historia reinos y ciudades a escala planetaria con el rey español en el centro de un sistema de representación providencial y ecuménico. Ciertamente, en ese punto confluyó con la escuela del modernismo más renovadora e interesante, con figuras como Antonio Domínguez Ortiz en lugar destacado. Pero el cuadro de Maíno remite también al escenario americano de la monarquía filipina y, por extensión, a la universalidad de la historia de España, tan desparramada por todos los continentes, para quienes quieran verlo sin acritud –o con patriotismo–. En 1969, Elliott impartió en la Queen‘s University de Belfast las conferencias Wiles, dedicadas a reflexionar sobre la influencia del Nuevo Mundo en la Europa del siglo XVI y comienzos del XVII. Sus cuatro intervenciones, que llevaron por título «El impacto incierto», «El proceso de asimilación», «La nueva frontera» y «El mundo atlántico», editadas poco después en «El viejo mundo y el nuevo, 1492- 1650», propusieron de acuerdo con los lineamientos de la entonces novedosa historia atlántica que los procesos históricos americanos fueron parte de los europeos, y viceversa. En esa línea, la publicación en 2006 de «Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América, 1492-1830» planteó una historia comparada de los imperios británico y español en el Nuevo Mundo. En las antípodas de la leyenda negra, no sólo describió los escenarios conflictivos y civilizatorios de una aventura colonizadora europea sembrada de puntos de contacto, sino que enfatizó elementos habituales en la historia de España cultivada por Elliott. Entre ellos, siempre aparece el estudio de lo que conecta y construye, junto a aquello que disuelve y aniquila, tan sobrevalorado. Mucho más orientado, en suma, hacia temas institucionales, de acción de gobierno y trama cultural, que en torno a eventos heroicos, tantas veces fatales. Sin duda su visión está condicionada por una percepción de la historia de España opuesta al excepcionalismo, la anomalía y las supercherías del romanticismo, que tanto daño han hecho y siguen haciendo. De acuerdo con esta elevada actitud, manifestó que «todos los hispanistas corren el riesgo de convertirse en anticuarios de vía estrecha si no miran más allá de España. Deben ser capaces de encontrar los vínculos entre la península y el ancho mundo y trazar paralelismos y comparaciones, para adquirir claridad respecto a eventos de su historia». Unas cuantas generaciones de historiadores de diferentes países fueron formadas por él bajo este credo
  • 16. normalizador. Según sus postulados, la historia de España es como cualquier otra, con aspectos parecidos o diferentes a las demás. Por supuesto, constituye una historia europea y global. Además, no tiene la obligación de terminar mal, o al menos no más que las demás. Si acaso, la distingue, en este caso para bien, que en momentos infelices ha tenido un Velázquez, o un Goya, para pintar la experiencia común de los españoles. Feliz cumpleaños, querido maestro. Manuel Lucena Giraldo, historiador e investigador del CSIC. Karen Armstrong: “Nuestro laicismo está pasado de moda” La pensadora británica escribe en defensa de las religiones alejada de los dogmas. El secularismo, advierte, nunca podrá imponerse al mundo musulmán desde el exterior Ricardo de Querol 20 JUN 2015 - 00:04 CEST La escritora británica Karen Armstrong, en su domicilio en Londres. / CARMEN VALIÑO A los 18 años se metió a monja católica, pero admite que era ―una monja muy mala‖. En vez de seguir esa vocación, Karen Armstrong (Wildmoor, Worcestershire, 1944), inglesa de ascendencia irlandesa, dedicó su vida a conocer a fondo todas las creencias —cristianismo, islam, judaísmo, budismo o hinduismo— desde fuera de los dogmas. Se alejó de la fe, pero tampoco se define como agnóstica: su religión ahora es el estudio de las religiones. Frente al activismo ateo, un laicismo que considera agresivo y los crecientes recelos contra el islam, Armstrong defiende una visión comprensiva del hecho religioso y, sobre todo, de la tendencia humana a la búsqueda de la espiritualidad. Miembro del grupo de expertos para la Alianza de Civilizaciones en la ONU, Armstrong es autora de 25 libros sobre este tema, articulista en prensa, conferenciante en foros como el TED, que le dio su premio anual en 2008, y promotora de la ‗Carta por la Compasión‘, un documento que aboga por el entendimiento entre culturas y credos. Su iniciativa recabó la firma de premios Nobel de la paz como el Dalai Lama o Desmond Tutu, de la reina Rania de Jordania, el empresario Richard Branson o los músicos Peter Gabriel y Paul Simon. más información  Crítica de 'Campos de sangre': Religión, política, violencia, por M. A. BASTENIER  DESCARGABLE Lee el primer capítulo de 'Campos de Sangre'  Crítica de 'Historia de la Biblia': Un organismo vivo, por J. SAMPEDRO  DESCARGABLE Lee el primer capítulo de 'Historia de la Biblia'  La guerra de Dios en las librerías, de Voltaire a Hitchens  "No eduquen en dioses ni hadas". Entrevista con RICHARD DAWKINS  Ficciones convenientes, por ANTONIO MUÑOZ MOLINA Tiene dos obras traducidas al español en las estanterías de novedades. Una es la reedición de Historia de la Biblia (Debate), escrita en 2007, en la que explica el origen de los libros y la evolución de cómo se ha interpretado desde que se pusieron por escrito tradiciones orales diversas de Israel y Judea hasta
  • 17. hoy. La otra es Campos de sangre. La religión y la historia de la violencia (Paidós Orígenes), de este 2015, en la que combate la idea de que la intolerancia o el terrorismo vengan implícitos en la tradición religiosa. Más bien al contrario, explica cómo el nacimiento de esas creencias favoreció la solidaridad en las muy crueles sociedades agrícolas del primer milenio antes de nuestra era. No es tan reciente, pero sí imprescindible, su Islam, de 2001 (reeditado por Debate en 2013), en el que intenta combatir la ignorancia sobre esa cultura. Recibe en una coqueta casa adosada, situada en una tranquila calle rodeada de tiendas de antigüedades del barrio londinense de Islington. El hogar parece un museo romántico por su mobiliario tradicional. Y alberga enormes bibliotecas hasta en el hueco de la escalera. PREGUNTA. Sostiene que las religiones hacen bien a la gente. Pero ¿están en lo cierto? ¿Existe un dios, un cielo? RESPUESTA. En el mundo moderno, tenemos una idea muy primitiva de Dios: que hay algo allá arriba que creó el mundo y escribió un libro, que sabe las cosas y piensa como nosotros... Esa idea de los primeros libros de la Biblia es un paquete para principiantes, algo con lo que empezar. Mucha gente en Occidente oye hablar de Dios por primera vez igual que de Papá Noel. Dios refleja una capacidad de los seres humanos, de su mente, de tener experiencias trascendentes. P. La religión ¿es una creación humana? R. Sí. P. ¿Y está perdiendo terreno según avanza la ciencia y el racionalismo? R. Está perdiendo terreno en Europa, pero Europa se está quedando muy pasada de moda en su secularismo. En otros lugares la gente se está haciendo más religiosa, para bien o para mal. En la religión hay de todo, como en el arte, el sexo o la gastronomía. Hay excelente arte, o sexo, y muy malo. La idea de que la religión es dañina no es muy inteligente. En el mundo moderno tenemos una idea muy primitiva de Dios. La gente oye hablar de él la primera vez como de Papá Noel P. Richard Dawkins nos dijo que no debemos educar a los niños en el pensamiento mágico, ni en dioses ni en hadas. R. Dawkins tiene una idea muy equivocada de la religión. Creo que los chicos deben ser educados no de una forma sectaria, pero sí para entender la religión porque es un hecho en la vida humana. Igual que la cultura o la economía. P. ¿El laicismo puede ser intolerante? R. Sí puede serlo, como la religión, porque somos gente agresiva. Hay quien dice que la religión está detrás de todas las guerras, pero aquí en Occidente tuvimos dos guerras mundiales, el Holocausto, el gulag, Hiroshima. La Revolución Francesa fue un gran momento en la historia europea pero causó miles de muertes. P. Pero no es intolerante separar religión y política. R. Creo que esa es una buena idea, y es una buena idea para la religión. Porque una vez que la religión tiende lazos con los aparatos del Estado pierde muchos de sus ideales. El problema es que en muchas partes del mundo la secularización se hizo de forma agresiva. El sha de Irán Reza Phalevi utilizaba a hombres armados para quitar el velo a las mujeres. Y ordenó al Ejército usar las armas contra cientos de manifestantes pacíficos. Hubo cientos de muertos. Tenemos el caso de Egipto, que tuvo campos de concentración para los Hermanos Musulmanes, o de Atatürk, relacionado con prácticas de limpieza étnica. En muchas partes del mundo el secularismo no ha sido liberador. Debemos avanzar en la
  • 18. secularización pero de forma gradual. A nosotros nos llevó tres siglos y se quiere hacer en unas pocas décadas, sin que se desarrolle naturalmente. No es algo que se pueda imponer desde el exterior. P. Dice que en ausencia de religión, la gente busca experiencias místicas en la música, el sexo o las drogas. R. Buscamos experiencias trascendentes, salir momentáneamente de nosotros mismos, en el arte, en la belleza, en el sexo. Es algo que forma parte de la humanidad. Antes de que existieran los museos o el disco compacto, la forma de buscar el arte era la religión. Como el mejor arte, la religión da la posibilidad de escapar del horror que nos rodea y buscar sentido para nuestras vidas. P. Señala que el fundamentalismo es un fenómeno muy moderno, una reacción a la colonización, el laicismo, Darwin o la Ilustración. ¿De verdad nadie interpretaba literalmente los libros sagrados en el pasado? R. No. Palabra de Armstrong La Alianza de Civilizaciones. ―Pienso que aún es una buena idea tratar de analizar las causas del extremismo, pero ha perdido parte de su espíritu. Se hacen largos discursos, pero ¿qué vamos a hacer prácticamente? Nos queda mucho trabajo concreto por hacer. El debate del velo. Prohibir el uso del pañuelo islámico, como en Francia, ―es contraproducente. Cuando se prohíbe, muchas mujeres se lo ponen otra vez. No quiero ni que les pongan el pañuelo a las mujeres ni que les pongan ropa occidental. Tampoco nuestra forma de vestir es sagrada‖. El sexismo. ―Todas las religiones son patriarcales, porque son controladas por hombres. Además, el fundamentalismo se rebela contra la modernidad, y la mayor participación de la mujer es una seña de modernidad. Pero, en su origen, el cristianismo y el islam tenían un buen mensaje para las mujeres‖. Eso sí, en represión de la sexualidad "el cristianismo ha ido más lejos que ninguna otra religión que haya estudiado‖. EE UU tras el 11-S. ―Allí hay una ignorancia masiva sobre el resto del mundo en general, y sobre el islámico en concreto, y eso crea tensiones. He pasado momentos terribles: decir cualquier palabra positiva sobre el islam se veía antisemita‖. P. Y dice que a los autores de la Biblia no le importaban las incoherencias. ¿De verdad no importan? R. No. No podemos pensar que esos libros descendieron del cielo. La Biblia es una biblioteca elaborada durante siglos. No sabemos cuál fue el uso original de esos libros. Se convirtieron en algo sagrado después de la caída del templo de Jerusalén en el siglo VI antes de Cristo. Los judíos hicieron de la Biblia su templo. Cada vez que uno se enfrentaba a los textos sagrados tenía que usar su imaginación para encontrar un sentido diferente para su comunidad. Los católicos no leen mucho la Biblia. Es una colección de libros muy difícil. Calvino vio que muchos científicos estaban preocupados porque los descubrimientos contradecían los textos; y él respondió que si Júpiter es más grande que la Luna, no había problema porque la Biblia no está hablando de astronomía. Si quieres saber de astronomía ve a otro lugar. Mucha de la gente que lee la Biblia literalmente es calvinista, pero Calvino no lo habría aprobado. La doctrina de que cada palabra de la Biblia es cierta, como el controvertido dogma católico de la infalibilidad del Papa, surgió a finales del XIX. Fue un deseo de encontrar certezas en un mundo moderno en que todo se cuestionaba, como un niño buscando seguridad. P. Pero mucho antes de esos fundamentalismos existió, por ejemplo, la Inquisición. R. Sí, pero eso no iba sobre la Biblia. La Inquisición iba sobre todo sobre política interna en un tiempo en que España se enfrentaba a la amenaza del imperio otomano, estaba en la línea del frente, había caído
  • 19. Granada y el país tenía unas comunidades musulmana y judía. Se intentó unir al país luchando contra un enemigo común. Lo que llamamos herejía es casi siempre política. P. Tampoco fue un fénomeno limitado a España. R. No, lo tuvimos también aquí. La Inquisición mató a menos gente que lo que los católicos y protestantes mataron en Europa tras la reforma. Pero se convirtió en un símbolo del catolicismo ante los protestantes, símbolo del horror absoluto. P. La España de los Reyes católicos ¿perdió una oportunidad histórica de convertirse en un ejemplo de país multicultural para Europa occidental cuando expulsó a musulmanes y judíos? R. Absolutamente. En España había convivencia. Cuando se introdujeron esas medidas muchos españoles se horrorizaron. El antisemitismo es algo característico de Europa occidental que no tenían los musulmanes. P. Algunos autores creen que se ha idealizado la convivencia en Al Andalus. R. Cuando la gente convive siempre hay tensiones. Era mucho mejor de lo que ocurría en el resto de Europa. P. La cristiandad y el islam llevaban siglos guerreando. Pero ¿cuál es el origen del antisemitismo? R. El islam era lo que hoy son los Estados Unidos. Estaba en todas partes. En un momento en que, tras la caída del imperio romano, Europa cayó en un nivel muy bajo de civilización y desarrollo, aunque no España gracias al islam. En el siglo XIV, empezó la modernización que nos transformó de una economía agraria en una comercial. Eso ocurrió en las ciudades. A los judíos se les asociaba con esa nueva economía, que fue una ruptura social. Armstrong, ante una de las muchas bibliotecas que alberga su casa. / CARMEN VALIÑO P. Usted defiende que el Corán es un mensaje de paz. R. Sí. P. Y que Mahoma fue más un pacificador que un guerrero. R. A diferencia de Jesús, Mahoma se convirtió en jefe de Estado cuando todo Estado tenía que hacer la guerra. Cuando fue atacado por La Meca, tuvo que combatir. La historia dice que Mahoma levantó un imperio sobre todo mediante la diplomacia. Nosotros en Occidente tenemos la idea de que el Corán es sobre la yihad. La yihad y sus derivadas aparecen más de 40 veces en el Corán, solo en diez referidas a la guerra. La yihad también es la mejora personal, compartir con los pobres. Mahoma llevó la paz a Arabia y gestionó la unificación mediante la diplomacia. P. Tanto en el Corán y la vida de Mahoma como en la Biblia uno puede encontrar justificaciones para la violencia. R. El Corán tiene una actitud mucho más positiva hacia las demás religiones que ninguna escritura hasta ese momento. Dios le dice a Mahoma que la diversidad religiosa es parte de su deseo. P. ¿Qué piensa cuando grupos violentos como el Estado Islámico proclaman que son los auténticos musulmanes?
  • 20. R. Mucha de la militancia en el Estado islámico no era particularmente religiosa sino que procede del régimen de Sadam Husein, socialista y laicista. P. Pero ¿por qué es tan magnético el Estado Islámico para tantos jóvenes occidentales? ¿Hay una motivación religiosa en los que marchan a combatir? Los jóvenes que van a combatir no lo hacen movidos por el Corán, sino por el sufrimiento de los musulmanes R. Es complicado. A muchos jóvenes que fueron a la yihad contra la Unión Soviética en Afganistán, y luego a Al Qaeda, no les movía la lectura del Corán sino por las imágenes de sufrimiento en el mundo islámico, en Palestina, en Líbano. Más recientemente en Abu Ghraib. Oficiales de la CIA que han entrevistado a personas en Guantánamo, después del 11-S, descubrieron que la mayoría eran conversos que no sabían mucho del islam. Dos jóvenes que abandonaron el Reino Unido hacia Siria hace un año habían encargado en Amazon un libro: Islam for dummies (El islam para torpes), lo que dice mucho del nivel de su compromiso religioso. No es muy distinto a lo ocurrido durante la Guerra Civil española, cuando mucha gente viajó allí a combatir el fascismo. La gente joven ama el combate particularmente. Para muchos es excitante, como un videojuego, se sienten vivos. Una de las cosas que más motiva para la guerra es el aburrimiento. Lo entiendo porque cuando entré en el convento miré a mi alrededor y dije: esto parece algo grande. Quería vivir intensamente. Y muchos miembros de las comunidades musulmanas en las sociedades occidentales no se siente en casa. P. ¿Es la democracia compatible con el islam? Algunos lo dudan porque esa religión, en teoría, aspira a dominar la vida pública. R. Sí lo es. Todas las religiones son así, la idea de una religión como algo privado y personal es algo moderno. Hasta el siglo XVIII, era conceptualmente imposible para los cristianos separar la religión de la política. Sería como sacar la ginebra del cóctel. Pero el islam está lleno de tradiciones que encajan con la democracia muy bien. Durante las manifestaciones en París [tras los atentados contra Charlie Hebdo y contra la comunidad judía], se pedía libertad y se defendían valores de la Ilustración, y se decía que los musulmanes no se adaptan al mundo moderno porque no han tenido una Ilustración. La Liberté era un valor de la Ilustración. Pero no había libertad para los esclavos africanos trabajando en las plantaciones americanas, ni para los nativos americanos cuando los fundadores de EE UU se inspiraban en la Ilustración. Para la Ilustración, los derechos humanos eran solo para los europeos. John Locke no solo defendía la esclavitud en las colonias, sino el derecho del amo a matar al esclavo. Otro ejemplo: la democracia en Egipto a partir de la independencia fue un chiste malo. Karen Armstrong / CARMEN VALIÑO P. Y parece seguir siéndolo: el expresidente Morsi ha sido condenado a muerte. R. Por un gobierno secular. Esta gente es peor que Mubarak. Es una dictadura militar. Mucha gente en esa región no tiene tradición democrática, porque han vivido o en el mundo colonial o en dictaduras sostenidas por nosotros. Ellos no tienen autodeterminación. P. ¿Necesita el Islam una reforma, como ha escrito la escritora holandesa de origen somalí Ayaan Hirsi Ali? R. Sí, y hay movimientos en ese sentido. Pero cuidado, porque nuestra reforma en el siglo XVI fue catastrófica por las muertes que provocó. A veces la reforma puede ser dura, cruel e intolerante. Lutero no era un hombre tolerante: él odiaba a católicos, judíos, mujeres, turcos y a cualquiera que le llevara la contraria. En cuanto al islam, es muy difícil para la gente ser creativa cuando está siempre a la defensiva. Es difícil encontrar el espacio. P. ¿Es usted Charlie?
  • 21. R. Sí. P. Algunos escritores se han opuesto al premio del PEN a Charlie Hebdo por sus ofensas a los sentimientos religiosos. R. Es triste que tengamos que expresar nuestra libertad insultando a la gente. Tenemos que recordar que caricaturas de este tipo han sido utilizadas en el pasado contra los judíos antes de que empezara el holocausto, preparando a los alemanes para el genocidio. Es verdad que Charlie Hebdo satirizaba todo, y que gente del periódico dijo que lo último que querían era ser antimusulmanes. P. Meterse con una religión no es exactamente lo mismo que insultar a personas. R. De acuerdo. Pero ¿por qué hacerlo? Creo que insultar a cosas o a personas es contraproducente. No me preocupa ese tipo de crítica, pero sí que se fomenten estereotipos que hacen que la gente piense de determinada manera. En un momento en que tratamos, pero no muy en serio, de crear una sociedad global, mostrarnos arrogantes y poco respetuosos es peligroso. En Occidente Debemos aprender que compartimos el planeta con iguales y no con inferiores. Un Dios temible, un Jesús misterioso En Historia de la Biblia, Armstrong explica como el judaísmo primitivo integró tradiciones orales de Israel y Judea, entonces dos territorios separados. Unas sobre un dios compasivo y otras sobre un dios colérico. Elohim y Yahvé. P. Antonio Muñoz Molina ha escrito que Yahvé es “el personaje más inquietante que ha inventado nunca la literatura ”. R. Tiene que leer sobre Indra en India, o Thor en Escandinavia. Son los dioses de la guerra. Ninguno de esos dioses era omnipotente, sino fuerzas de la naturaleza. Reflejaban el aspecto terrible de la vida, el horror, la crueldad, los desastres naturales. Gradualmente, a lo largo de los siglos, esos dioses de la guerra se convirtieron en símbolos de la trascendencia. P. Sabemos muy poco del Jesús histórico fuera de los Evangelios, que se escribieron un siglo después de su nacimiento. ¿Fue Pablo de Tarso el fundador del cristianismo como lo conocemos? R. Uno de ellos. El que conocemos mejor. Es el primer escritor cristiano cuyos textos han sobrevivido. Es importante saber que antes del siglo XVIII los escritores que escribían historia o biografías no pretendían ser factuales. Hoy lo esperamos, porque tenemos la habilidad de serlo. Estudiamos restos arqueológicos, textos antiguos. P. Y usted explica cómo la idea cristiana primitiva se impregnó de filosofía de la Grecia clásica después. R. Todas las tradiciones tienen que evolucionar constantemente para decir algo y tener sentido para la gente muchos siglos después. Las religiones tienen que evolucionar o están muertas. P. Defiende el entendimiento interreligioso. Y sugiere a los cristianos que reconozcan a Mahoma, los judíos a Jesús, ambos a Buda… R. No todo el mundo está preparado para eso. Pero es arrogante decir que una sola fe tiene la verdad. P. Todas las religiones pretenden ser la única verdadera. R. Eso es ego humano. Como cuando decimos que nuestro país es el mejor.
  • 22. Religión, política, violencia 'Campos de sangre' es una obra esencial para comprender los mecanismos que desatan las guerras en el mundo Grabado del Libro de las cruzadas sobre la toma de Jerusalén. Karen Armstrong, la historiadora que profesó como monja católica, ha escrito una obra monumental de recopilación y ordenación de datos que constituye una historia política de las relaciones entre violencia, política y religión, tríptico al que podríamos añadir un cuarto elemento: la guerra, desde sus más o menos remotos comienzos hasta la actualidad. Y lo ha hecho con el objetivo de desentrañar las responsabilidades causales entre esos factores, tan constitutivos del mundo contemporáneo. Un empeño tan ambicioso plantea un problema ab origine que es dónde puede o no detenerse el autor en el discurso envolvente, la historia évenémentielle en la que se inscribe el fenómeno a estudiar. La elección de la señora Armstrong es discutible en la medida en que la narración se pierde un poco en la descripción de ese contexto, pero igualmente podría argumentarse que sin el mismo nos hallaríamos ante un ensayo puramente teórico, desgajado de los acontecimientos. Religión y política, dice la autora, nacen indisolublemente unidas. En los comienzos del tiempo histórico, hace entre 10.000 y 12.000 años, la deidad se identifica con las fuerzas de la naturaleza que son tanto guía como justificación de los balbuceos de entidades que ya podemos llamar políticas. Y esa simbiosis genera como subproducto la guerra, que puede concebirse como la continuación de la religión no por otros, sino por los mismos medios. La religión, que más que generar vive con el recurso a la violencia, es en todo momento un factor que condiciona el disciplinado comportamiento del súbdito, y yo añadiría que un consuelo terrenal para los que en su tiempo se convertirán en ciudadanos. Hebreos y sarracenos, con el cristianismo inserto históricamente entre unos y otros, operan una mutación que el mundo occidental ha elevado por encima de cualquier otro credo: el monoteísmo. Y con lo que la historia llama el descubrimiento de América, jalón o epifanía, comienza el largo proceso de alejamiento formal del hecho religioso de la realidad política circundante. El Estado o imperio agrario ha desaparecido ante el incipiente desarrollo del capitalismo comercial, y la industrialización, que comienza a hacerse efectiva en la segunda mitad del XVIII, hace retroceder el papel público de la religión, sin que esta por ello llegue a desvanecerse en la sociedad occidental, mientras que permanece muy vivo como elemento constituyente del mundo islámico y, de forma algo menos evidente, del judaísmo. La constitución de los Estados, que es ya reconocible tras la firma de los tratados de Westfalia (1648), y que culmina en el siglo XIX, completa esa retirada del hecho religioso que, con una venganza, se parapeta, sin embargo, en lo que llamamos Nación. Y en esa transubstanciación, que es tanto o más lingüística que una realidad sobre el terreno, se produce la mutación del hereje en disidente, otra demostración de que muchas cosas cambian para seguir (casi) igual. La propia Inquisición, con la que Armstrong se muestra, de acuerdo con el revisionismo de las últimas décadas, menos agravante que la condenación habitualmente infligida, era una institución que se movía por objetivos patentemente políticos: la eliminación de quienes consideraba enemigos potenciales o reales de la monarquía hispánica. Y el hecho de que en las guerras del XVII católicos apoyaran cuando les convenía al bando protestante y viceversa prueba el carácter politizado de la religión. La religión, más que generar, vive con el recurso a la violencia. La causa está en la naturaleza humana La autora llega solo en el epílogo a lo que podría entenderse como un veredicto. La guerra ha sido a todos los efectos realidad perdurable de cualquier civilización, pero ¿es la religión o la política su primus movens? Y la afirmación final, quizá algo desligada de todo lo anterior, es la de que la culpable de que así sea es la propia naturaleza humana, de la que emanan política, religión y guerra como un segregado indiferenciable. Pero también cabría señalar que esa naturaleza no es sino el precipitado de la simbiosis
  • 23. religión-política. Armstrong nos ha dado otra obra esencial para la comprensión de nuestro mundo, cuyos antecedentes se remontan a las primeras construcciones político-religiosas del ser humano: aquello que empezó en Sumer. Campos de sangre. Karen Armstrong. Paidós. Barcelona, 2015. 575 páginas. 28 euros (digital: 12,99) Una Mirada Irlandesa sobre Teresa de Avila MJ / La Embajada de Irlanda en Argentina y la Comisión Argentina del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús organizan conjuntamente esta charla en el marco de las celebraciones del V Centenario. Será el 25 de junio 2015, a las 19.00h Lugar: Embajada de España, Av. Figueroa Alcorta 3102, entrada por c/Mariscal Castilla. El Embajador de Irlanda en Argentina, Justin Harman, licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad College Dublin disertará junto a Eibhear Walshe, profesor de literatura irlandesa en el University College Cork, Irlanda sobre el libro de Kate O‘Brien, Teresa de Avila, que fue presentado con gran éxito en España durante el XIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Estudios Irlandeses en Bilbao y la Feria del Libro de Madrid de 2014. Moderará la charla Juan José Delaney (Buenos Aires, 1954), profesor de Letras, de la Universidad del Salvador donde actualmente es profesor titular del Seminario de Literatura Argentina del Siglo XX y Coordinador del Irish Studies Program. Entrada únicamente con confirmación previa a humanidades@oficinacultural.org.ar o al 4812-0024/25 hasta el 22/06/2015 ―(…) a pesar de la distancia tanto geográfica como temporal que las separa, la santa y la irlandesa tuvieron mucho en común. Ambas eran mujeres interesadas y poco
  • 24. ortodoxas; ambas tuvieron dificultades con la autoridad, ya fuera con los censores de la dictadura o con los obispos de Roma; y ambas fueron escritoras. Sus obras eran muy distintas pero tenían la misma percepción de la condición humana. Teresa of Avila representa tal vez el ejemplo claro de la complejidad de la personalidad de Kate O’Brien -la misma complejidad que ella reconoció inmediatamente y abrazó como la esencia del carácter español- una mujer que luchó toda su vida para librarse del dogmatismo católico de la Irlanda del siglo XX escribiendo una de sus más apasionadas obras sobre una reverenciada santa católica.‖ Peter Gunning, Nueva Revista de Política, Cultura y Arte Nº 119. Octubre 2008 Embajador Justin Harman. Es licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad College Dublin, ingresó a la carrera diplomática en 1974 y desde entonces ha desempeñado cargos tanto en el Ministerio como en las Embajadas de Buenos Aires y Reino Unido y ha sido destinado como Embajador ante la OSCE en Viena, ante el Consejo de Europa en Estrasburgo, la Federación Rusa, el Reino de España. Desde septiembre de 2014, cumple funciones como Embajador de Irlanda en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia. Durante su gestión en España colaboró activamente en la traducción al español y la edición del libro de Kate O‘Brien: ―Teresa de Avila‖, que fue presentado con gran éxito en ese país durante el XIII Congreso Internacional de la Asociación Española de Estudios Irlandeses en Bilbao y la Feria del Libro de Madrid de 2014. Eibhear Walshe es profesor de literatura irlandesa en el University College Cork, Irlanda y su biografía de la novelista irlandesa Kate O‘Brien (1897-1974) fue publicada en 2006. En esta conferencia, expondrá sobre el interés de toda la vida de Kate O‘Brien en España, la historia y la cultura española. En particular, Kate O‘Brien publicó dos de sus novelas Mary Lavelle (1936) y That Lady (1946) en España y su fascinación por la figura de Teresa de Avila la llevaron a escribir una breve biografía de la santa, publicada en 1950, que será el foco de la conferencia. Juan José Delaney (Buenos Aires, 1954). Es profesor de Letras, egresado de la Universidad del Salvador donde actualmente se desempeña como titular del Seminario de Literatura Argentina del Siglo XX y Coordinador del Irish Studies Program. Son numerosas sus publicaciones y premios que lo muestran como investigador comprometido con las culturas argentina e irlandesa cuyos valores trata de difundir, no sólo en su obra ficcional sino también como destacado ensayista. Fuente:Centro Cultural de España en Buenos Aires Guía de Lectura de Teresa de Jesús, de la Biblioteca de Cultura MJ / Con motivo del V Centenario del nacimiento de santa Teresa, la Biblioteca de Cultura (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) presenta una nueva Guía del Lector que recoge las publicaciones existentes en la Biblioteca de Cultura sobre esta destacada figura de la literatura española y sobre la época en la que desarrolló su obra. La Guía está estructurada en cuatro grandes bloques: 1.El primero presenta el contexto histórico y los aspectos culturales de la época. 2.En el segundo bloque encontramos las ediciones de algunas de las obras más destacadas de Santa Teresa.
  • 25. 3.En el tercer bloque están incluidos diversos estudios críticos de sus obras, catálogos de exposiciones y biografías. 4.El cuarto apartado contiene obras relacionadas con los distintos lugares teresianos. Finalmente se ha incluido un apartado con una recopilación de enlaces de interés que se pueden consultar en internet, entre los cuales tenemos el privilegio de que figure nuestro blog. Accede a la lectura o descarga de la Guía en este enlace o consulta la vista previa Teresa y Francisco Javier. La humanidad de Cristo como punto de encuentro MJ / 2 días ago El número 19 de la revista digital Ignaziana contiene un artículo que pone en relación a dos grandes santos españoles, canonizados el mismo día: Teresa de Jesús y Francisco Javier. El título del mismo es: La “sacratísima humanidad” de Cristo, punto de encuentro de dos místicos: Francisco Javier y Teresa de Ávila. Su autor es Paul Rolphy Pinto S.J., profesor de teología en el Instituto de Espiritualidad de la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma). Ignaziana es una revista online gratuita, con ediciones semestrales (mayo y noviembre). Es expresión del Centro de Espiritualidad Ignaciana de la Universidad Gregoriana, bajo la responsabilidad del Instituto de Espiritualidad de la misma universidad. Publica artículos y noticias con la intención de estimular y profundizar la investigación en la tradición cristiana inaugurada por San Ignacio de Loyola. Realizando esta finalidad, la revista aspira a ser un punto de referencia para convertirse en un eficiente puente de diálogo entre autores y lectores en el presente momento histórico. Se puede leer el artículo y descargarlo en la página web de la revista Ignaziana. Aquí ponemos una vista previa Creación y evolución: ¿Hizo Dios un universo abierto? La visión científica actual demanda una revisión teológica La ciencia muestra que los procesos naturales están regidos por leyes y tienen causas naturales que se pueden investigar y conocer. Es decir, que no postula nunca a Dios como causa de estos procesos. Dado que desechar la idea de omnipotencia divina es diluir el concepto mismo de Dios, existe la necesidad de un replanteamiento teológico: Así, si se concibiera la creación como una acción de Dios en „kénosis‟, podría explicarse un Dios
  • 26. omnipotente y, a la vez, un mundo que evoluciona con sus propias leyes. Por Pedro Leiva Béjar. inShare3 Recreación artística de la Vía Láctea. Fuente: Wikimedia Commons. Abordamos aquí una cuestión de hoy y de siempre. Desechar la idea de omnipotencia es diluir el concepto mismo de Dios. Por eso, cuando nuestra experiencia de la realidad pone en entredicho su omnipotencia, o esta se hace problemática en nuestra forma de comprender el mundo, es la idea misma de Dios la que está en juego. Para la reflexión que queremos exponer seguiremos los siguientes pasos: en primer lugar, partiremos de las ideas espontáneas que solemos tener sobre lo que es la omnipotencia divina, considerando los problemas que nuestros conocimientos actuales plantean sobre la cuestión. Esto nos llevará a la conclusión de la necesidad de un replanteamiento teológico sobre la forma de pensar en la omnipotencia de Dios, si se quiere seguir hablando de este atributo divino, en el que está en juego la plausibilidad misma de su existencia. Esto dará paso a la segunda parte, en la que expondremos algunas claves teológicas que consideramos imprescindibles para una comprensión adecuada de la cuestión. Problemas que plantea la omnipotencia De una manera espontánea, como instintiva, cuando pensamos en la omnipotencia de Dios, nos hacemos la idea de que Dios lo puede todo sin restricciones. Al fin y al cabo, Él está por encima de todo y su poder es superior a cualquier poder natural. Esto parece implicar que Dios somete a su voluntad todo lo creado, y aunque no necesariamente es lo mismo, deducimos de ello que Dios dirige el mundo y la historia, incluso de una manera arbitraria y caprichosa. Dios puede ser arbitrario, pensamos, porque decir lo contrario sería limitar su poder. Por tanto, a Dios, en su gobierno del mundo, no se le escapa detalle alguno. De dos maneras, un tanto burdas, imaginamos el poder de Dios: o siendo la causa directa de cada acontecimiento, por pequeño que sea, o concediendo que puede interrumpir cuando quiera las leyes de la naturaleza, o intervenir en sus resquicios, pueto que son obra suya. Desde la visión científica Un primer elemento que debemos tomar en consideración es evidente: la ciencia muestra desde sus inicios que en los procesos naturales existen leyes que rigen el comportamiento de los fenómenos. Es decir, los procesos naturales tienen causas naturales que podemos investigar y conocer. La ciencia actual no postula nunca a Dios como causa de los fenómenos que investiga. Hay un consenso en el mundo científico respecto a la necesidad de mantenerse en un naturalismo, al menos, metodológico. Un segundo aspecto que plantea la ciencia actual es que muestra el papel del azar en los fenómenos naturales, lo cual implica que hay que dudar de un proceso predeterminado en la creación. De hecho, hoy conocemos que el camino de la evolución hacia el hombre es muy complejo, nada directo, y aparentemente impredecible desde los estados originales de la materia y la vida. Desde el pensamiento y la experiencia común Otro ámbito desde el que se cuestiona la omnipotencia divina es el eterno problema de la teodicea: ¿Por qué existe el mal? ¿Por qué Dios permite el mal? Ya desde antiguo se conoce la llamada paradoja de Epicuro (s. III-IV a.C.), que dice más o menos lo siguiente: Si Dios quiere prevenir el mal y no puede, entonces no es omnipotente. Pero si es capaz y no lo hace, lo que ocurre es que no desea hacerlo, y, por tanto, no es bueno. En esta línea está actualmente el anti-teismo del C. Hitchens, sobre quien presentó recientemente un trabajo el profesor J. Monserrat: En primer lugar, Hitchens considera incompatible la idea de Dios con la
  • 27. existencia del mal. Pero, incidiendo más agudamente en el argumento, señala especialmente la incompatibilidad entre el mal que hacen las religiones y la existencia de un Dios del que se cree que las inspira. ¿Cómo, si Dios inspira las religiones, no puede controlar la orientación de estas hacia el bien y se convierten en inspiradoras de formas de violencia? Para él, es evidente que Dios no existe [1]. Pese a lo injusto de esta generalización, conviene aquí recordar que el Concilio Vaticano II ya reconoció el mal comportamiento de los creyentes entre las causas del ateísmo [2]. La duda sobre la existencia de Dios no requiere de argumentos muy sofisticados. Realmente, ya está preparada en las ideas espontáneas con las que solemos concebir su omnipotencia. En la frase que muchos pronuncian ante una desgracia, «Dios mío, ¿qué te he hecho yo para merecer esto?», se expresa la perplejidad ante la desproporción entre lo que merecemos y lo que nos sucede, y es en sí una duda sobre Dios mismo. No es extraño que esta pregunta sea el comienzo de un proceso que desemboca en la incapacidad de creer ante la ineficacia de las plegarias que solicitan a Dios bienes que no llegan o ser librados de males que nos acaban asaltando. Ciertamente, a veces parecen más tangibles las promesas de algunos gurús que lo que algunas concepciones tradicionales de Dios ofrecen. Desde la teología Contra lo que pudiera parecer, los problemas planteados a esta concepción ingenua de la omnipotencia divina no solo vienen del campo de la ciencia o del mundo del pensamiento. También la teología plantea problemas a esta forma de entender a Dios. Ciertamente, la teología no puede tomar el camino fácil de racionalizar el sufrimiento en el marco de un plan general de Dios, porque un dato del que no es posible prescindir es la pasión de Cristo, la pasión del Hijo mismo de Dios, la pasión de Dios mismo. Hasta cierto punto se puede entender que las criaturas sufran, ya que son por definición limitadas. Pero ¿alcanza el sufrimiento a Dios mismo? ¿Cómo entender que cuando Dios se hace presente en el mundo, lo hace como siervo sufriente? Y, sin embargo, esto es precisamente el núcleo central de la fe cristiana. Dentro de las objeciones planteadas desde la propia teología, no conviene pasar por alto la pregunta planteada por la teología feminista: ¿Está nuestra imagen de Dios sesgada por atributos tradicionalmente masculinos? Es cierto que existe culturalmente un imaginario que atribuye a lo masculino unas formas de poder que tienen que ver con la fuerza, el control, la razón, la autosuficiencia; mientras que la forma de ejercer el poder femenino estaría en relación con la capacidad de criar, de cooperar, la interdependencia o la sensibilidad. La crítica que plantea la teología feminista es que, desde una óptica patriarcal, de la cual difícilmente se libera nuestra cultura, se tiende a concebir el poder de Dios con aquellos rasgos masculinos, y se tiende a ver los rasgos femeninos mencionados como un menoscabo de su omnipotencia. Pero, ¿es Dios realmente así? [3]. Con todo ello, y desde varios ángulos, pretendemos haber llegado a una conclusión: La teología tiene necesidad de renovar su discurso sobre este tema porque hay preguntas que es necesario responder, porque hay datos a los que no responde adecuadamente la concepción espontánea de la omnipotencia divina. Renovación del discurso teológico El enfoque propiamente teológico de esta cuestión requiere responder desde la revelación divina. Esta es la norma de toda teología que pretenda ser tal. Si la teología cayera en la tentación de buscar sus respuestas desde la sola razón, dejaría de ser teología, se convertiría en filosofía y, por cierto, en mala filosofía. Lo propio y específico de la teología es obtener respuestas, que ciertamente tendrán que presentarse ante el tribunal de la razón, pero cuya fuente es la autocomunicación de Dios que llamamos revelación, presente en la Escritura y la Tradición. Este es su enfoque y su aportación específica. Nuevo enfoque
  • 28. Para un enfoque teológico sobre cualquier cuestión, es imprescindible además partir de dos principios fundamentales. El primero es el de concebir la revelación de Dios como una revelación progresiva. Tener en cuenta este principio implica que al tomar en consideración el texto bíblico somos conscientes de que cada texto no es sino un momento de esa revelación, una luz parcial sobre una cuestión, pero que solo se comprende adecuadamente si se lo sitúa en el camino de desvelamiento progresivo y a la luz de la plenitud de la revelación, que es Cristo. El segundo principio es el de la comprensión progresiva de la revelación. Para los cristianos, la revelación ha llegado a su plenitud con Jesucristo. Pero eso no quiere decir que la Iglesia y los cristianos ya comprenden perfectamente toda la profundidad del misterio revelado. La acción del Espíritu Santo en la Iglesia no es superflua, sino que él va ayudando a los creyentes a comprender cada vez mejor lo que se nos ha manifestado en Cristo. Teniendo en cuenta estos dos principios, se comprenderá mejor nuestro planteamiento teológico. Pretendemos, primero, recorrer brevemente el camino progresivo de la comprensión del tema por el hombre bíblico; en un segundo momento, observar cómo la teología hoy sigue ofreciendo nuevas luces sobre la cuestión y posibilita una renovación de las ideas. La pregunta es ¿es Dios omnipotente?; y la respuesta es la creación como kénosis. Al concebir una creación como una acción de Dios en kénosis, creemos explicar cómo puede ser Dios omnipotente y a la vez que el mundo se haga a sí mismo a través de una evolución con leyes propias y no previamente programada. Esto nos permitirá comprender que el progreso y el éxito, pero también el azar, las extinciones y el sufrimiento, se integran coherentemente en la acción creadora de un Dios que hace al mundo hacerse, dejándole espacio para existir con una dignidad propia. Kénosis en el Antiguo Testamento La palabra griega kénosis significa autovaciamiento o autoenajenación. El Nuevo Testamento la usa para describir lo que el Verbo de Dios ha realizado al encarnarse y al hacerlo en una vida humana entregada hasta la cruz. En su vida verdaderamente humana, el Hijo de Dios, de condición divina, se despoja de la forma gloriosa que le corresponde. Dicho de otra manera, en la encarnación y la cruz, Dios, que es sin límite por definición, paradójicamente, se autolimita. En el Antiguo Testamento, el concepto de kénosis no es aplicado a Dios, que más bien es presentado como el Todopoderoso [4]. Pero tampoco se puede decir que sea una idea totalmente extraña. En el profeta Oseas, Dios aparece como el Esposo traicionado que perdona con misericordia, un modo de expresar que ciertamente Israel es consciente de cómo frecuentemente ha abandonado a su Dios, y en consecuencia cómo Dios acepta un mal que le afecta, al menos en tanto que su voluntad no es seguida por la criatura y Él mismo es objeto de rechazo. Es interesante aquí observar la evolución de las ideas sobre Dios que hay entre dos hitos de la literatura bíblica: el libro de Daniel y el libro de Job. En el libro del profeta Daniel encontramos historias que una y otra vez transmiten la idea de que Dios no abandona al justo. El mismo Daniel, echado al foso de los leones, salva la vida milagrosamente de unos animales que no osaron tocarle (cf. Dn 6). Eso sucede a todas luces porque Dios protege a su siervo fiel. La misma idea es la que observamos en la historias de los tres jóvenes echados al horno de fuego (cf. Dn 3) y de Susana, la bella mujer de Joaquín (cf. Dn 13). Sin embargo, muy diferente es la forma de actuar de Dios que se describe en el libro de Job. Aquí vemos, a diferencia del libro de Daniel, que Dios no protege al justo, Dios no hace nada ante la acumulación de desgracias que sobrevienen a un siervo bueno y fiel. A todas luces, la historia que se nos cuenta en el libro de Job es más fácil de aceptar que las del libro de Daniel, ya que es más análoga a nuestra experiencia personal e histórica, esa que nos enseña que con frecuencia al justo le va mal y al malvado le va bien en la vida. Esa experiencia a Job le lleva a comprender el misterio inabarcable de Dios, pero a otros les conduce a imaginar un Dios malvado o simplemente a postular su impotencia, que en la práctica es lo mismo que su inexistencia. Al menos una conclusión se deriva de este breve repaso de algunos hitos del Antiguo Testamento: no nos