Participar en la misa con devoción ofrece numerosos beneficios espirituales y temporales según el documento. Cada misa acompañará al alma al juicio final y expiará las penas merecidas por los pecados. Además, acortará el tiempo en el purgatorio y aumentará el grado de gloria en el cielo. Jesús perdonará los pecados leves y transformará poco a poco el alma a su imagen a través de las comuniones hechas con devoción.