1. Algo huele muy mal en los grifos de más de tres millones de venezolanos que reciben
en sus hogares agua contaminada con heces fecales, elementos químicos cancerígenos y
un elevado contenido de bacterias que producen enfermedades, advirtió el gobernador
del estado Carabobo, Henrique Fernando Salas.
Al denunciar la existencia de una crisis sanitaria en el país, Salas afirmó que los
habitantes de tres estados están recibiendo aguas negras en las tuberías de agua potable
y que la presencia de partículas de aluminio y otros elementos químicos coinciden con
un abrupto repunte de casos de cáncer en la región.
Salas acusó a Hidrocentro, empresa
estatal encargada de tratar el agua potable en el centro del país, de atentar contra la
salud de los venezolanos, primero al permitir que aguas cloacales ingresen a los
embalses, luego al emplear procesos inadecuados de tratamiento que en vez de purificar
lo que hacen es contaminar más al líquido antes de bombearlo directamente a los
hogares.
Es una situación, que perjudica directamente a los estados de Carabobo, Aragua y
Cojedes, amenaza con extenderse próximamente a Caracas, advirtió.
“Aquí prácticamente estamos en un reciclar de aguas contaminadas que están generando
gravísimas enfermedades en todo el centro del país”, afirmó Salas en una rueda de
prensa.
“Estamos registrando un incremento de las enfermedades como la amibiasis, diarreas,
hepatitis A. Estos casos están creciendo de manera exponencial. También estamos
viendo un fuerte incremento en las enfermedades de las vías respiratorias, bronquitis,
bronconeumonía y de cuadros gripales”.
Pero el agua fétida y amarillenta que sale por los grifos también podría haber aumentado
las incidencias de cáncer.
La ingeniera Jacquelín Rodríguez, quien lleva años denunciando el severo problema de
contaminación en los embalses de agua del país, declaró que los estados que reciben
agua de Hidrocentro han registrado en los últimos años un importante incremento en la
incidencia de ese mal.
2. “El agua que viene en las tuberías contiene aluminio, nitrógeno, fósforo, cianobacterias,
cloro y trianometanos y ese cóctel de contaminantes provoca daños renales, hepáticos,
inmunológicos y fomenta el cáncer”, comentó Rodríguez.
Una encuesta realizada con médicos de la zona, arrojó incrementos en diferentes tipos
de cáncer que van desde el 10 al 25 por ciento, en personas con características
desfavorables para ese tipo de enfermedad, comentó Rodríguez.
En especial, los especialistas han
reportado un importante incremento de los casos de tumores vesicales, y tumores
hepáticos, al tiempo que urólogos también están registrando un importante incremento
en los casos de cálculos renales, en adultos y en niños.
Asimismo, los doctores han detectado un incremento en los casos de autismo y casos
misteriosos en que niños llegan convulsionando en los hospitales, sin que los médicos
puedan detectar algún tipo de condición neurológica. Esos casos suelen requerir que los
pacientes sean sometidos a exámenes para detectar metales, señaló Rodríguez.
Los médicos también han detectado un incremento en los casos de personas jóvenes, de
entre 40 y 50 años, que sufren de Alzheimer y enfermedades gastrointestinales, así
como diarreas y amibiasis.
“Se está muriendo la gente. Hay personas que fallecen en pocos días, porque agarran
una bactería y no pueden ser tratadas a tiempo, y las cifras de cáncer son aterradoras”,
comentó Rodríguez. “En la película Erin Brockovich, vimos todo lo que pasó en un
caso que afectó a 700 personas. Aquí estamos hablando de tres millones de usuarios que
están corriendo un grave riesgo”.
El gobierno nacional, sin embargo, dice que nada de esto es cierto.
El ministro para el Ambiente, Alejandro Hitcher, señaló el jueves que las
manifestaciones del gobernador así como otros diputados de la oposición forman parte
de una “campaña terrorista” para causar pánico en la población.
“Cualquier persona que pertenece a las mesas técnicas de Caracas tiene mejor
información de cómo le llega su suministro de agua a sus casas y está consciente de
que los servicios que entregamos, no sólo en Caracas sino en todo el estado Carabobo
y por todas las empresas son de absoluta calidad”, expresó Hitcher a través de la
televisión estatal.
3. Añadió que todas las plantas de tratamiento de potabilización y de cloración son
sometidas a protocolos de calidad de agua establecidos por la Organización Mundial de
la Salud.
Salas, por su parte, insistió en que el gobierno central está tratando de ocultar el grave
peligro que corren los habitantes de importantes ciudades como Valencia y Maracay, y
advirtió que el riesgo ahora se traslada hacia Caracas, dado que las aguas cloacales
depositadas en el Lago de Valencia están siendo bombeadas hacia la represa de La
Mariposa, la cual surte a la capital.
“Caracas, el problema también es tuyo. Aguas contaminadas del lago de Valencia, las
rebombean a Camatagua y de allí a La Mariposa”, reportó Salas en un breve mensaje
escrito a través de su cuenta de Twitter.
Y en directa alusión al comentario de Hitcher, Salas respondió por la misma cuenta:
“Una pregunta para el Min Ambiente, terrorismo no será más bien enviar agua
putrefacta a 6 millones de venezolanos?”
En el centro del asunto de encuentra el constante crecimiento del Lago de Valencia, que
recibe las aguas negras de varias ciudades.
Para evitar que el lago se desborde y termine tragándose a las poblaciones aledañas, las
autoridades han bombeado sus aguas a ríos cercanos a la represa o directamente al
embalse Pao-Cachinche.
De allí, las aguas contaminadas son llevadas hasta plantas de tratamiento, pero éstas no
están concebidas para tratar el líquído con el alto contenido de sal que proviene del lago.
Esa sal genera a su vez un elevado grado de conductividad que bloquea el elemento
purificador que produce el sulfato de aluminio normalmente usado para limpiar las
aguas sucias.
En consecuencia, el agua bombeada a las casas no sólo sigue estando contaminada con
elementos fecales sino que también contiene el venenoso componente de aluminio, que
no puede ser extraído debido al efecto de conductividad de la sal, explicó Salas.
Para empeorar el escenario, Hidrocentro ha optado por utilizar enormes cantidades de
cloro para tratar de compensar las deficiencias del proceso de purificación utilizado.
Pero la cantidad usada ha sido peligrosamente alta, con un contenido de cloro 10 veces
mayor que lo considerado como aceptable para consumo humano, explicó Rodríguez.