La pintura "La libertad guiando al pueblo" de Delacroix representa la revolución de 1830 en París que derrocó al rey Carlos X e instauró la monarquía constitucional de Luis Felipe I. La figura central es una alegoría de la Libertad guiando a burgueses, menestrales y jóvenes con la bandera francesa. Aunque inicialmente tenía un propósito propagandístico, la obra adquirió un carácter conmemorativo. Delacroix es considerado el máximo exponente del romanticismo pictórico
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La libertad guiando al pueblo_DELACROIX
1. Historia del Arte (BCS2)
ARTE ROMANTICISMO
La libertad guiando al pueblo
Documentación general.
Título: La libertad guiando al pueblo.
Autor: Delacroix, Eugène (1798-1863)
Cronología: 1830
Estilo: Romanticismo francés
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo (2,60 X 3,25m.)
Localización: Museo del Louvre (París)
Tema.
Testimonio, entre lo alegórico y realista, de la insurrección popular que tuvo lugar durante el
mes de julio de 1830 en París y que desembocó en la fuga del último monarca absolutista
francés, Carlos X.
Contexto histórico-artístico.
“La libertad guiando al pueblo” es la primera obra de la pintura moderna –si exceptuamos
alguna de Goya- con un marcado carácter político. Delacroix, su autor, está considerado el
máximo representante del romanticismo pictórico francés.
Autor.
Delacroix está considerado como la máxima figura del Romanticismo pictórico. Sintió una
gran atracción por Miguel Ángel y su terribilitá, que supo plasmar excepcionalmente en sus
obras.
El tratamiento del color de la escuela veneciana (Tiziano, Giorgione…) también dejó huella en
sus creaciones. Pero si hubo algún artista que valoró por encima del resto, este es sin duda
Rubens, de quien imitó su vitalidad deslumbrante y su profusión decorativa. Otros referentes
1 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez Muñoz (DTO. Geografía e Historia)
2. Historia del Arte (BCS2)
ARTE ROMANTICISMO
cercanos para la obra de Delacroix son Géricault, de quien admiraba la fuerza y la libertad
con que afrontaba los temas.
Análisis formal.
La composición de esta obra remite a la de “La balsa de la Medusa” de Géricault, pues las
figuras se enmarcan dentro de una pirámide ascensional en cuyo vértice se ha sustituido la
ropa ondeante del naufrago por la bandera francesa, levantada por la “Libertad”. Hay una
estructura en forma de pirámide con los muertos por la libertad en la base y la libertad en la
cima sosteniendo en la mano derecha la bandera tricolor y en la mano izquierda un rifle.
Las pinceladas son sueltas y onduladas. El rojo y el azul resaltan entre las tonalidades
ocres y grises predominantes.
Una luz irreal ilumina la Libertad con la bandera tricolor, parte del cuerpo del niño que está a
su lado, el moribundo de la chaqueta azul, el muerto semidesnudo, y las manos y el medio
rostro del hombre del sombrero. El tratamiento de la luz y del color se supedita a potenciar
el movimiento.
La figura femenina central es una alegoría de la Libertad. En una mano lleva un fusil con
una bayoneta calada y con la otra enarbola la bandera francesa y guía a los combatientes. La
siguen, a su derecha, un representante de la burguesía con sombrero de copa y arcabuz
(seguramente un autorretrato del propio Delacroix) y un menestral que blande un sable; a
su izquierda, la encarnación de la juventud, un tamborilero armado con un par de pistolas.
La escena cargada de tensión, tiene lugar en las calles de París, como certifican las torres de
Notre Dame al fondo.
Análisis de contenido.
Si exceptuamos algunas obras de Goya, esta tela es la primera composición política
moderna. El tema de esta tela hace referencia a las tres jornadas revolucionarias (27, 28 y 29
de Julio de 1830) que tuvieron lugar en París y que provocaron la caída del último rey francés
de la familia de los Borbones, Carlos X, y la coronación de Luís Felipe I de Orleans,
representante de la monarquía liberal, que sería destronado en 1848.
La figura femenina que ondea la bandera tricolor simboliza la “Libertad” y la misma Francia,
y como diosa guía a los ciudadanos (burgueses, menestrales, jóvenes…) hacia al victoria y la
libertad.
Aunque en un principio la intención del artista era propagandística (nadie debía quedarse
indiferente ante la revolución), con el tiempo fue adquiriendo un carácter más
conmemorativo.
El lienzo se expuso en el Salón de París en 1831. El rey Luís Felipe lo adquirió por 3000
francos, pero debido al tema tan incendiario que trata, decidió no mostrarlo al público.
2 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez Muñoz (DTO. Geografía e Historia)