Este documento resume una historia bíblica donde Jesús se enfrenta a los escribas y fariseos que traen ante él a una mujer sorprendida en adulterio. Cuando le piden su opinión sobre cómo debe ser juzgada según la ley de Moisés, Jesús escribe en el suelo y dice "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra", haciendo que todos se retiren. Jesús luego le dice a la mujer que ya no la condena y que no vuelva a pecar.