ARTICULO DE JUAN CARLOS MONEDERO
https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2022/11/06/lawfare-por-que-ahora/?doing_wp_cron=1667832872.7882409095764160156250#md=modulo-portada-fila-de-modulos:4x15-t1;mm=mobile-big
2. La ley de hierro de las élites 2
Hay una ley en la ciencia política de la que poco o nada se
habla. Podríamos llamarla, con ayuda de Robert Michels, "la
ley de hierro de las élites" (o, si actualizamos los materiales, la
"ley de sílice de las oligarquías", por eso de los chips). Esta ley
rezaría así: "Los poderosos siempre utilizan cualquier
recurso a su mano para mantener sus privilegios, escogiendo
el que creen que le procura el máximo resultado con el
mínimo costo".
La violencia siempre ha sido un recurso inmediato y eficaz en
el corto plazo. Pero a largo plazo, como recordaba Maquiavelo
en El príncipe, ganas más convenciendo que amedrentando.
Por eso la iglesia siempre ha estado cerca del poder: se
ayudaban mútuamente para garantizar ambos su estatus.
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3. La ley de hierro de las élites 3
En sociedades capitalistas, el poder judicial tiene como
última misión defender la propiedad privada, que siempre
ha estado ligada al estatus. Lo hace encarcelando al que roba
una gallina y dejando en libertad al que hunde un fondo de
inversiones con el dinero de los pensionistas. Y lo hace,
también, persiguiendo a los que buscan un nuevo acuerdo
que cambie el equilibrio social. En el siglo XIX perseguían a los
anarquistas que alfabetizaban al pueblo y, en el siglo XXI,
defienden a los que matan a aquellos que enseñan derechos a
los pueblos.
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4. La ley de hierro de las élites 4
Lafare o guerra judicial ha existido siempre. Como el poder no
puede basarse en la arbitrariedad, tiene que mantener
evidentemente algún equilibrio con los que entiende que son
su sostén social y político, pero nunca al punto de perder sus
privilegios. Es verdad que cuando el pueblo se ha soliviantado
ante una canallada muy grande, ha podido castigarse a algún
poderoso (como en la Fuenteovejuna de Lope de Vega o en el
caso de Antonio Pérez y Felipe II), pero eran casos puntuales
para que todo lo demás permaneciera
invariable. El lawfare sólo ha cambiado en virtud de los
tiempos y las circunstancias de cada país.
L
5. Una guerra con menorderramamiento de sangre 5
Esta guerra judicial siempre es menos sangrienta que otro tipo
de represiones y logra mayor consenso social. Pensemos
cómo la imaginería del Cristo ha ido cambiando con el tiempo.
En las casas burguesas, confiadas en el orden permanente de
sus sociedades, un Cristo sangrante y en el borde de la muerte
no era muy aleccionador en los comedores o los dormitorios.
De manera que fue suavizándose el dolor, al tiempo que se
colgaban cuadros de bodegones que repetían la idea de
abundancia o de paisajes desde donde miraba el atardecer
algún rey ocuparon el lugar del recuerdo cristiano del infierno.
6. Una guerra con menorderramamiento de sangre 6
Algo parecido ocurrió con las ejecuciones públicas o la pena de muerte:
dejaron de representarse cuando ya no hacían falta. La violencia física
siempre ha estado del lado del poder (por eso son poder). Y, conforme la
violencia iba resignificándose, era más útil garantizar el orden con
métodos más civilizados. Al final, la ley -y, sobre todo, su interpretación y
aplicación- expresa la correlación de fuerzas entre las clases sociales en
cada sociedad. La correlación de fuerzas en España permitía sentar en el
banquillo a la infanta Cristina, pero no meterla en la cárcel. Igual que con
su padre, el rey emérito (en este caso, en el banquillo mediático), si bien
eran piezas a sacrificar para que Felipe VI pudiera seguir reinando. La ley
es el más claro ejemplo de aquello de lo que se rió Antonio Machado en
su Juan de Mairena: "La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su
porquero. Agamenón: -Conforme. El porquero: -No me convence".
7. Una guerra con menorderramamiento de sangre 7
La evolución del derecho marcha con la evolución del sistema
capitalista y de la necesidad de certidumbre y previsión que
reclama este modelo basado en la obtención de beneficios en el
mercado. Por eso, el capitalismo no puede funcionar sin derecho y
el derecho no puede ser arbitrario como la voluntad de un faraón o
un rey absoluto.
El comercio ha ido suavizando la violencia en el mundo occidental,
también porque la trasladó hacia el ámbito colonial. Pero, con el
tiempo, el derecho se ha hecho tan arbitrario como la voluntad de
los grandes capitales (que son una suerte de nuevos reyes
feudales). ¿O no recordamos en España la reunión inédita de la sala
de lo contencioso-administrativo del Supremo donde se revirtió -
por 15 votos frente a 13, lo que señala que hay grietas- que el pago
de los impuestos de las hipotecas lo iban a tener que pagar los
bancos por culpa de una sentencia de un juez que se creyó lo de la
universalidad de la ley?
8. El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el
"método Yakarta 8
Suele mencionarse el caso de Arnold, el molinero alemán de
Sanssouci, que pleiteó con éxito contra el Emperador Federico
el Grande. En la fábula, al monarca le molestaba el molino
cercano a su palacio y decidió demolerlo cuando el molinero
se negó a vendérselo. Ante su queja por la injusticia del acto,
el emperador le habría contestado: "Hay jueces en Berlín". Y
el molinero acudió a los tribunales y, en el cuento, le ganó el
pleito. Puro mito (como cuenta José Esteve Pardo en Hay
jueces en Berlín. Un cuento sobre el control judicial del poder,
Madrid, Marcial Pons, 2020).
9. El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el
"método Yakarta 9
En España conviene más el caso de Pedro Beneitez, El Gordo,
molinero de oficio y vecino de Aribayos, condenado por la
Audiencia Episcopal de Zamora a pagar a la Iglesia, pese a sus
quejas, una multa por moler grano en domingo en el molino
arrendado al Cabildo Catedral de Zamora. Habiendo
penitencia que engrose el cepillo, aquí paz y después
gloria. O el señalado de las tasas de las hipotecas. O la
incapacidad de la democracia española de anular con todos
los efectos las sentencias del franquismo.
10. El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el
"método Yakarta 10
El siglo XX ha sido el siglo de la guerra entre los trabajadores y
el capital. Unos, los más, tenían el número de las mayorías;
otros, los acaudalados, detentaban el poder real (dinero,
ejércitos, policías, medios de comunicación, diplomacia,
universidades, Iglesia). Esa confrontación se zanjó en la
Segunda Guerra Mundial con la derrota de unas derechas que
habían visto en el nazismo y el fascismo una opción
desesperada frente al avance de la izquierda.
11. El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el
"método Yakarta 11
Los Estados sociales fueron una revolución cultural y material que
funcionó sobre todo en Europa como manera de frenar la influencia
de la Unión Soviética. En esa estela, el derecho y la justicia -las
garantías y la igualdad ante la ley- empezaron a acompasarse en los
países más desarrollados.
Pero el auge de los Estados sociales coincidió con la hegemonía
norteamericana en el mundo. Por eso, mientras Europa era un
oasis, EEUU ponía en marcha lo que Vincent Bevins ha llamado "el
método Yakarta" (Madrid, Capitán Swing, 2022), que implicaba la
colaboración del Gobierno norteamericano en la ejecución en 1965
de un millón de indonesios vinculados al partido comunista (el más
numeroso del mundo en ese momento después de la URSS y China)
o el apoyo a dictaduras sangrientas en Argentina (con 30.000
desaparecidos), Brasil o Chile.
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12. El cuento del molinero reparado, la insolencia del porquero y el
"método Yakarta 12
La puesta en marcha del neoliberalismo como respuesta a la
crisis de 1973 generó muchas protestas, que fueron
reprimidas con fuerza e, incluso, como en los casos del Cono
Sur latinoamericano señalados, con golpes de Estado. La idea
de "gobernabilidad" lograda con violencia dejó paso a la
"gobernabilidad pactada", llamada "gobernanza".
Cuando la fuerza ya no era necesaria y carecía de
legitimidad, se garantizó el orden con fórmulas más
sofisticadas. El aporte judicial al orden social cobró mayor
relevancia. Estados Unidos se dio cuenta de que era mejor
formar jueces y periodistas que educar a militares en la
represión de subversivos en la Escuela de las Américas. Y el
resultado era el mismo.
13. Las inercias del Estado las gestionan los jueces 13
El Estado siempre tiene inercias, selectividades, que son
legados como herencia a los que gobiernen. Los jueces, como
funcionarios con toga, igual que los militares -funcionarios
con armas-, forman parte de esa herencia.
La única manera de frenar esas selectividades del Estado
heredado es cambiando la correlación de fuerzas. Con
votaciones que lleven a mayorías absolutas abrumadoras o
con la calle. Puedes ganar el Gobierno, pero el Estado, con sus
inercias, va a pesar como una losa en la gestión de las
instituciones.
14. Las inercias del Estado las gestionan los jueces 14
Por eso, los jueces pudieron sacar a Lula de la contienda
electoral hace cuatro años. Y, por eso, ahora Lula ha ganado
las elecciones pero aún está por ver si le dejarán gobernar o
las inercias volverán a derrotarle. Dependerá de lo que haga
ese 50% que le ha votado. Y es evidente que el Deep State, el
Estado profundo -esa gente que "vota todos los días", porque
todos los días toma decisiones vinculantes-, hará lo posible
para que lo que no han conseguido en las urnas lo intenten
conseguir por fuera. Y lo hará con sus jueces, servicios de
inteligencia, sector financiero, patronal, inversores dueños de
medios de comunicación y jerarquía de las iglesias.
15. Las inercias del Estado las gestionan los jueces 15
Como plantea Pablo Gentili, el presupuesto de 2023 que deja
a Lula Bolsonaro "no tiene partidas para merienda escolar ni
para educación infantil (indispensable en las regiones más
pobres); tampoco para las farmacias populares ni para el
auxilio de emergencia que utilizó con fines solo
electoralistas".
Y, como el bolsonarismo ha ganado en las cámaras, fácil será
que hagan filibusterismo parlamentario para entorpecer la
tarea de gobierno. Con apariencia de legalidad democrática.
Como le ha pasado a Alberto Fernández en Argentina,
endeudada con el FMI por culpa de Macri -que usó el dinero
para intentar ganar las elecciones-, o le está pasando a
Gabriel Boric en Chile.
16. Las inercias del Estado las gestionan los jueces 16
El juez corrupto Sergio Moro, que encarceló ilegalmente a
Lula y lo sacó de la contienda electoral hace cuatro años, ha
sacado en estas elecciones de octubre de 2022 el escaño de
senador. Un juez que pervirtió la decisión popular, que quebró
la soberanía del pueblo propia de una democracia, no recibe
ningún castigo por su golpe blando.
17. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 17
En España conocemos casos de guerra judicial reciente -
algunas aún en marcha-, especialmente contra el
independentismo catalán y contra una fuerza emergente,
Podemos, que llegó a tener cinco millones de votos, a los que
se sumaría el millón que sacó Izquierda Unida (el PSOE de
Pedro Sánchez gobernó con 5,3 millones de votos).
En la lucha contra el independentismo vasco, tanto en su
vertiente terrorista como en lo que el juez Garzón llamó "el
entorno" (y que llevó a barbaridades, como la autorización de
torturas, el encarcelamiento sin delito o el cierre de
periódicos), se dio un paso más allá y la herencia franquista en
la Policía y la Guardia Civil llevó incluso al terrorismo de
Estado.
18. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 18
Es llamativo cómo para el PSOE, igual que para el PP, Vox y
Ciudadanos, los GAL siguen siendo un tabú, porque era algo a lo
que apoyaban en silencio - una ley del Talión que quería responder
desde las instituciones a las barbaridades de los terroristas- en una
época donde era complicado forzar la ley para justificar los
asesinatos extrajudiciales como se había hecho durante la
dictadura.
Contra el independentismo catalán funcionó la coartada de que
iban a secesionarse de España; con el terrorismo de ETA, su
condicion violenta (aunque, en realidad, antes de lo que hicieron
con el independentismo catalán lo hicieron con el presidente del
Parlamento vasco, José María Atutxa, en 2008). Pero contra
Podemos no pueden achacar nada contra la Constitución y, por eso,
necesitan con urgencia que la maquinaria judicial golpee a sus
líderes.
19. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 19
No olvidemos tampoco que el lawfare, esto es, la guerra
judicial contra adversarios políticos, ha recibido apoyo desde
el poder legislativo. Es el papel de las "leyes mordaza", que
castigan con enormes penas de cárcel a los activistas. Esto, a
su vez, alimenta las interpretaciones forzadas que han llevado
a que las presiones judiciales se entrometan en el poder
legislativo -sede de la soberanía popular-,por ejemplo, para
quitarle el escaño en España a Isa Serra o a Alberto Rodríguez
o para enjuiciar a una parte no menor de sus líderes.
20. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 20
No deja de ser llamativo que los mismos jueces que no ven
delito en las conversaciones para alterar pruebas entre el
comisario Villarejo y la entonces secretaria general del PP,
Dolores de Cospedal; los mismos tribunales que no han
podido dilucidar quién es M.Rajoy; los que tienen fuera de la
cárcel a Eduardo Zaplana o que no imputan al actual portavoz
del PP, Esteban González Pons, tras ser señalado con pruebas
por uno de los "conseguidores" de la Gürtel, tienen
enjuiciados a numerosos miembros de Podemos por
los "rumores" sin prueba alguna de abogados enfadados con
la formación morada por su despido o de delincuentes
venezolanos que buscan favores judiciales y están vinculados
a tramas corruptas.
21. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 21
La doble vara de medir es otro ángulo del lawfare. El PSOE va
a ver entrar en la cárcel a José Antonio Griñán, quien fue
presidente de la Junta de Andalucía entre 2009 y 2013 y
presidente del Partido Socialista Obrero Español entre 2012 y
2014. Al tiempo, Esperanza Aguirre, por un comportamiento
similar, no ha recibido la imputación por ese mismo delito. Es
verdad que Griñán cuenta con el indulto gubernamental, pero
tampoco se van a librar del lawfare si no ayudan a detenerlo.
• Las victorias apretadas de la izquierda en Chile, Argentina,
Brasil, Colombia, con frentes amplios sin gran cohesión
ideológica ni organizativa nos pueden hacer prever que
el lawfare se va a recrudecer.
22. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 22
No olvidamos tampoco que hay un lawfare judicial y
un mediafare comunicacional que van de la mano. Por eso,
proliferan las acusaciones falsas y sin pruebas, porque los
medios, prácticamente el 100% en manos de la derecha en
todos los países, le dan un recorrido mediático que tiene
como objetivo "matar civilmente" a los adversarios. Y, si las
acusaciones caen en juzgados igualmente conservadores, las
acusaciones se convierten en imputaciones que, sea cual sea
el resultado, terminan alterando la voluntad popular.
23. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 23
Cuando la Troika puso de rodillas, a Grecia no lo hicieron solo
porque Tsipras y Syriza estaban desobedeciendo sus
mandatos -que carecían de cualquier base democrática- sino
como un aviso a "navegantes", en especial a Podemos.
La economía griega es equivalente a la economía de la
Comunidad de Madrid. Una fuerza política crítica con el
neoliberalismo y las políticas de ajuste en la cuarta economía
del euro era un problema. Por eso, lleva en España el Consejo
General del Poder Judicial fuera de la Constitución cuatro
años por la negativa del PP. Por eso, todos los juicios contra
Podemos (algunos no hemos tenido un solo mes sin querellas
o imputaciones desde 2015).
24. Guerra judicial contra Podemos,
¿por qué? 24
Y, por eso, la presión mediática tan fuerte que sufre la
formación morada y, también, Pedro Sánchez por el
Gobierno de coalición, incluso desde dentro de sectores del
propio PSOE que querrían una gran coalición con el PP. Por
eso se reabren, antes de las elecciones municipales, casos
varias veces archivados (como el de una multinacional del
agua contra Ada Colau). Y, por eso, la presión para que en las
próximas elecciones, Podemos se disuelva en algún tipo de
proyecto que las élites dejen de ver como una amenaza.
25. Conclusión: la lucha contra la democracia va a venir de
los jueces 25
Entender el mecanismo del lawfare y del mediafare explica
por qué Podemos -la fuerza que más ha logrado en la política
española reciente desde la izquierda no socialdemócrata- ha
recibido y recibe tantos ataques y por qué los intentos de
acabar con ella siguen siendo tan presentes. Incluidos los
esfuerzos divisionistas que tanto daño le han hecho.
Si Podemos se disolviera, significará que lo que no han podido
hacer las élites con el lawfare y el mediafare lo podrían hacer
movimientos que nazcan de su propio seno, como ya se
intentó con la división que encabezó Errejón con todo el
apoyo mediático.
26. Conclusión: la lucha contra la democracia va a venir de
los jueces 26
Por eso es tan relevante tener claridad ideológica como requisito
para poder tener claridad organizativa. Lo que a su vez permite
entender las nuevas herramientas del poder para apuntalar su
dominio. Esto es, la guerra judicial. No hay que descartar el uso de
la fuerza -ahí están los seguidores de Bolsonaro en la calle pidiendo
un golpe; ahí está el golpe de Estado en Bolivia; ahí están los
seguidores de Trump entrando en el Capitolio-, pero los nuevos
golpes van a ser judiciales.
El lawfare es el incendio del Reichstag de los nuevos enemigos de la
democracia. Su justificación y lo que va a ahogar a la democracia
liberal. Con la enorme paradoja que va a ser la izquierda que quiere
superar la democracia liberal la que va a defenderla, frente a los
ataques de una derecha que es la beneficiaria de esa democracia
vaciada.