1. DEPENDENCIA DIGITAL
"La gente se mantiene conectada sin cesar, en todas
partes y en todas las posiciones, en la cama, en los
restaurantes o en las salas de espera", señala Remy
Oudghiri, director del instituto francés de encuestas
Ipsos y autor de un libro sobre la e-dependencia.
2. Cuando no se puede pasar más de tres minutos sin consultar el
celular en espera de un nuevo mensaje, correo electrónico, mensaje
de texto o tuit, el estrés digital amenaza.
La dependencia de las nuevas tecnologías existe, pero están
desarrollándose terapias para combatirlas, desde el empapelado de
pared anti-wifi hasta las vacaciones ciento por ciento desconectado
de Internet.
3. Gracias al crecimiento exponencial de la
tecnología digital, toda una generación ha
emergido con más expectativas que nunca.
Esta nueva generación exige tener una
experiencia consistente en todos los
dispositivos que poseen. Ha llegado la era
de la generación de la dependencia digital.
4.
5. Adicción a Internet
No hay duda de que Internet es un gran avance, que puede
servir de ayuda a nivel académico y también social; el
problema surge en el momento en que su uso se descontrola.
Para prevenir este uso inadecuado en jóvenes, es importante el
papel de los padres a la hora de marcar los límites y permitir
el uso de esta tecnología durante un tiempo prefijado y para
el fin perseguido en cada momento.
Resulta fácil comenzar la sesión en Internet a fin de buscar
información para un trabajo y terminar, varias horas después,
sin esta información, aunque con otra distinta que no sirve
para el fin previsto y habiendo pasado por un chat o por el
messenger.
6. Adicción a videojuegos
Los videojuegos no sólo son divertidos, sino que estimulan la
coordinación visomotora, el razonamiento deductivo, son
buenos para la memoria a corto y largo plazo, mejoran el
razonamiento abstracto, así como la atención y el autocontrol.
Una vez más, el problema surge cuando se hace un mal uso en
cuanto a tiempo, dedicación o contenidos no apropiados para
la edad del usuario.
7. Adicción al teléfono móvil
Actualmente la edad a la que se adquiere el primer móvil es
cada vez más baja, fundamentalmente debido a que en estas
edades se utiliza sobre todo para jugar, escuchar música y
enviar mensajes, y también porque poder comunicarse con
los hijos en cualquier momento representa una tranquilidad
para los padres.
Como en el resto de los casos, hay que alarmarse siempre y
cuando se observen comportamientos y reacciones
anómalas, siendo un buen marcador el consumo mensual,
que en algunos casos es aconsejable limitar.