2. Gran parte de esta gente simplemente
acepta los impuestos sin más, sin cuestionar
para qué se pagan ni para donde van.
Todo el mundo ha estado pagando impuestos desde tiempos
inmemoriales, pero muchas personas nunca han entendido
completamente cómo funciona el tema de los impuestos que
pagan.
Estos dos tipos de impuestos son
similares en muchos aspectos pero
presentan diferencias que se deben
tener en cuenta.
3. Los impuestos directos son aquellos que recaen sobre la persona,
bien sea natural o jurídica.
El estado sobrevive económicamente mediante los impuestos
que impone a la población, y uno de esos impuestos, son los
llamados impuestos directos.
Se le conoce como impuesto directo a todo impuesto que
recae directamente sobre la persona, como es el caso del
impuesto de renta o el impuesto al patrimonio.
El impuesto directo grava el tener un patrimonio o un ingreso,
renta, luego, el impuesto recae directamente sobre la persona
o empresa que posee el patrimonio o la renta.
4.
5. por lo general no consultan la capacidad de
tributación de las personas, sino que descansan
en la necesidad de las personas de consumir
ciertos bienes y servicios.
El impuesto indirecto es aquel
impuesto que debe pagar una
persona por consumir algo, por
utilizar algo.
6.
7. No recaen sobre la persona sino sobre los bienes y servicios,
o sobre transacciones, luego, aunque el impuesto lo termine
pagando una persona o empresa, se hace a través del
consumo de un bien o servicio que está sometido a un
impuesto, se hace de forma indirecta.
Podríamos decir también que el impuesto directo recae por
quien tiene o posee algo, entre tanto, el indirecto es aquel que
recae sobre quien consume o hace algo.
8. No es posible sustraerse a la obligación
de pagar un impuesto indirecto. Este el
generarse al momento de adquirir un bien
o servicio, al suscribir un contrato o
legalizar un documento, siempre que se
realice cualquiera de estos actos,
inexorablemente se deberá pagar el
impuesto, y sino se quiere pagar
impuesto, pues no se podrá realizar
ningún acto de los que estén gravados,
por lo que no queda alternativa diferente a
la de pagar el impuesto.
Todo ciudadano, así se gane un salario mínimo,
terminará entregándole al estado por lo menos el
16% de lo que se gana a nombre del IVA y cualquier
otro impuesto que deba pagar según las actividades
que desarrolle.