El documento analiza el reuso de aguas residuales tratadas como una estrategia para el manejo integral del recurso hídrico. Examina los beneficios del reuso como una solución ambiental y una forma de ahorrar agua, así como la normatividad global y nacional aplicable. También estudia las experiencias de reuso a nivel local e internacional y los retos para la implementación de este enfoque en diferentes países.
1. REUSO DE AGUAS RESIDUALES
JAVIER OROZCO OSPINO
OBER ROMERO ARIAS
ANTONIO RUDAS MUÑOZ
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
CENTRO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA – CEDUM
MAESTRÍA EN DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE
MÓDULO: MANEJO INTEGRADO DEL AGUA
TUTOR: NELSON RODRIGUEZ VALENCIA
VALLEDUPAR, JULIO DE 2015
2. 1. RESUMEN
El reuso de las aguas residuales es una estrategia para el ahorro y uso eficiente del
agua, fundamental para el desarrollo sostenible y enmarcada en el contexto de
Gestión Integral del Recurso Hídrico. El volumen de aguas residuales se ha
incrementado en diferentes países del mundo en los últimos años, como
consecuencia del aumento de la población; el uso productivo de las aguas
residuales también ha aumentado debido a la escasez de agua, ya que millones de
pequeños agricultores en las zonas urbanas dependen de las aguas residuales. El
uso de estas aguas tratadas data desde hace varios años en todo el mundo; los
beneficios difieren entre algunos autores y otros, resumidos entre benefactores y
contradictores de dicha práctica; entre los beneficios difundidos se encuentra que
se mejora las cualidades de los suelos por el gran aporte de sedimentos y materia
orgánica, para el caso de aguas residuales domésticas; entre los contradictores el
principal argumento es las carga bacteriana que llega finalmente a los
consumidores de productos regados con estas aguas.
Entidades como la Organización Mundial de la Salud y la Agencia de protección
ambiental (EE-UU) han promulgados normas para regular el uso de aguas
residuales; En Colombia la resolución 1207 de 2014 establece los usos agrícolas e
industriales para las aguas residuales tratadas, así como los respectivos criterios de
calidad y distancias mínimas de retiro al momento de realizar la actividad de reuso.
Un adecuado uso en la actividad agrícola puede generar beneficios económicos, ya
que los nutrientes contenidos en las aguas residuales pueden sustituir el uso de
fertilizantes químicos y aumentar la producción; solo se permite el uso de aguas
residuales en cultivos no alimenticios para humanos y animales, por lo que en
Colombia el mayor potencial está en el riego de cultivos para la obtención de
biocombustibles, sin desconocer otros usos de gran importancia como maderables,
pastos y fibras celulósicas.
Dentro del uso industrial se destacan las actividades de intercambio de calor en
calderas y torres de enfriamiento, aparatos sanitarios, limpieza mecánica de vías,
riego de vías para el control de material particulado y sistemas de redes
contraincendio. La reutilización del agua en la industria permite disminuir su
demanda de agua y jugar un papel eficaz en la planificación y gestión integrada del
3. recurso hídrico, reduciendo también los vertimientos; las inversiones realizadas
pueden ser fácilmente recuperadas.
El reúso de las aguas residuales debe garantizar la salud de las personas que directa
o indirectamente hacen contacto con estas aguas, evitando la afectación de la
salud pública, ya que muchos microorganismos patógenos pueden sobrevivir en el
ambiente y transmitir infecciones a los seres humanos.
4. 2. INTRODUCCIÓN
Las aguas residuales en la actualidad son un problema en crecimiento constante;
los volúmenes de estas aguas son crecientes y las fuentes hídricas receptoras
disminuyen con el pasar de los años la capacidad de dilución de los contaminantes,
afectando ese vertimiento a las ictiofauna, las aves, la vegetación, las poblaciones
rivereñas que viven de la pesca y consumen agua cruda de los ríos, el turismo
ecológico y los sistemas económicos generados en torno a los ríos.
La necesidad de agua y los riesgos asociados con el tratamiento inadecuado de
aguas residuales, han estimulado intentos de reutilizar las aguas residuales
domésticas para diversos fines, principalmente para el riego agrícola. El
crecimiento acelerado de la población, especialmente en países en vía de
desarrollo, la contaminación de los cuerpos de agua superficial y subterránea, la
distribución desigual del recurso hídrico y los graves períodos secos como
consecuencia del cambio climático, han forzado a buscar nuevas fuentes de
abastecimiento de agua, considerándose a las aguas residuales una fuente
adicional para satisfacer la demanda del recurso.
Por lo anterior, las aguas residuales se han convertido en un recurso disponible que
juega un papel fundamental en la gestión integral del recurso hídrico, tanto en los
países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. Esta problemática
no es ajena a la realidad colombiana a pesar de su gran oferta hídrica, generando
consecuencias económicas, sociales y ambientales que agravan la ya complicada
situación del país.
La contaminación evitada que ofrece el reúso de aguas residuales (después del
tratamiento) permitiría disminuir los niveles de contaminación de los ríos, y con
esto aumentar la fauna silvestre asociada al mismo, así como los indicadores
económicos de las comunidades rivereñas.
En este trabajo se analizan aspectos generales relacionados con la reutilización del
agua, es decir, el uso de las aguas residuales tratadas, con un enfoque
internacional, nacional y local.
5. 3. OBJETIVOS
3.1. OBJETIVO GENERAL
Analizar el reuso de las aguas residuales dentro del contexto del manejo integral
del recurso hídrico teniendo en cuenta las experiencias a nivel internacional,
nacional y local.
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Determinar las ventajas y desventajas del reuso de aguas residuales como
estrategia para el manejo integral del recurso hídrico.
- Examinar la normatividad global y nacional aplicable de acuerdo al uso de
las aguas residuales tratadas y los criterios de calidad necesarios, desde los
puntos de vista técnico, económico, social y ambiental.
- Estudiar experiencias de utilización de aguas residuales en el ámbito local.
6. 4. MARCO TEORICO Y DISCUSIÓN
El título A del Reglamento Técnico del Sector de Agua Potable y Saneamiento
Básico – RAS 2000, define las aguas residuales como los desechos líquidos
provenientes de residencias, edificios, instituciones, fábricas o industrias. La
resolución 1207 de 2014 precisa que las aguas residuales tratadas son aquellas
aguas residuales, que han sido sometidas a operaciones o procesos unitarios de
tratamiento que permiten cumplir con los criterios de calidad requeridos para su
reúso y define este último como la utilización de las aguas residuales tratadas
cumpliendo con los criterios de calidad requeridos para el uso al que se va a
destinar.
El reúso de aguas residuales es una solución ambiental amigable y una estrategia
para el ahorro y uso eficiente del agua, enmarcada en el contexto de Gestión
Integral del Recurso Hídrico y fundamental para el desarrollo sostenible; la
conservación y utilización del agua dulce de manera más eficiente es una
necesidad. El reuso puede reducir los impactos negativos generados por la
extracción de las aguas en cuerpos de agua naturales y la descarga de las aguas
residuales a estos mismos cuerpos, complementando o sustituyendo las fuentes
habituales, aumentando la cantidad de agua disponible y evitando su
contaminación; las fuentes de aguas residuales usualmente están disponibles
permanentemente.
Uno de los aspectos más importantes en el reúso de agua son los requisitos
mínimos de calidad que deben tener las aguas reutilizadas, con el fin de garantizar
que microorganismos patógenos presentes en estas no puedan entrar en contacto
con las personas; el concepto de tratamiento de aguas residuales no es nuevo, pero
las definiciones actuales de las aguas residuales y los tratamientos tienen un origen
relativamente reciente al igual que la normatividad. La industrialización ha
desempeñado un papel importante en este ámbito y ha sido la fuerza impulsora de
muchas metodologías de tratamiento que se practican hoy en día. Hay una mejor
comprensión de la importancia de proteger el medio ambiente y la mejora de la
sostenibilidad global de hoy.
Por diversas razones, muchos países en desarrollo siguen sin poder implementar
programas integrales de tratamiento de aguas residuales; por lo tanto en el corto
7. plazo, se necesitan gestión de riesgos y soluciones provisionales para evitar
impactos adversos por riego con aguas residuales. Hay varias oportunidades para
mejorar la gestión de las aguas residuales a través de mejores políticas, diálogos
institucionales y mecanismos financieros, lo que reduciría los riesgos en la
agricultura.
Para CEPIS (2004) no se ha incorporado el reúso de aguas residuales en los sistemas
de tratamiento por las siguientes razones:
No existe conciencia del enfoque integral del manejo de las aguas residuales
para alcanzar el desarrollo sostenible. En parte es consecuencia del
predominio de ciertos conceptos de la ciencia moderna, como la exigencia
de la especialización, el uso de la tecnología de punta y la dependencia de
insumos externos "confiables". La mayoría de los proyectos de tratamiento
de aguas residuales tienen como único objetivo el saneamiento ambiental,
más no el aprovechamiento de ese recurso para desarrollar áreas verdes y
agricultura. Estas empresas de agua aún no han comprendido que los
efluentes tienen un alto valor para la actividad agrícola y que pueden vender
ese recurso al igual que el agua potable.
La poca participación activa de la comunidad en la elección de tecnologías
apropiadas para tratar las aguas residuales, que permite a las empresas de
agua adoptar tecnologías de alto costo y que no logran las exigencias de
calidad sanitaria requeridas para su reuso.
Tratando de adoptar las experiencias de los países desarrollados, muchos
proyectistas de la región están utilizando la remoción de materia orgánica y
nutrientes como único criterio para seleccionar la tecnología y dimensionar
los sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas, sin tener en
cuenta que el principal objetivo debe ser la remoción de parásitos, bacterias
y virus patógenos endémicos en nuestros países, por tanto deben ser
removidos para poder usar los efluentes en agricultura.
Con mucha frecuencia, las plantas de lagunas de estabilización existentes
trabajan sobrecargadas, generando problemas de malos olores y efluentes
de baja calidad sanitaria para su uso en el riego agrícola. Esta situación ha
8. ocasionado en muchos casos el rechazo de la comunidad por esta
tecnología. Por tanto, es necesario resaltar que diseñar una planta de
tratamiento es tan importante como operarla adecuadamente. Este
problema de las sobrecargas generalmente está ligado a la falta de
programas de ampliación y mejoramiento de los sistemas de tratamiento.
La legislación sobre tratamiento de aguas residuales y especialmente sobre
el uso de este recurso es aún muy limitada en la mayoría de los países. Solo
México y Perú cuentan con dispositivos legales que regulan el uso de las
aguas residuales.
Aun cuando existen experiencias exitosas en la Región sobre tratamiento y
uso integrados, no existe suficiente información sistematizada ni difusión
suficiente como para convencer a un gran número de personas sobre la
necesidad de incrementar los esfuerzos para orientar a los responsables y a
la población en general sobre los mejores modelos y requerimientos de este
enfoque.
Son pocas las instituciones que como el CEPIS ejecutan programas para
desarrollar y difundir estas tecnologías. Más aún, son limitadas las
instituciones nacionales de la Región comprometidas en esta tarea.
La agenda subregional de la organización panamericana de la salud incluye dentro
de sus metas el tratamiento y reúso de aguas residuales como una de las
estrategias a realizar y otras que se muestran a continuación:
Apoyar la formulación e implementación de las agendas-país para que
incorporen los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los conceptos
“gestión integral de los recursos hídricos”, “reciclaje del agua” y
“urbanización de la pobreza”.
Sensibilizar a los países acerca de la necesidad de tratar el agua residual
doméstica, para reducir los riesgos a la salud, evitar la contaminación de
fuentes de agua y los productos agrícolas, reducir el costo del tratamiento a
través de su uso en riego y aprovechar las sustancias nutritivas en la
actividad agrícola.
9. Promover la adopción de políticas y estándares para el manejo del agua
residual doméstica, de acuerdo a la situación de la salud de cada grupo de
países integrantes de la sub-región.
Promover una mayor coordinación entre los países de la sub-región para el
intercambio de programas piloto y experiencias exitosas en el manejo del
agua residual doméstica.
Establecer un mecanismo sub-regional para organizar y orientar en forma
más efectiva la cooperación ofrecida por los países desarrollados en el
manejo del agua residual doméstica.
Probablemente una normatividad idónea aplicada a los receptores de los
efluentes, combinados con incentivos a la aplicación, pueden motivar una gestión
más eficiente de las aguas residuales y la reducción de riesgos. La descarga de
aguas residuales sin tratamiento es una de las actuaciones más generales que
amenazan el medio ambiente local.
Las aguas residuales contienen material suspendido y componentes disueltos,
tanto orgánicos como inorgánicos. Los constituyentes convencionales presentes en
aguas residuales domésticas son: sólidos suspendidos y coloidales, materia
orgánica e inorgánica medida como demanda química y bioquímica de oxígeno
(DQO y DBO, respectivamente), carbono orgánico total (COT), nitrógeno
(amoniacal, orgánico, nitritos y nitratos), fósforo, bacterias, protozoarios y virus
(Metcalf y Eddy, 2003).
Entre las sustancias orgánicas presentes en las aguas residuales se encuentran:
hidratos de carbono, lignina, grasas, jabones, detergentes sintéticos, proteínas y
sus productos de descomposición, así como diversos productos químicos orgánicos
naturales y sintéticos de las industrias de proceso (FAO, 1992). Las aguas residuales
procedente de los centros urbanos también contienen una variedad de sustancias
inorgánicas de fuentes domésticas e industriales, incluyendo una serie de
elementos potencialmente tóxicos como el arsénico, cadmio, cromo, cobre, plomo,
mercurio y zinc.
Sin embargo, desde el punto de vista de la salud los contaminantes de mayor
preocupación son los patógenos micro y macroorganismos (FAO, 1992). Virus
10. patógenos, bacterias, protozoos y helmintos pueden estar presentes en las aguas
residuales municipales en bruto y sobrevivirán en el medio ambiente durante
largos períodos. Las bacterias patógenas estarán presentes en las aguas residuales
a niveles mucho más bajos que el grupo de bacterias coliformes, que son mucho
más fáciles de identificar y enumerar (como coliformes totales / 100 ml). Por lo
general con sus números se dan en forma de coliformes fecales (CF) / 100 ml de
aguas residuales (FAO, 1992).
Estos nutrientes eventualmente pueden terminar en el agua subterránea creando
degradación de la calidad (eutrofización) de este recurso, convirtiéndose en un
riesgo potencial para el medio ambiente.
El reúso de las aguas residuales debe garantizar la salud de las personas que directa
o indirectamente hacen contacto con estas aguas, evitando la afectación de la
salud pública. Muchos microorganismos patógenos pueden sobrevivir en el
ambiente y transmitir infecciones a los seres humanos; se han documentado
enfermedades como la diarrea, fiebre tifoidea, malaria e infecciones de parásitos
intestinales en agricultores que han estado en contacto directo con aguas
residuales domésticas tratadas, lo cual genera desconfianza de la población en el
uso de estas tecnologías, disminuye la productividad y origina gastos de asistencia
médica. Adicionalmente al cumplimiento de la normatividad, debe implementarse
la pedagogía necesaria a la sociedad sobre los beneficios de la reglamentación, con
el fin de lograr la aceptación del recurso por parte del usuario final.
REUSO DE AGUAS RESIDUALES A NIVEL INTERNACIONAL
En los últimos años a nivel internacional se han establecidos varias directrices, que
sin duda alguna son de gran utilidad para que varios países realicen la normatividad
en materias de aprovechamiento de las aguas residuales.
Las directrices de la OMS revisadas en 2006 para el uso de aguas residuales
sugieren medidas más allá de las recomendaciones tradicionales de producir sólo
cultivos industriales o no comestibles, ya que en muchos casos es imposible aplicar
un cambio en el patrón de cultivos comerciales en curso.
La guía incluye el análisis microbiano, esencial para el análisis del riego, y establece
la recolección de información relativa a patógenos presentes en aguas residuales,
11. campos y cosecha regados. La directriz establece que los factores mencionados
varían según la región, el clima, estación, etc.; la guía no da valores sugeridos para
patógenos virales bacteriales; adicionalmente, se incluyen las medidas de control
para la protección de la salud.
Además propone que la calidad microbiológica se pueda alcanzar mediante una
serie de estanques de estabilización.
Por otra parte, existe la directriz del estado de California (EE.UU) legislada en 1978;
esta norma establece un requerimiento biológico convencional de las aguas
residuales y posteriormente un tratamiento terciario, filtración y desinfección por
cloración; el propósito final es permitir que el efluente sea utilizado para riego. La
directriz del estado de California presenta un planteamiento que hace inviable su
uso en países como el nuestro.
La OMS reafirmó en 2006 las directrices que habían sido recomendadas en 1989
(Tabla 1). Estos criterios de calidad microbiológica son más accesibles de cumplir,
sobre todo, para los países en vías de desarrollo que son los que más necesitan
fuentes de agua para sus agriculturas.
Tabla 1. Recomendaciones de la OMS para reutilización de aguas residuales en riego agrícola.
En Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental recomienda una normativa
a nivel federal sobre la reutilización de aguas residuales para uso agrícola, para
aquellos estados que no han desarrollado su propia regulación (Tabla 2). Las
recomendaciones son muy estrictas, más que la OMS, y define una calidad de agua
para el riego de cultivos comestibles no procesados comercialmente, similar a la
calidad del agua potable, lo que implica la utilización de procesos de tratamientos
muy eficientes y específicos sobre todo, para la desinfección. Estas normas
contemplan otros indicadores como pH, demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y
turbidez o sólidos suspendidos (SS) y definen los tratamientos necesarios en cada
caso.
12. Tabla 2. Normativa de la Agencia de protección ambiental (EE. UU) sobre la reutilización de aguas
residuales para uso agrícola.
En la tabla 3 adicionalmente figuran las directrices físico-químicas de la FAO para
interpretar la calidad de las aguas de riego. En ellas se clasifica el grado de
restricción de uso en tres niveles, de acuerdo con el problema potencial definido
por características físico-químicas del agua, como la conductividad y el RAS
(relación adsorción/sodio).
Tabla 3. Guía sugerida para aguas tratadas en el reúso agrícola y sus requerimientos de
tratamiento.
Fuente: FAO 1999
La Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA) clasificó el reuso en
ocho categorías (tabla 4), de acuerdo con la calidad del agua: urbano, áreas de
acceso restringido, agrícola para cultivos consumidos crudos y para cultivos no
consumidos crudos, recreacional, industrial, recarga de acuíferos y reuso indirecto
potable (EPA, 2004; Metcalf y Eddy, 2003).
13. Tabla 4. Normativa de la Agencia de protección ambiental (EE. UU) sobre la reutilización de aguas
residuales para uso agrícola.
Internacionalmente las actividades que más utilizan aguas residuales recuperadas
son las siguientes: riego agrícola, áreas verdes de parques cementerios, campos
deportivos y jardines.
El principal uso de las aguas residuales se presenta en la agricultura; en países
como Israel, Alemania, Australia, y Estados Unidos el uso planificado de aguas
residuales tratadas es muy común. Para el caso de Israel, país que está a la
vanguardia en el uso planificado de aguas residuales, se plantea que un 70% del
agua que demandará la agricultura en el 2040 va ser obtenida mediante el reúso de
aguas residuales; se estima que una décima parte o más de la población mundial
consume actualmente alimentos que se producen con aguas residuales, aunque no
siempre de manera segura. (El uso agrícola de aguas residuales urbanas no
tratadas en países de bajo ingresos. Conferencia electrónica, 2007. En línea:
htp//www.ruaf.org).
El reuso de aguas residuales para Áreas verdes es igual de exigente a los cultivos
agrícolas. El sistema de riego utilizado es el de aspersión por lo que habrá que
tener en cuenta los posibles problemas de obturación de las boquillas, por esta
razón el agua debe tener muy baja turbiedad y sólidos en suspensión. Donde el
público tiene acceso directo a prados y parques regados con aguas residuales
tratadas, el peligro potencial para la salud humana puede ser mayor que el que
presenta el riego de verduras consumidas crudas. Las recomendaciones de la OMS
para el riego de campos deportivos y de zonas verdes con acceso público se
muestran a continuación.
14. Tabla 5. Recomendaciones de la OMS para el riego de campos deportivos y de zonas verdes con
acceso público
Otras actividades no menos importantes del uso de aguas residuales son:
actividades industriales, fundamentalmente para torres de enfriamiento,
alimentación de calderas y necesidades de los procesos, recarga de acuíferos
subterráneos, alimentación de lagos recreativos, acuicultura, descarga de inodoros,
sistemas contra incendios, acuicultura y recuperación de zona baldías.
En países del Sudeste Asiático, de América Latina y de África, el riego con aguas
residuales se hizo durante décadas de manera espontánea y no planificada por
parte de los agricultores más pobres de las áreas urbanas y periurbanas (Mara y
Carnicross, 1990; Bakker et al., 2000). En Israel, 67% del agua residual es usada
para riego; en India, 25% y en Sudáfrica, 24%. En América Latina, alrededor de 400
m3
/s de agua residual cruda es entregada a fuentes superficiales y las áreas son
irrigadas, la mayoría de las veces, con aguas residuales no tratadas; más de la mitad
de esta cantidad se genera en México (Post, 2006).
REUSO DE AGUAS RESIDUALES EN COLOMBIA
Colombia tiene una superficie irrigada con aguas residuales de 1.230.193 ha, con
27% de agua residual tratada y 73% sin tratar, por lo general diluida con aguas
superficiales; al igual que sucede en toda América Latina, no se cuenta con
información completa y confiable sobre el tema del reuso (Cepis, 2003) y
solamente 8% del total de aguas residuales que se producen diariamente es
tratado (WSP et al., 2007).
El reuso de aguas residuales en Colombia data de muchos años; sin embargo, había
una falta de definición de los estándares de calidad requeridos de acuerdo al uso al
que se destinaba, generando riesgos que podían afectar la salud pública y el medio
ambiente. La resolución 1207 de 2014 establece los usos para las aguas residuales
15. tratadas, así como los respectivos criterios de calidad y distancias mínimas de retiro
al momento de realizar la actividad de reuso; no aplica para el empleo de estas
aguas como fertilizante o acondicionador de suelos. Los usos reglamentados son
agrícola e industrial.
Dentro del uso agrícola solo se permite la utilización de aguas residuales en cultivos
no alimenticios para humanos o animales; dentro de los usos permitidos en cultivos
están pastos y forrajes, fibras celulósicas, maderables y obtención de
biocombustibles; también se permite su uso en áreas verdes en parques y campos
deportivos y jardines en áreas no domiciliarias. Es fundamental el aporte de la
resolución 1207 de 2014 en este aspecto, ya que antes de su expedición se ejercían
prácticas de reuso informales y sin un adecuado control; están documentados
muchos casos que no cumplen con los criterios recomendados en la regulación
actual; con el fin de exponer la situación anterior se cita a Vanegas (2001), quien
plantea el uso de las aguas residuales de la ciudad de Ibagué en los sistemas de
riego del cultivo de arroz, como una fase complementaria del tratamiento de las
aguas servidas para remoción de patógenos y materia orgánica.
Mención especial merece el uso de aguas residuales en riego de cultivos para la
obtención de biocombustibles; la producción de etanol y diesel ha tenido un gran
crecimiento en Colombia, lo cual ha impulsado el aumento de las áreas cultivadas
de caña de azúcar y palma de aceite y por consiguiente la demanda del recurso
hídrico; si además se tiene en cuenta que la mayor parte de estos cultivos están
localizados en departamentos con poca disponibilidad de agua debido a
prolongados períodos de sequía generados por la deforestación en la parte alta de
las cuencas hidrográficas y por los efectos locales del cambio climático, existe un
alto potencial de uso de las aguas residuales en esta práctica; este potencial es
analizado por Lasso y Ramírez (2011) desde una perspectiva ambiental,
hidroclimatológica y normativa, resultando viable ya que las condiciones climáticas
hacen que las aguas residuales sean vistas como un recurso que genera beneficios
económicos y cuyos impactos ambientales son controlables si se lleva a cabo una
adecuada gestión ambiental. Esta actividad ha sido ampliamente empleada en
muchos países como estrategia de manejo integral del recurso hídrico con
soluciones ambientalmente sostenibles en el largo plazo, ya que adicionalmente se
evita la descarga de las aguas residuales en cuerpos de agua naturales.
16. En cuanto al uso industrial se destacan las actividades de intercambio de calor en
calderas y torres de enfriamiento, aparatos sanitarios, limpieza mecánica de vías,
riego de vías para el control de material particulado y sistemas de redes
contraincendio. Estas acciones pueden realizarse con el uso de aguas residuales
domésticas o industriales; sin embargo, el reuso de estas últimas es aún muy
escaso en Colombia; para mejorar esta situación, debe generarse un cambio en los
procesos productivos por tecnologías más limpias; Rios et al. (2011) indican que
deben tratarse en forma separada los efluentes con tecnologías apropiadas de tal
forma que su calidad permita recircularla dentro de la misma industria, con el fin
de disminuir su demanda de agua y jugar un papel eficaz en la planificación y
gestión integrada del recurso hídrico, reduciendo también los vertimientos.
La resolución 631 de 2015 también tiene incidencia en el reuso de las aguas
residuales, al establecer valores límites para los parámetros en vertimientos
puntuales de 73 actividades productivas de 8 sectores económicos, incentivando el
tratamiento de las aguas residuales en el país, ya que ajusta los instrumentos
económicos aplicados a los generadores de residuos contaminantes mediante el
mecanismo del cobro de la Tasa Retributiva, teniendo en cuenta el grado de
contaminación de las descargas; con lo anterior, se evitan inequidades en las
empresas productoras ya que unas contaminan más que otras, por lo que afectan
con diferente intensidad los cuerpos de agua, haciendo inviable una Tasa
Retributiva a valor constante; en términos sencillos la resolución permite que
pague más quien contamina más. La regulación de estas actividades y la medición
del impacto tarifario permitirá incentivar la reconversión de los procesos a
tecnologías más limpias en cuanto a la gestión de vertimientos.
REUSO DE AGUAS RESIDUALES EN EL DEPARTAMENTO DEL CESAR
En poblaciones de clima cálido como las existentes en el departamento del Cesar,
los valores per cápita de aguas residuales son mayores que en ciudades de clima
frío; adicionalmente en Valledupar el consumo de agua tratada per cápita es mayor
que el de cualquier ciudad del país, por lo que la producción per cápita de aguas
residuales también es mayor. Estas aguas residuales en la mayoría de los casos
terminan en cuerpos de agua (ríos, ciénagas, lagunas, lagos etc.), generando
17. problemas ambientales por contaminación y afectando a las comunidades que
viven aguas abajo del vertimiento.
En la ciudad de Valledupar las aguas residuales son tratadas en el sistema de
tratamiento de aguas residuales Salguero, y vertidas en el río Cesar, tiene una
capacidad de 800.000 litros y trata 1.400.000 litros, generando un problema de
calidad del tratamiento, que se ve reflejado en la contaminación del río Cesar,
afectando a pescadores del río y comunidades que se abastecen de esta fuente de
agua, como es el caso de el corregimiento de la Loma que a escasos 40 kilómetros
capta agua para su acueducto del río Cesar.
La contaminación de los ríos y ciénagas dependen del volumen y calidad del
vertimiento así como del caudal de la fuente y su capacidad de asimilación; la
principal fuente de contaminación son los vertimientos ilegales, no registrados o no
controlados, provenientes de vertimientos domésticos, agropecuarios e
industriales.
En el casco urbano del municipio de Chimichagua las lagunas de oxidación no
funcionan y sus aguas residuales son vertidas directamente a la ciénaga; sus
corregimientos ubicados a orillas de la ciénaga de Zapatosa simplemente no tienen
sistemas de tratamiento de aguas residuales. ¿Adónde vierten sus aguas?
El agua residual tanto de efluentes de lagunas de oxidación como recién vertidas a
cuerpos de agua viene siendo utilizada en el departamento del Cesar, con mucha
frecuencia sin control ni seguimiento, para consumo animal, riego de cultivos de
hortalizas (Río de Oro, Gamarra), cultivos forestales (corregimiento de Río Seco,
Valledupar), riego de cultivo de eucalipto y pasturas (Valledupar “Sistema de
tratamiento de aguas residuales Laguna Taruyal”, San Diego, Aguachica).
En el municipio de San Diego las aguas residuales llegan a un sistema de
tratamiento; debido al alto déficit de agua lluvia en la zona, las aguas son utilizadas
después del tratamiento por los ganaderos para el riego de potreros y bebederos
de ganado bovino, en algunas ocasiones generando litigios por el uso y el respeto
de los turnos por el uso de esa agua residual, que no corresponde a las calidades
adecuadas para su uso debido a la ineficiencia del sistema de tratamiento.
18. 5. CONCLUSIONES
El reuso de aguas residuales es una solución ambiental y una estrategia para el
ahorro y uso eficiente del agua, enmarcada en el contexto de Gestión Integral del
Recurso Hídrico y el desarrollo sostenible, reduciendo los impactos negativos
generados por la extracción de las aguas en cuerpos de agua naturales y la
descarga de las aguas residuales a estos mismos cuerpos.
El reúso de aguas residuales tratadas permite disminuir la presión sobre los
cuerpos de agua en donde el recurso hídrico es aprovechado para el riego de
cultivos y otras actividades agropecuarias.
La oportunidad de evitar contaminación sobre un cuerpo de agua, mejora las
condiciones para la misma y así podrán los peces y macroinvertebrados
reproducirse, aumentar la población generando toda una dinámica ecológica en
donde se incluye también al hombre (pescadores), aves de muchas especies y en
general todo el ecosistema alrededor de los cuerpos de agua.
Los ríos con menor contaminación posibilitan la captación de agua de mejor calidad
para consumo humano y por consiguiente se requiere un menor tratamiento para
su uso.
Con el uso de aguas residuales tratadas, se disminuyen los índices de morbilidad
aguas abajo de los ríos, principalmente en niños de comunidades rurales.
La agricultura es el principal sector consumidor de recursos hídricos; la poca
disponibilidad hace que en algunas zonas sea necesario emplear otros recursos,
como aguas residuales domésticas, lo cual requiere de un empleo seguro en
actividades agrícolas y un tratamiento de manejo apropiado.
Independientemente del tipo de cultivo, los requerimientos mínimos para el uso
seguro de aguas residuales en la agricultura deben ser los establecidos por la OMS,
en términos de variables microbiológicas y de calidad físico-química por la FAO.
La resolución 1207 de 2014 en Colombia, establece los usos para las aguas
residuales tratadas, así como los respectivos criterios de calidad y distancias
mínimas de retiro al momento de realizar la actividad de reuso, abriendo un
panorama muy prometedor para la utilización de estas aguas de tal forma que no
se generen daños en la salud de las personas y el medio ambiente.
19. La resolución 631 de 2015 en Colombia, ajusta los instrumentos económicos
aplicados a los generadores de residuos contaminantes mediante el mecanismo del
cobro de la Tasa Retributiva, teniendo en cuenta el grado de contaminación de las
descargas, evitando inequidades en el cobro a las empresas productoras e
incentivando el tratamiento de las aguas residuales.
Para garantizar un manejo adecuado de las aguas residuales en actividades
agrícolas con un mínimo riesgo, sería recomendable que los países hicieran un
manejo integrado de los recursos hídricos, que considere la participación y el
compromiso de todos los organismos relacionados con los temas ambientales y
agrícolas, como ministerios del ambiente y de agricultura, corporaciones
ambientales, instituciones no gubernamentales, instituciones de investigación y el
sector productivo.
Los beneficios económicos aumentan con facilitar la disponibilidad de agua para
riego con fertilizantes incorporados.
El reuso de las aguas residuales debe garantizar la salud de las personas que directa
o indirectamente hacen contacto con estas aguas, evitando la afectación de la
salud pública.
Debe implementarse la pedagogía necesaria a la sociedad sobre los beneficios de la
reglamentación, con el fin de lograr la aceptación del recurso por parte del usuario
final.
La implementación inmediata de la nueva normatividad colombiana puede
conducir a que los proyectos en su etapa inicial no sean sostenibles desde el punto
de vista económico, ya que sus costos de aplicación son muy altos, por lo que
debería haberse contemplado en forma gradual.
20. 6. BIBLIOGRAFIA
Michael P. Alderson, André B. dos Santos, Cesar R. Mota Filho Reliability analysis of
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