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Universidad del Valle
Vicerrectoría de Extensión
Sistema Institucional de Educación Desescolarizada
COMPORTAMIENTO
HUMANO
CURSO
AUTORES:
ELSA MARIA CANDAMIL PINEDA
Psicóloga
GLORIA MARITZA GRAJALES S.
Psicóloga
Los programas y cursos del Sistema Institucional de Educación Desescolarizada están dirigidos
a todas las personas que deseen o requieran adquirir y desarrollar conceptos y métodos de
estudio independiente y de autoaprendizaje apoyados por las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación interactiva, principalmente a las personas que laboran o atienden
núcleos familiares o comunitarios y tienen dificultades de tiempo, horario de trabajo o lugar de
vivienda para realizar sus estudios universitarios en forma presencial, como también a
funcionarios y empleados de entidades oficiales y privadas que requieran capacitación y
actualización en su área de desempeño y en su sitio de trabajo.
Santiago de Cali , 1998
58
COMPORTAMIENTO HUMANO
FASES DEL DESARROLLO HUMANO Y
COMPORTAMIENTOS PROPIOS DE CADA UNA DE
ELLAS
CONTENIDO
TEMA 1. Período prenatal y Nacimiento
TEMA 2. Niñez
TEMA 3. Adolescencia
TEMA 4. Adultez
TEMA 5. Vejez
59
COMPORTAMIENTO HUMANO
OBJETIVO
Brindar al estudiante unos conocimientos generales acerca de las diferentes
etapas del desarrollo del ser humano, incluyendo sus comportamientos
característicos y las problemáticas propias de cada una.
ACERCA DE DESARROLLO HUMANO
El estudio del desarrollo humano en sus diversos aspectos : físico, intelectual,
social, emocional, etc., ha permitido conocer cómo el hombre desde su niñez
hasta la vejez se va transformando. En cada etapa de su vida el ser humano
concibe el mundo de una manera distinta ; sus objetivos y metas igualmente
difieren ; las relaciones que establece con los demás también cambian, así como
su apariencia física.
Es decir, que la personalidad de un sujeto es algo que se construye a lo largo de
la vida y que se ve influida por aspectos culturales, ambientales, hereditarios,
familiares, etc.
60
COMPORTAMIENTO HUMANO
Podemos entender personalidad como el conjunto integral de rasgos de carácter,
de comportamiento, temperamentales, emocionales y mentales de un individuo.
Recordemos que en la formación de la personalidad del sujeto juega un papel
definitivo la cultura en la cual éste se encuentra inmerso ; las caracterizaciones
psicológicas de las diferentes etapas del desarrollo que aquí se presentan
responden a un modelo muy generalizado de la sociedad occidental.
TEMA 1. PERIODO PRENATAL Y NACIMIENTO
El período de la prenatalidad hace referencia a la vida que lleva cada ser humano
antes de su nacimiento, es decir, al tiempo que se vive en el útero de la madre. El
inicio de una vida humana es un hecho que dura menos de un segundo, y está
dado en el instante en el cual un espermatozoide se une con un óvulo. La unión
de determinado espermatozoide con determinado óvulo, tendrá grandes
implicaciones relacionadas con el tipo de persona en que se convertirá ese nuevo
ser, el sexo que tendrá, la apariencia, etc.
Anteriormente no se daba mayor importancia a la prenatalidad así como tampoco
hasta cierta época se le dio la importancia que merecía a la niñez. Sin embargo,
con el paso del tiempo y con las investigaciones realizadas al respecto, se ha
61
COMPORTAMIENTO HUMANO
podido llegar a interesantísimos e innumerables conocimientos acerca de estas
etapas del desarrollo y comportamiento humano.
Uno de estos hallazgos es el de haber encontrado que el ambiente que nos rodea,
no solamente influencia y nos forma desde cuando nacemos y a lo largo de la
vida, sino que está presente y decidiendo desde el momento de la concepción. El
pequeño ser que se encuentra dentro de su madre es susceptible y responde a
sonidos y vibraciones, indicando con esto que puede oír y sentir. También el feto
patea, cambia de posición, flexiona su cuerpo, da vueltas, mueve los ojos, traga,
cierra los puños, hipea y se succiona el pulgar.
Todos estos comportamientos muestran cómo el feto está lejos de ser un
transeunte pasivo en el vientre de la madre. Y son este vientre y esta madre el
principal ambiente al cual el bebé se halla sometido antes del nacimiento. Es
completamente susceptible a todo cuanto sucede en aquel ambiente, y por ser allí
donde el feto vive sus primeros días se debe procurar el mayor bienestar posible
para que posteriormente a su nacimiento, no vaya a tener complicaciones
engendradas en su período prenatal ; pues el bebé se ve afectado por todo
cuanto allí sucede : la nutrición o desnutrición de su madre, las enfermedades que
padece, las drogas o medicamentos que consume, las radiaciones que recibe y
algo muy importante, las emociones que siente.
62
COMPORTAMIENTO HUMANO
La relación madre-hijo en esta etapa es de gran importancia, pues él percibe los
estados de ánimo que ella siente, sus alegrías, sus tristezas, percibe si ella lo
ama o lo rechaza.
El bebé pues, aún antes de que lo podamos ver, tocar y saber exactamente como
es, está recibiendo impresiones de las personas que se encuentran externas a él y
percibe el afecto y la falta de afecto y el lugar o ausencia de lugar que estas
personas le dan.
Todos estos conocimientos desmontan uno anterior en el cual se pensaba que por
el hecho de que el bebé se encontrara dentro de la placenta, en esa bolsa tan
guardadito, no percibía nada de su exterior. Ahora se sabe que esto no es así,
que la placenta es un ambiente en el cual se traspasa, se percibe lo que sucede
por fuera de ella.
El proceso del nacimiento es otro momento de gran importancia, en el cual se
rompe con todo aquel ambiente tibio en el que estuvimos por nueve meses
(cuando el embarazo se ha llevado a término). Aquí empieza el bebé a
relacionarse con el mundo y a establecer relaciones diferentes a las que había
vivido.
63
COMPORTAMIENTO HUMANO
El momento del parto, del alumbramiento o del nacimiento es un momento crucial
en el cual se juegan aspectos importantes de la vida de un sujeto con respecto a
su salud, a su bienestar tanto físico como mental, pues en él se pueden presentar
diversas complicaciones que pueden afectar parcial o totalmente a ese nuevo ser.
Dicen las investigaciones que en tanto ese momento del parto sea llevado por la
vía más natural y sin complicaciones de tipo respiratorio, de posición, etc., ese
bebé tendrá mejores posibilidades para su vida que otro que al momento de su
nacimiento presente alguna dificultad. Así mismo los investigadores encuentran
más positivo el hecho de que los bebés nazcan por vía vaginal que por cesárea ;
que solamente se debe acudir a ella en casos estrictamente necesarios, pues ésta
es considerada cirugía mayor, la cual hace que la recuperación de la madre sea
mas demorada y también hace que la madre corra más riesgo al igual que el bebé,
por la anestesia que debe ser inyectada o aplicada.
Sin embargo, no es suficiente con que una madre se nutra bien, no fume ni beba,
no consuma drogas, no se enferme durante el embarazo y tenga un parto por vía
vaginal para que ese bebé sea un sujeto sano y bienaventurado. Además de
todos estos aspectos que hay que tener en cuenta y que son sumamente
importantes, existe un aspecto más que juega un papel crucial en la vida de todo
sujeto, que marca sus relaciones, su estilo de vida, sus comportamientos, su
64
COMPORTAMIENTO HUMANO
personalidad... en fin, éste es, el afecto que reciba de las personas más cercanas
a él.
Está comprobado que un niño que crezca en un ambiente cálido, afectuoso, con
relaciones familiares significativas y productivas, tendrá una vida más sana en su
adultez que otro que crezca en un ambiente agresivo, indiferente y donde las
relaciones familiares estén marcadas por la hostilidad y el desamor.
Veremos, a lo largo de esta unidad cómo se combinan y se desenvuelven estos
aspectos mencionados para forjar la personalidad de un sujeto y determinar su
desarrollo y comportamiento.
TEMA 2. NIÑEZ
Comprende la etapa posterior al nacimiento hasta cuando se inicia la
adolescencia. Esa primera parte de la niñez suele llamársele también Primera
Infancia. Durante esta época de la infancia, es cuando el nuevo ser comienza a
tener una vida independiente, la cual se empieza por ese rompimiento con la
madre de la vida intrauterina a la vida extrauterina. Es aquí cuando el bebé
comienza a relacionarse con su medio y con el mundo de una manera diferente.
Está aprendiendo sobre su nuevo mundo y es necesario que lo aprehenda. Aquí
65
COMPORTAMIENTO HUMANO
el niño se transforma de un individuo cuyo comportamiento es básicamente reflejo,
en uno capaz de previsión rudimentaria.
Empieza, por medio de todas las formas como se relaciona con lo que sucede a
su alrededor a formar su personalidad, a irse construyendo como sujeto. Ese
pequeño ser no solamente está captando los ruidos que suceden a su alrededor,
ni los colores que se le presentan, ni los juguetes que se le ofrecen ; está
captando también las emociones de las personas que lo circundan y les está
dando también un significado.
Es en esta primera infancia y niñez temprana en la cual el sujeto no solamente
aprende a hablar, a comer solo, a caminar, saltar, jugar, sino también a
interactuar con los demás, y a relacionarse con las personas que le rodean.
Se suele tener la creencia de que los niños tan pequeños todavía no comprenden
lo que pasa en la vida y en las relaciones de los adultos, pero hoy en día se sabe
que esos seres tan pequeños poseen una tremenda suspicacia y que se
encuentran captando lo que alrededor de ellos sucede. Es también durante estos
primeros años en los cuales los niños interiorizan lo que deben y no deben hacer,
lo que se encuentra bien o mal ; es decir, interiorizan la norma y los límites.
66
COMPORTAMIENTO HUMANO
La gama de emociones en los primeros años tal como la alegría, la risa, el miedo,
la preocupación, la inseguridad, el dolor, la ira, la frustración y los momentos de
deleite alcanzan efectos determinantes en la personalidad de cada sujeto.
Cada vez es capaz de ser una persona mas sociable, pues el ser humano es
eminentemente social ; por esto resulta importante que los niños interactúen con
otros niños de su misma edad, ya sea en su casa, en el jardín y luego en la
escuela o colegio.
Su capacidad de aprendizaje es ilimitada y se encuentran en una constante
búsqueda del conocimiento. Desean saber siempre más sobre el mundo, sus
amigos, su familia y sobre sí mismos. Es una energía de nunca acabar que con el
paso del tiempo se invierte en actividades diferentes.
Los pequeños la invierten en constante movimiento, van, vienen, suben, bajan,
corren, etc. Los mas grandecitos pueden combinar este constante movimiento
con actividades que requieran algo de quietud y que impliquen más bien su
actividad intelectual. Esto es progresivo con el pasar de los años, cada vez se
invierte mas energía en actividades intelectuales, emocionales, sociales, etc. que
en el movimiento físico constante.
67
COMPORTAMIENTO HUMANO
TEMA 3. ADOLESCENCIA
La adolescencia es el período de transición de la niñez a la edad adulta. Comienza
con la pubescencia, período en el cual se presenta un rápido crecimiento físico y
maduración de las funciones reproductivas. La pubescencia dura
aproximadamente dos años y termina con la pubertad cuando la madurez física y
la capacidad reproductora están completas.
Los rápidos cambios físicos del adolescente afectan el concepto que tienen de sí
mismos y su forma de ser. Es en esta etapa cuando más preocupación hay por la
apariencia física, y es también cuando nunca se está totalmente conforme con
ella, lo cual puede producir baja autoestima, situación que es agravada por el
hecho de que el adolescente quiere parecerse a los ideales de belleza (masculino
y femenino) de la sociedad en que vive.
VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 13
La Educación del Niño Samoano
Margaret Mead
DISCUTA LOS TEMAS DE LA UNIDAD CON SU
GRUPO GAES !
68
COMPORTAMIENTO HUMANO
Entre las características psicológicas mas importantes de la adolescencia se
encuentran los constantes cambios del humor y del estado de ánimo, las
contradicciones y vacilaciones sucesivas en todas las manifestaciones de la
conducta, las crisis religiosas que pueden ir desde el ateísmo más intransigente
hasta el misticismo más fervoroso, y en general comportamientos que muchas
veces son mal vistos por los adultos, catalogándolos peyorativamente como
“inmaduros” y “extravagantes”, y que en realidad evidencian esa incapacidad del
adolescente para asumir una posición propia frente a las situaciones que se le
presentan, muestra la confusión que hay en ellos y de hecho la inmadurez de su
pensamiento, que es fuertemente influenciado por los medios de comunicación, la
moda, el grupo de amigos, etc.
La relación entre los adolescentes y los padres tiende a tornarse muy dificultosa,
pues con frecuencia los jóvenes sienten un conflicto entre el deseo de
independizarse de sus padres y el darse cuenta de que todavía dependen de
ellos. Esta situación se agrava ya que algunos padres tienen la tendencia a
sobreproteger a sus hijos y en el afán por salvaguardarlos de peligros, malas
influencias, etc., utilizan medios represivos que el adolescente percibe como una
agresión hacia él y ante lo cual responde también con mucha agresividad,
llegando incluso a huir del hogar, escaparse del colegio, y en otros casos puede
producirle profundas depresiones.
69
COMPORTAMIENTO HUMANO
La principal problemática de la adolescencia es la búsqueda de sí mismo y de la
identidad, la cual se va formando en la medida en que el adolescente va
desarrollando sus propios valores, desarrollando un orgullo por las realizaciones
personales y estableciendo relaciones estrechas con otros de la misma edad. Así
mismo, la elección de una profesión se considera como paso importante en la
formación de la identidad.
Es difícil determinar el final de la adolescencia, pues se conjugan factores físicos,
intelectuales, socioculturales, legales y psicológicos. Para algunas sociedades
ésta termina al momento de la pubertad, cuando el individuo ha alcanzado la
maduración sexual física y es capaz de procrear. Intelectualmente se alcanza la
adultez cuando la persona es capaz de dominar el pensamiento abstracto.
Legalmente una persona es adulta cuando tiene el derecho al voto o cuando se
tiene la facultad de suscribir contratos legales. En el sentido psicológico, se
considera que una persona es adulta cuando se sostiene a sí mismo, cuando ha
elegido una carrera, cuando se ha casado y ha fundado una familia y cuando
posee su propio criterio.
No debe olvidarse que el comportamiento humano está fuertemente influenciado
por la cultura ; la adolescencia puede ser una época de tensión o de calma según
como responda a ella una sociedad específica.
70
COMPORTAMIENTO HUMANO
TEMA 4. ADULTEZ
Este período puede dividirse en dos : la adultez joven y la mitad de la vida. La
adultez joven (20 - 40 años) es la época en la cual las personas eligen los caminos
de su vida y comienzan a caminar en forma independiente por ellos. Escogen su
carrera, deciden sobre sus estilo de vida familiares : matrimonio o soltería,
paternidad o ausencia de hijos, etc. Salen de sus hogares paternos para
establecer sus residencias independientes y llegan a autosostenerse económica,
psicológica y socialmente.
El adulto en sus años 20, tiene una gran capacidad creativa, es idealista a la hora
de fijar sus metas : desea una pareja para amar, respuestas sobre el significado
de la vida y una oportunidad para realizar sus sueños. Quienes resuelven
adecuadamente esta etapa adquieren una madurez que les permite : establecer
unos valores propios, sobre los cuales guiar su vida, analizar sus potencialidades
VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 14
UN SALTO ADELANTE
Los caminos de la Independencia
Alain Braconnier
71
COMPORTAMIENTO HUMANO
y sacarles el mayor provecho y manejar con criterio los problemas y conflictos que
se le presenten. Así mismo se comprometen en relaciones sentimentales, las
cuales a menudo las encaminan al matrimonio para posteriormente tener hijos.
En los años treinta la vida tiende a volverse mas racional y ordenada. Es la época
de comenzar a echar raíces, de la crianza de los hijos, de comenzar a escalar
posiciones en la profesión. Se establecen compromisos más profundos con el
trabajo, la familia y otros aspectos importantes de su vida.
Entre los 35 y los 55 años aparece de repente una depresión, un cambio de
carrera o cualquier acontecimiento algo brusco en la vida del adulto que indica una
crisis, la crisis de la mitad de la vida. Esta se entiende como un período de
turbulencia emocional, que pregona el comienzo de la edad mediana. Puede
durar varios años, pero difiere en tiempo y duración de una persona a otra. La
crisis es un período de cuestionamiento de metas iniciales, pérdida transitoria de
estabilidad y de preparación para la segunda mitad de la vida. Papalia dice al
respecto : “La primera parte de la vida ha concluido, se ha formado una familia,
establecido una ocupación, logrado independencia de los progenitores y se está
disfrutando la liberación de las responsabilidades diarias relacionadas con el
cuidado de los hijos. Se está “en la flor de la vida” cuando parece posible la
plenitud, pero sorpresivamente la persona se da cuenta de que el tiempo es
limitado. Tiene solo cierta cantidad de años en la cual lograr lo que quiere realizar
72
COMPORTAMIENTO HUMANO
y resulta claro que ya no se hará todo lo que alguna vez se esperaba hacer”.
(Papalia, 19 ).
Esta crisis puede aprovecharse al máximo y se puede comenzar a cultivar valores
y potencialidades que antes no se habían considerado. También ocurren eventos
que brindan satisfacción como la realización personal y/o profesional de los hijos,
la llegada de los nietos, etc.
TEMA 5. VEJEZ
Al rededor de los 65 años comienza el estado de la vejez. Esta etapa tiende a
considerarse como desagradable y sin valores positivos significativos. Pues es
aquí donde afloran los problemas de la salud, se cree que no hay posibilidad de
VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 15
CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD ADULTA
Gail Sheehy
73
COMPORTAMIENTO HUMANO
disfrute ; se mira la vejez como una época de demasiada calma que asusta a
adolescentes y adultos jóvenes.
Recordemos que el hombre no vive jamás en estado de naturaleza ; en su vejez,
como en cualquier edad su condición le es impuesta por la sociedad a la que
pertenece ; es decir, la sociedad asigna al anciano su lugar y su papel teniendo en
cuenta su idiosincrasia individual, su experiencia.
Por ejemplo, nuestra sociedad no permite a muchos de sus ancianos vivir sus
últimos años en forma positiva. No respetamos a las personas mayores por su
sabiduría y experiencia y en cambio subvaloramos sus ideas como pasadas de
moda e irrelevantes. Simone de Beavoir dice : “Si los viejos manifiestan los
mismos deseos, los mismos sentimientos, las mismas reivindicaciones que los
jóvenes, causan escándalo ; en ellos el amor, los celos parecen odiosos o
ridículos ; la sexualidad, repugnante ; la violencia, irrisoria. Deben dar ejemplo de
todas las virtudes. Ante todo se les exige serenidad ; se afirma que la poseen, lo
cual autoriza a desinteresarse de su desventura. La imagen sublimada que se
propone de ellos es la del sabio aureolado de pelo blanco, rico en experiencia y
venerable, que domina desde muy arriba la condición humana, si se apartan de
ella, caen por debajo ; la imagen que se opone a la primera es la del viejo loco que
chochea, dice desatinos y es el hazmerreír de los niños...”. (De Beauvoir, 1983,
p. 10)
74
COMPORTAMIENTO HUMANO
No se le permite al viejo utilizar productivamente sus habilidades, sino que se le
fuerza a jubilarse cuando aún están ansiosos por trabajar y son capaces de
hacerlo. No se les apoya económicamente, se permite que se consuman en un
estado de pobreza que quebranta el espíritu. Se acepta la enfermedad como
parte inevitable de la vejez y se consideran irreversibles muchas condiciones
patológicas.
A diferencia de la nuestra, hay otras culturas que en cambio, tienen al viejo en un
lugar privilegiado, pues su experiencia, su sabiduría y los conocimientos que ha
adquirido durante toda su vida, sirven de base para guiar y orientar a los miembros
de la comunidad y muchas veces para dirigir los destinos de la misma. El viejo es
allí, el ser de mayor status, el ser más querido y el mas respetado.
Es necesario entonces, cambiar la actitud frente a esta etapa de la vida, pues el
envejecimiento satisfactorio es posible. Muchas personas viven en forma positiva
la última etapa de la vida. Cada familia debe comenzar a valorar más a sus viejos,
brindarles amor, cariño y hacerles sentir que son muy importantes para sus vidas.
Nuestra misión como sociedad consiste en descubrir los ingredientes de un
envejecimiento satisfactorio y reorganizar entonces nuestro pensamiento y
nuestras estructuras sociales de modo que podamos estimular una forma
satisfactoria de envejecer para nosotros.
75
COMPORTAMIENTO HUMANO
Elija una de las etapas del desarrollo humano vistas en esta unidad. A partir
de esa elección, describa y analice las características y problemáticas que
encuentre de ella dentro de un grupo representativo de la comunidad a la
cual usted pertenece (barrio, colegio, grupo de trabajo, etc.)
Para llevar a cabo esta tarea, usted puede acercarse y dialogar con cierto
número de personas, entrevistarlas, o diseñar algún instrumento sencillo
que le permita obtener cierta información acerca de lo que se propone.
Puede también apoyarse en las lecturas que aquí se presentan y en otros
VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 16
LA VEJEZ : INTRODUCCIÓN
Simone de Beavuoir
76
COMPORTAMIENTO HUMANO
materiales que usted considere pueden ayudarle (libros, revistas, artículos,
medios de comunicación, etc.)
Finalmente con base en los siguientes puntos, realice un escrito donde se
vea claramente una reflexión personal :
• En qué medida cree usted que este curso le aportó para su desempeño
profesional.
• Con base en los conocimientos que ha recibido, qué podría aportar usted
para mejorar sus relaciones.
• Qué le aportó el curso en general a nivel personal.
UNIVERSIDAD DEL VALLE
VICERRECTORÍA DE EXTENSIÓN
Sistema Institucional de Educación Desescolarizada
CURSO:
LECTURAS OBLIGATORIAS
Santiago de Cali, 1998.
Los programas o cursos del Sistema de Institución de Educación Desescolarizada están dirigidos a
todas las personas que deseen o requieran adquirir y desarrollar conceptos y métodos de estudio
independiente y de autoaprendizaje apoyados por las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación interactiva, principalmente a las personas que laboran o atienden núcleos familiares o
comunitarios y tienen dificultades de tiempo, horario de trabajo o lugar de vivienda para realizar sus
estudios Universitarios en forma presencial, como también a funcionarios y empleados de entidades
oficiales y privadas que requieran capacitación y actualización en su área de desempeño y en su sitio
de trabajo.
COMPORTAMIENTO
HUMANO
LECTURA OBLIGATORIA
No. 13
LA EDUCACION DEL NIÑO
SAMOANO
Por: Margaret Mead.
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
435
LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO
Los cumpleaños son sucesos de escasa monta en Samoa. En cambio, para el
nacimiento de una criatura de elevado origen, celébrase una gran fiesta y se
hacen muchos regalos. El primer hijo debe nacer siempre en la aldea de la
madre, y si ésta ha ido a vivir a la de su esposo, debe volver a su casa para esta
ocasión. Desde varios meses antes del nacimiento del niño los parientes del
padre traen regalos de comida para la futura madre, mientras las parientas de ésta
están ocupadas haciendo telas de corteza de un blanco puro para las ropas de la
criatura y tejiendo docenas de delgadas esteras de planta pandánea que forman
un canastillo. La futura madre vuelve a su casa cargada de presentes
alimenticios, y al regresar junto a su esposo su familia la provee del equivalente
exacto de esteras y tela de corteza, en carácter de regalo para los familiares de su
marido. En el instante del nacimiento, la madre o hermana del padre deben estar
presentes para atender al recién nacido, mientras que la partera y los parientes de
la madre atienden a la parturienta. Las normas convencionales dictan que la
madre no debe retorcerse, gritar, ni prorrumpir en invectivas contra la presencia en
la casa de veinte a treinta personas que se quedarán sentadas allí durante toda la
noche si es necesario, entre risas, bromas y juegos. La partera corta el cordón
umbilical con un cuchillo de bambú nuevo; todos esperan ansiosamente que el
cordón caiga, siendo ello señal para un banquete. Si el niño es del sexo femenino,
el cordón se entierra debajo de una “morera de papel”1
(árbol del cual se hace la
tela de corteza) a fin de asegurar que crezca y sea laboriosa en las tareas
domésticas; si es varón, el cordón es arrojado al mar a fin de que sea un diestro
pescador, o enterrado debajo de una planta de taro con el objeto de tornarlo
laborioso en la agricultura. Luego los visitantes se retiran, la madre se levanta, se
ocupa en sus quehaceres diarios y el nuevo niño cesa de suscitar tanto interés.
1
Árbol asiático (Braussonetia Papyrifera), de la familia de las moráceas, parecido a las moreras.
[E].
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
436
Se olvida el día hasta el mes en que nació. Sus primeros pasos o su primera
palabra son notados sin comentarios efusivos, sin ceremonias. Ha perdido toda
importancia ceremonial y no la recobrará hasta después de la pubertad; en la
mayoría de las aldeas samoanas una muchacha será ignorada desde el punto de
vista ceremonial, hasta que se case. Y aun la madre recuerda tan sólo que Losa
es mayor que Tupu y que Fale, el chiquillo de la hermana, es menor que Vigo, hijo
de su hermano. La edad relativa es de gran importancia, pues el mayor puede
siempre mandar al menor – hasta que las posiciones de la vida adulta trastruecan
el orden -, pero la edad numérica puede muy bien olvidarse.
Los niños son siempre amamantados, y en los pocos casos en que la madre le
falta la leche se busca una nodriza entre las parientas. Desde la primera semana
se les da también otra comida, papaya, leche de coco, jugo de caña de azúcar; el
alimento es masticado por la madre y luego puesto con el dedo y luego en la boca
del niño; si es líquido, se moja en éste un pedazo de tela de corteza y se deja que
el niño lo chupe, tal como los pastores alimentan a los corderos huérfanos. Los
pequeños son amamantados cada vez que lloran y no hay ensayos de
regularidad. A menos que una mujer espere otro niño, amamantará al hijo hasta
los dos o tres años, ya que es el método más sencillo para calmar su llanto. Los
niños duermen con sus madres en tanto toman pecho; después de destetados, a
menudo pasan al cuidado de alguna muchacha más joven de la casa. Son
bañados frecuentemente con jugo de naranjas silvestres y frotados con aceite de
coco hasta que la piel reluce.
La principal niñera es habitualmente una chica de seis o siete años que no es
bastante fuerte como para alzar un chico de más o menos seis meses, pero que
puede llevarlo a horcajadas sobre su cadera izquierda o sobre su espalda. Un
chico de seis o siete meses de edad, al ser levantado tomará naturalmente esta
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
437
posición. Sus diminutas niñeras no los estimulan a caminar, ya que las criaturas
que saben hacerlo constituyen cargas más complicadas. Caminan antes de llegar
a hablar, pero es imposible determinar con exactitud la edad en que empiezan a
hacerlo; sin embargo vi andar a dos chicos que, me dijeron, tenían sólo nueve
meses y mi impresión es que la edad promedio es un año. El hecho de que se
utilice el piso muchas veces fomenta el arrastre, y los niños menores de tres o
cuatro año se arrastran o caminan según las circunstancias.
Desde el nacimiento hasta la edad de cuatro o cinco años la educación de los
niños es muy simple. Deben ser educados en familia, lo que se torna más difícil
por la indiferencia habitual hacia las actividades de los niños muy pequeños.
Deben aprender a sentarse a arrastrarse dentro de la casa y a no ponerse de pie,
salvo que ello sea absolutamente necesario; a no dirigirse de pie a un adulto;
eludir el sol; no enredar las hebras del tejedor; no desparramar el coco que ha sido
abierto para secarlo; mantener sus escasas ropas posteroinferiores por lo menos
nominalmente sujetas a sus personas; tratar el fuego y los cuchillos con adecuada
cautela; no tocar la fuente o la taza de kava si su padre es jefe, no arrastrarse
cerca del lugar donde duerme. Estas son en realidad tan sólo una serie de
prohibiciones reforzadas por ocasionales bofetones, una cantidad de gritos
exasperados y palabras ineficaces.
El peso del castigo comúnmente recae sobre la niña mayor que aprende a gritar:
“Sal del sol”, antes de haber aprendido planamente la necesidad de hacerlo ella
misma. Por la época en que las muchachas y los muchachos samoanos alcanzan
los dieciséis o diecisiete años de dad, estas perpetuas amonestaciones a los
menores se convierten en una parte inseparable de sus conversaciones, cual una
monótona e irritada tendencia latente en todos sus comentarios. Las he visto
entremezclar sus observaciones cada dos o tres minutos con “Quédate quieto”,
“Siéntate en silencio”, “Cállense la boca”, “Basta de ruido”, frases pronunciadas en
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
438
forma mecánica, aunque todos los pequeñuelos presentes se hayan conservando
tan tranquilos como una fila de ratoncitos intimidados. En general, este último
requisito de silencio es continuamente mencionado y nunca hecho cumplir. Las
pequeñas nodrizas están interesadas en mantener la paz que en forma al carácter
de sus pequeñas cargas y cuando el niño comienza a aullar es simplemente
llevado fuera del alcance del oído paterno. Ninguna madre se empeñará nunca en
disciplinar a un chico si puede responsabilizarse a uno mayor.
Si prevalecieran en Samoa las familias cortas de padres e hijos, este sistema
motivaría que la mitad de la población fuera solícita y abnegada y la otra mitad
despótica y caprichosa. Pero precisamente cuando un chico crece lo bastante
como para que su terquedad se torne intolerable, se le echa a cuestas uno menor,
y todo proceso se repite de nuevo, siendo cada niño disciplinado y socializado a
las responsabilidades que debe asumir hacia otro más pequeño.
Este temor a las consecuencias desagradables que resultan del llanto de un
chiquillo está firmemente grabado en la mente de los niños mayores, que mucho
después de haber pasado el período en que era una necesidad, sucumbe ante
algún tiranuelo que amenaza, y así personitas de cinco años consiguen participar
en expediciones a las cuales tendrán que ser llevadas a cuestas, en reuniones
para tejer donde enredarán las hebras o en las cocinas donde desgarrarán las
hojas a emplearse o se pondrán completamente sucios de hollín y deberán ser
lavados; todo porque un muchacho o una joven se ha acostumbrado a acceder a
cualquier cosa con tal de impedir un alboroto. Este método de ceder, rogar,
sobornar y recrear a los perturbadores infantiles sólo se utiliza dentro de la casa o
del grupo de parientes, donde hay mayores debidamente constituidos en autoridad
para castigar a los chicos que no pueden hacer callar a los pequeños. En cambio,
las muchachas o muchachos crecidos, y aun los adultos, desahogan toda su
irritación sobre los niños fastidiosos, si estos son de un vecino o se presentan en
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
439
pandilla. Si hay muy cerca un grupo de niños, apretándose curiosamente para
observar algún espectáculo en el que no se les desea, son azotados sonoramente
con hojas de palmera o dispersados con una lluvia de guijarros, de los cuales el
piso de la casa siempre proporciona un surtido aprovechable. Este trato no
parece mejorar en verdad la conducta de los niños, sino que meramente los hace
aferrarse aún con más fuerza a sus guardianes asustados e indulgentes. Puede
presumirse que el apedrear a los chicos desde una puerta vecina brinda una
válvula de escape imprescindible para los que han pasado tantas horas tediosas
aplacando a sus propios parientes. Y hasta estos estallidos de cólera son puro
gesto en un noventa y nueve por ciento de los casos. Nadie que tire piedras tiene
verdaderamente la intención de herir un chico, pero los niños saben que si repiten
sus impertinencias demasiado a menudo, por la ley del azar algunos de los trozos
de coral que vuelan aterrizarán en sus rostros. Hasta los perros samoanos han
aprendido a estimar la proporción de meros gestos que hay en el “sal de la casa”
de un samoano. Simplemente, salen a hurtadillas por entre una fila de postes y
con igual dignidad y como por entera casualidad entran en la misma forma en el
próximo claro.
Una chica de seis o siete años sabe perfectamente todas las cosas esenciales que
deben evitarse, de modo que se le puede confiar el cuidado de un niño menor.
Desarrolla también una cantidad de técnicas sencillas. Aprende a tejer pelotas
sólidas y perfectas con hojas de palmera, hacer ruedas del mismo material o
botones de franchipán, subirse a la cima de un cocotero trepando por el tronco con
sus flexibles piececitos, abrir un coco golpe firme y bien asestado de un cuchillo
del tamaño de su estatura, jugar una cantidad de juegos colectivos y entonar las
canciones correspondientes a éstos, limpiar la casa levantando la litera del piso
pedregoso, traer agua del mar, extender la almendra del coco para que se seque y
ayudar a recogerla cuando amenaza lluvia, arrollar las hojas de las planta de
pandánea para ser tejidas, ir a una casa vecina y traer un haz de leña encendida
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
440
para la pipa del jefe o el fuego de la cocina y a ejercitar el tino suplicando
pequeños favores a los parientes.
Pero en el caso de las niñitas todas estas tareas son meramente suplementarias
de la ocupación principal; la de atender a los chiquillos. Los muchachitos también
cuidan algo a los pequeños, pero a los ocho o nueve años de edad son relevados
generalmente de ello. Los bordes ásperos de su carácter no pulidos por la
responsabilidad hacia los más chicos, son desgastados por el contacto con
muchachos más grandes. Porque los más chicos son admitidos en actividades
interesantes e importantes sólo en tanto su comportamiento es circunspecto y útil.
Donde las niñas son bruscamente tolerados y se habitúan a hacerse útiles. Los
cuatro o cinco niños que desean secundar en la importante labor de ayudar a un
muchachote a lazar anguilas en el arrecife, se organizan en un equipo de trabajo
sumamente eficaz; un muchacho sostiene la carnada, otro un lazo extra, algunos
hurgan ansiosamente en los agujeros del arrecife buscando presas mientras el de
más allá recoge las angulas capturadas en su lavalava. Las niñas, cargadas con
pesados niños o al cuidado de pequeños vacilantes, demasiado chicos para
arriesgarse en el arrecife, desalentadas por la hostilidad de los muchachitos y la
burla de los más grandes, tienen pocas oportunidades para aprender las forma
más aventuradas del trabajo y el juego. Así, pues, mientras los chicos sufren
primero los efectos disciplinarios de la atención de los más pequeños y luego
tienen muchas oportunidades para aprender una efectiva cooperación bajo la
vigilancia de niños mayores, la educación de las niñas es menos amplia. Poseen
un alto nivel de responsabilidad individual, pero la comunidad no les brinda
lecciones de cooperación mutua. Eso es particularmente evidente en las
actividades de la gente joven; los muchachos se organizan rápidamente; las
jóvenes en cambio pierden horas charlando, ignorantes de toda técnica de pronta
y eficiente cooperación.
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
441
o como la mujer que va a pescar sólo puede partir dejando los pequeños al
cuidado de las niñas de la casa, éstas no pueden acompañar a sus tías y madres.
De este modo aprenden aun los simples procesos de pescar anguilas mucho más
tarde que los muchachos. Se las mantiene en la etapa del cuidado de las
criaturas y el cumplimiento de recados hasta que son bastante grandes y robustas
como para trabajar en las plantaciones y llevar alimentos a la aldea.
En la pubertad se adjudican a la mujer estas tareas más pesadas; pero puramente
por una cuestión de talla y capacidad para tomar responsabilidades, más que por
su madurez física. Antes de este período acompaña a veces a los miembros más
viejos de la familia a las plantaciones, cuando ellos acceden a llevar consigo
también a los chiquillos. Pero una vez allí, mientras sus hermanos y primos juntan
cocos y corretean gozosamente por la manigua, ella tiene otra vez que perseguir,
reunir y apaciguar a los omnipresentes lactantes.
Apenas las jóvenes son bastantes fuertes como para llevar cargas pesadas, a la
familia le conviene desplazar hacia las muchachas menores la responsabilidad por
los pequeños, y las adolescentes son liberadas de la atención de los chicos.
Puede decirse con cierta justicia que el peor período de su vida ha acabado. Ya
nunca más estarán tan incesantemente a disposición de sus padres ni
esclavizadas por tiranos de dos años de edad. Toda la irritante y detallada rutina
de los quehaceres domésticos, a la que en nuestra civilización se acusa de torcer
las almas y agriar el humor de las mujeres adultas, es llevada a cabo en este caso
por niñas menores de catorce años. Una lumbre, una pipa o una lámpara que hay
que encender, un pedido de bebida, el llanto del niño, el recado del caprichoso
adulto; estas cosas las obsesionan desde la mañana hasta la noche. Con la
instalación de escuelas oficiales cuyos cursos duran varios meses por año, estos
niños están ausentes de sus hogares durante la mayor parte del día. Esto origina
una completa desorganización en las casas nativas, que carecen de precedentes
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
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acerca de un modo de vida en que las madres deben quedarse a cuidar a sus
hijos y los adultos realizar pequeñas tareas rutinarias y diversas diligencias.
Antes de ser liberadas de la atención de los niños, las jovencitas poseen un
conocimiento muy limitado de cualquiera de las técnicas algo complicadas.
Algunas pueden efectuar el trabajo más simple, preparado el alimento a cocinar,
por ejemplo, pelando bananas, rallando coco, o recogiendo taro. Pocas saben
tejer la sencilla cesta de acarreo. Pero ahora deben aprender a tejer todas sus
cestas para llevar víveres y a seleccionar hojas de taro adecuadas para su
conocimiento, eligiendo sólo las maduras. En la cocina aprenden a hacer
palusami, a rallar la pulpa de coco, sazonarla con corozos de fruta calientes,
mezclarla con agua de mar y tamizar los huesos, verter esta mezcla lechosa en un
recipiente apropiado construido con hojas de taro cuyo aromático pedúnculo ha
sido secado, envolver éstas en una hoja de árbol del pan y atar apretadamente el
pedúnculo para hacer una funda que resista durante el proceso de cocción.
Deben aprender a entrelazar un pescado grande en una hoja de palmera o arrollar
un manojo de pescaditos en una hoja de árbol del pan; escoger la clase adecuada
de hojas para rellenar un cerdo, juzgar cuándo está con piedrecitas calentadas.
Teóricamente la mayor parte del trabajo de cocinar es realizado por los
muchachos y cuando una joven tiene que hacer la labor más pesada es cuestión
de comentar: “Pobre Losa, no hay muchachos en su casa y siempre debe
encender el horno”. Pero las jóvenes siempre ayudan, y a menudo hacen gran
parte del trabajo.
Una vez consideradas individuos capaces de dedicar un prolongado lapso a
alguna actividad consecutiva, las muchachas son enviadas a largas expediciones
de pesca. Aprenden a tejer cestas de pescado, a reunir y ordenar los haces de
leña usados en la pesca que se efectúa a la luz de antorchas, azuzar a un pulpo
para hacerlo salir de su cueva y subir obedientemente hasta el palo que lo espera,
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
443
apodado con justeza “palo ven acá”; ensartar la gran medusa rosada, lole -
nombre que los niños samoanos dan también al caramelo- , en una larga cuerda
de corteza de hibisco que termina en un reborde de hoja de palmera a modo de
aguja; distinguir el pescado bueno del malo, los pescados que son de la estación
de los que son peligrosos en un período determinado del año; y a no tomar nunca
dos pulpos hallados en pareja sobre una roca, a fin de que la mala suerte no se
apodere del necio pescador.
Antes de esta época su conocimiento de plantas y árboles es principalmente
recreativo; la planta de pandánea las provee de pepitas para collares, la palmera,
de hojas para tejer pelotas, el bananero proporciona hojas para paraguas y con
media hoja en tiras puede fabricarse un fibroso “corbatín”; las cortezas de coco
cortado por la mitad, con el agregado de cuerdas de cinet, forman una especie de
zancos; los capullos del árbol de Pua pueden coserse y transformarse en
hermosos collares. Ahora deben aprender a reconocer estos árboles y plantas
con propósitos más serios: deben saber cuándo las hojas de la planta de
pandánea están listas para el corte y cómo cortar las largas hojas de un solo
golpe, seguro y rápido, ya distinguen las tres clases de plantas de pandánea
usadas para fabricar diferentes calidades de esteras. Las bonitas semillas de
naranja que proporcionan collares tan atractivos y además son comestibles, deben
ser recogidas ahora como pinceles para adornar la tela de corteza. Las hojas de
banana se juntan para proteger las fuentes tejidas, para cubrir los budines
mientras se cocinan y resguardan el humeante horno lleno de comida. La banana
debe ser descortezada exactamente en el punto adecuado a fin de dejar lisas,
flexibles y negras las tiras necesarias para adornar esteras y cestas. Entre las
bananas mismas deben distinguirse las que están maduras como para ser
soterradas, las doradas y curvas lisas para comer, o las adecuadas para sacarlas
al sol y hacer rollos de pastelito de fruta. La corteza de hibisco ya no puede ser
desgarrada a la ventura si se desea una cuerda como de rafia para un puñado de
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
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conchas; deben efectuarse largos viajes al interior a fin de escoger corteza de
calidad conveniente para el tejido.
En la casa, la tarea principal de la joven es aprender a tejer. Tiene que dominar
varias técnicas diferentes. Primero aprende a tejer ramas de palmera; la
nervadura central de sus hojas sirve de borde a la cesta o de orilla a la estera, y
sus hojuelas ya están dispuestas como para ser tejidas. Con las hojas de palmera
aprende a tejer una cesta de acarreo hecha con media hoja, trazando las hojuelas
y curvando la nervadura para formar un borde. Luego se le enseña a tejer las
persianas que cuelgan entre los postes de la casa, colocando media hoja sobre
otra y trenzando las hojuelas. Más difíciles son las esteras del piso, tejidas con
cuatro grandes hojas de palmera y las fuentes de comida con sus intrincados
diseños. Aprende también a hacer abanicos, uno sencillos, tejidos con dos
hebras, labor que realiza muy bien; otros acordonados, más complicados, que
son prerrogativa de tejedoras más viejas y diestras. Por lo común, alguna mujer
mayor de la casa enseña a tejer a la muchacha y se ocupa de que haga por lo
menos un artículo de cada clase, pero sólo requiere de ella que produzca en
cantidad las cosas más simples, como las persianas. Con la planta de pandánea
aprende a tejer las esteras comunes para el suelo, uno o dos tipos de esteras
camas más complicadas, y después, cuando tiene trece o catorce años, empieza
su primera estera fina. La estera representa el punto máximo del virtuosismo
samoano en el tejido. Tejidas con la mejor calidad de planta de pandánea
remojada, desecada y raspada hasta haber adquirido una blancura dorada y una
delgadez de papel, con hebras que tienen más o menos cuatro milímetros de
ancho, se tarda uno o dos años en terminarlas, y son tan suaves y flexibles como
el lino. Forman la unidad de valor y deben incluirse siempre en la dote de la novia.
Las muchachas rara vez terminan una estera fina antes de los diecinueve o veinte
años de edad, pero la tienen comenzada, y envuelta en otras más ordinaria
permanece entre los cabrios como testimonio de la laboriosidad y habilidad
LA EDUCACION DEL
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445
manual de la joven. Se enseña a las muchachas los rudimentos de la fabricación
de tela de corteza; saben seleccionar y cortas las varas de morera de papel, pelar
la corteza, abatanarla después que ha sido raspada por manos más expertas. El
modelado de la tela con una tablilla patrón o por dibujo a pulso se deja para los
adultos de más experiencias.
A través de este período de educación más o menos sistemática, las jóvenes
mantienen un equilibrio muy delicado entre la reputación que les da el poseer un
mínimum necesario de conocimientos y un virtuosismo que plantearía exigencias
demasiado gravosas. Las oportunidades de matrimonio de una muchacha se ven
muy disminuidas si por la aldea circula el rumor de que es perezosa e inepta para
las tareas domesticas. Realiza el tejido rutinario, especialmente persianas y cesta
de acarreo. Ayuda en el trabajo de la plantación y la cocina, teje un poquito de su
estera fina. Pero desecha el virtuosismo así como toda otra clase de
responsabilidad, con el invariable comentario “Laititi a’ u” (“Pero soy muy joven”).
Todo su interés se vuelca hacia las aventuras sexuales clandestinas; se contenta
con efectuar tareas rudimentarias, como lo hace también, hasta cierto punto, su
hermano.
Pero al muchacho de diecisiete años no se lo abandona pasivamente a sus
propias ideas. Ha aprendido los rudimentos de la pesca, sabe llevar a salvo una
canoa zozobrante al arrecife o manejar el canalete de popa de un bote de pescar.
Sabe plantar taro, transplantar cocos o pelarlos sobre una estaca y sacar la pulpa
de una sola cuchillada, diestra y rápida. A los diecisiete o dieciocho años es
introducido en la Aumaga, sociedad de los hombres jóvenes y de los adultos sin
título, grupo llamado no con eufemismo sino seriamente: “la energía de la aldea”.
Aquí se lo vuelve eficiente por la rivalidad, el precepto y el ejemplo. Los jefes más
viejos que vigilan las actividades de la Aumaga contemplan con igual severidad
toda reincidencia y toda precocidad indebida. El prestigio de su grupo es siempre
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
446
tenido en cuenta por la Aumaga de las aldeas vecinas. Sus compañeros
ridiculizan y persiguen al muchacho que no aparece cuando se realiza cualquier
actividad del grupo, ya se trate de un trabajo para la aldea efectuado en las
plantaciones, la pesca, cocinar para los jefes o representar en una visita
ceremonial efectuada para alguna doncella huésped. Además, se brinda a los
jóvenes muchos más estímulos para aprender y se les abre también una mayor
variedad de ocupaciones. No hay especialización profesional entre las mujeres,
excepto la medicina y la obstetricia, ambas prorrogativas de las muy viejas, que
enseñan el arte a sus hijas y sobrinas de edad mediana. La única especialización
es la que toca a la esposa de un orador oficial, ninguna joven se preparará para
este tipo de cesamiento que exige conocimientos especiales, pues no tienen la
seguridad de que cesará con un hombre de tal clase.
Para el muchacho el panorama es diferente. Espera tener algún día un nombre
matai, que lo convertirá en miembro del Fono, asamblea de jefe, y le dará el
derecho de beber kava con los jefes, trabajar con ellos antes que con los jóvenes,
sentarse dentro de la casa, aunque un nuevo título es sólo de la jerarquía entre los
postes y no de suficiente importancia como para otorgarle el derecho de posesión
de un poste para apoyar su espalda. Pero rara vez se siente absolutamente
seguro de lograr tal nombre. Cada familia posee varios de estos títulos que
confiere a los jóvenes más promisores de todo el grupo familiar. Cada uno tiene
muchos adversarios, que también forman parte de la Aumaga, y debe siempre
rivalizar con ellos en las actividades colectivas. Hay asimismo varios tipos de
actividades en una de las cuales debe especializarse. Debe llegar a ser
constructor de casas, pescador, orador o tallador en madera. La pericia en el
manejo de alguna técnica debe hacerlo destacar en algo entre sus compañeros.
Las hazañas en la pesca significan recompensas inmediatas bajo forma de
regalos de comida para ofrecer a su novia; sin telas los regalos serán desdeñados
sus progresos. La habilidad en la construcción de casas significa fortuna y
LA EDUCACION DEL
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447
posición, pues el joven que es un carpintero hábil debe ser tratado cortésmente
como jefe y hay que dirigirse a él con el idioma de jefe, complicada serie de
palabras honoríficas usadas para las personas de jerarquía. Y a esto se suma la
continua demanda de no ser demasiado eficiente, sobre saliente o precoz. Nunca
debe superar sino en algo a sus compañeros.
Tampoco debe despertar el odio de éstos ni la desaprobación de sus padres que
se hallan mucho más dispuestos a alentar y excusar el holgazán que a perdonar la
precocidad. Al mismo tiempo comparte la resistencia de su hermana a aceptar
responsabilidades, y si llega a descollar ligeramente, sin quedar demasiado en
evidencia, encuentra excelentes oportunidades de ser designado jefe. Si es
suficientemente talentoso, el Fono mismo puede deliberar, buscar un título
vacante para conferírselo y comunicarle que puede sentarse con los ancianos y
recibir su sabiduría. Y sin embargo, se conoce tan bien la repugnancia que
sienten los jóvenes al responder a tal honor, que siempre se toma esta
precaución: “Y si el joven huye, entonces nunca será designado jefe, sino que
siempre deberá sentarse fuera de la casa, con los jóvenes, preparando y sirviendo
la comida de los matais, con quienes no se puede sentar en el Fono”, Aún más
relevantes son las probabilidades de que el grupo familiar confiera un nombre
matai al joven dotado. Y matai se desearía ser algún día, algún lejano día en que
las piernas hayan perdido un poco de flexibilidad y el corazón el justo por la
diversión y la danza. Como me dijo un jefe de veintisiete años: “He sido jefe sólo
durante cuatro año, y mire, mis cabellos están grises, aunque en Samoa el cabello
se torna gris muy lentamente, no en la juventud como entre los hombres blancos.
Pero siempre debo obrar como si fuera viejo. Debo caminar gravemente y con
paso medio. No puedo bailar, excepto en las ocasiones más solemnes, ni puedo
jugar con los jóvenes. Los ancianos de sesenta años son mis compañeros y
acechan todas mis palabras, o sea que cometa un error. Treinta y una personas
viven en mi casa. Para ellas debo trazar planes, encontrarles comida y ropa,
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
448
solucionar sus disputas, arreglar sus casamientos. No hay nadie en toda mi
familia que se atreva a regañarme o siquiera llamarme con familiaridad por mi
nombre. Es duro ser tan joven, y ser sin embargo jefe”. Y los viejos mueven sus
cabezas y convienen en que es impropio ser jefe tan joven.
Los defectos de la ambición natural son demás contrarrestados por el hecho de
que el joven que es designado mutai ya no será el más excelente entre sus
antiguos amigos, sino el miembro más joven y nuevo del Fono. No puede ya
asociarse familiarmente con sus viejos compañeros; un matai debe relacionarse
sólo con matais, trabajar a su lado en la manigua y sentarse a charlar
sosegadamente con ellos al atardecer.
De modo que el muchacho considera un dilema mucho más difícil que la
muchacha. Le disgusta la responsabilidad, pero desea destacarse en su grupo; la
habilidad manual anticipará el día en que lo nombren jefe; no obstante, es objeto
de censura y ridículo si disminuye sus esfuerzos; pero será reprendido si procede
con demasiada presteza; sin embargo, si quiere ganar una novia debe gozar de
prestigio entre sus amigos. Y recíprocamente, su prestigio social aumenta con sus
hazañas amorosas.
De modo que mientras la joven se contenta con una pericia mínima. El muchacho
es incitado a mayores esfuerzos. Un muchacho se aparte de una joven que no
luce estas pruebas de eficiencia y es conocida como torpe e inhábil; teme llegar a
querer casarse con ella. Casarse con una joven sin pericia sería un paso
peligroso o implicaría una interminable suma de reyertas con su familia. Así que la
muchacha que es notoriamente inepta debe aceptar amantes casuales,
decadentes o casados, que ya no temen que sus sentidos los arrastren a un
matrimonio imprudente.
LA EDUCACION DEL
NIÑO SAMOANO
449
Pero la joven de diecisiete años no desea casarse todavía. Es mejor vivir como
una muchacha sin responsabilidades, y con una rica variedad de experiencias
emocionales. Este es el mejor período de su vida. Hay tantos inferiores a ella a
quienes puede intimidas, como superiores que la tiranizan. Lo que pierde en
prestigio, lo gana en libertad. Cuida poco de los más chicos. No le duelen los ojos
por fijarlos en el tejido ni su espalda se quiebra, doblada durante todo el día sobre
la tabla de tapa. Las largas expediciones en busca de pescado, comida y
materiales para tejer le dan amplias oportunidades para citas. La mejor pericia
significaría aumento de trabajo, lo que implicaría tener que vivir encerrada y
demás llegar a casamiento en edad más temprana; y el casamiento, aunque
inevitable, debe ser diferido todo lo posible.
LECTURA OBLIGATORIA
No. 14
UN SALTO ADELANTE
Los caminos de la Independencia.
Por: Alain Braconnier.
UN SALTO ADELANTE
451
UN SALTO ADELANTE
Las transformaciones fisiológica y corporales, características de la adolescencia,
representan el signo más aparente de la salida de la infancia. Es lo que se
denomina el desarrollo pubertario. Sabemos ahora que el incremento de
crecimiento que lo acompaña es el resultado de una reacción hormonal en
cadena: la secreción discontinua de una hormona cerebral (LH.RH) induce por su
ritmo la secreción de otra hormona que estimula hipótesis, glándula situada en la
base del cerebro; ésta a su vez induce la secreción de un tercer tipo de hormonas
a nivel de los órganos sexuales. Estos últimos modulan después de cierto tiempo
las modificaciones de peso y de tamaño que en algunos meses aumentarán con
toda claridad (de seis a doce centímetros el año en que se da el crecimiento
máximo). A este crecimiento se asocian, con ligero retraso, el desarrollo de los
órganos sexuales y la aparición de las características físicas y sexuales del sujeto
adulto (pilosidad, desarrollo marino y ciclo de al regla en la joven; pilosidad y
eyaculaciones de esperma en el muchacho). A partir de la primera regla y de la
primera eyaculación, la niña y el niño se han convertido biológicamente en adultos.
Estas transformaciones están sometidas a variaciones según el nivel de vida, el
sexo y el individuo. En los países occidentales, la edad de la primera regla se ha
adelantado hace un siglo (ha pasado de los 17 años a los 13 como media).
Actualmente la edad de la pubertad varían entre los 8 y 15 años en las niñas, y
entre los 10 y 16 años en los varones (lo que da una media estadística de 13 años
en las niñas y de 14 en los muchachos).
Estas transformaciones son la fuente, para los adolescentes y para sus padres, de
actitudes, preguntas y reacciones diversas. Son bien aceptadas cuando han sido
objeto de explicaciones simples y claras. En cambio, si suscitan una turbación
importante en los padres y, sobre todo, si el hijo experimenta una aprensión
exagerada, estas transformaciones pueden ser negadas o rechazadas. La
denegación no es forzosamente una manifestación psicológica anormal. Por lo
demás es frecuente, y se expresa de diversas formas: rechazo a usar sostén, por
ejemplo, o a hablar con una voz que está cambiando. Con frecuencia es una
etapa transitoria. Más inquietante es el rechazo claro y persistente de tener en
cuenta esas modificaciones corporales (vistiéndose como una niña pequeña o
como un niño pequeño, rehusando toda adaptación de la higiene a los signos de la
pubertad). Una actitud semejante debe ser explicada: ya se trate de una angustia
ante el cambio corporal, de una fuga ante los deseos vividos como más peligrosos
en tanto ahora pueden ser realizados , o bien de una fijación más general a la
infancia, enraizada desde hace mucho tiempo.
UN SALTO ADELANTE
452
La inquietud de los adolescentes ante su nuevo cuerpo puede también traducirse,
paradójicamente, por una especie de orgullo provocador: en el muchacho,
asistimos a manifestaciones violentas de afirmación de fuerza o de virilidad; en la
chica, a actitudes permanentes de seducción, a una especie de desborde de la
sexualidad. Más frecuentemente, estos comportamientos son ambivalentes:
expresan a la vez una posición ante los padres y un llamado, pues el adolescente
está angustiado ante la perspectiva de llegar a ser él mismo un padre potencial.
Los adolescentes hablan difícilmente de su pubertad; por lo general expresan su
sexualidad en otro campo, cosa que las personas inadvertidas suelen no percibir.
A veces la manifiestan por medio de la agresividad, el gusto por la violencia, o
bien por su interés en todo tipo de actividades. Este fenómeno de
<<desplazamiento>> puede ser particularmente fecundo a esta edad.
Porque el adolescente no vive sólo una revolución del cuerpo; sus capacidades
intelectuales se desarrollan de manera espectacular. En realidad, la tradicional
dicotomía del alma y del cuerpo está particularmente inadaptada en la materia. La
aparición de la sexualidad desarrolla y libera una energía nueva, utilizable en
todos los campos; la actividad puramente intelectual, la actividad deportiva, la
artística también se benefician (a veces más que la vida sexual propiamente
dicha). La madurez genital abre un campo mucho más amplio que la genitalidad.
Sabiéndose capaz de cumplir con las relaciones sexuales igual que un adulto, el
adolescente es presa de un apetito de conocimientos y de experiencias. De
conocimientos vividos, y no sólo leídos. Y felizmente: porque qué son los
conocimientos puramente librescos? La nueva energía libidinal es puesta
entonces al servicio de la curiosidad y de la inteligencia.
Esta evolución a veces es muy sensible en algunos alumnos; no tienen necesidad
de la tutela paterna para proseguir sus estudios; ellos mismos trasladan la energía
a la actividad intelectual, sin esperar primero un reconocimiento de los adulto.
Trabajan para sí, sencillamente.
A la inversa, cuando el adolescente reprime sus impulsos sexuales, cuando se
siente amenazado o desbordado por sus súbita aparición - y sus no menos súbitas
exigencias -, su desarrollo intelectual se resiente. La represión no cuida el detalle:
la presión que ejerce se extiende a todos los terrenos. Hay muchos niños que
trabajan muy bien hasta la edad de 12 o 13 años, y de pronto sus resultados
escolares bajaron tremendamente. No es que se hayan vuelto estúpidos; no eran
<<limitados>>. Huyen de una sexualidad vivida como invasora porque no se
sentían suficientemente seguros para enfrentarla, y han preferido - temporalmente
la mayoría de las veces, y a veces definitivamente - renunciar a la exigencia de
concentración psíquica. Una paciente que pretende no <<poder leer>> - lo que en
todo caso es literalmente inexacto, pues ha cursado honrosamente sus años
escolares - han llegado a localizar muy precisamente el origen de ese bloqueo.
Se produjo al entrar a Primero de Media, cuando tuvo que abandonar a un
maestro que le dedicaba una atención especial. Entonces se sintió
UN SALTO ADELANTE
453
tremendamente desamparada: ya nadie la quería. La lectura desde entonces le
pareció sin interés y sin objeto, y todavía busca a alguien que pueda devolverle el
gusto por la misma.
Las cosas son todavía más claras cuando se trata de un individuo particularmente
dotado y que se hunde bruscamente. Es el caso de Charles, un muchacho de 13
años, que desde hace un año ve cómo sus resultados escolares descienden de
manera espectacular. Hasta segundo era un alumno brillante. Pero ahora ya
nada funciona. Ya ha probado una psicoterapia, interrumpida por consejo del
psicoterapeuta, porque manifestaba una <<intelectualización excesiva>>. Cuando
Charles viene a verme, parece al borde de la depresión; nada le gusta, ni el
trabajo ni ninguna otra cosa; se siente cada vez más fatigado, sin energía. sus
preocupaciones empezaron bruscamente durante un partido de tenis. Lo recuerda
con exactitud: quería demostrar a su madre que él era el más fuerte. Y cuando
más se encarnizaba en demostrarlo, más fallaba los tiros. Se sintió invadido por
una tensión muy intensa, una angustia de no poder triunfar en nada. Tuvo la
impresión de que se iba a volver loco; su corazón latía muy rápido; se ahogaba y
tuvo miedo de morir allí mismo. Aunque luego no tuvo más crisis de ese tipo,
tiene la sensación de tener dentro del cerebro un ojo que lo observa
permanentemente, y que le impide concentrarse no sólo en sus actividades
deportivas, sino sobre todo en sus actividades intelectuales. Constantemente es
presa del temor de no recuperar su estado anterior a la crisis, de haber perdido la
facultad de concentración que lo había llevado a ser el mejor alumno de su clase.
Si se concentra demasiado, piensa también, la crisis volverá. Charles repite
incansablemente que sólo desea una cosa; volver a ser el de antes; que en lo
demás no tiene ninguna dificultad. Añade que sin embargo se siente un poco
diferente de los otros en el terreno de las relaciones con las chicas de su edad: no
le interesan las chicas como tampoco las conversaciones o las bromas sobre la
sexualidad.
De común acuerdo, buscamos juntos el significado de ese ojo misterioso que tanto
lo obstaculiza. En el curso de los primeros meses no se manifiesta ninguna
mejoría. Por el contrario, Charles expresa ante sus padres, y en particular antes
su madre, una violencia que preocupa mucho a su familia. Charles no
<<explota>> en cualquier momento. Con frecuencia es en ocasión de las derrotas
de un campeón de tenis, ídolo suyo, cuando entra en un estado de angustia y de
furor incontrolables. Sigue los partidos de su ídolo con una asiduidad total. Si por
casualidad, por la diferencia horaria, el partido se retransmite en plena noche,
obliga igualmente a su madre a quedarse levantada para mirarlo. Ha llegado a
golpear a su madre cuando el jugador perdía. Charles explica que el campeón
representa para él <<un otro yo>>: como él, ha triunfado a fuerza de voluntad y
de concentración, y no soporta verlo perder. Es claro que Charles se ha
identificado del todo con el jugador. Después de un tiempo de trabajo, recuerda
que ya en el pasado había llegado a idolatrar a alguien. Un alumno de su clase,
UN SALTO ADELANTE
454
<<grande, fuerte y con una gran casa en la que recibía a amigos y amigas entre
los que tenía mucho éxito>>. Había tratado de convertirse en el mejor amigo de
ese muchacho, sin lograrlo. Pero sobre todo temía no poder imitarlo, ni gustar a
las chicas tanto como él. Al fin de cuentas, había fracasado en toda la línea, y
para superar su decepción <<se había arrojado con todas sus fuerzas,
ciegamente>> al trabajo escolar. Entender esto permite a Charles no idealizar
sus triunfos escolares: no se trataba de un <<edén>> sino de un periódico de
euforia artificial. Una fuga, no una resolución.
Siguiendo el trabajo de análisis, Charles recuerda las angustias que
experimentaba siendo niño, cuando su padre y su madre discutían. Bruscamente,
durante una sesión, vuelve a ver la expresión <<muy inquieta>> que reflejaba el
rostro de su madre en esos momentos, expresión semejante a la que vio en aquel
partido de tenis al que refiere el inicio de sus perturbaciones actuales. El ojo que
amenaza perpetuamente comienza a ser ahora <<interpretable>>: lo remite a su
envidia y a su incapacidad de seducir, de probar a la mujer que él es un hombre
fuerte. El temor que lo atenaza, ya lo ha conocido en sus identificaciones con
hombres <<fuertes>>, - el campeón, el chico de su edad - y sobre todo cuando
niño, cuando quería defender a su madre contra su padre que la amenazaba. En
la edad en que Charles puede ser fuerte como su padre, sea en el campo
deportivo, sea en el intelectual, él mismo se prohibe todo medio de
<<competición>>: sus problemas evidentemente no tienen nada de <<escolar>>,
sino que muestran, por el contrario, la importancia de la conmoción provocada por
la salida de la infancia. Cuando esto se vive mal, o cuando se acompaña de
<<complicaciones>>, la energía que libera puede volverse contra sí mismo, hasta
el punto que se experimenta, muchas veces de manera momentánea, un
verdadero salto hacia atrás.
El fenómeno que se produce a esta edad (y en todas las edades) o que a veces
no se produce, es el de l sublimación: se dirige la energía de origen sexual hacia
otros fines. Si el ser humano no tuviera esta propensión a desplazarse su energía
<<animal>> …no habría ni deportista, ni filósofos, ni artistas, ni investigadores.
Sólo habría trabajadores empujados y obligados por la necesidad de sobrevivir.
Cómo caracterizar esta inmensa ganancia intelectual provocada por la
adolescencia? Se produce un cambio cualitativo; no se trata de simplemente de
un incremento de la memoria o de circuitos que funcionarían a mayor velocidad.
El joven ser humano accede a otro tipo de pensamiento. Aprende la abstracción.
Sus actividades lúdicas lo demuestran: abandona lo que con justicia se denomina
<<juegos de niños>> por diversiones más elaboradas. Para jugar al dominó o a la
batalla, *
basta con identificar imágenes o estructura semejantes; mientras que
cuando se juega a determinados juegos informáticos, los enigmas por ejemplo,
hay que ser capaz de combinar los datos adquiridos, jerarquizarlos, y construir
*
Juego de cartas para niños pequeños (N. de la T.)
UN SALTO ADELANTE
455
series de hipótesis que constituirán otras tantas alternativas entre las que habrán
que escoger para descubrir el arma del crimen o el asesino. Las aptitudes
intelectuales exigidas son fundamentalmente de otro orden: el jugador debe saber
proyectarse en el tiempo. Debe saber despegarse de un apoyo concreto e
inmediato e interrogarse en el tiempo. Debe saber despegarse de un apoyo
concreto e inmediato e interrogarse acerca de la probabilidades. Explorar el
universo de lo posible, que no se confunde en absoluto con el imaginario infantil
donde todo está permitido. Razonar sobre series, seguir varia liebres a la vez. El
niño puede resolver problemas (relativamente simples) si su entorno le aporta los
necesarios apoyos concretos: puede aprender a manejar las cuatro operaciones
<<en situación>>, para contar objetos, o para hacer intercambios que se refieren a
una determinada economía. En cambio, es incapaz de resolver un problema de
geometría, cuya representación gráfica ya es una abstracción. De manera
general, le es imposible razonar a partir de elementos puramente verbales, como
hace el adulto, y a fortiori combinar varia operaciones lógicas.
Escoger las informaciones, jeraquizarlas, ponerlas en relación según modalidades
complejas, son los procesos que nos permiten efectuar elecciones racionales;
podríamos decir, las elecciones más racionales posibles. Lo que se juega
intelectualmente en la adolescencia es por tanto capital. Con frecuencia se ha
desconocido el verdadero trabajo que se cumple durante este periodo, porque no
aparece con una claridad evidente. Y en realidad es un trabajo complejo,
acompañado por retrocesos y crisis a veces tan espectaculares que encubren su
productividad. Se puede utilizar la expresión << crisis de la adolescencia>>. Pero
en ese caso, el término no debe ir cargado de ninguna connotación peyorativa: se
trata de un cuestionamiento indispensable, sin el cual no existiría ni creación ni
progreso intelectual ni social. después de todo , Rimbauid dejó de escribir a los
19 años.
LOS CAMINOS DE LA
INDEPENDENCIA
Primero los amigos
Por lo general, los adolescentes manifiestan sus primeras e -indespensables -
veleidades de independencia haciendo bastante <<ruido>>.
La elección de un círculo de <<amigotes>> íntimos constituye uno de los signos
más precoces de autonomía. E incluso, aunque los nuevos amigos no logren
siempre una adhesión, sin reservas por parte de los padres o del entorno habitual,
es importante dar pruebas de tolerancia. Hay que respetar las iniciativas de los
que hasta hace poco tiempo eran considerados todavía como niños que había que
proteger o vigilar.
UN SALTO ADELANTE
456
Patrick tiene trece años y medio. Ya no trabaja demasiado bien en la escuela: por
primera vez, repite un año, el segundo. Se acuesta a horas <<imposibles>>: a la
1 de la mañana todavía da vueltas por la habitación. Sus padres intentaron
ayudarlo primero haciéndolo trabajar, luego ante la persistencia de los malos
resultados, lo han privado de televisión y de fútbol, su deporte favorito.
Además Patrick se ha vuelto muy colérico. Él mismo explica su nerviosismo por la
inmediatez de sus reacciones: primero vive… y reflexiona después. Habla antes
de evaluar los efectos de su discurso. Este cambio coincide con otra
transformación: es el primer año que tiene verdaderamente amigos. Se diría que
ellos lo representan todo para él. Una verdadera revolución en su vida; hasta
entonces sus padres y sus profesores estaban inquietos por su aislamiento, que
consideraban efecto de ser hijo único.
Patrick reprocha también a su padre que éste muy poco en casa, y que apenas
llega empiece a gritarle.
Sus padres habían tenido dificultades para tener un hijo; cuando nació Patrick, lo
recibieron como a una especie de <<Mesías>>. Su madre se ocupó mucho de él
en la primera infancia, y todavía conserva hacia él una actitud muy protectora.
Ella lo explica por las circunstancias -su marido siempre trabajaba mucho y ella se
sentía sola- y por su propia timidez: no se relaciona <<fácilmente>>, y no ha
sabido encontrar actividades fuera del hogar. La madre de Patrick es consciente
de que está demasiado apegada a su hijo, y teme el momento en que tenga que
separarse de él. Se pregunta además con ansiedad lo que él podrá hacer, pues,
dice, todas las profesiones están <<taponadas>>. A ella también le gustaría
trabajar, pero los intentos que ha hecho han fracasado; se pasaba todo el tiempo
imaginándose qué estaría haciendo su hijo, si verdaderamente estaba solo en
casa.
Patrick queda muy conmovido cuando su madre evoca su soledad. Aunque
reprocha a su padre que pase tanteo tiempo fuera, no querría que éste renuncie a
su trabajo actual pues, como le permite viajar, le procura grandes satisfacciones.
Y, a pesar de que lamenta mucho <<abandonar>> a su madre, él desea también
tener su vida, con sus amigos. Patrick al mismo tiempo siete la necesidad de una
vida exterior a su familia y el deseo de no apenar a sus padres. Esta situación lo
pone muy nervioso, pues aunque sabe que es imposible que permanezca todo el
tiempo en casa, se siente culpable cada vez que sale. La cólera, la inestabilidad,
los fracasos escolares, esconden con frecuencia, como en Patrick, un conflicto
entre el deseo y la culpabilidad.
Existe un momento en la vida de las familias en que los hijos deben constituir su
propio grupo de amigos, con sus centros de interés personal. Este pasaje a veces
es difícil, pero no por ello es menos necesario. Los camaradas juegan un papel
particularmente importante en el desarrollo del individuo y en la salida de la
infancia. Muchos estudios han demostrado que los caminos de la maradería y de
UN SALTO ADELANTE
457
la amistad se vuelven cada vez más organizados y cada vez más diferenciados a
medida que los individuos crecen. Según los períodos de la adolescencia, las
modalidades de funcionamiento de los grupos presentan características diversas.
Entre 11 y 13 años, por ejemplo, la amistad se centra más sobre la actividad que
en las relaciones interpersonales. Se <<hace>> algo con los amigos, pero no se
trata todavía de constituir relaciones profundas y mutuas. Entre los 14 y los 16
años, el grupo es ante todo un espacio de seguridad. Se busca un amigo leal, que
no traicione. Alguien que nos ofrezca un espejo de nosotros mismos, que
atraviese por interrogantes y conflictos análogos y que al mismo tiempo pueda
oficiar de guía o de confidente. A partir de los 16 o 17 años, el adolescente
comienza a interesarse más en el prójimo en tanto tal; busca con más gusto la
diferencia y la complementariedad. Las variaciones múltiples, y cada grupo tiene
su singularidad. A veces el líder es de más edad, o incluso un adulto. Algunos
grupos se organizan en torno a una actividad privilegiada : un deporte, una
asociación humanitaria, como también toda la gama de la provocación, hasta la
delincuencia.
Cualesquiera sean las características, el grupo constituye un mundo diferente de
la célula familiar. Permite a veces oponerse a ella, o huir de ella, y representa la
mayor parte del tiempo un intento de individualización por intermedio de otros, un
esfuerzo de autonomía en relación con los padres. En cierto sentido, es el
eslabón intermedio entre el mundo de la infancia y la comunidad social. Y también
es el inicio de otro pasaje: las relaciones con los iguales del mismo sexo preceden
a las que se entablan con los iguales del sexo opuesto.
Algunos padres presienten que su hijo necesita un distanciamiento. En lo cual
coinciden, sin saberlo, con prácticas corrientes en otras culturas. En Africa
Occidental, en Ghana, los gonja mandan a sus hijas de 18 años a casa de una
hermana de su padre, mientras que los hijos son confiados a un hermano de su
madre. Los hijos viven en eses nuevo hogar hasta que se casan, luego de lo cual
vuelven junto a sus padres. En nuestra sociedad no es raro que los padres
piensen en confiar durante algún tiempo sus hijos a un tío o tía, a los que juzgan
menos inclinados a la indulgencia o a una severidad excesivas. Esta es
exactamente la razón invocada por los gonja para justificar el alejamiento de su
hijos.
Entre los muria, en el estado indio de Bastar, los hijos son invitados, a partir de
cierta edad, a compartir un dormitorio colectivo y mixto. En Colombia, entre los
embere, los varones dejan un día sus familias con sus pequeñas posesiones
atadas en un pañuelo; fabrican una piragua y se van de dos a tres a una orilla
cercana, o incluso mucho más lejos, y llevan una vida errante durante varios
meses o años. A cambio de la hospitalidad que se les ofrece, ayudan en los
trabajos del campo o en la pesca, y son admitidos en las fiestas del grupo.
Cuando un joven encuentra finalmente la muchacha que le gusta, se lo hace
saber. Al cabo de cuatro noches consecutivas, la pareja se considera casada y
UN SALTO ADELANTE
458
puede, si lo desea, reunirse con la familia del varón. Esta socialización entre
iguales, esta vida errante recuerdan la partida de algunos adolescentes de hoy, a
la búsqueda de una condición de adultos. Con frecuencia se <<establecen>>
cuando han encontrado un alma gemela, marcando así el fin de su salida de la
infancia.
Estos ejemplos no constituyen modelos, pero muestran que numerosas
sociedades intentan dirigir el pasaje desde la familia hacia la vida en comunidad.
Gestión que no es fácil para los padres: la atracción pro nuevos camaradas, pro
actividades exteriores a la familia y al mundo escolar, les demanda un esfuerzo de
adaptación. Deberán al mismo tiempo mantener contacto - manifestando cierto
interés por los amigos o las actividades practicada, por ejemplo - y cuidarse de
invadir el territorio personal de los hijos. Cuando el pasaje de la constelación
familiar al otro planeta se hace demasiado bruscamente, son los padres los que
deben poner límites, manejando la transición.
Los padres deben demostrar su capacidad
No siempre es agradable para los padres, pero así es: al crecer, sus hijos
comienzan a juzgarlos. Tienen necesidad, para poder conquistar su propia
autonomía, de desprender de la admiración que profesan a sus mayores, y de
dejar de considerarlos como modelos inigualables.
Carmen, una jovencita de 15 años, viene a verme por sí misma, por intermedio de
la asistencia social del liceo. Está en quinto año. Desde hace algunas semanas
está angustiada, duerme mal, tiene la impresión de no poder <<seguir>> las
clases. En realidad, Carmen advierte un cambio en su existencia. Su angustia
actual la vincula con un acontecimiento reciente: unos meses antes ha conocido a
un hombre mucho mayor que ella, un profesor de francés que da clases
particulares a su hermano menor. se enamoró inmediatamente de él, y durante el
último trimestre no ha dejado de pensar en él y de tratar de verlo. Sin embargo,
en su presencia se siente completamente paralizada. El hombre se dio cuenta y le
preguntó qué pasaba, pero ella no pudo responderle. Poco a poco, fue
imaginando diferentes estrategias para decirle que lo amaba, pero ninguna le
pareció practicable. Progresivamente se dio cuenta de que era imposible que ese
amor fuera recíproco, y ese descubrimiento la aplastó: era una carga que no podía
compartir con nadie. Carmen no quiso que su padre o su madre (con la cual tenía
bastante intimidad) lo supiera, y finalmente pudo tomar conciencia de que ya no
veía a sus padres de la misma forma.
Bruscamente, dice, se le aparecieron no ya como padres, sino como seres
humanos corrientes. Seres humanos no siempre alegres. Y tampoco
necesariamente tranquilizadores, a veces lo contrario. Carmen experimentó una
verdadera conmoción. Añade que desearía más comprensión y disponibilidad por
parte de sus padres, pero que sabe que no puede contar con eso; ellos tienen sus
propios problemas y son mucho menos sólidos de lo que ella creía. Se
UN SALTO ADELANTE
459
preocuparan. Carmen prefiere guardar su angustia para sí. Antes, pensaba que
su padre era una <<roca>>; ahora, lo encuentra más bien <<bloqueado>>. En
cuanto a su madre, la juzga demasiado ansiosa, demasiado anulada y
dependiente de sus hijos. Por último, no tiene ningún deseo de parecerse a ella.
Confrontada a una situación nueva, a límites que nunca había imaginado, Carmen
ha cambiado profundamente; sus padres ya no representan un recurso, ni un
apoyo, ni menos aún un modelo. Su pasión súbita le ha servido de detonador; ha
crecido.
Evidentemente los jóvenes no son siempre justos en sus apreciaciones.
Precisamente porque tienen muchas dificultades por expresar un juicio acerca de
sus padres, a veces cometen errores… difíciles de aceptar. Pero si se logra tomar
un poco de distancia y comprender que en realidad es un camino positivo, que
permite que el hijo se convierta en adulto, se puede hacer gala de una relativa
serenidad ante estos ataques.
Al juicio crítico, a la <<decepción>> de los hijos se asocia generalmente un
desplazamiento de la idealización de los padres hacia otros personajes,
promovidos a la categoría - provisoria por lo demás - de <<héroes>> o de
<<ídolos>>. Amigos, profesores, artistas, se convierten así en modelos que
sustituyen a los adultos de la familia. Los adolescentes encuentran en ellos una
imagen protectora o valorizada, con la que pueden identificarse cuando han
<<rechazado>> la que les proponían sus padres. Esto constituye una transición
eficaz hacia la autonomía: los padres ya no pueden aportar esta imagen positiva
porque deben ser cuestionados. Ahora son los hijos que deben juzgar a sus
padres, pero esta necesaria inversión de papeles debe apoyarse en nuevas
referencias; una personalidad no se construye en el vacío.
Las primeras fiestas carnales
En familia, la sexualidad de los hijos es un tema tabú. Un adolescente no cuenta
nunca - salvo rarísimas excepciones - su primera experiencia sexual a sus
padres. Evidentemente es un momento muy importante, que significa el pasaje de
la infancia a la categoría de adulto. También es un momento delicado, pues toca
a la vez la intimidad de los adolescentes y la de los adultos, que no abordan
tampoco fácilmente la cuestión. A pesar de la reciente evolución de las
costumbres, demostrada por la legislación sobre la mayoría de edad, la
anticoncepción y la interrupción voluntaria del embarazo, las primeras relaciones
sexuales conservan un carácter secreto, o al menos privado.
Se trata de una particularidad occidental, y no de un rasgo universal. Antaño, en
Babilonia, los jóvenes asistían al acto de desfloración. En la Edad Media, troveros
y trovadores contaban las primeras fiestas carnales y, todavía en el siglo XIX, en
nuestros campos, se preparaba el acontecimiento en público, ritualmente, por
medio de sopas y bebidas afrodisíacas. En otras culturas, por ejemplo las del
Magreb, al día siguiente de la noche de bodas se expone la sábana manchada de
UN SALTO ADELANTE
460
sangre; en las llanuras del Brasil central, las indias muestran su sangre que corre
sobre hojas de palmera. Estos ritos, que hacen de la primera experiencia sexual
una etapa en la vida social, muestran la importancia que se le otorga
universalmente. Y no es porque en nuestra sociedad pase en silencio - dígase lo
que se quiera sobre la omnipresencia de la sexualidad de los jóvenes en la
publicidad y en los medios de comunicación de masas - que tiene menos
importancia.
El relato de Paul, que es una historia bastante corriente, muestra claramente que
la primera relación sexual no tiene nada de anodino. Sus padres vinieron a verme
para pedirme consejo. Tenían la impresión de que desde las vacaciones de
Pascua su hijo ya no era el mismo. Parecía mucho menos preocupado por su
escolaridad y mucho más distante respecto de sus padres; tampoco prestaba
atención a su manera de vestir o de peinarse. Sus padres habían llegado a
pensar que les estaba ocultando algo. Malas compañías, encuentros
inconfesables? Tal vez la droga? Los padres parecían desamparados e inquietos.
Paul, que los acompañaba, manifestaba cierta irritación. Al mismo tiempo, parecía
incómodo, y daba la impresión de que se sentiría aliviado si sus padres
comprendieran lo que había pasado. Cuando lo vi solo, le pregunté sin ambages
lo que le había pasado durante las famosas vacaciones de Pascua.
Inmediatamente me respondió, sin la menor reticencia, que había tenido entonce
sus primeras relaciones sexuales. Pero se sentía incapaz de decírselo a sus
padres.
Paul había salido de vacaciones con dos amigos, a una casa de campo donde
había estado por Navidad. Entonces había conocido a tres chicas que vivían en
los alrededores. Se había iniciado un flirt, pero nada más. En Pascua los tres
amigos, alentándose mutuamente, decidieron ir a buscarlas, con el proyecto
preciso de tener su primera aventura sexual. Y así lo hicieron: las chicas,
aparentemente más liberadas, habían comprendido bien por qué habían vuelto y,
según Paul, les habían facilitado la tarea. La experiencia no había sido muy
satisfactoria para Paul, poco informado de esas cosas. Según él, un dolor en la
espalda le había impedido estar a la altura.
Al regreso de esta escapada, que se puede calificar de iniciática, los tres
muchachos se habían contado cómo habían pasado la noche, probablemente
mejorando sus actuaciones. Y habían regresado muy orgullosos, armados de una
seguridad a toda prueba. Aparentemente. Pues al fin de las vacaciones, cuando
había que volver a casa, habían comenzado a sentirse incómodos. Paul en todo
caso tenía la impresión de guardar un secreto muy importante, aunque en el fondo
sabía que <<su aventura>> era completamente normal, y, al fin de cuentas, poco
extraordinaria. Sin poder explicárselo, no podía comunicarlo a sus padres, a pesar
del gran deseo que tenía de hacerlo. Sobre todo quería decírselo a su madre.
Evidentemente tenía necesidad de mostrarle cómo se separaba de ella, y que se
había convertido en un hombre. No es necesario contar una experiencia íntima
UN SALTO ADELANTE
461
para hacer comprender ese mensaje. Pero Paul probablemente estaba
demasiado obstaculizado por el silencio que había mantenido sus padres acerca
de estos temas como para hallar la forma de expresarse.
La liberalización de las costumbres pueden tener un efecto inesperado, un efecto
<<perverso>>; suministra a los padres un pretexto cómodo para librarse de toda
educación acerca del amor, delegando ese cuidado a los maestros o a los medios
de comunicación. Pero lo que es deseable es una educación en el sentido pleno
del término, que comience suficientemente temprano - es decir a los nueve o diez
años - y que prosiga bastante tiempo como para que los padres y los hijos hagan
un recorrido común sobre la cuestión.
Con demasiada frecuencia los padres no abordan el tema, o bien lo hacen de una
vez por todas, como si todo quedara resuelto a partir de una sola conversación.
Por supuesto que no se cumple con el papel de educador hablando continuamente
de sexualidad en la familia, sin matices y sin respeto de la intimidad, incluso
manifestando, como sucede a veces, un interés malsano por la vida sexual del
adolescente. Pero el silencio, o la explicación tipo coartada que cierra
<<definitivamente>> la cuestión, son actitudes nefastas que vuelven problemático
el acceso a la sexualidad adulta.
La sexualidad, es bueno recordarlo, no comienza en la pubertad. Freud fue el
primero en reconocer su existencia en el niño, que manifiesta una viva curiosidad
por las <<cosas sexuales>> y se forja diversas <<teorías>> sobre eso que lo
intriga: cómo se hacen los hijos, de dónde (literalmente) salen, qué significan las
diferencias anatómicas entre las niñas y los niños.
Evidentemente, la sexualidad de los adultos es muy diferente de la de los niños, y
no sólo porque el desarrollo fisiológico hace posibles las relaciones sexuales. No
se trata de un asunto del aparato genital. Es toda la personalidad del individuo,
con su vida imaginaria y con su historia, lo que se ha movilizado. Como todos los
psicólogos y psicoanalistas, veo la demostración cotidiana de ello. Las personas
vienen a consultarme por dificultades sexuales siempre tienen otros problemas,
otros interrogantes que resolver; inversamente, los que viven mal sus relaciones
afectivas o profesionales, sus relaciones con los demás, generalmente no tienen
una sexualidad satisfactoria.
Y es porque en el momento de la salida de la infancia, algo ha quedado
bloqueado.
Los primeros objetos de amor de un niño, los primeros seres a los que dedica su
afecto - y el niño no diferencia entre lo que es <<sexual>> y lo que no lo es - son
sus padres. Llega un momento (el famoso <<Edipo>>) en que está obligado a
renunciar a su deseo más caro, que es casarse <<más tarde>> con papá o con
mamá. Sigue un período de relativa calma, que generalmente se denomina
<<período de latencia>>.
UN SALTO ADELANTE
462
Con la pubertad, que abre nuevas posibilidades sexuales, los antiguos deseos
(que han sido reprimidos, no erradicados) resurgen. El incesto, al poder ser
realizado, se convierte en una verdadera amenaza para el adolescente. Entonces
está obligado a renunciar definitivamente a sus vínculos edípicos para ir a buscar
en otra parte sus objetos de amor. Al mismo tiempo, el adolescente debe elegir
una identidad sexual: durante la infancia podía aún, sin gran riesgo, ser a la vez
chico y chica, o al menos jugar a dos bandas.
El primer amor juega un papel importante en la elección sexual. En muchos
aspectos, queda del lado de la infancia: ingenuo, portador de una expectativa
desmesurada respecto del otro, al que se cree capaz de colmarle todas las
carencias, todas las esperanzas, así como el niño imagina a sus padres
todopoderosos. Al mismo tiempo, y es una de las enseñanzas fundamentales del
primer amor, aporta la experiencia de la desilusión. Al deslumbramiento pasional
sucede inevitablemente la decepción (la segunda a medida del primero) que
permite superar un modo de relación infantil con el otro. También aquí se
aprenden, seguramente, los balbuceos de la vida amorosa y sexual, que darán
forma a las relaciones ulteriores.
Es lógico que este proceso no suceda sin tropiezos. Se explica así también que la
sexualidad de los jóvenes no llegue ni fácil ni inmediatamente a su plenitud, en
contra de lo que ciertos medios de comunicación se complacen en difundir.
Naturalmente, esto no significa que la vida amorosa del adulto ignore la pasión.
Muy por el contrario, la sucesión pasión / decepción constituye el camino normal.
Pero cuando la primera decepción hipoteca toda la relación futura, la vida afectiva
queda marcada con su sello desde la infancia.
En este terreno como en otros, la línea recta no es forzosamente el mejor camino:
los giros, las crisis, los retrocesos forman parte del desarrollo fluctuante de los
sentimientos.
LECTURA OBLIGATORIA
No. 15
CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD
ADULTA
Por: Gail Sheehy
CRISIS PREVISIBLE DE LA
EDAD ADULTA
471
CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD ADULTA
No somos distintos a un crustáceo especialmente resistente. La langosta crece
produciendo y desprendiéndose de una serie de duros caparazones protectores.
Cada vez que se expande desde el interior, debe deshacerse de la capa que la
limita. Queda expuesta y vulnerable hasta que, en su momento, crece un nuevo
caparazón para reemplazar al anterior.
Con cada paso de un estadio de crecimiento humano al siguiente también
nosotros nos vemos en la tesitura de deshacernos de una estructura protectora.
Quedamos expuestos y vulnerables, pero también en fermento y en embrión,
susceptibles de expandirnos en formas que antes desconocíamos. Dichos
desprendimientos pueden llevar varios años. Al salir de cada paso, empero,
ingresamos en un período más prolongado y más estable en el que podemos
esperar una relativa tranquilidad y la recuperación del equilibrio.
Todo lo que nos ocurre graduaciones, matrimonio, nacimiento de hijos, divorcio,
conseguir o perder un trabajo nos afecta. Estos hechos demarcadores son los
acontecimientos concretos de nuestras vidas. Empero, una etapa evolutiva no se
define en términos demarcadores, sino por una serie de cambios que se inician en
el interior. El impulso subyacente hacia el cambio se encontrara allí al margen de
que se manifieste o no, o se vea potenciado por un hecho demarcador.
La vida de una persona en cualquier momento dado incorpora tanto aspectos
externos como internos. El sistema externo está compuesto por nuestra calidad de
miembros de la cultura: nuestro trabajo, clase social, papel familiar y social, la
forma en que nos presentamos a y participamos del mundo. El campo interior se
CRISIS PREVISIBLE DE LA
EDAD ADULTA
472
refiere a los significados que dicha participación tiene para cada uno de nosotros.
¿hasta que punto se ven estimulados o burlados nuestros valores, y metas y
aspiraciones por nuestro actual sistema de vida? ¿cuántas partes de nuestra
personalidad podemos conservar y qué partes estamos suprimiendo? ¿Qué
sentimos sobre nuestra forma de vida en el mundo en cualquier momento dado?
Los cambios cruciales del hecho de sustentación comienzan a desequilibrar a una
persona en el campo interno, señalando la necesidad de cambio y del paso a un
nuevo plano en la nueva etapa de desarrollo. Estos cambios cruciales se producen
a lo largo de toda la vida, pero la gente se niega persistentemente a reconocer que
posee un sistema de vida interno. Si se le pregunta a cualquier persona que
parece deprimida por qué se siente así desplazará la mayoría el mensaje interior a
un hecho demarcador: “ Estoy así desde que nos cambiamos de casa, desde que
cambié de trabajo, desde que mi mujer volvió a la Universidad y se convirtió en
una maldita asistenta social vestida de arpillera” y así sucesivamente.
Probablemente en menos del diez por ciento dirá: « existe en mi interior una
perturbación cuyos términos exactos desconozco y que, aunque dolorosa, siento
que debo asumirla y superarla». Un número aún menor de personas logrará
explicar que la turbulencia que siente puede no tener ninguna causa externa. No
obstante, es algo cuya resolución puede prolongarse varios años.
Durante cada uno de estos pasos, lo que sentimos acerca de nuestra forma de
vida experimentará modificaciones sutiles en cuatro áreas de percepción. Una de
ellas es el sentido interior del yo con relación a otros. La segunda son las
proporciones de seguridad y peligro que sentimos en nuestras vidas. La tercera
se refiere a nuestra percepción del tiempo ¿Disponemos de mucho tiempo o
empezamos a sentir que éste se acaba? Por último, habrá un cambio en nuestro
sentido de vitalidad o estancamiento. Éstas son las vagas sensaciones que
CRISIS PREVISIBLE DE LA
EDAD ADULTA
473
componen el tono de fondo de vivir y conformar las decisiones sobre las que
actuamos.
Vivir la vida adulta no es fácil. Al igual que la infancia, cada paso no solo
representa nuevas tareas de desarrollo sino que exige dejar a un lado una serie de
técnicas que funcionaban con anterioridad. En cada paso se debe abandonar
alguna magia, se debe desprender alguna querida ilusión de seguridad y sentido
cómodamente familiar del yo, para permitir la mayor expansión de nuestra propia
singularidad.
Lo que quiero decir es que debemos estar dispuestos a cambiar de silla si
deseamos madurar. No existe una compatibilidad permanentemente entre una
silla y una persona. Tampoco existe un única silla adecuada. La que en una etapa
es conveniente puede resultar restrictiva o demasiado blanda en otra. Durante el
paso de un estadio a otro,. Nos encontramos entre dos sillas. Tambaleantes, que
duda cabe, pero evolucionando. Si de algo llegue a convencerme en el curso de la
recolección de las historias de vida que informan esta obra, fue esto: los
momentos de crisis, de ruptura o de cambio constructivo, no son previsibles sino
deseables. Significan madurez.
Naturalmente, ésta no es la única alternativa. Si el funcionamiento de la vida
adulta parece demasiado difícil, uno siempre tiene la posibilidad de instalarse en
un «hogar permanente», de acomodar todo el sistema de vida alrededor de aquel:
el trabajo, las escuelas para los hijos, las actividades sociales y todo lo demás.
Después, cuando los redobles de una nueva etapa de desarrollo empiecen a
sonar en nuestro interior, podemos manifestar la imposibilidad de alcanzar el
cambio.
CRISIS PREVISIBLE DE LA
EDAD ADULTA
474
Cuando los reveses económicos obligan a una persona joven a abandonar los
estudios y empieza a trabajar, cuando el casamiento no se produce en el
momento ansiado, cuando el niño nace excesivamente temprano o tarde, cuando
la gente no parece, sencillamente, poder alcanzarse a si misma y su realización
profesional se retarda, se produce lo que podríamos calificar como hechos
intempestivos. Éstos perturban la secuencia y el ritmo del ciclo vital esperado. Las
personas cuyas vidas se han visto singularmente conformadas por hechos
intempestivos se aferrán a algo para explicar lo que previeron.
A menudo oímos decir « Soy un pobre tardío» también « Ella se destaco
prematuramente» o «El es un caso perdido» o «Es una oportunista». Aunque el
resultado sea favorable el enano de Wall Street brota tardíamente como escultor o
la novia veterana y su joven príncipe se ven transportados a un país de ensueño,
existe una importuna sensación de que algo está fuera de lugar. Por un lado, la
sociedad ofrece muy poco apoyo a quienes zigzaguean fuera de la senda de
desarrollo conocido. Las habladurías les marginan como extraños porque desafían
la sensatez convencional y amenazan al resto de la manada. Aún más, afirma la
psicosocióloga Bernice L. Neugarten, hablamos mucho acerca de la identidad del
rol sexual pero rara vez mencionamos la poderosa influencia de la «identidad del
rol de la edad»
¿y al individuo comprometido cuya trayectoria extrema es aplaudida, también
puede tendérsele la zancadilla? El niño tenaz totalmente resuelto a cumplir su
objetivo, que ha dedicado muy poco tiempo a construir relaciones emocionales,
puede ignorar durante años formativos la sensación de vacío interior. La sociedad
lo aguijonea. O la aguijonea: piénsese en Dorothy Parker, en Marilyn Monroe y, en
este sentido, en todas las estrellas cinematográficas. Después de dedicar todas
sus energías a avanzar a la máxima velocidad por una vía estrecha, los
superastros pueden sufrir una fuerte conmoción en el paso de la edad mediana, al
CRISIS PREVISIBLE DE LA
EDAD ADULTA
475
descubrir que en realidad han quedado atrás. Por otro lado, la gente que se
compromete a fondo con un objetivo y lo cumple satisfactoriamente, en
oportunidades florece en la mitad de la vida, cuando se liberan sus emociones
hasta entonces descuidadas, lo que para él puede significar una renovación.
Existen otros acontecimientos que el individuo no puede prever: una guerra, una
depresión económica, la muerte de uno de los padres, o de un hijo, o de un
cónyuge, o una amenaza real a la propia vida , como la que yo experimenté en
Irlanda. Designo a estos hechos con el nombre de accidentes vitales.
Como el golpe de un accidente vital es más duro si coincide con un paso crítico
del ciclo vital, puede forzarnos a resolver más eficazmente las cuestiones de este
paso. Sin embargo, algunos de los hombres que sólo habían abandonado a
medias el refugio de sus padres y tratando de aferrarse a un empleo cuando la
Depresión de 1930 hizo temblar el suelo debajo de sus pies, se vieron
permanentemente afectados por la inquietud de la seguridad en el trabajo.
DOS PAREJAS DE GENERACIONES
Además de que por la edad, la etapa y el género, el desarrollo de nuestra
personalidad se ve influido por la generación y el cambio social. en un sentido
general, nos apoyamos en el sencillo y obvio método de definir a la gente por la
generación a la que pertenece:« es un viejo radical de los años treinta», o «Es una
chica de los años sesenta». Yo pongo el énfasis en los cambios interiores más
sutiles a nuestra evolución cronológica. Considero que merecen atención, no
porque sea necesariamente el factor más decisivo en nuestro desarrollo como
adultos, sino porque generalmente los ignoramos.
Fases desarrollo humano_y_comportamientos_propios
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Fases desarrollo humano_y_comportamientos_propios

  • 1. Universidad del Valle Vicerrectoría de Extensión Sistema Institucional de Educación Desescolarizada COMPORTAMIENTO HUMANO CURSO AUTORES: ELSA MARIA CANDAMIL PINEDA Psicóloga GLORIA MARITZA GRAJALES S. Psicóloga Los programas y cursos del Sistema Institucional de Educación Desescolarizada están dirigidos a todas las personas que deseen o requieran adquirir y desarrollar conceptos y métodos de estudio independiente y de autoaprendizaje apoyados por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación interactiva, principalmente a las personas que laboran o atienden núcleos familiares o comunitarios y tienen dificultades de tiempo, horario de trabajo o lugar de vivienda para realizar sus estudios universitarios en forma presencial, como también a funcionarios y empleados de entidades oficiales y privadas que requieran capacitación y actualización en su área de desempeño y en su sitio de trabajo. Santiago de Cali , 1998
  • 2. 58 COMPORTAMIENTO HUMANO FASES DEL DESARROLLO HUMANO Y COMPORTAMIENTOS PROPIOS DE CADA UNA DE ELLAS CONTENIDO TEMA 1. Período prenatal y Nacimiento TEMA 2. Niñez TEMA 3. Adolescencia TEMA 4. Adultez TEMA 5. Vejez
  • 3. 59 COMPORTAMIENTO HUMANO OBJETIVO Brindar al estudiante unos conocimientos generales acerca de las diferentes etapas del desarrollo del ser humano, incluyendo sus comportamientos característicos y las problemáticas propias de cada una. ACERCA DE DESARROLLO HUMANO El estudio del desarrollo humano en sus diversos aspectos : físico, intelectual, social, emocional, etc., ha permitido conocer cómo el hombre desde su niñez hasta la vejez se va transformando. En cada etapa de su vida el ser humano concibe el mundo de una manera distinta ; sus objetivos y metas igualmente difieren ; las relaciones que establece con los demás también cambian, así como su apariencia física. Es decir, que la personalidad de un sujeto es algo que se construye a lo largo de la vida y que se ve influida por aspectos culturales, ambientales, hereditarios, familiares, etc.
  • 4. 60 COMPORTAMIENTO HUMANO Podemos entender personalidad como el conjunto integral de rasgos de carácter, de comportamiento, temperamentales, emocionales y mentales de un individuo. Recordemos que en la formación de la personalidad del sujeto juega un papel definitivo la cultura en la cual éste se encuentra inmerso ; las caracterizaciones psicológicas de las diferentes etapas del desarrollo que aquí se presentan responden a un modelo muy generalizado de la sociedad occidental. TEMA 1. PERIODO PRENATAL Y NACIMIENTO El período de la prenatalidad hace referencia a la vida que lleva cada ser humano antes de su nacimiento, es decir, al tiempo que se vive en el útero de la madre. El inicio de una vida humana es un hecho que dura menos de un segundo, y está dado en el instante en el cual un espermatozoide se une con un óvulo. La unión de determinado espermatozoide con determinado óvulo, tendrá grandes implicaciones relacionadas con el tipo de persona en que se convertirá ese nuevo ser, el sexo que tendrá, la apariencia, etc. Anteriormente no se daba mayor importancia a la prenatalidad así como tampoco hasta cierta época se le dio la importancia que merecía a la niñez. Sin embargo, con el paso del tiempo y con las investigaciones realizadas al respecto, se ha
  • 5. 61 COMPORTAMIENTO HUMANO podido llegar a interesantísimos e innumerables conocimientos acerca de estas etapas del desarrollo y comportamiento humano. Uno de estos hallazgos es el de haber encontrado que el ambiente que nos rodea, no solamente influencia y nos forma desde cuando nacemos y a lo largo de la vida, sino que está presente y decidiendo desde el momento de la concepción. El pequeño ser que se encuentra dentro de su madre es susceptible y responde a sonidos y vibraciones, indicando con esto que puede oír y sentir. También el feto patea, cambia de posición, flexiona su cuerpo, da vueltas, mueve los ojos, traga, cierra los puños, hipea y se succiona el pulgar. Todos estos comportamientos muestran cómo el feto está lejos de ser un transeunte pasivo en el vientre de la madre. Y son este vientre y esta madre el principal ambiente al cual el bebé se halla sometido antes del nacimiento. Es completamente susceptible a todo cuanto sucede en aquel ambiente, y por ser allí donde el feto vive sus primeros días se debe procurar el mayor bienestar posible para que posteriormente a su nacimiento, no vaya a tener complicaciones engendradas en su período prenatal ; pues el bebé se ve afectado por todo cuanto allí sucede : la nutrición o desnutrición de su madre, las enfermedades que padece, las drogas o medicamentos que consume, las radiaciones que recibe y algo muy importante, las emociones que siente.
  • 6. 62 COMPORTAMIENTO HUMANO La relación madre-hijo en esta etapa es de gran importancia, pues él percibe los estados de ánimo que ella siente, sus alegrías, sus tristezas, percibe si ella lo ama o lo rechaza. El bebé pues, aún antes de que lo podamos ver, tocar y saber exactamente como es, está recibiendo impresiones de las personas que se encuentran externas a él y percibe el afecto y la falta de afecto y el lugar o ausencia de lugar que estas personas le dan. Todos estos conocimientos desmontan uno anterior en el cual se pensaba que por el hecho de que el bebé se encontrara dentro de la placenta, en esa bolsa tan guardadito, no percibía nada de su exterior. Ahora se sabe que esto no es así, que la placenta es un ambiente en el cual se traspasa, se percibe lo que sucede por fuera de ella. El proceso del nacimiento es otro momento de gran importancia, en el cual se rompe con todo aquel ambiente tibio en el que estuvimos por nueve meses (cuando el embarazo se ha llevado a término). Aquí empieza el bebé a relacionarse con el mundo y a establecer relaciones diferentes a las que había vivido.
  • 7. 63 COMPORTAMIENTO HUMANO El momento del parto, del alumbramiento o del nacimiento es un momento crucial en el cual se juegan aspectos importantes de la vida de un sujeto con respecto a su salud, a su bienestar tanto físico como mental, pues en él se pueden presentar diversas complicaciones que pueden afectar parcial o totalmente a ese nuevo ser. Dicen las investigaciones que en tanto ese momento del parto sea llevado por la vía más natural y sin complicaciones de tipo respiratorio, de posición, etc., ese bebé tendrá mejores posibilidades para su vida que otro que al momento de su nacimiento presente alguna dificultad. Así mismo los investigadores encuentran más positivo el hecho de que los bebés nazcan por vía vaginal que por cesárea ; que solamente se debe acudir a ella en casos estrictamente necesarios, pues ésta es considerada cirugía mayor, la cual hace que la recuperación de la madre sea mas demorada y también hace que la madre corra más riesgo al igual que el bebé, por la anestesia que debe ser inyectada o aplicada. Sin embargo, no es suficiente con que una madre se nutra bien, no fume ni beba, no consuma drogas, no se enferme durante el embarazo y tenga un parto por vía vaginal para que ese bebé sea un sujeto sano y bienaventurado. Además de todos estos aspectos que hay que tener en cuenta y que son sumamente importantes, existe un aspecto más que juega un papel crucial en la vida de todo sujeto, que marca sus relaciones, su estilo de vida, sus comportamientos, su
  • 8. 64 COMPORTAMIENTO HUMANO personalidad... en fin, éste es, el afecto que reciba de las personas más cercanas a él. Está comprobado que un niño que crezca en un ambiente cálido, afectuoso, con relaciones familiares significativas y productivas, tendrá una vida más sana en su adultez que otro que crezca en un ambiente agresivo, indiferente y donde las relaciones familiares estén marcadas por la hostilidad y el desamor. Veremos, a lo largo de esta unidad cómo se combinan y se desenvuelven estos aspectos mencionados para forjar la personalidad de un sujeto y determinar su desarrollo y comportamiento. TEMA 2. NIÑEZ Comprende la etapa posterior al nacimiento hasta cuando se inicia la adolescencia. Esa primera parte de la niñez suele llamársele también Primera Infancia. Durante esta época de la infancia, es cuando el nuevo ser comienza a tener una vida independiente, la cual se empieza por ese rompimiento con la madre de la vida intrauterina a la vida extrauterina. Es aquí cuando el bebé comienza a relacionarse con su medio y con el mundo de una manera diferente. Está aprendiendo sobre su nuevo mundo y es necesario que lo aprehenda. Aquí
  • 9. 65 COMPORTAMIENTO HUMANO el niño se transforma de un individuo cuyo comportamiento es básicamente reflejo, en uno capaz de previsión rudimentaria. Empieza, por medio de todas las formas como se relaciona con lo que sucede a su alrededor a formar su personalidad, a irse construyendo como sujeto. Ese pequeño ser no solamente está captando los ruidos que suceden a su alrededor, ni los colores que se le presentan, ni los juguetes que se le ofrecen ; está captando también las emociones de las personas que lo circundan y les está dando también un significado. Es en esta primera infancia y niñez temprana en la cual el sujeto no solamente aprende a hablar, a comer solo, a caminar, saltar, jugar, sino también a interactuar con los demás, y a relacionarse con las personas que le rodean. Se suele tener la creencia de que los niños tan pequeños todavía no comprenden lo que pasa en la vida y en las relaciones de los adultos, pero hoy en día se sabe que esos seres tan pequeños poseen una tremenda suspicacia y que se encuentran captando lo que alrededor de ellos sucede. Es también durante estos primeros años en los cuales los niños interiorizan lo que deben y no deben hacer, lo que se encuentra bien o mal ; es decir, interiorizan la norma y los límites.
  • 10. 66 COMPORTAMIENTO HUMANO La gama de emociones en los primeros años tal como la alegría, la risa, el miedo, la preocupación, la inseguridad, el dolor, la ira, la frustración y los momentos de deleite alcanzan efectos determinantes en la personalidad de cada sujeto. Cada vez es capaz de ser una persona mas sociable, pues el ser humano es eminentemente social ; por esto resulta importante que los niños interactúen con otros niños de su misma edad, ya sea en su casa, en el jardín y luego en la escuela o colegio. Su capacidad de aprendizaje es ilimitada y se encuentran en una constante búsqueda del conocimiento. Desean saber siempre más sobre el mundo, sus amigos, su familia y sobre sí mismos. Es una energía de nunca acabar que con el paso del tiempo se invierte en actividades diferentes. Los pequeños la invierten en constante movimiento, van, vienen, suben, bajan, corren, etc. Los mas grandecitos pueden combinar este constante movimiento con actividades que requieran algo de quietud y que impliquen más bien su actividad intelectual. Esto es progresivo con el pasar de los años, cada vez se invierte mas energía en actividades intelectuales, emocionales, sociales, etc. que en el movimiento físico constante.
  • 11. 67 COMPORTAMIENTO HUMANO TEMA 3. ADOLESCENCIA La adolescencia es el período de transición de la niñez a la edad adulta. Comienza con la pubescencia, período en el cual se presenta un rápido crecimiento físico y maduración de las funciones reproductivas. La pubescencia dura aproximadamente dos años y termina con la pubertad cuando la madurez física y la capacidad reproductora están completas. Los rápidos cambios físicos del adolescente afectan el concepto que tienen de sí mismos y su forma de ser. Es en esta etapa cuando más preocupación hay por la apariencia física, y es también cuando nunca se está totalmente conforme con ella, lo cual puede producir baja autoestima, situación que es agravada por el hecho de que el adolescente quiere parecerse a los ideales de belleza (masculino y femenino) de la sociedad en que vive. VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 13 La Educación del Niño Samoano Margaret Mead DISCUTA LOS TEMAS DE LA UNIDAD CON SU GRUPO GAES !
  • 12. 68 COMPORTAMIENTO HUMANO Entre las características psicológicas mas importantes de la adolescencia se encuentran los constantes cambios del humor y del estado de ánimo, las contradicciones y vacilaciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta, las crisis religiosas que pueden ir desde el ateísmo más intransigente hasta el misticismo más fervoroso, y en general comportamientos que muchas veces son mal vistos por los adultos, catalogándolos peyorativamente como “inmaduros” y “extravagantes”, y que en realidad evidencian esa incapacidad del adolescente para asumir una posición propia frente a las situaciones que se le presentan, muestra la confusión que hay en ellos y de hecho la inmadurez de su pensamiento, que es fuertemente influenciado por los medios de comunicación, la moda, el grupo de amigos, etc. La relación entre los adolescentes y los padres tiende a tornarse muy dificultosa, pues con frecuencia los jóvenes sienten un conflicto entre el deseo de independizarse de sus padres y el darse cuenta de que todavía dependen de ellos. Esta situación se agrava ya que algunos padres tienen la tendencia a sobreproteger a sus hijos y en el afán por salvaguardarlos de peligros, malas influencias, etc., utilizan medios represivos que el adolescente percibe como una agresión hacia él y ante lo cual responde también con mucha agresividad, llegando incluso a huir del hogar, escaparse del colegio, y en otros casos puede producirle profundas depresiones.
  • 13. 69 COMPORTAMIENTO HUMANO La principal problemática de la adolescencia es la búsqueda de sí mismo y de la identidad, la cual se va formando en la medida en que el adolescente va desarrollando sus propios valores, desarrollando un orgullo por las realizaciones personales y estableciendo relaciones estrechas con otros de la misma edad. Así mismo, la elección de una profesión se considera como paso importante en la formación de la identidad. Es difícil determinar el final de la adolescencia, pues se conjugan factores físicos, intelectuales, socioculturales, legales y psicológicos. Para algunas sociedades ésta termina al momento de la pubertad, cuando el individuo ha alcanzado la maduración sexual física y es capaz de procrear. Intelectualmente se alcanza la adultez cuando la persona es capaz de dominar el pensamiento abstracto. Legalmente una persona es adulta cuando tiene el derecho al voto o cuando se tiene la facultad de suscribir contratos legales. En el sentido psicológico, se considera que una persona es adulta cuando se sostiene a sí mismo, cuando ha elegido una carrera, cuando se ha casado y ha fundado una familia y cuando posee su propio criterio. No debe olvidarse que el comportamiento humano está fuertemente influenciado por la cultura ; la adolescencia puede ser una época de tensión o de calma según como responda a ella una sociedad específica.
  • 14. 70 COMPORTAMIENTO HUMANO TEMA 4. ADULTEZ Este período puede dividirse en dos : la adultez joven y la mitad de la vida. La adultez joven (20 - 40 años) es la época en la cual las personas eligen los caminos de su vida y comienzan a caminar en forma independiente por ellos. Escogen su carrera, deciden sobre sus estilo de vida familiares : matrimonio o soltería, paternidad o ausencia de hijos, etc. Salen de sus hogares paternos para establecer sus residencias independientes y llegan a autosostenerse económica, psicológica y socialmente. El adulto en sus años 20, tiene una gran capacidad creativa, es idealista a la hora de fijar sus metas : desea una pareja para amar, respuestas sobre el significado de la vida y una oportunidad para realizar sus sueños. Quienes resuelven adecuadamente esta etapa adquieren una madurez que les permite : establecer unos valores propios, sobre los cuales guiar su vida, analizar sus potencialidades VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 14 UN SALTO ADELANTE Los caminos de la Independencia Alain Braconnier
  • 15. 71 COMPORTAMIENTO HUMANO y sacarles el mayor provecho y manejar con criterio los problemas y conflictos que se le presenten. Así mismo se comprometen en relaciones sentimentales, las cuales a menudo las encaminan al matrimonio para posteriormente tener hijos. En los años treinta la vida tiende a volverse mas racional y ordenada. Es la época de comenzar a echar raíces, de la crianza de los hijos, de comenzar a escalar posiciones en la profesión. Se establecen compromisos más profundos con el trabajo, la familia y otros aspectos importantes de su vida. Entre los 35 y los 55 años aparece de repente una depresión, un cambio de carrera o cualquier acontecimiento algo brusco en la vida del adulto que indica una crisis, la crisis de la mitad de la vida. Esta se entiende como un período de turbulencia emocional, que pregona el comienzo de la edad mediana. Puede durar varios años, pero difiere en tiempo y duración de una persona a otra. La crisis es un período de cuestionamiento de metas iniciales, pérdida transitoria de estabilidad y de preparación para la segunda mitad de la vida. Papalia dice al respecto : “La primera parte de la vida ha concluido, se ha formado una familia, establecido una ocupación, logrado independencia de los progenitores y se está disfrutando la liberación de las responsabilidades diarias relacionadas con el cuidado de los hijos. Se está “en la flor de la vida” cuando parece posible la plenitud, pero sorpresivamente la persona se da cuenta de que el tiempo es limitado. Tiene solo cierta cantidad de años en la cual lograr lo que quiere realizar
  • 16. 72 COMPORTAMIENTO HUMANO y resulta claro que ya no se hará todo lo que alguna vez se esperaba hacer”. (Papalia, 19 ). Esta crisis puede aprovecharse al máximo y se puede comenzar a cultivar valores y potencialidades que antes no se habían considerado. También ocurren eventos que brindan satisfacción como la realización personal y/o profesional de los hijos, la llegada de los nietos, etc. TEMA 5. VEJEZ Al rededor de los 65 años comienza el estado de la vejez. Esta etapa tiende a considerarse como desagradable y sin valores positivos significativos. Pues es aquí donde afloran los problemas de la salud, se cree que no hay posibilidad de VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 15 CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD ADULTA Gail Sheehy
  • 17. 73 COMPORTAMIENTO HUMANO disfrute ; se mira la vejez como una época de demasiada calma que asusta a adolescentes y adultos jóvenes. Recordemos que el hombre no vive jamás en estado de naturaleza ; en su vejez, como en cualquier edad su condición le es impuesta por la sociedad a la que pertenece ; es decir, la sociedad asigna al anciano su lugar y su papel teniendo en cuenta su idiosincrasia individual, su experiencia. Por ejemplo, nuestra sociedad no permite a muchos de sus ancianos vivir sus últimos años en forma positiva. No respetamos a las personas mayores por su sabiduría y experiencia y en cambio subvaloramos sus ideas como pasadas de moda e irrelevantes. Simone de Beavoir dice : “Si los viejos manifiestan los mismos deseos, los mismos sentimientos, las mismas reivindicaciones que los jóvenes, causan escándalo ; en ellos el amor, los celos parecen odiosos o ridículos ; la sexualidad, repugnante ; la violencia, irrisoria. Deben dar ejemplo de todas las virtudes. Ante todo se les exige serenidad ; se afirma que la poseen, lo cual autoriza a desinteresarse de su desventura. La imagen sublimada que se propone de ellos es la del sabio aureolado de pelo blanco, rico en experiencia y venerable, que domina desde muy arriba la condición humana, si se apartan de ella, caen por debajo ; la imagen que se opone a la primera es la del viejo loco que chochea, dice desatinos y es el hazmerreír de los niños...”. (De Beauvoir, 1983, p. 10)
  • 18. 74 COMPORTAMIENTO HUMANO No se le permite al viejo utilizar productivamente sus habilidades, sino que se le fuerza a jubilarse cuando aún están ansiosos por trabajar y son capaces de hacerlo. No se les apoya económicamente, se permite que se consuman en un estado de pobreza que quebranta el espíritu. Se acepta la enfermedad como parte inevitable de la vejez y se consideran irreversibles muchas condiciones patológicas. A diferencia de la nuestra, hay otras culturas que en cambio, tienen al viejo en un lugar privilegiado, pues su experiencia, su sabiduría y los conocimientos que ha adquirido durante toda su vida, sirven de base para guiar y orientar a los miembros de la comunidad y muchas veces para dirigir los destinos de la misma. El viejo es allí, el ser de mayor status, el ser más querido y el mas respetado. Es necesario entonces, cambiar la actitud frente a esta etapa de la vida, pues el envejecimiento satisfactorio es posible. Muchas personas viven en forma positiva la última etapa de la vida. Cada familia debe comenzar a valorar más a sus viejos, brindarles amor, cariño y hacerles sentir que son muy importantes para sus vidas. Nuestra misión como sociedad consiste en descubrir los ingredientes de un envejecimiento satisfactorio y reorganizar entonces nuestro pensamiento y nuestras estructuras sociales de modo que podamos estimular una forma satisfactoria de envejecer para nosotros.
  • 19. 75 COMPORTAMIENTO HUMANO Elija una de las etapas del desarrollo humano vistas en esta unidad. A partir de esa elección, describa y analice las características y problemáticas que encuentre de ella dentro de un grupo representativo de la comunidad a la cual usted pertenece (barrio, colegio, grupo de trabajo, etc.) Para llevar a cabo esta tarea, usted puede acercarse y dialogar con cierto número de personas, entrevistarlas, o diseñar algún instrumento sencillo que le permita obtener cierta información acerca de lo que se propone. Puede también apoyarse en las lecturas que aquí se presentan y en otros VEA LECTURA OBLIGATORIA No. 16 LA VEJEZ : INTRODUCCIÓN Simone de Beavuoir
  • 20. 76 COMPORTAMIENTO HUMANO materiales que usted considere pueden ayudarle (libros, revistas, artículos, medios de comunicación, etc.) Finalmente con base en los siguientes puntos, realice un escrito donde se vea claramente una reflexión personal : • En qué medida cree usted que este curso le aportó para su desempeño profesional. • Con base en los conocimientos que ha recibido, qué podría aportar usted para mejorar sus relaciones. • Qué le aportó el curso en general a nivel personal.
  • 21. UNIVERSIDAD DEL VALLE VICERRECTORÍA DE EXTENSIÓN Sistema Institucional de Educación Desescolarizada CURSO: LECTURAS OBLIGATORIAS Santiago de Cali, 1998. Los programas o cursos del Sistema de Institución de Educación Desescolarizada están dirigidos a todas las personas que deseen o requieran adquirir y desarrollar conceptos y métodos de estudio independiente y de autoaprendizaje apoyados por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación interactiva, principalmente a las personas que laboran o atienden núcleos familiares o comunitarios y tienen dificultades de tiempo, horario de trabajo o lugar de vivienda para realizar sus estudios Universitarios en forma presencial, como también a funcionarios y empleados de entidades oficiales y privadas que requieran capacitación y actualización en su área de desempeño y en su sitio de trabajo. COMPORTAMIENTO HUMANO
  • 22. LECTURA OBLIGATORIA No. 13 LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO Por: Margaret Mead.
  • 23. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 435 LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO Los cumpleaños son sucesos de escasa monta en Samoa. En cambio, para el nacimiento de una criatura de elevado origen, celébrase una gran fiesta y se hacen muchos regalos. El primer hijo debe nacer siempre en la aldea de la madre, y si ésta ha ido a vivir a la de su esposo, debe volver a su casa para esta ocasión. Desde varios meses antes del nacimiento del niño los parientes del padre traen regalos de comida para la futura madre, mientras las parientas de ésta están ocupadas haciendo telas de corteza de un blanco puro para las ropas de la criatura y tejiendo docenas de delgadas esteras de planta pandánea que forman un canastillo. La futura madre vuelve a su casa cargada de presentes alimenticios, y al regresar junto a su esposo su familia la provee del equivalente exacto de esteras y tela de corteza, en carácter de regalo para los familiares de su marido. En el instante del nacimiento, la madre o hermana del padre deben estar presentes para atender al recién nacido, mientras que la partera y los parientes de la madre atienden a la parturienta. Las normas convencionales dictan que la madre no debe retorcerse, gritar, ni prorrumpir en invectivas contra la presencia en la casa de veinte a treinta personas que se quedarán sentadas allí durante toda la noche si es necesario, entre risas, bromas y juegos. La partera corta el cordón umbilical con un cuchillo de bambú nuevo; todos esperan ansiosamente que el cordón caiga, siendo ello señal para un banquete. Si el niño es del sexo femenino, el cordón se entierra debajo de una “morera de papel”1 (árbol del cual se hace la tela de corteza) a fin de asegurar que crezca y sea laboriosa en las tareas domésticas; si es varón, el cordón es arrojado al mar a fin de que sea un diestro pescador, o enterrado debajo de una planta de taro con el objeto de tornarlo laborioso en la agricultura. Luego los visitantes se retiran, la madre se levanta, se ocupa en sus quehaceres diarios y el nuevo niño cesa de suscitar tanto interés. 1 Árbol asiático (Braussonetia Papyrifera), de la familia de las moráceas, parecido a las moreras. [E].
  • 24. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 436 Se olvida el día hasta el mes en que nació. Sus primeros pasos o su primera palabra son notados sin comentarios efusivos, sin ceremonias. Ha perdido toda importancia ceremonial y no la recobrará hasta después de la pubertad; en la mayoría de las aldeas samoanas una muchacha será ignorada desde el punto de vista ceremonial, hasta que se case. Y aun la madre recuerda tan sólo que Losa es mayor que Tupu y que Fale, el chiquillo de la hermana, es menor que Vigo, hijo de su hermano. La edad relativa es de gran importancia, pues el mayor puede siempre mandar al menor – hasta que las posiciones de la vida adulta trastruecan el orden -, pero la edad numérica puede muy bien olvidarse. Los niños son siempre amamantados, y en los pocos casos en que la madre le falta la leche se busca una nodriza entre las parientas. Desde la primera semana se les da también otra comida, papaya, leche de coco, jugo de caña de azúcar; el alimento es masticado por la madre y luego puesto con el dedo y luego en la boca del niño; si es líquido, se moja en éste un pedazo de tela de corteza y se deja que el niño lo chupe, tal como los pastores alimentan a los corderos huérfanos. Los pequeños son amamantados cada vez que lloran y no hay ensayos de regularidad. A menos que una mujer espere otro niño, amamantará al hijo hasta los dos o tres años, ya que es el método más sencillo para calmar su llanto. Los niños duermen con sus madres en tanto toman pecho; después de destetados, a menudo pasan al cuidado de alguna muchacha más joven de la casa. Son bañados frecuentemente con jugo de naranjas silvestres y frotados con aceite de coco hasta que la piel reluce. La principal niñera es habitualmente una chica de seis o siete años que no es bastante fuerte como para alzar un chico de más o menos seis meses, pero que puede llevarlo a horcajadas sobre su cadera izquierda o sobre su espalda. Un chico de seis o siete meses de edad, al ser levantado tomará naturalmente esta
  • 25. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 437 posición. Sus diminutas niñeras no los estimulan a caminar, ya que las criaturas que saben hacerlo constituyen cargas más complicadas. Caminan antes de llegar a hablar, pero es imposible determinar con exactitud la edad en que empiezan a hacerlo; sin embargo vi andar a dos chicos que, me dijeron, tenían sólo nueve meses y mi impresión es que la edad promedio es un año. El hecho de que se utilice el piso muchas veces fomenta el arrastre, y los niños menores de tres o cuatro año se arrastran o caminan según las circunstancias. Desde el nacimiento hasta la edad de cuatro o cinco años la educación de los niños es muy simple. Deben ser educados en familia, lo que se torna más difícil por la indiferencia habitual hacia las actividades de los niños muy pequeños. Deben aprender a sentarse a arrastrarse dentro de la casa y a no ponerse de pie, salvo que ello sea absolutamente necesario; a no dirigirse de pie a un adulto; eludir el sol; no enredar las hebras del tejedor; no desparramar el coco que ha sido abierto para secarlo; mantener sus escasas ropas posteroinferiores por lo menos nominalmente sujetas a sus personas; tratar el fuego y los cuchillos con adecuada cautela; no tocar la fuente o la taza de kava si su padre es jefe, no arrastrarse cerca del lugar donde duerme. Estas son en realidad tan sólo una serie de prohibiciones reforzadas por ocasionales bofetones, una cantidad de gritos exasperados y palabras ineficaces. El peso del castigo comúnmente recae sobre la niña mayor que aprende a gritar: “Sal del sol”, antes de haber aprendido planamente la necesidad de hacerlo ella misma. Por la época en que las muchachas y los muchachos samoanos alcanzan los dieciséis o diecisiete años de dad, estas perpetuas amonestaciones a los menores se convierten en una parte inseparable de sus conversaciones, cual una monótona e irritada tendencia latente en todos sus comentarios. Las he visto entremezclar sus observaciones cada dos o tres minutos con “Quédate quieto”, “Siéntate en silencio”, “Cállense la boca”, “Basta de ruido”, frases pronunciadas en
  • 26. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 438 forma mecánica, aunque todos los pequeñuelos presentes se hayan conservando tan tranquilos como una fila de ratoncitos intimidados. En general, este último requisito de silencio es continuamente mencionado y nunca hecho cumplir. Las pequeñas nodrizas están interesadas en mantener la paz que en forma al carácter de sus pequeñas cargas y cuando el niño comienza a aullar es simplemente llevado fuera del alcance del oído paterno. Ninguna madre se empeñará nunca en disciplinar a un chico si puede responsabilizarse a uno mayor. Si prevalecieran en Samoa las familias cortas de padres e hijos, este sistema motivaría que la mitad de la población fuera solícita y abnegada y la otra mitad despótica y caprichosa. Pero precisamente cuando un chico crece lo bastante como para que su terquedad se torne intolerable, se le echa a cuestas uno menor, y todo proceso se repite de nuevo, siendo cada niño disciplinado y socializado a las responsabilidades que debe asumir hacia otro más pequeño. Este temor a las consecuencias desagradables que resultan del llanto de un chiquillo está firmemente grabado en la mente de los niños mayores, que mucho después de haber pasado el período en que era una necesidad, sucumbe ante algún tiranuelo que amenaza, y así personitas de cinco años consiguen participar en expediciones a las cuales tendrán que ser llevadas a cuestas, en reuniones para tejer donde enredarán las hebras o en las cocinas donde desgarrarán las hojas a emplearse o se pondrán completamente sucios de hollín y deberán ser lavados; todo porque un muchacho o una joven se ha acostumbrado a acceder a cualquier cosa con tal de impedir un alboroto. Este método de ceder, rogar, sobornar y recrear a los perturbadores infantiles sólo se utiliza dentro de la casa o del grupo de parientes, donde hay mayores debidamente constituidos en autoridad para castigar a los chicos que no pueden hacer callar a los pequeños. En cambio, las muchachas o muchachos crecidos, y aun los adultos, desahogan toda su irritación sobre los niños fastidiosos, si estos son de un vecino o se presentan en
  • 27. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 439 pandilla. Si hay muy cerca un grupo de niños, apretándose curiosamente para observar algún espectáculo en el que no se les desea, son azotados sonoramente con hojas de palmera o dispersados con una lluvia de guijarros, de los cuales el piso de la casa siempre proporciona un surtido aprovechable. Este trato no parece mejorar en verdad la conducta de los niños, sino que meramente los hace aferrarse aún con más fuerza a sus guardianes asustados e indulgentes. Puede presumirse que el apedrear a los chicos desde una puerta vecina brinda una válvula de escape imprescindible para los que han pasado tantas horas tediosas aplacando a sus propios parientes. Y hasta estos estallidos de cólera son puro gesto en un noventa y nueve por ciento de los casos. Nadie que tire piedras tiene verdaderamente la intención de herir un chico, pero los niños saben que si repiten sus impertinencias demasiado a menudo, por la ley del azar algunos de los trozos de coral que vuelan aterrizarán en sus rostros. Hasta los perros samoanos han aprendido a estimar la proporción de meros gestos que hay en el “sal de la casa” de un samoano. Simplemente, salen a hurtadillas por entre una fila de postes y con igual dignidad y como por entera casualidad entran en la misma forma en el próximo claro. Una chica de seis o siete años sabe perfectamente todas las cosas esenciales que deben evitarse, de modo que se le puede confiar el cuidado de un niño menor. Desarrolla también una cantidad de técnicas sencillas. Aprende a tejer pelotas sólidas y perfectas con hojas de palmera, hacer ruedas del mismo material o botones de franchipán, subirse a la cima de un cocotero trepando por el tronco con sus flexibles piececitos, abrir un coco golpe firme y bien asestado de un cuchillo del tamaño de su estatura, jugar una cantidad de juegos colectivos y entonar las canciones correspondientes a éstos, limpiar la casa levantando la litera del piso pedregoso, traer agua del mar, extender la almendra del coco para que se seque y ayudar a recogerla cuando amenaza lluvia, arrollar las hojas de las planta de pandánea para ser tejidas, ir a una casa vecina y traer un haz de leña encendida
  • 28. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 440 para la pipa del jefe o el fuego de la cocina y a ejercitar el tino suplicando pequeños favores a los parientes. Pero en el caso de las niñitas todas estas tareas son meramente suplementarias de la ocupación principal; la de atender a los chiquillos. Los muchachitos también cuidan algo a los pequeños, pero a los ocho o nueve años de edad son relevados generalmente de ello. Los bordes ásperos de su carácter no pulidos por la responsabilidad hacia los más chicos, son desgastados por el contacto con muchachos más grandes. Porque los más chicos son admitidos en actividades interesantes e importantes sólo en tanto su comportamiento es circunspecto y útil. Donde las niñas son bruscamente tolerados y se habitúan a hacerse útiles. Los cuatro o cinco niños que desean secundar en la importante labor de ayudar a un muchachote a lazar anguilas en el arrecife, se organizan en un equipo de trabajo sumamente eficaz; un muchacho sostiene la carnada, otro un lazo extra, algunos hurgan ansiosamente en los agujeros del arrecife buscando presas mientras el de más allá recoge las angulas capturadas en su lavalava. Las niñas, cargadas con pesados niños o al cuidado de pequeños vacilantes, demasiado chicos para arriesgarse en el arrecife, desalentadas por la hostilidad de los muchachitos y la burla de los más grandes, tienen pocas oportunidades para aprender las forma más aventuradas del trabajo y el juego. Así, pues, mientras los chicos sufren primero los efectos disciplinarios de la atención de los más pequeños y luego tienen muchas oportunidades para aprender una efectiva cooperación bajo la vigilancia de niños mayores, la educación de las niñas es menos amplia. Poseen un alto nivel de responsabilidad individual, pero la comunidad no les brinda lecciones de cooperación mutua. Eso es particularmente evidente en las actividades de la gente joven; los muchachos se organizan rápidamente; las jóvenes en cambio pierden horas charlando, ignorantes de toda técnica de pronta y eficiente cooperación.
  • 29. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 441 o como la mujer que va a pescar sólo puede partir dejando los pequeños al cuidado de las niñas de la casa, éstas no pueden acompañar a sus tías y madres. De este modo aprenden aun los simples procesos de pescar anguilas mucho más tarde que los muchachos. Se las mantiene en la etapa del cuidado de las criaturas y el cumplimiento de recados hasta que son bastante grandes y robustas como para trabajar en las plantaciones y llevar alimentos a la aldea. En la pubertad se adjudican a la mujer estas tareas más pesadas; pero puramente por una cuestión de talla y capacidad para tomar responsabilidades, más que por su madurez física. Antes de este período acompaña a veces a los miembros más viejos de la familia a las plantaciones, cuando ellos acceden a llevar consigo también a los chiquillos. Pero una vez allí, mientras sus hermanos y primos juntan cocos y corretean gozosamente por la manigua, ella tiene otra vez que perseguir, reunir y apaciguar a los omnipresentes lactantes. Apenas las jóvenes son bastantes fuertes como para llevar cargas pesadas, a la familia le conviene desplazar hacia las muchachas menores la responsabilidad por los pequeños, y las adolescentes son liberadas de la atención de los chicos. Puede decirse con cierta justicia que el peor período de su vida ha acabado. Ya nunca más estarán tan incesantemente a disposición de sus padres ni esclavizadas por tiranos de dos años de edad. Toda la irritante y detallada rutina de los quehaceres domésticos, a la que en nuestra civilización se acusa de torcer las almas y agriar el humor de las mujeres adultas, es llevada a cabo en este caso por niñas menores de catorce años. Una lumbre, una pipa o una lámpara que hay que encender, un pedido de bebida, el llanto del niño, el recado del caprichoso adulto; estas cosas las obsesionan desde la mañana hasta la noche. Con la instalación de escuelas oficiales cuyos cursos duran varios meses por año, estos niños están ausentes de sus hogares durante la mayor parte del día. Esto origina una completa desorganización en las casas nativas, que carecen de precedentes
  • 30. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 442 acerca de un modo de vida en que las madres deben quedarse a cuidar a sus hijos y los adultos realizar pequeñas tareas rutinarias y diversas diligencias. Antes de ser liberadas de la atención de los niños, las jovencitas poseen un conocimiento muy limitado de cualquiera de las técnicas algo complicadas. Algunas pueden efectuar el trabajo más simple, preparado el alimento a cocinar, por ejemplo, pelando bananas, rallando coco, o recogiendo taro. Pocas saben tejer la sencilla cesta de acarreo. Pero ahora deben aprender a tejer todas sus cestas para llevar víveres y a seleccionar hojas de taro adecuadas para su conocimiento, eligiendo sólo las maduras. En la cocina aprenden a hacer palusami, a rallar la pulpa de coco, sazonarla con corozos de fruta calientes, mezclarla con agua de mar y tamizar los huesos, verter esta mezcla lechosa en un recipiente apropiado construido con hojas de taro cuyo aromático pedúnculo ha sido secado, envolver éstas en una hoja de árbol del pan y atar apretadamente el pedúnculo para hacer una funda que resista durante el proceso de cocción. Deben aprender a entrelazar un pescado grande en una hoja de palmera o arrollar un manojo de pescaditos en una hoja de árbol del pan; escoger la clase adecuada de hojas para rellenar un cerdo, juzgar cuándo está con piedrecitas calentadas. Teóricamente la mayor parte del trabajo de cocinar es realizado por los muchachos y cuando una joven tiene que hacer la labor más pesada es cuestión de comentar: “Pobre Losa, no hay muchachos en su casa y siempre debe encender el horno”. Pero las jóvenes siempre ayudan, y a menudo hacen gran parte del trabajo. Una vez consideradas individuos capaces de dedicar un prolongado lapso a alguna actividad consecutiva, las muchachas son enviadas a largas expediciones de pesca. Aprenden a tejer cestas de pescado, a reunir y ordenar los haces de leña usados en la pesca que se efectúa a la luz de antorchas, azuzar a un pulpo para hacerlo salir de su cueva y subir obedientemente hasta el palo que lo espera,
  • 31. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 443 apodado con justeza “palo ven acá”; ensartar la gran medusa rosada, lole - nombre que los niños samoanos dan también al caramelo- , en una larga cuerda de corteza de hibisco que termina en un reborde de hoja de palmera a modo de aguja; distinguir el pescado bueno del malo, los pescados que son de la estación de los que son peligrosos en un período determinado del año; y a no tomar nunca dos pulpos hallados en pareja sobre una roca, a fin de que la mala suerte no se apodere del necio pescador. Antes de esta época su conocimiento de plantas y árboles es principalmente recreativo; la planta de pandánea las provee de pepitas para collares, la palmera, de hojas para tejer pelotas, el bananero proporciona hojas para paraguas y con media hoja en tiras puede fabricarse un fibroso “corbatín”; las cortezas de coco cortado por la mitad, con el agregado de cuerdas de cinet, forman una especie de zancos; los capullos del árbol de Pua pueden coserse y transformarse en hermosos collares. Ahora deben aprender a reconocer estos árboles y plantas con propósitos más serios: deben saber cuándo las hojas de la planta de pandánea están listas para el corte y cómo cortar las largas hojas de un solo golpe, seguro y rápido, ya distinguen las tres clases de plantas de pandánea usadas para fabricar diferentes calidades de esteras. Las bonitas semillas de naranja que proporcionan collares tan atractivos y además son comestibles, deben ser recogidas ahora como pinceles para adornar la tela de corteza. Las hojas de banana se juntan para proteger las fuentes tejidas, para cubrir los budines mientras se cocinan y resguardan el humeante horno lleno de comida. La banana debe ser descortezada exactamente en el punto adecuado a fin de dejar lisas, flexibles y negras las tiras necesarias para adornar esteras y cestas. Entre las bananas mismas deben distinguirse las que están maduras como para ser soterradas, las doradas y curvas lisas para comer, o las adecuadas para sacarlas al sol y hacer rollos de pastelito de fruta. La corteza de hibisco ya no puede ser desgarrada a la ventura si se desea una cuerda como de rafia para un puñado de
  • 32. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 444 conchas; deben efectuarse largos viajes al interior a fin de escoger corteza de calidad conveniente para el tejido. En la casa, la tarea principal de la joven es aprender a tejer. Tiene que dominar varias técnicas diferentes. Primero aprende a tejer ramas de palmera; la nervadura central de sus hojas sirve de borde a la cesta o de orilla a la estera, y sus hojuelas ya están dispuestas como para ser tejidas. Con las hojas de palmera aprende a tejer una cesta de acarreo hecha con media hoja, trazando las hojuelas y curvando la nervadura para formar un borde. Luego se le enseña a tejer las persianas que cuelgan entre los postes de la casa, colocando media hoja sobre otra y trenzando las hojuelas. Más difíciles son las esteras del piso, tejidas con cuatro grandes hojas de palmera y las fuentes de comida con sus intrincados diseños. Aprende también a hacer abanicos, uno sencillos, tejidos con dos hebras, labor que realiza muy bien; otros acordonados, más complicados, que son prerrogativa de tejedoras más viejas y diestras. Por lo común, alguna mujer mayor de la casa enseña a tejer a la muchacha y se ocupa de que haga por lo menos un artículo de cada clase, pero sólo requiere de ella que produzca en cantidad las cosas más simples, como las persianas. Con la planta de pandánea aprende a tejer las esteras comunes para el suelo, uno o dos tipos de esteras camas más complicadas, y después, cuando tiene trece o catorce años, empieza su primera estera fina. La estera representa el punto máximo del virtuosismo samoano en el tejido. Tejidas con la mejor calidad de planta de pandánea remojada, desecada y raspada hasta haber adquirido una blancura dorada y una delgadez de papel, con hebras que tienen más o menos cuatro milímetros de ancho, se tarda uno o dos años en terminarlas, y son tan suaves y flexibles como el lino. Forman la unidad de valor y deben incluirse siempre en la dote de la novia. Las muchachas rara vez terminan una estera fina antes de los diecinueve o veinte años de edad, pero la tienen comenzada, y envuelta en otras más ordinaria permanece entre los cabrios como testimonio de la laboriosidad y habilidad
  • 33. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 445 manual de la joven. Se enseña a las muchachas los rudimentos de la fabricación de tela de corteza; saben seleccionar y cortas las varas de morera de papel, pelar la corteza, abatanarla después que ha sido raspada por manos más expertas. El modelado de la tela con una tablilla patrón o por dibujo a pulso se deja para los adultos de más experiencias. A través de este período de educación más o menos sistemática, las jóvenes mantienen un equilibrio muy delicado entre la reputación que les da el poseer un mínimum necesario de conocimientos y un virtuosismo que plantearía exigencias demasiado gravosas. Las oportunidades de matrimonio de una muchacha se ven muy disminuidas si por la aldea circula el rumor de que es perezosa e inepta para las tareas domesticas. Realiza el tejido rutinario, especialmente persianas y cesta de acarreo. Ayuda en el trabajo de la plantación y la cocina, teje un poquito de su estera fina. Pero desecha el virtuosismo así como toda otra clase de responsabilidad, con el invariable comentario “Laititi a’ u” (“Pero soy muy joven”). Todo su interés se vuelca hacia las aventuras sexuales clandestinas; se contenta con efectuar tareas rudimentarias, como lo hace también, hasta cierto punto, su hermano. Pero al muchacho de diecisiete años no se lo abandona pasivamente a sus propias ideas. Ha aprendido los rudimentos de la pesca, sabe llevar a salvo una canoa zozobrante al arrecife o manejar el canalete de popa de un bote de pescar. Sabe plantar taro, transplantar cocos o pelarlos sobre una estaca y sacar la pulpa de una sola cuchillada, diestra y rápida. A los diecisiete o dieciocho años es introducido en la Aumaga, sociedad de los hombres jóvenes y de los adultos sin título, grupo llamado no con eufemismo sino seriamente: “la energía de la aldea”. Aquí se lo vuelve eficiente por la rivalidad, el precepto y el ejemplo. Los jefes más viejos que vigilan las actividades de la Aumaga contemplan con igual severidad toda reincidencia y toda precocidad indebida. El prestigio de su grupo es siempre
  • 34. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 446 tenido en cuenta por la Aumaga de las aldeas vecinas. Sus compañeros ridiculizan y persiguen al muchacho que no aparece cuando se realiza cualquier actividad del grupo, ya se trate de un trabajo para la aldea efectuado en las plantaciones, la pesca, cocinar para los jefes o representar en una visita ceremonial efectuada para alguna doncella huésped. Además, se brinda a los jóvenes muchos más estímulos para aprender y se les abre también una mayor variedad de ocupaciones. No hay especialización profesional entre las mujeres, excepto la medicina y la obstetricia, ambas prorrogativas de las muy viejas, que enseñan el arte a sus hijas y sobrinas de edad mediana. La única especialización es la que toca a la esposa de un orador oficial, ninguna joven se preparará para este tipo de cesamiento que exige conocimientos especiales, pues no tienen la seguridad de que cesará con un hombre de tal clase. Para el muchacho el panorama es diferente. Espera tener algún día un nombre matai, que lo convertirá en miembro del Fono, asamblea de jefe, y le dará el derecho de beber kava con los jefes, trabajar con ellos antes que con los jóvenes, sentarse dentro de la casa, aunque un nuevo título es sólo de la jerarquía entre los postes y no de suficiente importancia como para otorgarle el derecho de posesión de un poste para apoyar su espalda. Pero rara vez se siente absolutamente seguro de lograr tal nombre. Cada familia posee varios de estos títulos que confiere a los jóvenes más promisores de todo el grupo familiar. Cada uno tiene muchos adversarios, que también forman parte de la Aumaga, y debe siempre rivalizar con ellos en las actividades colectivas. Hay asimismo varios tipos de actividades en una de las cuales debe especializarse. Debe llegar a ser constructor de casas, pescador, orador o tallador en madera. La pericia en el manejo de alguna técnica debe hacerlo destacar en algo entre sus compañeros. Las hazañas en la pesca significan recompensas inmediatas bajo forma de regalos de comida para ofrecer a su novia; sin telas los regalos serán desdeñados sus progresos. La habilidad en la construcción de casas significa fortuna y
  • 35. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 447 posición, pues el joven que es un carpintero hábil debe ser tratado cortésmente como jefe y hay que dirigirse a él con el idioma de jefe, complicada serie de palabras honoríficas usadas para las personas de jerarquía. Y a esto se suma la continua demanda de no ser demasiado eficiente, sobre saliente o precoz. Nunca debe superar sino en algo a sus compañeros. Tampoco debe despertar el odio de éstos ni la desaprobación de sus padres que se hallan mucho más dispuestos a alentar y excusar el holgazán que a perdonar la precocidad. Al mismo tiempo comparte la resistencia de su hermana a aceptar responsabilidades, y si llega a descollar ligeramente, sin quedar demasiado en evidencia, encuentra excelentes oportunidades de ser designado jefe. Si es suficientemente talentoso, el Fono mismo puede deliberar, buscar un título vacante para conferírselo y comunicarle que puede sentarse con los ancianos y recibir su sabiduría. Y sin embargo, se conoce tan bien la repugnancia que sienten los jóvenes al responder a tal honor, que siempre se toma esta precaución: “Y si el joven huye, entonces nunca será designado jefe, sino que siempre deberá sentarse fuera de la casa, con los jóvenes, preparando y sirviendo la comida de los matais, con quienes no se puede sentar en el Fono”, Aún más relevantes son las probabilidades de que el grupo familiar confiera un nombre matai al joven dotado. Y matai se desearía ser algún día, algún lejano día en que las piernas hayan perdido un poco de flexibilidad y el corazón el justo por la diversión y la danza. Como me dijo un jefe de veintisiete años: “He sido jefe sólo durante cuatro año, y mire, mis cabellos están grises, aunque en Samoa el cabello se torna gris muy lentamente, no en la juventud como entre los hombres blancos. Pero siempre debo obrar como si fuera viejo. Debo caminar gravemente y con paso medio. No puedo bailar, excepto en las ocasiones más solemnes, ni puedo jugar con los jóvenes. Los ancianos de sesenta años son mis compañeros y acechan todas mis palabras, o sea que cometa un error. Treinta y una personas viven en mi casa. Para ellas debo trazar planes, encontrarles comida y ropa,
  • 36. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 448 solucionar sus disputas, arreglar sus casamientos. No hay nadie en toda mi familia que se atreva a regañarme o siquiera llamarme con familiaridad por mi nombre. Es duro ser tan joven, y ser sin embargo jefe”. Y los viejos mueven sus cabezas y convienen en que es impropio ser jefe tan joven. Los defectos de la ambición natural son demás contrarrestados por el hecho de que el joven que es designado mutai ya no será el más excelente entre sus antiguos amigos, sino el miembro más joven y nuevo del Fono. No puede ya asociarse familiarmente con sus viejos compañeros; un matai debe relacionarse sólo con matais, trabajar a su lado en la manigua y sentarse a charlar sosegadamente con ellos al atardecer. De modo que el muchacho considera un dilema mucho más difícil que la muchacha. Le disgusta la responsabilidad, pero desea destacarse en su grupo; la habilidad manual anticipará el día en que lo nombren jefe; no obstante, es objeto de censura y ridículo si disminuye sus esfuerzos; pero será reprendido si procede con demasiada presteza; sin embargo, si quiere ganar una novia debe gozar de prestigio entre sus amigos. Y recíprocamente, su prestigio social aumenta con sus hazañas amorosas. De modo que mientras la joven se contenta con una pericia mínima. El muchacho es incitado a mayores esfuerzos. Un muchacho se aparte de una joven que no luce estas pruebas de eficiencia y es conocida como torpe e inhábil; teme llegar a querer casarse con ella. Casarse con una joven sin pericia sería un paso peligroso o implicaría una interminable suma de reyertas con su familia. Así que la muchacha que es notoriamente inepta debe aceptar amantes casuales, decadentes o casados, que ya no temen que sus sentidos los arrastren a un matrimonio imprudente.
  • 37. LA EDUCACION DEL NIÑO SAMOANO 449 Pero la joven de diecisiete años no desea casarse todavía. Es mejor vivir como una muchacha sin responsabilidades, y con una rica variedad de experiencias emocionales. Este es el mejor período de su vida. Hay tantos inferiores a ella a quienes puede intimidas, como superiores que la tiranizan. Lo que pierde en prestigio, lo gana en libertad. Cuida poco de los más chicos. No le duelen los ojos por fijarlos en el tejido ni su espalda se quiebra, doblada durante todo el día sobre la tabla de tapa. Las largas expediciones en busca de pescado, comida y materiales para tejer le dan amplias oportunidades para citas. La mejor pericia significaría aumento de trabajo, lo que implicaría tener que vivir encerrada y demás llegar a casamiento en edad más temprana; y el casamiento, aunque inevitable, debe ser diferido todo lo posible.
  • 38. LECTURA OBLIGATORIA No. 14 UN SALTO ADELANTE Los caminos de la Independencia. Por: Alain Braconnier.
  • 39. UN SALTO ADELANTE 451 UN SALTO ADELANTE Las transformaciones fisiológica y corporales, características de la adolescencia, representan el signo más aparente de la salida de la infancia. Es lo que se denomina el desarrollo pubertario. Sabemos ahora que el incremento de crecimiento que lo acompaña es el resultado de una reacción hormonal en cadena: la secreción discontinua de una hormona cerebral (LH.RH) induce por su ritmo la secreción de otra hormona que estimula hipótesis, glándula situada en la base del cerebro; ésta a su vez induce la secreción de un tercer tipo de hormonas a nivel de los órganos sexuales. Estos últimos modulan después de cierto tiempo las modificaciones de peso y de tamaño que en algunos meses aumentarán con toda claridad (de seis a doce centímetros el año en que se da el crecimiento máximo). A este crecimiento se asocian, con ligero retraso, el desarrollo de los órganos sexuales y la aparición de las características físicas y sexuales del sujeto adulto (pilosidad, desarrollo marino y ciclo de al regla en la joven; pilosidad y eyaculaciones de esperma en el muchacho). A partir de la primera regla y de la primera eyaculación, la niña y el niño se han convertido biológicamente en adultos. Estas transformaciones están sometidas a variaciones según el nivel de vida, el sexo y el individuo. En los países occidentales, la edad de la primera regla se ha adelantado hace un siglo (ha pasado de los 17 años a los 13 como media). Actualmente la edad de la pubertad varían entre los 8 y 15 años en las niñas, y entre los 10 y 16 años en los varones (lo que da una media estadística de 13 años en las niñas y de 14 en los muchachos). Estas transformaciones son la fuente, para los adolescentes y para sus padres, de actitudes, preguntas y reacciones diversas. Son bien aceptadas cuando han sido objeto de explicaciones simples y claras. En cambio, si suscitan una turbación importante en los padres y, sobre todo, si el hijo experimenta una aprensión exagerada, estas transformaciones pueden ser negadas o rechazadas. La denegación no es forzosamente una manifestación psicológica anormal. Por lo demás es frecuente, y se expresa de diversas formas: rechazo a usar sostén, por ejemplo, o a hablar con una voz que está cambiando. Con frecuencia es una etapa transitoria. Más inquietante es el rechazo claro y persistente de tener en cuenta esas modificaciones corporales (vistiéndose como una niña pequeña o como un niño pequeño, rehusando toda adaptación de la higiene a los signos de la pubertad). Una actitud semejante debe ser explicada: ya se trate de una angustia ante el cambio corporal, de una fuga ante los deseos vividos como más peligrosos en tanto ahora pueden ser realizados , o bien de una fijación más general a la infancia, enraizada desde hace mucho tiempo.
  • 40. UN SALTO ADELANTE 452 La inquietud de los adolescentes ante su nuevo cuerpo puede también traducirse, paradójicamente, por una especie de orgullo provocador: en el muchacho, asistimos a manifestaciones violentas de afirmación de fuerza o de virilidad; en la chica, a actitudes permanentes de seducción, a una especie de desborde de la sexualidad. Más frecuentemente, estos comportamientos son ambivalentes: expresan a la vez una posición ante los padres y un llamado, pues el adolescente está angustiado ante la perspectiva de llegar a ser él mismo un padre potencial. Los adolescentes hablan difícilmente de su pubertad; por lo general expresan su sexualidad en otro campo, cosa que las personas inadvertidas suelen no percibir. A veces la manifiestan por medio de la agresividad, el gusto por la violencia, o bien por su interés en todo tipo de actividades. Este fenómeno de <<desplazamiento>> puede ser particularmente fecundo a esta edad. Porque el adolescente no vive sólo una revolución del cuerpo; sus capacidades intelectuales se desarrollan de manera espectacular. En realidad, la tradicional dicotomía del alma y del cuerpo está particularmente inadaptada en la materia. La aparición de la sexualidad desarrolla y libera una energía nueva, utilizable en todos los campos; la actividad puramente intelectual, la actividad deportiva, la artística también se benefician (a veces más que la vida sexual propiamente dicha). La madurez genital abre un campo mucho más amplio que la genitalidad. Sabiéndose capaz de cumplir con las relaciones sexuales igual que un adulto, el adolescente es presa de un apetito de conocimientos y de experiencias. De conocimientos vividos, y no sólo leídos. Y felizmente: porque qué son los conocimientos puramente librescos? La nueva energía libidinal es puesta entonces al servicio de la curiosidad y de la inteligencia. Esta evolución a veces es muy sensible en algunos alumnos; no tienen necesidad de la tutela paterna para proseguir sus estudios; ellos mismos trasladan la energía a la actividad intelectual, sin esperar primero un reconocimiento de los adulto. Trabajan para sí, sencillamente. A la inversa, cuando el adolescente reprime sus impulsos sexuales, cuando se siente amenazado o desbordado por sus súbita aparición - y sus no menos súbitas exigencias -, su desarrollo intelectual se resiente. La represión no cuida el detalle: la presión que ejerce se extiende a todos los terrenos. Hay muchos niños que trabajan muy bien hasta la edad de 12 o 13 años, y de pronto sus resultados escolares bajaron tremendamente. No es que se hayan vuelto estúpidos; no eran <<limitados>>. Huyen de una sexualidad vivida como invasora porque no se sentían suficientemente seguros para enfrentarla, y han preferido - temporalmente la mayoría de las veces, y a veces definitivamente - renunciar a la exigencia de concentración psíquica. Una paciente que pretende no <<poder leer>> - lo que en todo caso es literalmente inexacto, pues ha cursado honrosamente sus años escolares - han llegado a localizar muy precisamente el origen de ese bloqueo. Se produjo al entrar a Primero de Media, cuando tuvo que abandonar a un maestro que le dedicaba una atención especial. Entonces se sintió
  • 41. UN SALTO ADELANTE 453 tremendamente desamparada: ya nadie la quería. La lectura desde entonces le pareció sin interés y sin objeto, y todavía busca a alguien que pueda devolverle el gusto por la misma. Las cosas son todavía más claras cuando se trata de un individuo particularmente dotado y que se hunde bruscamente. Es el caso de Charles, un muchacho de 13 años, que desde hace un año ve cómo sus resultados escolares descienden de manera espectacular. Hasta segundo era un alumno brillante. Pero ahora ya nada funciona. Ya ha probado una psicoterapia, interrumpida por consejo del psicoterapeuta, porque manifestaba una <<intelectualización excesiva>>. Cuando Charles viene a verme, parece al borde de la depresión; nada le gusta, ni el trabajo ni ninguna otra cosa; se siente cada vez más fatigado, sin energía. sus preocupaciones empezaron bruscamente durante un partido de tenis. Lo recuerda con exactitud: quería demostrar a su madre que él era el más fuerte. Y cuando más se encarnizaba en demostrarlo, más fallaba los tiros. Se sintió invadido por una tensión muy intensa, una angustia de no poder triunfar en nada. Tuvo la impresión de que se iba a volver loco; su corazón latía muy rápido; se ahogaba y tuvo miedo de morir allí mismo. Aunque luego no tuvo más crisis de ese tipo, tiene la sensación de tener dentro del cerebro un ojo que lo observa permanentemente, y que le impide concentrarse no sólo en sus actividades deportivas, sino sobre todo en sus actividades intelectuales. Constantemente es presa del temor de no recuperar su estado anterior a la crisis, de haber perdido la facultad de concentración que lo había llevado a ser el mejor alumno de su clase. Si se concentra demasiado, piensa también, la crisis volverá. Charles repite incansablemente que sólo desea una cosa; volver a ser el de antes; que en lo demás no tiene ninguna dificultad. Añade que sin embargo se siente un poco diferente de los otros en el terreno de las relaciones con las chicas de su edad: no le interesan las chicas como tampoco las conversaciones o las bromas sobre la sexualidad. De común acuerdo, buscamos juntos el significado de ese ojo misterioso que tanto lo obstaculiza. En el curso de los primeros meses no se manifiesta ninguna mejoría. Por el contrario, Charles expresa ante sus padres, y en particular antes su madre, una violencia que preocupa mucho a su familia. Charles no <<explota>> en cualquier momento. Con frecuencia es en ocasión de las derrotas de un campeón de tenis, ídolo suyo, cuando entra en un estado de angustia y de furor incontrolables. Sigue los partidos de su ídolo con una asiduidad total. Si por casualidad, por la diferencia horaria, el partido se retransmite en plena noche, obliga igualmente a su madre a quedarse levantada para mirarlo. Ha llegado a golpear a su madre cuando el jugador perdía. Charles explica que el campeón representa para él <<un otro yo>>: como él, ha triunfado a fuerza de voluntad y de concentración, y no soporta verlo perder. Es claro que Charles se ha identificado del todo con el jugador. Después de un tiempo de trabajo, recuerda que ya en el pasado había llegado a idolatrar a alguien. Un alumno de su clase,
  • 42. UN SALTO ADELANTE 454 <<grande, fuerte y con una gran casa en la que recibía a amigos y amigas entre los que tenía mucho éxito>>. Había tratado de convertirse en el mejor amigo de ese muchacho, sin lograrlo. Pero sobre todo temía no poder imitarlo, ni gustar a las chicas tanto como él. Al fin de cuentas, había fracasado en toda la línea, y para superar su decepción <<se había arrojado con todas sus fuerzas, ciegamente>> al trabajo escolar. Entender esto permite a Charles no idealizar sus triunfos escolares: no se trataba de un <<edén>> sino de un periódico de euforia artificial. Una fuga, no una resolución. Siguiendo el trabajo de análisis, Charles recuerda las angustias que experimentaba siendo niño, cuando su padre y su madre discutían. Bruscamente, durante una sesión, vuelve a ver la expresión <<muy inquieta>> que reflejaba el rostro de su madre en esos momentos, expresión semejante a la que vio en aquel partido de tenis al que refiere el inicio de sus perturbaciones actuales. El ojo que amenaza perpetuamente comienza a ser ahora <<interpretable>>: lo remite a su envidia y a su incapacidad de seducir, de probar a la mujer que él es un hombre fuerte. El temor que lo atenaza, ya lo ha conocido en sus identificaciones con hombres <<fuertes>>, - el campeón, el chico de su edad - y sobre todo cuando niño, cuando quería defender a su madre contra su padre que la amenazaba. En la edad en que Charles puede ser fuerte como su padre, sea en el campo deportivo, sea en el intelectual, él mismo se prohibe todo medio de <<competición>>: sus problemas evidentemente no tienen nada de <<escolar>>, sino que muestran, por el contrario, la importancia de la conmoción provocada por la salida de la infancia. Cuando esto se vive mal, o cuando se acompaña de <<complicaciones>>, la energía que libera puede volverse contra sí mismo, hasta el punto que se experimenta, muchas veces de manera momentánea, un verdadero salto hacia atrás. El fenómeno que se produce a esta edad (y en todas las edades) o que a veces no se produce, es el de l sublimación: se dirige la energía de origen sexual hacia otros fines. Si el ser humano no tuviera esta propensión a desplazarse su energía <<animal>> …no habría ni deportista, ni filósofos, ni artistas, ni investigadores. Sólo habría trabajadores empujados y obligados por la necesidad de sobrevivir. Cómo caracterizar esta inmensa ganancia intelectual provocada por la adolescencia? Se produce un cambio cualitativo; no se trata de simplemente de un incremento de la memoria o de circuitos que funcionarían a mayor velocidad. El joven ser humano accede a otro tipo de pensamiento. Aprende la abstracción. Sus actividades lúdicas lo demuestran: abandona lo que con justicia se denomina <<juegos de niños>> por diversiones más elaboradas. Para jugar al dominó o a la batalla, * basta con identificar imágenes o estructura semejantes; mientras que cuando se juega a determinados juegos informáticos, los enigmas por ejemplo, hay que ser capaz de combinar los datos adquiridos, jerarquizarlos, y construir * Juego de cartas para niños pequeños (N. de la T.)
  • 43. UN SALTO ADELANTE 455 series de hipótesis que constituirán otras tantas alternativas entre las que habrán que escoger para descubrir el arma del crimen o el asesino. Las aptitudes intelectuales exigidas son fundamentalmente de otro orden: el jugador debe saber proyectarse en el tiempo. Debe saber despegarse de un apoyo concreto e inmediato e interrogarse en el tiempo. Debe saber despegarse de un apoyo concreto e inmediato e interrogarse acerca de la probabilidades. Explorar el universo de lo posible, que no se confunde en absoluto con el imaginario infantil donde todo está permitido. Razonar sobre series, seguir varia liebres a la vez. El niño puede resolver problemas (relativamente simples) si su entorno le aporta los necesarios apoyos concretos: puede aprender a manejar las cuatro operaciones <<en situación>>, para contar objetos, o para hacer intercambios que se refieren a una determinada economía. En cambio, es incapaz de resolver un problema de geometría, cuya representación gráfica ya es una abstracción. De manera general, le es imposible razonar a partir de elementos puramente verbales, como hace el adulto, y a fortiori combinar varia operaciones lógicas. Escoger las informaciones, jeraquizarlas, ponerlas en relación según modalidades complejas, son los procesos que nos permiten efectuar elecciones racionales; podríamos decir, las elecciones más racionales posibles. Lo que se juega intelectualmente en la adolescencia es por tanto capital. Con frecuencia se ha desconocido el verdadero trabajo que se cumple durante este periodo, porque no aparece con una claridad evidente. Y en realidad es un trabajo complejo, acompañado por retrocesos y crisis a veces tan espectaculares que encubren su productividad. Se puede utilizar la expresión << crisis de la adolescencia>>. Pero en ese caso, el término no debe ir cargado de ninguna connotación peyorativa: se trata de un cuestionamiento indispensable, sin el cual no existiría ni creación ni progreso intelectual ni social. después de todo , Rimbauid dejó de escribir a los 19 años. LOS CAMINOS DE LA INDEPENDENCIA Primero los amigos Por lo general, los adolescentes manifiestan sus primeras e -indespensables - veleidades de independencia haciendo bastante <<ruido>>. La elección de un círculo de <<amigotes>> íntimos constituye uno de los signos más precoces de autonomía. E incluso, aunque los nuevos amigos no logren siempre una adhesión, sin reservas por parte de los padres o del entorno habitual, es importante dar pruebas de tolerancia. Hay que respetar las iniciativas de los que hasta hace poco tiempo eran considerados todavía como niños que había que proteger o vigilar.
  • 44. UN SALTO ADELANTE 456 Patrick tiene trece años y medio. Ya no trabaja demasiado bien en la escuela: por primera vez, repite un año, el segundo. Se acuesta a horas <<imposibles>>: a la 1 de la mañana todavía da vueltas por la habitación. Sus padres intentaron ayudarlo primero haciéndolo trabajar, luego ante la persistencia de los malos resultados, lo han privado de televisión y de fútbol, su deporte favorito. Además Patrick se ha vuelto muy colérico. Él mismo explica su nerviosismo por la inmediatez de sus reacciones: primero vive… y reflexiona después. Habla antes de evaluar los efectos de su discurso. Este cambio coincide con otra transformación: es el primer año que tiene verdaderamente amigos. Se diría que ellos lo representan todo para él. Una verdadera revolución en su vida; hasta entonces sus padres y sus profesores estaban inquietos por su aislamiento, que consideraban efecto de ser hijo único. Patrick reprocha también a su padre que éste muy poco en casa, y que apenas llega empiece a gritarle. Sus padres habían tenido dificultades para tener un hijo; cuando nació Patrick, lo recibieron como a una especie de <<Mesías>>. Su madre se ocupó mucho de él en la primera infancia, y todavía conserva hacia él una actitud muy protectora. Ella lo explica por las circunstancias -su marido siempre trabajaba mucho y ella se sentía sola- y por su propia timidez: no se relaciona <<fácilmente>>, y no ha sabido encontrar actividades fuera del hogar. La madre de Patrick es consciente de que está demasiado apegada a su hijo, y teme el momento en que tenga que separarse de él. Se pregunta además con ansiedad lo que él podrá hacer, pues, dice, todas las profesiones están <<taponadas>>. A ella también le gustaría trabajar, pero los intentos que ha hecho han fracasado; se pasaba todo el tiempo imaginándose qué estaría haciendo su hijo, si verdaderamente estaba solo en casa. Patrick queda muy conmovido cuando su madre evoca su soledad. Aunque reprocha a su padre que pase tanteo tiempo fuera, no querría que éste renuncie a su trabajo actual pues, como le permite viajar, le procura grandes satisfacciones. Y, a pesar de que lamenta mucho <<abandonar>> a su madre, él desea también tener su vida, con sus amigos. Patrick al mismo tiempo siete la necesidad de una vida exterior a su familia y el deseo de no apenar a sus padres. Esta situación lo pone muy nervioso, pues aunque sabe que es imposible que permanezca todo el tiempo en casa, se siente culpable cada vez que sale. La cólera, la inestabilidad, los fracasos escolares, esconden con frecuencia, como en Patrick, un conflicto entre el deseo y la culpabilidad. Existe un momento en la vida de las familias en que los hijos deben constituir su propio grupo de amigos, con sus centros de interés personal. Este pasaje a veces es difícil, pero no por ello es menos necesario. Los camaradas juegan un papel particularmente importante en el desarrollo del individuo y en la salida de la infancia. Muchos estudios han demostrado que los caminos de la maradería y de
  • 45. UN SALTO ADELANTE 457 la amistad se vuelven cada vez más organizados y cada vez más diferenciados a medida que los individuos crecen. Según los períodos de la adolescencia, las modalidades de funcionamiento de los grupos presentan características diversas. Entre 11 y 13 años, por ejemplo, la amistad se centra más sobre la actividad que en las relaciones interpersonales. Se <<hace>> algo con los amigos, pero no se trata todavía de constituir relaciones profundas y mutuas. Entre los 14 y los 16 años, el grupo es ante todo un espacio de seguridad. Se busca un amigo leal, que no traicione. Alguien que nos ofrezca un espejo de nosotros mismos, que atraviese por interrogantes y conflictos análogos y que al mismo tiempo pueda oficiar de guía o de confidente. A partir de los 16 o 17 años, el adolescente comienza a interesarse más en el prójimo en tanto tal; busca con más gusto la diferencia y la complementariedad. Las variaciones múltiples, y cada grupo tiene su singularidad. A veces el líder es de más edad, o incluso un adulto. Algunos grupos se organizan en torno a una actividad privilegiada : un deporte, una asociación humanitaria, como también toda la gama de la provocación, hasta la delincuencia. Cualesquiera sean las características, el grupo constituye un mundo diferente de la célula familiar. Permite a veces oponerse a ella, o huir de ella, y representa la mayor parte del tiempo un intento de individualización por intermedio de otros, un esfuerzo de autonomía en relación con los padres. En cierto sentido, es el eslabón intermedio entre el mundo de la infancia y la comunidad social. Y también es el inicio de otro pasaje: las relaciones con los iguales del mismo sexo preceden a las que se entablan con los iguales del sexo opuesto. Algunos padres presienten que su hijo necesita un distanciamiento. En lo cual coinciden, sin saberlo, con prácticas corrientes en otras culturas. En Africa Occidental, en Ghana, los gonja mandan a sus hijas de 18 años a casa de una hermana de su padre, mientras que los hijos son confiados a un hermano de su madre. Los hijos viven en eses nuevo hogar hasta que se casan, luego de lo cual vuelven junto a sus padres. En nuestra sociedad no es raro que los padres piensen en confiar durante algún tiempo sus hijos a un tío o tía, a los que juzgan menos inclinados a la indulgencia o a una severidad excesivas. Esta es exactamente la razón invocada por los gonja para justificar el alejamiento de su hijos. Entre los muria, en el estado indio de Bastar, los hijos son invitados, a partir de cierta edad, a compartir un dormitorio colectivo y mixto. En Colombia, entre los embere, los varones dejan un día sus familias con sus pequeñas posesiones atadas en un pañuelo; fabrican una piragua y se van de dos a tres a una orilla cercana, o incluso mucho más lejos, y llevan una vida errante durante varios meses o años. A cambio de la hospitalidad que se les ofrece, ayudan en los trabajos del campo o en la pesca, y son admitidos en las fiestas del grupo. Cuando un joven encuentra finalmente la muchacha que le gusta, se lo hace saber. Al cabo de cuatro noches consecutivas, la pareja se considera casada y
  • 46. UN SALTO ADELANTE 458 puede, si lo desea, reunirse con la familia del varón. Esta socialización entre iguales, esta vida errante recuerdan la partida de algunos adolescentes de hoy, a la búsqueda de una condición de adultos. Con frecuencia se <<establecen>> cuando han encontrado un alma gemela, marcando así el fin de su salida de la infancia. Estos ejemplos no constituyen modelos, pero muestran que numerosas sociedades intentan dirigir el pasaje desde la familia hacia la vida en comunidad. Gestión que no es fácil para los padres: la atracción pro nuevos camaradas, pro actividades exteriores a la familia y al mundo escolar, les demanda un esfuerzo de adaptación. Deberán al mismo tiempo mantener contacto - manifestando cierto interés por los amigos o las actividades practicada, por ejemplo - y cuidarse de invadir el territorio personal de los hijos. Cuando el pasaje de la constelación familiar al otro planeta se hace demasiado bruscamente, son los padres los que deben poner límites, manejando la transición. Los padres deben demostrar su capacidad No siempre es agradable para los padres, pero así es: al crecer, sus hijos comienzan a juzgarlos. Tienen necesidad, para poder conquistar su propia autonomía, de desprender de la admiración que profesan a sus mayores, y de dejar de considerarlos como modelos inigualables. Carmen, una jovencita de 15 años, viene a verme por sí misma, por intermedio de la asistencia social del liceo. Está en quinto año. Desde hace algunas semanas está angustiada, duerme mal, tiene la impresión de no poder <<seguir>> las clases. En realidad, Carmen advierte un cambio en su existencia. Su angustia actual la vincula con un acontecimiento reciente: unos meses antes ha conocido a un hombre mucho mayor que ella, un profesor de francés que da clases particulares a su hermano menor. se enamoró inmediatamente de él, y durante el último trimestre no ha dejado de pensar en él y de tratar de verlo. Sin embargo, en su presencia se siente completamente paralizada. El hombre se dio cuenta y le preguntó qué pasaba, pero ella no pudo responderle. Poco a poco, fue imaginando diferentes estrategias para decirle que lo amaba, pero ninguna le pareció practicable. Progresivamente se dio cuenta de que era imposible que ese amor fuera recíproco, y ese descubrimiento la aplastó: era una carga que no podía compartir con nadie. Carmen no quiso que su padre o su madre (con la cual tenía bastante intimidad) lo supiera, y finalmente pudo tomar conciencia de que ya no veía a sus padres de la misma forma. Bruscamente, dice, se le aparecieron no ya como padres, sino como seres humanos corrientes. Seres humanos no siempre alegres. Y tampoco necesariamente tranquilizadores, a veces lo contrario. Carmen experimentó una verdadera conmoción. Añade que desearía más comprensión y disponibilidad por parte de sus padres, pero que sabe que no puede contar con eso; ellos tienen sus propios problemas y son mucho menos sólidos de lo que ella creía. Se
  • 47. UN SALTO ADELANTE 459 preocuparan. Carmen prefiere guardar su angustia para sí. Antes, pensaba que su padre era una <<roca>>; ahora, lo encuentra más bien <<bloqueado>>. En cuanto a su madre, la juzga demasiado ansiosa, demasiado anulada y dependiente de sus hijos. Por último, no tiene ningún deseo de parecerse a ella. Confrontada a una situación nueva, a límites que nunca había imaginado, Carmen ha cambiado profundamente; sus padres ya no representan un recurso, ni un apoyo, ni menos aún un modelo. Su pasión súbita le ha servido de detonador; ha crecido. Evidentemente los jóvenes no son siempre justos en sus apreciaciones. Precisamente porque tienen muchas dificultades por expresar un juicio acerca de sus padres, a veces cometen errores… difíciles de aceptar. Pero si se logra tomar un poco de distancia y comprender que en realidad es un camino positivo, que permite que el hijo se convierta en adulto, se puede hacer gala de una relativa serenidad ante estos ataques. Al juicio crítico, a la <<decepción>> de los hijos se asocia generalmente un desplazamiento de la idealización de los padres hacia otros personajes, promovidos a la categoría - provisoria por lo demás - de <<héroes>> o de <<ídolos>>. Amigos, profesores, artistas, se convierten así en modelos que sustituyen a los adultos de la familia. Los adolescentes encuentran en ellos una imagen protectora o valorizada, con la que pueden identificarse cuando han <<rechazado>> la que les proponían sus padres. Esto constituye una transición eficaz hacia la autonomía: los padres ya no pueden aportar esta imagen positiva porque deben ser cuestionados. Ahora son los hijos que deben juzgar a sus padres, pero esta necesaria inversión de papeles debe apoyarse en nuevas referencias; una personalidad no se construye en el vacío. Las primeras fiestas carnales En familia, la sexualidad de los hijos es un tema tabú. Un adolescente no cuenta nunca - salvo rarísimas excepciones - su primera experiencia sexual a sus padres. Evidentemente es un momento muy importante, que significa el pasaje de la infancia a la categoría de adulto. También es un momento delicado, pues toca a la vez la intimidad de los adolescentes y la de los adultos, que no abordan tampoco fácilmente la cuestión. A pesar de la reciente evolución de las costumbres, demostrada por la legislación sobre la mayoría de edad, la anticoncepción y la interrupción voluntaria del embarazo, las primeras relaciones sexuales conservan un carácter secreto, o al menos privado. Se trata de una particularidad occidental, y no de un rasgo universal. Antaño, en Babilonia, los jóvenes asistían al acto de desfloración. En la Edad Media, troveros y trovadores contaban las primeras fiestas carnales y, todavía en el siglo XIX, en nuestros campos, se preparaba el acontecimiento en público, ritualmente, por medio de sopas y bebidas afrodisíacas. En otras culturas, por ejemplo las del Magreb, al día siguiente de la noche de bodas se expone la sábana manchada de
  • 48. UN SALTO ADELANTE 460 sangre; en las llanuras del Brasil central, las indias muestran su sangre que corre sobre hojas de palmera. Estos ritos, que hacen de la primera experiencia sexual una etapa en la vida social, muestran la importancia que se le otorga universalmente. Y no es porque en nuestra sociedad pase en silencio - dígase lo que se quiera sobre la omnipresencia de la sexualidad de los jóvenes en la publicidad y en los medios de comunicación de masas - que tiene menos importancia. El relato de Paul, que es una historia bastante corriente, muestra claramente que la primera relación sexual no tiene nada de anodino. Sus padres vinieron a verme para pedirme consejo. Tenían la impresión de que desde las vacaciones de Pascua su hijo ya no era el mismo. Parecía mucho menos preocupado por su escolaridad y mucho más distante respecto de sus padres; tampoco prestaba atención a su manera de vestir o de peinarse. Sus padres habían llegado a pensar que les estaba ocultando algo. Malas compañías, encuentros inconfesables? Tal vez la droga? Los padres parecían desamparados e inquietos. Paul, que los acompañaba, manifestaba cierta irritación. Al mismo tiempo, parecía incómodo, y daba la impresión de que se sentiría aliviado si sus padres comprendieran lo que había pasado. Cuando lo vi solo, le pregunté sin ambages lo que le había pasado durante las famosas vacaciones de Pascua. Inmediatamente me respondió, sin la menor reticencia, que había tenido entonce sus primeras relaciones sexuales. Pero se sentía incapaz de decírselo a sus padres. Paul había salido de vacaciones con dos amigos, a una casa de campo donde había estado por Navidad. Entonces había conocido a tres chicas que vivían en los alrededores. Se había iniciado un flirt, pero nada más. En Pascua los tres amigos, alentándose mutuamente, decidieron ir a buscarlas, con el proyecto preciso de tener su primera aventura sexual. Y así lo hicieron: las chicas, aparentemente más liberadas, habían comprendido bien por qué habían vuelto y, según Paul, les habían facilitado la tarea. La experiencia no había sido muy satisfactoria para Paul, poco informado de esas cosas. Según él, un dolor en la espalda le había impedido estar a la altura. Al regreso de esta escapada, que se puede calificar de iniciática, los tres muchachos se habían contado cómo habían pasado la noche, probablemente mejorando sus actuaciones. Y habían regresado muy orgullosos, armados de una seguridad a toda prueba. Aparentemente. Pues al fin de las vacaciones, cuando había que volver a casa, habían comenzado a sentirse incómodos. Paul en todo caso tenía la impresión de guardar un secreto muy importante, aunque en el fondo sabía que <<su aventura>> era completamente normal, y, al fin de cuentas, poco extraordinaria. Sin poder explicárselo, no podía comunicarlo a sus padres, a pesar del gran deseo que tenía de hacerlo. Sobre todo quería decírselo a su madre. Evidentemente tenía necesidad de mostrarle cómo se separaba de ella, y que se había convertido en un hombre. No es necesario contar una experiencia íntima
  • 49. UN SALTO ADELANTE 461 para hacer comprender ese mensaje. Pero Paul probablemente estaba demasiado obstaculizado por el silencio que había mantenido sus padres acerca de estos temas como para hallar la forma de expresarse. La liberalización de las costumbres pueden tener un efecto inesperado, un efecto <<perverso>>; suministra a los padres un pretexto cómodo para librarse de toda educación acerca del amor, delegando ese cuidado a los maestros o a los medios de comunicación. Pero lo que es deseable es una educación en el sentido pleno del término, que comience suficientemente temprano - es decir a los nueve o diez años - y que prosiga bastante tiempo como para que los padres y los hijos hagan un recorrido común sobre la cuestión. Con demasiada frecuencia los padres no abordan el tema, o bien lo hacen de una vez por todas, como si todo quedara resuelto a partir de una sola conversación. Por supuesto que no se cumple con el papel de educador hablando continuamente de sexualidad en la familia, sin matices y sin respeto de la intimidad, incluso manifestando, como sucede a veces, un interés malsano por la vida sexual del adolescente. Pero el silencio, o la explicación tipo coartada que cierra <<definitivamente>> la cuestión, son actitudes nefastas que vuelven problemático el acceso a la sexualidad adulta. La sexualidad, es bueno recordarlo, no comienza en la pubertad. Freud fue el primero en reconocer su existencia en el niño, que manifiesta una viva curiosidad por las <<cosas sexuales>> y se forja diversas <<teorías>> sobre eso que lo intriga: cómo se hacen los hijos, de dónde (literalmente) salen, qué significan las diferencias anatómicas entre las niñas y los niños. Evidentemente, la sexualidad de los adultos es muy diferente de la de los niños, y no sólo porque el desarrollo fisiológico hace posibles las relaciones sexuales. No se trata de un asunto del aparato genital. Es toda la personalidad del individuo, con su vida imaginaria y con su historia, lo que se ha movilizado. Como todos los psicólogos y psicoanalistas, veo la demostración cotidiana de ello. Las personas vienen a consultarme por dificultades sexuales siempre tienen otros problemas, otros interrogantes que resolver; inversamente, los que viven mal sus relaciones afectivas o profesionales, sus relaciones con los demás, generalmente no tienen una sexualidad satisfactoria. Y es porque en el momento de la salida de la infancia, algo ha quedado bloqueado. Los primeros objetos de amor de un niño, los primeros seres a los que dedica su afecto - y el niño no diferencia entre lo que es <<sexual>> y lo que no lo es - son sus padres. Llega un momento (el famoso <<Edipo>>) en que está obligado a renunciar a su deseo más caro, que es casarse <<más tarde>> con papá o con mamá. Sigue un período de relativa calma, que generalmente se denomina <<período de latencia>>.
  • 50. UN SALTO ADELANTE 462 Con la pubertad, que abre nuevas posibilidades sexuales, los antiguos deseos (que han sido reprimidos, no erradicados) resurgen. El incesto, al poder ser realizado, se convierte en una verdadera amenaza para el adolescente. Entonces está obligado a renunciar definitivamente a sus vínculos edípicos para ir a buscar en otra parte sus objetos de amor. Al mismo tiempo, el adolescente debe elegir una identidad sexual: durante la infancia podía aún, sin gran riesgo, ser a la vez chico y chica, o al menos jugar a dos bandas. El primer amor juega un papel importante en la elección sexual. En muchos aspectos, queda del lado de la infancia: ingenuo, portador de una expectativa desmesurada respecto del otro, al que se cree capaz de colmarle todas las carencias, todas las esperanzas, así como el niño imagina a sus padres todopoderosos. Al mismo tiempo, y es una de las enseñanzas fundamentales del primer amor, aporta la experiencia de la desilusión. Al deslumbramiento pasional sucede inevitablemente la decepción (la segunda a medida del primero) que permite superar un modo de relación infantil con el otro. También aquí se aprenden, seguramente, los balbuceos de la vida amorosa y sexual, que darán forma a las relaciones ulteriores. Es lógico que este proceso no suceda sin tropiezos. Se explica así también que la sexualidad de los jóvenes no llegue ni fácil ni inmediatamente a su plenitud, en contra de lo que ciertos medios de comunicación se complacen en difundir. Naturalmente, esto no significa que la vida amorosa del adulto ignore la pasión. Muy por el contrario, la sucesión pasión / decepción constituye el camino normal. Pero cuando la primera decepción hipoteca toda la relación futura, la vida afectiva queda marcada con su sello desde la infancia. En este terreno como en otros, la línea recta no es forzosamente el mejor camino: los giros, las crisis, los retrocesos forman parte del desarrollo fluctuante de los sentimientos.
  • 51. LECTURA OBLIGATORIA No. 15 CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD ADULTA Por: Gail Sheehy
  • 52. CRISIS PREVISIBLE DE LA EDAD ADULTA 471 CRISIS PREVISIBLES DE LA EDAD ADULTA No somos distintos a un crustáceo especialmente resistente. La langosta crece produciendo y desprendiéndose de una serie de duros caparazones protectores. Cada vez que se expande desde el interior, debe deshacerse de la capa que la limita. Queda expuesta y vulnerable hasta que, en su momento, crece un nuevo caparazón para reemplazar al anterior. Con cada paso de un estadio de crecimiento humano al siguiente también nosotros nos vemos en la tesitura de deshacernos de una estructura protectora. Quedamos expuestos y vulnerables, pero también en fermento y en embrión, susceptibles de expandirnos en formas que antes desconocíamos. Dichos desprendimientos pueden llevar varios años. Al salir de cada paso, empero, ingresamos en un período más prolongado y más estable en el que podemos esperar una relativa tranquilidad y la recuperación del equilibrio. Todo lo que nos ocurre graduaciones, matrimonio, nacimiento de hijos, divorcio, conseguir o perder un trabajo nos afecta. Estos hechos demarcadores son los acontecimientos concretos de nuestras vidas. Empero, una etapa evolutiva no se define en términos demarcadores, sino por una serie de cambios que se inician en el interior. El impulso subyacente hacia el cambio se encontrara allí al margen de que se manifieste o no, o se vea potenciado por un hecho demarcador. La vida de una persona en cualquier momento dado incorpora tanto aspectos externos como internos. El sistema externo está compuesto por nuestra calidad de miembros de la cultura: nuestro trabajo, clase social, papel familiar y social, la forma en que nos presentamos a y participamos del mundo. El campo interior se
  • 53. CRISIS PREVISIBLE DE LA EDAD ADULTA 472 refiere a los significados que dicha participación tiene para cada uno de nosotros. ¿hasta que punto se ven estimulados o burlados nuestros valores, y metas y aspiraciones por nuestro actual sistema de vida? ¿cuántas partes de nuestra personalidad podemos conservar y qué partes estamos suprimiendo? ¿Qué sentimos sobre nuestra forma de vida en el mundo en cualquier momento dado? Los cambios cruciales del hecho de sustentación comienzan a desequilibrar a una persona en el campo interno, señalando la necesidad de cambio y del paso a un nuevo plano en la nueva etapa de desarrollo. Estos cambios cruciales se producen a lo largo de toda la vida, pero la gente se niega persistentemente a reconocer que posee un sistema de vida interno. Si se le pregunta a cualquier persona que parece deprimida por qué se siente así desplazará la mayoría el mensaje interior a un hecho demarcador: “ Estoy así desde que nos cambiamos de casa, desde que cambié de trabajo, desde que mi mujer volvió a la Universidad y se convirtió en una maldita asistenta social vestida de arpillera” y así sucesivamente. Probablemente en menos del diez por ciento dirá: « existe en mi interior una perturbación cuyos términos exactos desconozco y que, aunque dolorosa, siento que debo asumirla y superarla». Un número aún menor de personas logrará explicar que la turbulencia que siente puede no tener ninguna causa externa. No obstante, es algo cuya resolución puede prolongarse varios años. Durante cada uno de estos pasos, lo que sentimos acerca de nuestra forma de vida experimentará modificaciones sutiles en cuatro áreas de percepción. Una de ellas es el sentido interior del yo con relación a otros. La segunda son las proporciones de seguridad y peligro que sentimos en nuestras vidas. La tercera se refiere a nuestra percepción del tiempo ¿Disponemos de mucho tiempo o empezamos a sentir que éste se acaba? Por último, habrá un cambio en nuestro sentido de vitalidad o estancamiento. Éstas son las vagas sensaciones que
  • 54. CRISIS PREVISIBLE DE LA EDAD ADULTA 473 componen el tono de fondo de vivir y conformar las decisiones sobre las que actuamos. Vivir la vida adulta no es fácil. Al igual que la infancia, cada paso no solo representa nuevas tareas de desarrollo sino que exige dejar a un lado una serie de técnicas que funcionaban con anterioridad. En cada paso se debe abandonar alguna magia, se debe desprender alguna querida ilusión de seguridad y sentido cómodamente familiar del yo, para permitir la mayor expansión de nuestra propia singularidad. Lo que quiero decir es que debemos estar dispuestos a cambiar de silla si deseamos madurar. No existe una compatibilidad permanentemente entre una silla y una persona. Tampoco existe un única silla adecuada. La que en una etapa es conveniente puede resultar restrictiva o demasiado blanda en otra. Durante el paso de un estadio a otro,. Nos encontramos entre dos sillas. Tambaleantes, que duda cabe, pero evolucionando. Si de algo llegue a convencerme en el curso de la recolección de las historias de vida que informan esta obra, fue esto: los momentos de crisis, de ruptura o de cambio constructivo, no son previsibles sino deseables. Significan madurez. Naturalmente, ésta no es la única alternativa. Si el funcionamiento de la vida adulta parece demasiado difícil, uno siempre tiene la posibilidad de instalarse en un «hogar permanente», de acomodar todo el sistema de vida alrededor de aquel: el trabajo, las escuelas para los hijos, las actividades sociales y todo lo demás. Después, cuando los redobles de una nueva etapa de desarrollo empiecen a sonar en nuestro interior, podemos manifestar la imposibilidad de alcanzar el cambio.
  • 55. CRISIS PREVISIBLE DE LA EDAD ADULTA 474 Cuando los reveses económicos obligan a una persona joven a abandonar los estudios y empieza a trabajar, cuando el casamiento no se produce en el momento ansiado, cuando el niño nace excesivamente temprano o tarde, cuando la gente no parece, sencillamente, poder alcanzarse a si misma y su realización profesional se retarda, se produce lo que podríamos calificar como hechos intempestivos. Éstos perturban la secuencia y el ritmo del ciclo vital esperado. Las personas cuyas vidas se han visto singularmente conformadas por hechos intempestivos se aferrán a algo para explicar lo que previeron. A menudo oímos decir « Soy un pobre tardío» también « Ella se destaco prematuramente» o «El es un caso perdido» o «Es una oportunista». Aunque el resultado sea favorable el enano de Wall Street brota tardíamente como escultor o la novia veterana y su joven príncipe se ven transportados a un país de ensueño, existe una importuna sensación de que algo está fuera de lugar. Por un lado, la sociedad ofrece muy poco apoyo a quienes zigzaguean fuera de la senda de desarrollo conocido. Las habladurías les marginan como extraños porque desafían la sensatez convencional y amenazan al resto de la manada. Aún más, afirma la psicosocióloga Bernice L. Neugarten, hablamos mucho acerca de la identidad del rol sexual pero rara vez mencionamos la poderosa influencia de la «identidad del rol de la edad» ¿y al individuo comprometido cuya trayectoria extrema es aplaudida, también puede tendérsele la zancadilla? El niño tenaz totalmente resuelto a cumplir su objetivo, que ha dedicado muy poco tiempo a construir relaciones emocionales, puede ignorar durante años formativos la sensación de vacío interior. La sociedad lo aguijonea. O la aguijonea: piénsese en Dorothy Parker, en Marilyn Monroe y, en este sentido, en todas las estrellas cinematográficas. Después de dedicar todas sus energías a avanzar a la máxima velocidad por una vía estrecha, los superastros pueden sufrir una fuerte conmoción en el paso de la edad mediana, al
  • 56. CRISIS PREVISIBLE DE LA EDAD ADULTA 475 descubrir que en realidad han quedado atrás. Por otro lado, la gente que se compromete a fondo con un objetivo y lo cumple satisfactoriamente, en oportunidades florece en la mitad de la vida, cuando se liberan sus emociones hasta entonces descuidadas, lo que para él puede significar una renovación. Existen otros acontecimientos que el individuo no puede prever: una guerra, una depresión económica, la muerte de uno de los padres, o de un hijo, o de un cónyuge, o una amenaza real a la propia vida , como la que yo experimenté en Irlanda. Designo a estos hechos con el nombre de accidentes vitales. Como el golpe de un accidente vital es más duro si coincide con un paso crítico del ciclo vital, puede forzarnos a resolver más eficazmente las cuestiones de este paso. Sin embargo, algunos de los hombres que sólo habían abandonado a medias el refugio de sus padres y tratando de aferrarse a un empleo cuando la Depresión de 1930 hizo temblar el suelo debajo de sus pies, se vieron permanentemente afectados por la inquietud de la seguridad en el trabajo. DOS PAREJAS DE GENERACIONES Además de que por la edad, la etapa y el género, el desarrollo de nuestra personalidad se ve influido por la generación y el cambio social. en un sentido general, nos apoyamos en el sencillo y obvio método de definir a la gente por la generación a la que pertenece:« es un viejo radical de los años treinta», o «Es una chica de los años sesenta». Yo pongo el énfasis en los cambios interiores más sutiles a nuestra evolución cronológica. Considero que merecen atención, no porque sea necesariamente el factor más decisivo en nuestro desarrollo como adultos, sino porque generalmente los ignoramos.