1. TALLER DE ÉTICA
Grado 806
(Semana del 23 al 27 de Febrero)
(Trabajo de Clase)
1- (Luegoderealizarlalecturadeltextoa continuaciónextraigatresconclusiones)
(Reflexión)1
«SANO Y NORMAL»
por el Hermano Pablo
Le encontraron mil ochocientas corbatas de seda; 88 pares de shorts, también de seda; 172
juegos electrónicos, 45 saleros y pimenteros; 32 peines; 28 portaplumas; y una enorme
cantidad de billeteras y carteras de cuero fino.
Aquella colección tenía un valor de 45 mil dólares y era el orgullo de su dueño, Ka Kin Chang,
de Hong Kong. Ya satisfecho, disfrutaba de su colección cuando la policía se lo llevó preso.
Todos esos objetos los había robado a lo largo de ocho años.
«Este hombre es sano y normal —opinó el psiquiatra que lo evaluó—. No me explico por qué
robaba.»
He aquí un juicio psiquiátrico interesante. Según los parámetros de la psiquiatría, Kin Chang
era un hombre «sano y normal». No había nada en él que se pudiera catalogar como complejo,
aberración, paranoia o esquizofrenia. Por el contrario, era un hombre de negocios, culto,
educado e inteligente, completamente «sano y normal». Pero robaba. Y además de robar,
mentía y llevaba una vida doble, y estaba totalmente inconsciente del daño que hacía. Sin
embargo, para la psicología, o por lo menos para el psicólogo que lo examinó, era un hombre
«sano y normal». Con razón nos preguntamos: ¿Cómo puede la psiquiatría declarar sano y
normal a un sujeto que lleva esa clase de vida?
Si ponemos a ese hombre bajo el escrutinio de las eternas e inmutables leyes divinas, éstas
nos muestran que él era un pecador con un carácter corrupto y que por consiguiente no reunía
las condiciones del eterno Dios para ser considerado sano y normal.
Los psicólogos podrán dar cualquier dictamen respecto a los delitos que cometen las personas,
pero la eterna e infalible Palabra de Dios afirma que la paga del pecado es muerte
(Romanos 6:23). Es decir, la Biblia considera que el pecado es el causante de la muerte, y si el
pecado causa la muerte, entonces es una enfermedad, y más aún, es una enfermedad mortal.
De modo que al pecador no se le puede calificar como «sano y normal».
Dios determina con justicia lo que es bueno y lo que es malo, lo que es aceptable y lo que es
reprochable, y nos dice que todos necesitamos ser transformados. Esa transformación es
imprescindible porque estamos enfermos. Sólo Cristo puede limpiar al injusto. Él ya pagó en la
cruz el precio de nuestra limpieza. Él quiere vernos sanos.
1 http://www.conciencia.net/?ID=2014sep29
2. 2- Análisis de texto
"What is true friendship according to the Bible?"2
The Lord Jesus Christ gave us the definition of a true friend: "Greater love has no one than this
that he lay down his life for his friends. You are my friends if you do what I command. I no
longer call you servants, because a servant does not know his master's business. Instead, I
have called you friends, for everything that I learned from my Father I have made known to
you" (John 15:13-15). Jesus is the pure example of a true friend, for He laid down His life for
His "friends." What is more, anyone may become His friend by trusting in Him as his personal
savior, being born again and receiving new life in Him.
There is an example of true friendship between David and Saul's son Jonathan, who, in spite
of his father Saul's pursuit of David and attempts to kill him, stood by his friend. You will find
that story in 1 Samuel chapter 18 through chapter 20. Some pertinent passages are1 Samuel
18:1-4;19: 4-7;20:11-17,41-42.
Proverbs is another good source of wisdom regarding friends. "A friend loves at all times, and
a brother is born for adversity" (Proverbs 17:17). "A man of many companions may come to
ruin, but there is a friend who sticks closer than a brother" (Proverbs 18:24). The issue here is
that in order have a friend, one must be a friend. "Wounds from a friend can be trusted, but an
enemy multiplies kisses" (Proverbs 27:6). "As iron sharpens iron, so one man sharpens
another" (Proverbs 27:17).
The principle of friendship is also found in Amos. "Can two walk together, except they be
agreed?" (Amos 3:3 KJV). Friends are of like mind. The truth that comes from all of this is a
friendship is a relationship that is entered into by individuals, and it is only as good or as close
as those individuals choose to make it. Someone has said that if you can count your true
friends on the fingers of one hand, you are blessed. A friend is one whom you can be yourself
with and never fear that he or she will judge you. A friend is someone that you can confide in
with complete trust. A friend is someone you respect and that respects you, not based upon
worthiness but based upon a likeness of mind.
Finally, the real definition of a true friend comes from the Apostle Paul: "For scarcely for a
righteous man will one die; yet perhaps for a good man someone would even dare to die. But
God demonstrates His own love toward us, in that while we were still sinners, Christ died for
us" (Romans 5:7-8). "Greater love has no one than this, than to lay down one’s life for his
friends" (John 15:13). Now, that is true friendship!
2 http://www.gotquestions.org/true-friendship.html
3. Recientemente,me enteré3
de un profesor de una
de las facultades locales cuyo objetivo es
convencer a sus estudiantes de que se puede
tener un sistema de ética sin creer en Dios. Ahora
bien, concuerdo con él que su postura es
teóricamente posible, pero le dije que un sistema
ético como este está cimentado en la arena. No
soportaría la prueba del tiempo ni los azotes de la
adversidad.
La Unión Soviética intentó construir un imperio
sobre el ateísmo, y fracasó miserablemente. Hoy
vemos en Rusia los resultados de la ética del
ateísmo.Uno pensaría que los rusos, después de
haber sufrido tanto bajo un régimen totalitario, se
esforzarían por hacer lo correcto como
reconocimiento por sus nuevas libertades.Muchos
lo han hecho,pero hoy Rusia está desgarrada por
el crimen,la avaricia, la ilegalidad yla inmoralidad.
¿Por qué? ¿Fue simplemente demasiada libertad,
demasiado pronto, o están cosechando aún las
recompensas de la ética del ateísmo?
Muchas personas hoy creen que Dios es, en el
mejor de los casos, innecesario, y, en el peor de
los casos, un capataz intolerante. Dicen que no
necesitan de Dios para vivir correctamente, y
pueden establecer sus propias reglas para la vida.
Vivimos en un mundo obsesionado por los valores
personales. Lo que las personas hacen depende
de sus valores personales pero, como los valores
de cada persona son distintos, no parece haber
ningún patrón según el cual podamos vivir todos.
La idea misma de basar nuestra moralidad en
nuestros valores significa que hemos aceptado la
idea de un sistema de ética relativista.Los valores
personales han reemplazado el valor de la virtud
como el fundamento para el pensamiento ético.
3
http://espanol.leaderu.com/docs/apologetica/moralid
ad_sin_dios.html
Las virtudes hablan de algunas realidades
objetivas,pero los valores personales hablan solo
de decisiones subjetivas de nuestra voluntad.
Basar nuestras decisiones éticas en los valores
personales es problemático. Por ejemplo, ¿las
cosas son buenas porque nos gustan o nos
gustan porque son buenas? El filósofo alemán
Friedrich Nietzche nos diría que algo es bueno
porque nos gusta. Según Nietzche, el hombre
mismo es el punto de referencia universal y
absoluto para toda su vida. “Dios está muerto”,
declaró, creyendo que esta liberación de las
demandas de cualquier realidad metafísica era
una oportunidad para desarrollar su propio
sistema de ética basado en su propio
conocimiento.
Hoy, el mundo sigue construyendo un sistema
ético basado en la tolerancia y la iluminación fuera
de Dios. Los hombres han intentado muchas
formas de enseñar esta nueva forma de moralidad
sin Dios. Hace una década, escuchamos
constantemente la expresión “aclaración de
valores”. Fue un esfuerzo nacional para permitir
que los niños fijaran sus propias normas de
comportamiento. Resultó ser un desastre, ya que
justificaba prácticamente cualquier tipo de
comportamiento. Tal vez los educadores ya no
usen la expresión “aclaración de valores”
livianamente, como lo hicieron alguna vez, pero
muchos todavía intentan enseñar un sistema de
ética basado en los propios valores del hombre.
Estos son valores que están arraigados en el
concepto de bienes deseables, es decir, lo que
decidimos que es importante para nosotros.
El uso de la palabra “valores” puede tener un
contenido objetivo, pero debemos evaluar la
fuente de ese “contenido objetivo”, lo cual nos
lleva de vuelta a la pregunta pendiente: ¿es
posible tener una verdadera moralidad sin una
creencia en Dios?
En este ensayo voy a tratar esta cuestión
presentando los argumentos comunes contra la
necesidad de Dios, y luego contestaré esos
argumentos.
4. ¿Qué es una ética sin Dios?
Desde el tiempo de los griegos, muchos filósofos
han intentado demostrar que es posible tener una
moralidad universal sin Dios. Se han presentado
muchos argumentos en apoyo de esta posición y,
en teoría, podrían tener razón, según lo que uno
quiere decir con la palabra universal. Ellos dirían
que todo lo que hace falta es un consenso de lo
que se considera comportamiento correcto e
incorrecto. Su posición, con la que discrepo, dice
algo así:
Primero: Si Dios es necesario para la moralidad,
entonces todo lo que Dios considere moral es
moral.Por lo tanto, ¿para qué alabar a Dios por lo
que ha hecho si Él podría haber hecho lo contrario
con la misma probabilidad,y esto hubiera sido tan
moral como lo anterior? Si lo que Dios dice vale,
entonces si Dios decretara que el adulterio es
permisible,sería permisible.Si las cosas no son ni
correctas ni incorrectas independientemente de la
voluntad de Dios, entonces Dios no puede
escoger una cosa por sobre otra porque sea
correcta. Por lo tanto, si Él escoge una cosa por
sobre otra, su elección debe ser arbitraria.Pero un
ser cuyas decisiones son arbitrarias no es digno
de adoración.
Segundo:Si la bondad es un atributo que define a
Dios, entonces Dios no puede ser usado para
definir la bondad.Si lo hacemos,somos culpables
de razonamiento circular. Es decir, si usamos la
bondad para definir a Dios, no podemos usar
también a Dios para definir la bondad.
Tercero: Si uno no cree en Dios, si le dicen que
uno debe hacer lo que Dios ordena no le ayudará
a resolver ningún dilema moral.
Algunos filósofos,por lo tanto, llegan a la siguiente
conclusión: la idea de que una ley moral requiere
de un legislador divino es insostenible. (1)
¿Cuál debería ser nuestra respuesta como
cristianos? Deberíamos señalar a las personas
que están de acuerdo con la posición anterior su
falta de comprensión, tanto de Dios como de la
naturaleza del hombre.
Dios es el creador y el sustentador de todas las
cosas. Ni siquiera seríamos conscientes de
nosotros mismos,y mucho menos de lo correcto y
lo incorrecto, si Dios no nos hubiera creado a su
imagen y, por lo tanto, con la capacidad de hacer
distinciones morales.Lo cierto es que no tenemos
ningún punto de referencia para toda esta
discusión acerca de la moralidad fuera de lo que
Dios revela. Que nosotros discutamos con la
fuente de la moralidad equivale a que la arcilla
discuta con el alfarero.
Hay filósofos que dicen que el hecho que Dios
defina lo que está bien y lo que está mal es
arbitrario. Dios no es arbitrario; Él es la fuente de
toda vida y, por lo tanto, la fuente de toda verdad.
No tenemos ninguna base para entender siquiera
el concepto de ser arbitrario si no es por referencia
a un Dios que no cambia. Lo que sería un
razonamiento circular o arbitrario en discusiones
acerca de nosotros se aclara perfectamente al
llevar el dilema cerca del punto focal universal y
absoluto para toda la creación: Dios mismo.
El segundo problema con estos argumentos es
que no reconocen la naturaleza del hombre. Si el
hombre no hubiera caído, es decir, si no estuviera
contaminado por el pecado, tendríamos un
potencial ilimitado para crear un código universal a
partir de nosotros. Pero somos personas caídas,
cada uno de nosotros y, por lo tanto, incapaces de
saber lo que es bueno (Romanos 3:23). Hasta
somos incapaces de llevar a cabo lo que sabemos
que es bueno (Romanos 7:18-21).
Así que la cuestión de lo correcto y lo incorrecto
tiene mucho que ver con el origen de nuestra
creencia,y no sólo la sustancia de ella.No importa
cuán sinceramente crea que tengo razón acerca
de alguna decisión moral, la verdadera prueba
está en el origen de esa creencia. Y Dios es el
único origen universal y absoluto de toda
moralidad.
La ética de la creencia
Estamos discutiendo argumentos para remover a
Dios de los sistemas éticos de moralidad. Muchos
están tratando de formular una plataforma ética
que está desprovista de toda necesidad de Dios.
Hemos considerado previamente un enfoque
basado en la idea de que la necesidad de un
legislador divino es arbitraria e insostenible.
Otro argumento,también basado en el naturalismo
científico, sostiene que es inmoral tener una
creencia para la que uno no tiene ninguna
evidencia. El problema es que los que sostienen
esta teoría son naturalistas y, por lo tanto, limitan
automáticamente toda evidencia a lo que es
naturalista, es decir, lo que puede ser probado
científicamente.Para tales personas,poner alguna
confianza en lo metafísico es una necedad.
Para estos naturalistas,todos los seres humanos
nacemos con un sentido moral que se convierte
en un hábito de virtud al practicar la camaradería y
trabajar en nuestras luchas comunes. Es
simplemente el resultado de un instinto social que
nace dentro de nosotros.
Este es un enfoque muy evolucionista del
conocimiento y la ética, que considera que los
enfoques teístas son hipótesis fuera de moda. El
discurso científico es visto como una alternativa a
la fe. (2)
Como cristianos, reconocemos que el hombre es
más que simplemente algo material; tenemos
mucho más en nosotros que el cuerpo físico.
Vemos esto en nuestra capacidad de tomar
distancia mentalmente y evaluar nuestras vidas,
5. nuestra capacidad de distinguir el bien del mal, y
nuestra conciencia de nosotros mismos y nuestra
personalidad, que nos hacen únicos con relación
al resto de la creación de Dios.
Gracias a nuestra perspectiva cristiana, nos
interesan no solo las evidencias físicas de las
realidades de la vida sino también las evidencias
metafísicas. Por ejemplo, tenemos este libro que
se llama la Sagrada Biblia. Obviamente, es de
naturaleza física, porque podemos sostenerlo,
sentirlo y leerlo. Pero, ¿hay evidencia válida de
que este libro contiene un mensaje de Dios? Sí;
de hecho,hay incontables otros libros escritos que
afirman que hay, en las páginas de la Biblia, un
mensaje metafísico del Creador del universo. El
testimonio histórico de las edades nos da una
confirmación que nos satisface de que este libro
es la comunicación misma de Dios para nosotros.
¿Podemos comprobarlo con experimentos
científicos? No. Pero hemos experimentado
incontables testimonios y evidencias de que este
libro es más que solo físico en su naturaleza.
Como cristianos, no debemos permitir que el
reduccionismo de este tiempo elimine lo
metafísico en el diálogo ético. Debemos usar la
verdad de la Palabra de Dios atrevidamente. No
hace falta que defendamos la Biblia, porque ella
se defiende sola.Solo necesitamos usarla y vivirla
para demostrar la realidad de Dios en nuestras
vidas y demostrar el poder de nuestras vidas
cambiadas.
Cuando al hombre se le permite verse solo como
un animal, controlado por instintos innatos o
adquiridos, se convierte en una persona centrada
en sí y en el poder. Todo se convierte en una
cuestión de poder para ser lo que quiere ser,y nos
quedan dos opciones: o buscamos crear nuestra
propia realidad y propósito en la vida, como lo
haría un existencialista, o caemos en la
desesperanza del posmodernista, que dice que
nada hace ninguna diferencia, y en realidad no
importa lo que hagamos.
A continuación, veremos lo que puede ocurrir si
permitimos que el mundo nos diga que no somos
nada más que carne viva, completamente solos en
este universo físico.
De una rajadura en un dique a una inundación
en el valle
Intelectuales como Nietzche, Spinoza y Tillich, y
muchos otros que los han seguido, han intentado
crear una sociedad sin Dios, una sociedad libre
para crear su propio sistema ético, sin las
limitaciones de los mandatos dados por Dios.
¿Qué podemos esperar si estos líderes logran que
gane terreno su modelo para un sistema de ética
que no necesita de Dios?
Un ejemplo interesante podría ser la historia de la
profesión médica en Alemania durante el régimen
nazi. Se supone que esta profesión es protectora
de la vida humana.El Juramento Hipocrático, que
data de los egipcios,fija las normas más elevadas
de confianza para quienes se dedican a esta
profesión honorable.
¿Cómo llegó a convertirse la profesión médica de
Alemania en nada más que un instrumento de
muerte en manos de los nazis? Primero, la
perspectiva que uno tiene de la naturaleza del
hombre tuvo que cambiar de la de un ser espiritual
a la de un ser puramente físico, sin ningún valor
más allá del que la sociedad le asigna a un
individuo. A través de años de atacar la moral
tradicional y las verdades bíblicas, el pueblo
alemán comenzó a ver a la humanidad por los
ojos de filósofos alemanes como Nietzche y
Heidegger. Estos hombres veían a la humanidad
estrictamente como carne y sangre, solo
diferentes de los animales en su progresión, y no
en su naturaleza básica. (3)
Una vez que la población alemana en general y la
profesión médica en particular aceptaron una
forma de vida colectivista-autoritaria, estaba todo
listo para usar la profesión médica para lograr los
propósitos del Tercer Reich.
El holocausto nazi comenzó con un
desplazamiento sutil de actitud que juzgaba el
valor de las personas basándose en su relación
costo/beneficio para el estado. Primero, comenzó
con la esterilización y la eutanasia de las personas
con severas enfermedades psiquiátricas. Pronto
todos los que tenían enfermedades crónicas
estaban siendo exterminados. No pasó mucho
tiempo antes que todos los pacientes que habían
estado enfermos por cinco o más años o eran
incapaces médicamente de trabajar y con pocas
probabilidades de recuperarse fueran
transportados a centros de exterminio. Lo que
comenzó como “muertes piadosas” en raros casos
de enfermedad mental extrema pronto se amplió a
una exterminación en masa en una escala sin
precedentes. En poco tiempo, todos los que no
podían trabajar y fueron evaluados médicamente
como incapaces de ser rehabilitados fueron
muertos. (4)
La profesión médica alemana entonces comenzó
a usar partes del cuerpo humano para
investigación médica, y esto llevó a los
espantosos “experimentos humanos terminales”,
en los que personas vivas eran usadas en
experimentos médicos. (5)
6. Todo comenzó con la idea de que los seres
humanos pertenecen a la sociedad y al estado.
Según este punto de vista, si alguien es una carga
para la sociedad y el estado, es lógico concluir
que su vida no vale la pena ser vivida. A partir de
la primera decisión de dar muerte a pacientes
mentales gravosos,una cadena de sucesos siguió
que finalmente llevó a la muerte de la mayoría de
los judíos de Europa, junto con millones de otros
“indeseables”.
Si no creemos que fuimos creados por Dios, sino
simplemente animales altamente evolucionados, y
si creemos que solo debemos rendir cuentas a la
sociedad, entonces no tiene límite la depravación
a la que podemos llegar en nuestra búsqueda de
justificar nuestras acciones. La corrosión de la
moral comienza en proporciones microscópicas,
pero si no es controlada por una norma externa a
nosotros seguirá hasta que la corrosión haga
desaparecer el fundamento mismo de nuestras
vidas, y nos encontramos hundiéndonos en un
mar de relativismo.
Cómo reparar la brecha ética
En este ensayo hemos estado hablando del
peligro de tratar de establecer un sistema ético
fuera de la necesidad de Dios.
Hace poco, me llamó la atención una editorial
del Dallas Morning News, escrito por Al Casey,
que llevaba por título: “Nuestro fundamento ético
necesita ser reparado”. (6) Al enfatizar la
necesidad de tener normas éticas elevadas, el Sr.
Casey citaba al famoso misionero médico, el Dr.
Albert Schweitzer: “La ética es la preocupación por
el buen comportamiento . . . una obligación de
considerar no solo nuestro bienestar personal sino
también el de los demás y el de la sociedad
humana como un todo”. (7)
Esto es muy cierto, pero hay una norma aún más
alta que lo que podríamos considerar el bien de la
sociedad humana. Y solo Dios puede fijar esa
norma. Anteriormente, mencionamos algunas
atrocidades increíbles que fueron cometidas por la
profesión médica alemana “por el bien de la
sociedad”.
Hay un viejo dicho que dice: “El camino al infierno
está empedrado con buenas intenciones”. Los
seres humanos, librados a su propio arbitrio,
solemos comenzar con buenas intenciones pero,
de alguna forma, sin una guía superior y
corazones obedientes, perdemos el camino.
Al Caseyse acercó muchísimo a la verdad cuando
citó al profesor Alexander Tytler, de la Universidad
de Edinburgh:
De la esclavitud a la fe espiritual.
De la fe espiritual a la gran valentía.
De la valentía a la libertad.
De la libertad a la abundancia.
De la abundancia al egoísmo.
Del egoísmo a la complacencia.
De la complacencia a la apatía.
De la apatía a la dependencia.
De la dependencia nuevamente a la esclavitud.(8)
Un consenso de normas éticas sin la supervisión
de Dios se erosionará con el tiempo. El poder
comienza a tomar control en la determinación de
nuestras acciones. Miren a nuestro gobierno hoy.
Está controlado,en su mayor parte, por grupos de
intereses especiales que pugnan por lograr
influencia. A diario recibo en el correo pedidos de
fondos para ayudar a que algún grupo influya en
nuestro gobierno.¿Qué pasó con la idea de enviar
a hombres y mujeres honrados a Washington y
confiar en que harán lo correcto sin que
financiemos a diferentes organizaciones que
buscan influir sobre nuestros líderes para que
hagan lo que ellas quieren?
El Sr. Casey lo expresó correctamente: “En forma
alarmante, Estados Unidos se ha vuelto
complaciente, una nación habitada por personas
preocupadas sólo por sus propio bienestar”. (9)
Pero no necesitamos solamente un código de
ética, por más importante que sea; tenemos que
volver a poner a Dios en nuestras vidas.
Necesitamos someternos a su liderazgo en
nuestras vidas, reconocer que sólo el Dios que
nos creó sabe lo que nos conviene y sólo Dios
puede revelarnos las normas éticas que en última
instancia nos pueden dar la paz que buscamos tan
desesperadamente.
¿Cómo lo logramos? Comienza con su libro, la
Sagrada Biblia. Dios ha detallado algunos
principios bastante claros sobre cómo tratar a los
demás.¿Amamos a los demás como nos amamos
a nosotros mismos? Eso no es tan fácil cuando
todos los que nos rodean viven la ética relativista
del poder. La verdadera fuerza del cristianismo
nunca ha sido el uso de juegos de poder para
conquistar al mundo. Desde las Cruzadas de la
Edad Media a la mayoría moral de la última
década, los esfuerzos de los políticos por usar el
poder político o económico para promover el reino
de Dios han sido cuestionables,si no desastrosos.
El verdadero poder de la cristiandad siempre ha
sido el testimonio de cristianos que viven su fe en
un mundo obsesionado por la autoexaltación –
¡cristianos que viven la Palabra de Dios y
mantienen una integridad ética y moral!