Una institución educativa dotó sus aulas con pizarras digitales y mesas interactivas, pero los profesores no las estaban aprovechando. La institución abrió un curso en línea para enseñar su uso, pero la deserción fue alta porque los profesores estaban demasiado ocupados. Se sugiere que los profesores aprovechen mejor estas herramientas para hacer el aprendizaje más dinámico y poner a los estudiantes a la vanguardia de la tecnología.