2. Los implantes dentales ha existido por mucho tiempo mas de lo
que parece. Hace más de mil años los Maya usaron fragmentos
de conchas y los convertían en forma de dientes y luego los
implantaban en el hueso para remplazar los dientes
perdidos. Si volvemos sesenta años atrás en la década de los
1950 podemos ver los inicios de la tecnología de los implantes
dentales como los conocemos hoy. Muchos profesores,
médicos y dentistas estaban experimentando con titanio para
usos diferentes. La fuerza del titanio es de mayor proporción en
comparación a cualquier metal y es resistente a la corrosión.
3. El procedimiento quirúrgico en la colocación de implantes se realiza
mediante una sencilla intervención que generalmente se realiza bajo
anestesia local. La colocación de implantes es un procedimiento totalmente
indoloro y relativamente cómodo para el paciente. Una vez tenemos los
implantes colocados, el postoperatorio se limita a una ligera inflamación y a
leves molestias controlables mediante medicación. Esto permite al paciente
realizar el mismo día su actividad normal.
4. Las regiones posteriores del maxilar superior presentan la dificultad de la
escasez de hueso para la colocación de implantes incluso en casos de
extracciones recientes por la presencia de los senos maxilares.
Este problema se halla actualmente resuelto mediante una técnica
denominada elevación de seno maxilar o “sinus-lift”. Este procedimiento se
realiza con anestesia local, y consiste en separar una membrana que
existe dentro del seno maxilar y colocar un injerto de hueso consistente en
un hueso artificial. El post-operatorio sigue siendo indoloro, pero se
acompaña de un ligero hinchazón que dura 2 ó 3 días.