María es el modelo de encuentro con Dios a través de su fe y obediencia. Su experiencia interior con Dios nos enseña cómo podemos conocerlo mejor y ofrecer nuestras vidas. El "Sí" de María al ángel Gabriel es ejemplo de santificación a través de la obediencia a Dios. Ella ora constantemente ante cada acontecimiento y se ofrece completamente al servicio del Señor.