Este documento describe los tres componentes del Reino de Dios: 1) arrepentimiento por causa del Reino, 2) nacer de nuevo, y 3) ser trasladado al Reino del Hijo. Explica que el arrepentimiento conlleva someterse a Dios, y que al nacer de nuevo se vive por la misericordia, resurrección y herencia de Dios. Al ser trasladados al Reino de Dios, debemos guardar Su palabra y dejarnos quebrantar para que Cristo se exprese a través de nosotros.