La recepcionista de un hotel les advirtió a unos amigos que se iban que el hotel estaba encantado por el Doctor Muerte y sus víctimas, los hermanos Daniel, Sergio e Izan Fernández. A pesar de las advertencias, un grupo de amigos se alojó en la habitación 3 y desapareció. Los amigos restantes investigaron y fueron atacados por los espíritus de los hermanos Fernández. Aunque lograron matarlos, el Doctor Muerte continuó vivo en el hotel.