O documento mostra que a representação de grandes empresas, Congresso dos EUA e poder executivo diminuiu de 1966 a 2011, enquanto a representação do Tribunal Supremo permaneceu relativamente estável. Ele também menciona Pete Rose em 1999 e o Manifesto Cluetrain.
Marcha no contra el gobierno, sino contra la empresa. Esta imagen resume muy bien cómo es vista la empresa privada ahora. Veremos que esta percepción se repite a nivel mundial, lo cual representa un reto para los empresarios y para los comunicadores que trabajan en esas empresas.
La mayoría de líderes y directivos pertenecen a otra época y, por tanto, han crecido en otros períodos y piensan distinto. También es distinto lo que las personas esperan de las empresas frente a lo que esperaban hace 50 años.
La evaluación pública de las empresas es cada vez más intensa y hay desencanto generalizado como consecuencia de los desorbitados salarios, prácticas empresariales cuestionables, retiradas de producto hasta condenas y cárcel de empresarios.
Esto no es nuevo, en Estados Unidos, por ejemplo, en la década de 1860, la construcción de la red transcontinental de ferrocarriles y la necesidad de acero generaron un marco de trabajo problemático para los trabajadores de la industria metalúrgica, como para los constructores del ferrocarril.
Se puede decir que desde la revolución industrial ha surgido dos visiones sobre el mundo del trabajo y de la empresa, dos visiones cuya influencia vivimos hasta el día de hoy de manera más o menos solapadas.
Lo que produjo la RI fue la llegada de la industria mecanizada que transformó la producción masiva en fábricas. Con esto se bajaron los precios de los productos, pero también se endurecieron las condiciones laborales de los trabajadores.
En EEUU las grandes empresas norteamericanas, Rockefeller, etc, tenían fama de ser corruptos hombres de negocios, que velaban más por su propio interés que por el bien de todos los ciudadanos. Había un recelo hacia esos primeros negocios corporativos modernos junto con un sentimiento de envidia a su riqueza patrimonial, anhelado por todos.
Muchos años han pasado desde entonces, con períodos de prosperidad y confianza hasta la última crisis económica.
Nuestro país ha pasado por casi lo mismo, siendo la última etapa de una gran estabilidad económica a la vez de un gran desorden como producto de ese crecimiento.
La palabra clave y la pregunta que tenemos que hacernos ahora es si la gente confía en las instituciones y si la gente confía en las empresas, para poder entender cuál debería ser nuestra labor como comunicadores y muy probablemente representantes de las mismas.
En Perú solo el 20% de encuestados de Lima Metropolitana confía en instituciones como Confiep.
Esto se nota hasta en el cine con películas como El lobo de Wall Street o The Big Short
Junto a ello ha habido fenómenos como el de la globalización. En un informe de la ONU de 2002 se afirmaba que 29 de las 100 economías más potentes del mundo no eran países, sino multinacionales.
Empresarios como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg se han convertido en referentes culturales. Sin ir muy lejos aquí en el Perú hay un empresario que es referente: Gastón Acurio.
Junto a este cambio, se vive un mayor interés en la responsabilidad social en las organizaciones, una preocupación por servir al cliente y el poder de internet en la reputación de las empresas.
Conforme crece internet, también crecen voces contrarias a las empresas, que tienen un impacto global. Además esto ha ocasionado de que es difícil para las empresas evitar que cualquier noticia, positiva o negativa, en torno a ellas se haga virtualmente presente en cada rincón del planeta.
Grandes empresas. Áreas extractivas, de servicios, telecomunicaciones.
Un gran universo de mypes y pymes. La función de comunicación es asumida, cuando la asume, el dueño. Visión optimista y pesimista.
Darse cuenta de que el entorno está en continua evolución. Salir del corto plazo y tratar de ver a la empresa en sus diversos planos. No tener esa percepción puede tener consecuencias muy negativas.
Protesta de alumnos, abrir plantas a evaluadores externos e independientes y cambiar una serie de prácticas.
Monsanto y los cultivos transgénicos. Ante manifestaciones que llamaban a sus productos Frankencomida, terminó afectándolos y tuvieron que reaccionar sin dejar de producir transgénicos.
Nuevo compromiso Monsanto: Transparencia, diálogo, respeto, deseo de compartir y generación de beneficios.
Enseñar a los consumidores y agricultores a entender el papel de la biotecnología en la producción de alimentos.
Ejemplo, Nissan Leaf, Chevy Bolt. Esfuerzo de automotrices por dejar de depender de los combustibles fósiles.
No solo eso, sino que ahora en la era de internet hay que reaccionar casi inmediatamente.
Tienda de ropa que publicó en su FB los últimos modelos de un traje para mujeres. Un comentario salió diciendo que eran demasiado flacas y que nadie entraría en esos vestidos.
La reacción fue inmediata y la tienda publicó los mismos trajes pero con sus propias empleadas, que eran de todas las tallas. Reacción que le impide una posible crisis que se hubiera creado en cuestión de segundos.
Muchas veces se tiende a prescindir a la gente de comunicación en la toma de decisiones importantes por parte de los grandes directivos. Esto es un error, porque se les termina encargando acciones separadas de la estrategia.
“Queremos un video” “Queremos una app” ¿Es la mejor acción para ello? ¿Cuál es la estrategia?
En las empresas exitosas se tiene al responsable de comunicación dependiendo directamente de la cabeza de la empresa. Así el profesional de la comunicación puede acceder a la estrategia de la empresa directamente y toda la comunicación de la empresa estará bien orientada.
Los equipos de comunicación de una empresa desempeñan un papel fundamental en la definición de la identidad, visión y misión corporativa –la piedra angular de la estrategia general de la empresa– y en la comunicación interna y externa de esa identidad única y diferenciadora.
Esto no solo mantiene a los empleados alineados con la estrategia global de la empresa, sino que puede servir de fuente de estabilidad para los consumidores y otros grupos de interés.