Queridas semillas de La Jardinera,
Abrir bien grande el corazón, sois semillas y daís frutos cada vez que compartís La Enseñanza.
¡Alegría!
Grupo de La Jardinera
1. La Montaña, 30 de agosto de 2014.
Mis queridas semillas,
Viviendo en la Montaña, vi pasar un cazador, iba a acompañado de
su perro, el mejor, había tenido muchos premios como el mejor perro de
toda la comarca, cazador, fiel, incansable, todos los querían, su amo se lo
llevó una vez más y vieron un jabalí enooorme y le dijo: “¡Corre Tomy, ves
a buscar el jabalí!” y Tomy fue corriendo, pero Tomy solamente pudo
morderle la oreja, estaba tan viejito, tan viejito el pobre perro, que no tuvo
fuerza ni de tener al jabalí, ni de poderlo matar, se le escapó y lo dejo ir.
Cuando vino el cazador le dijo: “¡¿Cómo es posible?! Tú que eres el
primero, el mejor cazador, has sido siempre invencible, ¿por qué no has
retenido esa pieza, por qué has dejado escapar el jabalí? Ese era el más
grande el más bonito ¡lo quería!”.
Entonces el perro se sentó y mirando hacia la montaña le dijo:
“Amo, siéntate un momento, tengo que
hablarte”, el amo sorprendido
comprendió y se sentó y le dijo: “Mi
amado amo ¿Por qué me hablas así, te
has dado cuenta que el tiempo ha
pasado para mí, que ahora soy un
anciano y un viejo, que mis dientes ya
no los tengo completos, que mis fuerzas se han escapado? Tenemos la
misma edad, hace ya más de 15 años que estamos juntos ¿sabes correr
como antes, es tan ligera la escopeta para ti? Mi querido amo te invito a
que recuerdes todas las piezas que te he hecho ganar, todas las cazas y
cacerías que te han dado una copa y el primer premio, cuánta carne has
comido, a cuánta gente has alimentado, cuántos perros te he educado y te
he amaestrado, cuántas veces te he protegido de jabalíes que te han
querido atacar, hasta los osos que venían, cuántos años noche y día he
guardado tu casa, que no se acercaran lobos, ni zorros, ni otros peligros,
te he dado siempre lo mejor de mi vida y sobretodo mi fidelidad y mi
lealtad, tienes que aceptar que ahora ya se me fueron las fuerzas y lo que
te puedo ofrecer es un paseo contigo como dos amigos, como dos
compañeros que han vivido lado a lado, que se han respetado que se han
2. cuidado, pero que se han amado mucho. Mi querido amo, no te has dado
cuenta, pero siempre te he cuidado y te he mirado y te he esperado, cada
vez que te ibas a comprar o que te ibas de viaje con tu familia o solo, he
estado fiel, a veces venías a verme, otras veces te olvidabas. Mi querido
amo sabes que daré mi vida por ti y que nadie podrá comprarme porque
nunca te abandonaré, si ahora son las fuerzas que me abandonan, será que
el tiempo ha dejado huella en mí, pero mírate tú también mi amo amado,
toma tiempo, siéntate en un sillón, contempla las estrellas y ve jugar a tus
nietos y mira de nuevo el valle, cómo la nueva generación de ciervos está
creciendo, yo no tuve tiempo de verlas, porque mi trabajo era cazarlas,
ahora disfruto de ello y es una maravilla. Mi amo disfruta igual que los
árboles, igual que las frutas, igual que las flores, nacen, empiezan con
una gran fuerza, aroma y gusto, están en su esplendor y en su belleza y
después caen del árbol, se les va el gusto y a las flores se les cae el pétalo.
Mi amo bien amado, en todos ellos queda siempre la semilla para
volver a nacer, ése será nuestro recuerdo y ese será nuestro eterno amor.
Mis semillas vamos a recordar éstas palabras de este perro tan
saaabio y tan hermoso.
Con todo mi amor,
La Jardinera