Propuesta de Formación Situada Centrada en la Escuela
Documento marco horizonte pastoral
1. Documento Marco (Horizonte pastoral)
En memoria del Papa Juan Pablo II.
Trabajo dedicado al reconocimiento de su persona y ministerio y en agradecimiento por
conducir a la Iglesia hacia el Tercer milenio.
Algunas aclaraciones previas.
Documento Marco:
“Horizonte pastoral de la Jaec acerca de la identidad de las Escuelas
Parroquiales y Diocesanas de la Arquidiócesis de Córdoba en los contextos de la
cultura actual”.
1- Este Documento Marco sobre el “Horizonte pastoral de Jaec acerca de la identidad de las
escuelas diocesanas y parroquiales de la Arquidiócesis de Córdoba en los contextos de la
cultura actual” es un referente normativo que a diferencia de un “Ideario” general y común para
todas las escuelas diocesanas y parroquiales donde se explicitan lo axiológico, las nociones
conceptuales globales (las cuales aquí ya se dan por supuestas de acuerdo a las referencias
bibliográficas referidas) y lo valorativo, se intenta en cambio marcar aquí un rumbo a seguir en
el perfil de las instituciones educativas católicas pertenecientes a la Arquidiócesis como fruto de
un discernimiento de procesos que se van haciendo y en los cuales se va descubriendo el paso
del Espíritu en consonancia con la Iglesia diocesana.
2- Este Documento Marco es diferente de un Ideario ya que éste se pretende que tenga una
estructura interna acorde a su especificidad como documento perteneciente a una institución
educativa, con el consiguiente ordenamiento de los temas que le competen. Los documentos
institucionales expresan de modo sistemático la identidad propia de las escuelas. Por lo que se
erigen como continuos referentes y criterios institucionales que guían la tarea de gestión
escolar.
Entre estos documentos existe una secuencia particular que los ordena, y que es preciso tener
en cuenta al momento de ubicar el lugar que ocupa el Ideario en la dinámica institucional de la
escuela. En el gráfico puede verse claramente que el Ideario es el que sostiene y fundamenta
la propuesta educativa de la Institución y el desarrollo curricular de la misma.
De modo específico, el Ideario se encuentra constituido por el modelo antropológico que
caracteriza a la Institución. Allí se señalan y describen los elementos que configuran a la
persona humana como destinatario de la tarea educativa, a la vez que queda expresado el
ideal de hombre que como un marco de referencia sirve de orientación a esa tarea.
De acuerdo a esto, podemos afirmar que el Ideario debiera contener y articular las definiciones
antropológicas fundamentales (definición de persona humana, en su integralidad; el perfil del
educador; el perfil del educando, etc.) y, en coherencia con éstas, pues se desprenden
originariamente de la idea de hombre, las concepciones respecto de la educación, la cultura, la
escuela católica y la comunidad educativa.
En el gráfico se encuentran ordenados los documentos institucionales según la secuencia que
va desde lo más fundamental y originario de la Institución hasta los aspectos operativos que
rigen la vida cotidiana de las escuelas.
Así se pasa del Ideario como modelo antropológico, al Proyecto Educativo Institucional como
marco pedagógico de acción de la Institución, al Proyecto Curricular Institucional que
estructura, sistematiza y guía el desarrollo curricular, al marco normativo del Régimen de
Convivencia, del Manual de Roles y Funciones y el Manual de Procedimiento.
El Proyecto Pastoral no debería estar ubicado como un “documento” institucional más, a la par
del P.E.I. y del P.C.I. En la escuela católica el P.E.I., y por consiguiente el P.C.I., constituyen el
Proyecto Pastoral Institucional.
2. Por estas razones, el Documento Marco supone lo que de suyo cada escuela diocesana y
parroquial tiene en sus propios idearios y no intenta formular uno que sea general: De allí que
en este Documento Marco no hay “declaración de principios”, ni nociones fundamentales
básicas en estos temas sino que se intenta fundamentar y describir la fuerza de una opción
pastoral.
3- Como es un Documento Marco de carácter normativo para la opción pastoral a seguir en las
escuelas diocesanas y parroquiales el lenguaje es el propio del ámbito educativo y del pastoral
y no siempre resulta tan sencillo para quienes no están habituados específicamente a estas
áreas, por lo cual se entiende que en cada comunidad educativa se necesitará de la
explicitación y aclaración que convenga en cada circunstancia. Además el concepto de
“escuela diocesana y parroquial” es una noción análoga y no unívoca. No hay una sola e
idéntica manera de ser escuela. Hay una cultura institucional propia que agrega notas
característica en cada caso y, por lo tanto, las líneas generales de este marco referencial
deberán adaptarse a las particularidades pertinentes de cada comunidad en singular.
4- Este Documento Marco deberá ser trabajado de diversas maneras en las comunidades
educativas (talleres; jornadas de estudio y reflexión; revisión del Ideario y del PEI;
celebraciones y actividades pastorales; etc.) ya que a su luz podrán las comunidades
preguntarse acerca del discernimiento de su propia identidad institucional y su respuesta en el
presente.
JAEC.
Córdoba, Jueves 7 de Abril de 2005.
Documento Marco:
“Horizonte pastoral de la Jaec acerca de la identidad de las Escuelas
Parroquiales y Diocesanas de la Arquidiócesis de Córdoba en los contextos de la
cultura actual”.
...“A las instancias educativas católicas, desde una serena y humilde autocrítica, les pido un
compromiso de fidelidad con la propia identidad. En una cultura de cambios, atentos al Espíritu
y abiertos a su gracia, tenemos que preguntarnos nuevamente quiénes somos, para qué
estamos y qué tenemos que hacer. Animo a las escuelas para que, con creatividad, sean
capaces de emprender caminos nuevos, que prioricen el bien común”... “Educar en la
esperanza de un tiempo nuevo”.Carta Pastoral del Arzobispo de Córdoba Mons. Carlos J.
Ñañez. 07.12.04.
1- Naturaleza y fines:
Las escuelas parroquiales y diocesanas en cuanto escuelas católicas de la Arquidiócesis de
Córdoba se definen por la explícita opción de una pedagogía cristocéntrica en la transmisión de
la fe y de las ciencias cuyo fin es integrar armónicamente la opción por el Evangelio desde el
proceso de la madurez humana, insertos en la Iglesia para el diálogo con el mundo en la
construcción de la sociedad actual, con sus diversas problemáticas, recreando la cultura
emergente desde los signos del Reino.
Para este fin, el “Proyecto Educativo Institucional” (PEI) -como marco pedagógico de acción y
referente permanente de las decisiones y actuaciones institucionales- aspirará a integrar
armónicamente:
• las notas de la identidad institucional como características propias;
• el “Proyecto Curricular” (PCI) que estructura, sistematiza y guía el desarrollo curricular;
• conjuntamente con todo lo normativo expresado a través del reglamento institucional, el
régimen de convivencia, el manual de roles y funciones y el manual de procedimiento;
• anexando, por último, todos los proyectos específicos que lleve a cabo la institución.
3. Todo esto coherentemente transversalizado por una opción pastoral que otorgue cohesión a
toda la identidad institucional como escuela en clave pastoral de nueva evangelización.
Conviene recordar siempre que en una escuela católica, el “Proyecto Educativo Institucional” y,
por consiguiente, el “Proyecto Curricular Institucional”, constituyen -de hecho- el “Proyecto
Pastoral Institucional” (PPI) ya que la tarea de educar es siempre evangelizadora y la tarea de
evangelizar implica siempre un proceso educativo. La síntesis entre educar y evangelizar (lo
académico y lo pastoral) conforman un mismo proceso en la realidad aunque formalmente se
distingan y el “Proyecto Pastoral Institucional” pueda tener ulteriores especificaciones y
explicitación.
2- Pertenencia a la Arquidiócesis:
Las escuelas diocesanas y parroquiales mantendrán una natural y cordial relación de
pertenencia con la Arquidiócesis de Córdoba en un vínculo de vida dinamizado por la referencia
a las “zonas pastorales”de comunión, comunicación y participación en la que se diseña el
“mapa pastoral” de la Arquidiócesis y realizando -junto a todas las diversas comunidades- el
camino diocesano con sus lineamientos, desde el horizonte pastoral trazado y bajo las
directivas propias de nuestro Obispo.
3- Comunidad pastoral:
Las escuelas diocesanas y parroquiales se autodescubren como comunidades pastorales en
permanente estado de misión evangelizadora, hacia fuera y hacia adentro, en un proceso
catequístico al cual invitan a todos sus miembros y en donde cada uno, desde su rol y función,
se sabe un agente y un destinatario pastoral como bautizado que es.
En esta comunidad pastoral tienen especial encargo de misión los pastores (párrocos y
vicarios, capellanes, asesores espirituales, directores espirituales) conjuntamente, aunque de
diversa manera, los responsables de la gestión educativa (representantes legales, directivos,
vicedirectivos y todos aquellos miembros integrados a los órganos de conducción y
discernimiento institucional), los responsables del equipo o departamento de la fe (o como se
llame en la institución); los responsables del Departamento de formación religiosa, el cual es
distinto del anterior según el estatuto [1] ; a la vez los responsables académicos (profesores –
especialmente los de catequesis, formación ética y ciudadana, ciencias sagradas- junto a los
docentes de todas las otras disciplinas); y también los diversos empleados de la comunidad
(administrativos, preceptores, maestranza y otros) conjuntamente con los propios alumnos y
sus familias y también los exalumnos si pudieran ser integrados.
En síntesis, toda la comunidad educativa es comunidad pastoral ya que la pastoral involucra el
accionar íntegro de la escuela dinamizado en la clave de las relaciones y los valores del
Evangelio.
4- Relación de las escuelas con la Jaec:
Las escuelas diocesanas y parroquiales también expresan su pertenencia a la Arquidiócesis de
una manera particular en su vinculación con la Junta Arquidiocesana de Educación Católica
(JAEC) la cual, como Organismo Oficial, no puede ni debe estar ausente en el discernimiento
de las problemáticas propias y más trascendentes de la vida de cada una de las instituciones
siempre en la comunicación y en la participación de los procesos respetando la autonomía de
las gestiones. A la vez las comunidades educativas no deben aislarse individualistamente, ni
prescindir deliberadamente de la presencia y del servicio de la Jaec.
5- Propuesta pedagógico-pastoral:
Las escuelas diocesanas y parroquiales hoy se sienten urgidas en la cultura de la diversidad
por lograr una más adecuada transmisión de la genuina visión cristiana desde las nuevas
preguntas y búsquedas que plantea el hombre y el mundo en los signos del presente,
intentando la compleja síntesis entre fe, vida, ciencia y cultura [2] . A la proposición cristiana se
4. le debe sumar –como parte inherente- la proposición atractiva de los valores humanos
perennes. Particularmente en tiempos de escepticismos, indiferencia religiosa, neopaganismos,
secularismos y sincretismos religiosos, es preciso recrear un diseño pastoral renovado de
camino para la iniciación de la fe cristiana, invitando a todos los integrantes de la comunidad a
realizarlo según sea la mayor o menor adhesión a la fe que tengan al estilo de vida que nace
del Evangelio.
Es preciso superar algunas configuraciones culturales en el modo que nuestra opción de fe ha
tenido en la sociedad y que no corresponden a su esencia. La opción personal y comunitaria
por Cristo no se identifica con
ningún dato cultural naturalizado e histórico de alguna época determinada, tampoco de la
presente. El Evangelio debe inculturarse pero a la vez trasciende toda cultura. A menudo esta
necesidad pastoral de
inculturación se la ha confundido con la elaboración de una especie de paradigma de cultura
cristiana “paralela”, “trasplantada” sin más a la sociedad, transmitida de una generación a otra
como un bloque cerrado y acabado. De este modo, la riqueza de la multiplicidad de las culturas
y las particularidades personales se pierden. Además se corre el serio peligro de creer que el
seguimiento de Cristo se puede identificar meramente en un elemento cultural más.
Desde este punto, lo que caracteriza y da sentido a la Escuela Católica es su referencia a la
centralidad de Jesucristo [3] en la transmisión de la cultura, la cual resultará también
significativa para nosotros como ámbito de
madurez humana y camino de santidad. En esto la educación juega un papel fundamental, en
tanto que es un proceso de construcción y de transformación de la cultura, dado que realiza
una transmisión orgánica, crítica, valorativa, histórica y dinámica de toda la cultura.
Esta transmisión tiene su lugar privilegiado en la escuela como institución que cumple la
función de mediación entre el educando, la comunidad y el depósito cultural de su pueblo [4] .
En la escuela la cultura es transmitida y al mismo tiempo resignificada por las nuevas
generaciones, permitiendo así la construcción de la tradición cultural viva de la identidad de un
pueblo.
Este cometido fundamental de la escuela católica sólo se puede ver a la luz del fin de la
educación que consiste en humanizar y personalizar al hombre, orientándolo hacia su fin último
trascendente [5] . Esta búsqueda el hombre la realiza en la historia produciendo en concreto
cultura y generando la identidad de los diversos pueblos. La conformación de una nación tiene
que ver con su modo de vivir la educación.
6- Identidad:
Las escuelas diocesanas y parroquiales se harán eco -en lo que les compete- de la búsqueda
espiritual y pastoral que toda la Iglesia ha iniciado en el tercer milenio [6] . Las comunidades
educativas estarán empeñadas en renovar, resignificar y refundar su identidad pedagógico-
pastoral siendo fieles a las genuinas raíces históricas fundacionales de ayer –el origen histórico
como escuelas de servicio para la misión- poniendo empeño en el discernimiento de los signos
de los tiempos en el presente para la evangelización de la cultura actual y a la proyección
educativa del futuro en los desafíos de los nuevos horizontes. Es preciso descubrir en este
“ayer,
hoy y mañana” del caminar institucional que la identidad es algo dado, también es algo
adquirido y, además, algo construido y por construir, comunitaria y constantemente, con nuevos
y valiosos enriquecimientos.
7- Algunas notas o características del perfil de la escuela hoy:
Las escuelas diocesanas y parroquiales en estos nuevos contextos y considerando la
naturaleza de las mismas [8] , entre otras notas de su perfil, deberán aspirar -dentro de sus
mejores posibilidades- a ser:
5. • contenedoras, integradoras, inclusoras, no expulsoras ni abandónicas;
• en rica interrelación con los múltiples sectores del medio y sus demandas, siempre
atenta, receptiva y operativa ante ellas, atendiendo su viabilidad desde la propia
naturaleza institucional; procurando tener un ejercicio maduro de apertura, tolerancia,
reconocimiento y respeto para la convivencia social en los diversos entornos;
asumiendo y valorando las diferencias en diálogo con la pluralidad de las culturas;
• acompañando de manera particular a aquellos alumnos que presentan problemáticas
puntuales, tanto en lo personal como en lo familiar, y aquellos que requieren de una
mayor atención por ser alumnos con necesidades educativas especiales y específicas,
aunque sean puntuales y pasajeras;
• potenciando la calidad educativa y la eficiencia pedagógica conjuntamente con la
construcción comunitaria de los vínculos;
• capacitando para la renovación ética de la sociedad y la madura participación cívica;
• testimoniales comunitariamente en una clave pastoral desde la búsqueda de una
gestión institucionalmente evangélica; trabajando en equipo en la conformación de
nuevos modos de asumir los roles y funciones; recreando los procesos del itinerario de
la fe para cada uno de sus integrantes en sus diversas opciones desde un camino
comunitario y catequístico; con una gestión pastoral liderada por nuevos roles y
avalada con la acreditación académica correspondiente;
• con una continua preocupación y solicitud por las múltiples formas de nuevas
pobrezas, marginalidades y exclusiones que genera nuestra sociedad, haciendo
opciones solidarias y no discriminatorias, en búsqueda de una justicia social más
ecuánime empezando hacia el interno de nuestras propias instituciones; en actitud de
una mayor transparencia, coherencia y credibilidad; en una capacidad ecuménica de
aceptación a los hermanos con otras confesiones religiosas reconocidas y sumándolos,
en la medida de las posibilidades, al proceso pastoral; con una diagramación curricular
que exprese transversalmente la pastoral, sus opciones y sus valores.
8- El sacerdote y su inserción pastoral en la comunidad educativa:
Las escuelas diocesanas y parroquiales tienen la conducción pastoral ya sea de los capellanes
o de los párrocos y/o vicarios parroquiales respectivamente, los cuales integrados a la
comunidad educativa y al equipo de gestión institucional (representantes legales y directivos)
acompañan en el discernimiento, en la ejecución y
en la evaluación de los procesos comunitarios y sus decisiones, cada uno desde su rol y su
función específicos [9] .
Los párrocos/vicarios parroquiales y capellanes tendrán un perfil eminentemente pastoral en la
comunidad educativa, también el sacerdote, en cuanto pastor, deberá aspirar a la unidad
eficiente y activa de la comunidad
educativa con la comunidad parroquial. Además siguen vigentes todas las funciones asignadas
con anterioridad a este Documento Marco y contenidas en la normativa ya existente [10] .
Ciertamente cada escuela diocesana y
parroquial, fiel a su historia y a las circunstancias del ayer y del hoy que la condicionan,
discernirá lo propio y particular, tanto en sus potencialidades como en sus carencias, sabiendo
ver las generalizaciones y las excepciones que a cada situación compete, ya que las
instituciones no pueden ni deben ser iguales, descubriendo así las características singulares de
la espiritualidad que hacen a la fisonomía de cada comunidad.
9- Clima y proceso institucional:
Las escuelas diocesanas y parroquiales aspirarán a descubrirse como una comunidad
educativa y pastoral integrada por todos –representantes legales, directivos, párrocos y
capellanes, docentes, alumnos, padres de familia, todos los empleados de la institución y
exalumnos- en donde la cohesión, la pertenencia, el compromiso, la participación responsable
y los vínculos fraternos y profesionales sean cuidados y acrecentados, tratando de pasar de
etapas fundacionales más domésticas a etapas organizativas más maduras e
institucionalizadas, sin perder el espíritu y la calidez de los comienzos, tratando además -desde
6. el mandato de la
misión eclesial propia- el discernimiento de las nuevas demandas socio-culturales que puedan
ser asumidas por la escuela desde su rol.
10- El equilibrio educativo entre lo comunitario y lo institucional.
Las escuelas diocesanas y parroquiales estarán prontas a discernir que tanto lo comunitario
(los vínculos interpersonales) como lo institucional (la política institucional hacia fuera; la
gestión hacia dentro; lo organizativo según roles y funciones) son dos aspectos necesarios y
complementarios de un mismo cuerpo educativo y pastoral, priorizando siempre a la escuela
como un ámbito estratégico de formación, solidaridad y compromiso social y cristiano cuya
finalidad es la transmisión y la recreación académica de la cultura desde la síntesis cristiana y
la comunicación sapiencial del testimonio evangélico para los hombres y mujeres de hoy.
11- Los egresados:
Las escuelas parroquiales y diocesanas procurarán favorecer que aquellos alumnos que
egresen sean personas íntegras, cuya opción por la fe se mantenga responsable y auténtica en
un compromiso adulto con la construcción de la sociedad desde el trabajo o la profesión que
desempeñen, con una identidad argentina y latinoamericana cada vez mas consolidada, siendo
hombres y mujeres libres que encuentren toda la plenitud vocacional de sus aspiraciones.
La escuela acompañará estos procesos durante y –en la medida de sus posibilidades- después
de la contención de sus alumnos por el paso de la institución, tratando en algunos casos de
revertir y sanar aquellas imágenes y heridas que han quedado condicionando negativamente la
experiencia de la fe y la imagen de Dios y de su Iglesia, producidas por la falta de testimonio de
sus miembros, tanto en lo personal como en lo institucional. La Escuela Católica tiene que ser
nuevamente para todos los creyentes y para toda la sociedad un motivo legítimo para renovar
la esperanza.
12- El Evangelio como propuesta de fe y pedagógica para todos en la comunidad
educativa:
Las escuelas diocesanas y parroquiales como comunidades educativas de vida invitarán a
todos –docentes; personal de la institución; alumnos y familias- al proceso de maduración en la
fe, optando por el Evangelio y su
estilo de vida, descubriendo que el seguimiento discipular del cristiano, tanto en lo personal
como en lo comunitario, es la gracia de una adhesión viva a la Persona del Señor y no a
valores abstractos que desde una
ética de imperativos extrínsecos impulsan a alcanzar arduamente la perfección sino que
ahondando en la mejor posibilidad de ser, cada persona se empeñará en descubrir, desde el
Espíritu, todo el caudal de riqueza que Dios le confía en administración para sí misma y para
los demás.
Las opciones humanas siempre son contextuadas circunstancialmente; por lo tanto,
discerniendo cada opción –según se esté más o menos cerca de la propuesta del Evangelio- la
comunidad invitará y acompañará el crecimiento y la conversión de cada uno, sabiendo que en
este peregrinar estamos todos como quienes continuamos el camino –más allá de los alcances
y de las fallas- y no como quienes ya han llegado, según las palabras del Apóstol Pablo: …“No
es que lo tenga ya todo conseguido sino que continúo mi carrera para alcanzarlo,
habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Yo no creo haberlo alcanzado
todavía pero una cosa hago, olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por
delante, corriendo hacia la meta para recibir aquello a lo que Dios me llama desde lo alto
en Cristo Jesús. Por eso, desde el punto al que hemos llegado, sigamos adelante”…
(Filipenses 3,12-16).
7. La Escuela católica hoy -por su condición de itinerancia en la fe- no se concibe como un “punto
de llegada” homogéneo y uniforme para todos iguales sino como un “punto de partida” desde el
cual cada uno es fraternalmente alentado, contenido y sostenido por los demás, procurando
pascualmente seguir comprometiéndose con la fe y testimonialmente educar en ella.
JAEC.
Córdoba, Pascua de 2005.
Referencias bibliográficas de Documentos eclesiales en materia educativa que se han
tenido en cuenta para la elaboración de este Documento Marco.
1- Documentos de la Iglesia Universal.
• GE: Gravissimum Educationis. Declaración del Concilio Vaticano II. Roma. 1965.
• EC: La Escuela Católica. Sagrada Congregación para la Educación Católica. Roma.
19.03.1977.
• LCTFE: El laico católico testigo de la fe en la escuela. Sagrada Congregación para la
Educación Católica. Roma. 15.10.1982.
• CDC: Código de Derecho Canónico. Roma. 25.01.1983. Cánones 793-821.
• DREEC: Dimensión religiosa de la educación en la escuela católica. Orientaciones para
la reflexión y la revisión. Sagrada Congregación para la Educación Católica. Roma.
07.04.1988.
• ECUTM: La escuela católica en el umbral del tercer milenio. Congregación para la
Educación Católica. 28.12.1997. NIM: Novo Millennio Ineunte. Carta Apostólica. Juan
Pablo II. 06.01.1999
• PCME: Las personas consagradas y su misión en la escuela. Sagrada Congregación
para la Educación Católica. 28.10.2002.
• IEA: Iglesia en América. Exhortación Apostólica de Juan Pablo II. 22.01.1999. N° 18;
71.
2- Documentos de la Iglesia en Latinoamérica.
En estos Documentos hay que tener especialmente en cuenta los números dedicados
exclusivamente Educación ya que también tocan otras problemáticas.
• DM: Documento de Medellín. II Conferencia General del Episcopado latinoamericano.
30.11.1968.
• DP: Documento de Puebla. III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.
28.01.1979. N° 1012-1050.
• SD: Documento de Santo Domingo. IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano. 22.11.1992. N° 263-278.
3- Documentos de la Iglesia en Argentina.
En estos Documentos hay que tener especialmente en cuenta los números dedicados
exclusivamente Educación ya que también tocan otras problemáticas.
• ICN: Iglesia y Comunidad Nacional. CEA. 1981.
• EPV: Educación y Proyecto de vida. Equipo Episcopal de Educación Católica.
24.07.1985.
• ECC: El Evangelio ante a la crisis de la civilización. Comisión de Fe y Cultura de la
CEA. 23.05.1986
• LPNE: Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización. CEA. 04. 06. 1990.
• JSH: Jesucristo Señor de la historia. CEA. 13.05.2000
• NMA: Navega mar adentro. CEA. 31.05.2003.
4- Normativa y Documentos de nuestra Iglesia Particular en materia educativa.
8. • Estatuto del Departamento de Formación religiosa. “La dimensión religiosa define el
proyecto de vida”. Obispos de la Provincia de Córdoba. 13.03.95.
• Normativa de Monseñor Primatesta del 03. 06.1997.
• Directivas Pastorales para la relación del Párroco con las escuelas parroquiales.
04.08.1997.
• Estatuto del Representante Legal. JAEC .30.09.1998
• Estatuto de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica. JAEC. 24.07.2000.
• Algunas puntualizaciones sobre la escuela y el rol del sacerdote y el Departamento de
Pastoral o de Catequesis. JAEC. 20.05.03.
• II Carta Pastoral de Monseñor Ñañez. “Nacer a un tiempo nuevo”. 01.12.04.
• Subisidios Pastorales del año 2003 y 2004.
[1] Departamento de Formación religiosa. “La dimensión religiosa define el proyecto de vida”.
Obispos de la provincia de Córdoba. 13.03.95.
[2] … “El mundo de la educación es un campo privilegiado para promover la inculturación del
Evangelio”… Iglesia en América, 71. Exhortación Apostólica de Juan Pablo II. 22.01.1999.
[3] La Escuela Católica, 33-34.
[4] Educación y Proyecto de vida, 24.
[5] Documento de Puebla, 1024.
[6] a)…“Una adecuada y exacta autoconciencia sólo podrá ser lograda si la Iglesia integra en la
visión de sí misma todos los momentos constitutivos de su propio ser histórico -origen,
actuación y comprensión cabal de los problemas del presente- para proyectarse
realísticamente hacia el futuro, síntesis que le permita reformular, en el marco de su propia
identidad, el proyecto pastoral de la evangelización nueva”… Líneas Pastorales para la Nueva
Evangelización, 8. CEA. 04. 06. 1990.
b)…“Conocer y discernir los arduos y complejos desafíos a que nos enfrenta el momento actual
y la cultura adveniente”. Íbidem, 11.
c)…”Hay que discernir los grandes desafíos del mundo de hoy”… Navega Mar Adentro, 19.
CEA. 31.05.2003.
d) …“Mirar desde la fe, la compleja realidad del mundo que nos toca vivir para discernir los
signos de los tiempos como reclamos de evangelización”… Íbidem, 20.
[7] a) …“La escuela católica está llamada a una renovación valiente. Es necesario que también
hoy la escuela católica deba definirse a sí misma de manera eficaz, convincente y
actualizada”…La Escuela Católica en el umbral del Tercer Milenio, 3. Congregación para la
Educación Católica. 28.12.1997.
b) …“La complejidad del mundo contemporáneo nos convence de la necesidad de insistir en la
conciencia de la identidad eclesial de la escuela católica que conserva su importancia
trascendental también en los momentos actuales”… Íbidem, 11; 21.
[8] Cf. Art. 1 y Art. 6 de este Documento.
[9] Cf. Estatuto del Representante Legal. Art. 10. Córdoba. 30.09.98.
[10] Cf. “Directivas pastorales para la relación del Párroco con las escuelas parroquiales”. Card.
Raúl Francisco Primatesta. 04.08.97; “Algunas consideraciones para tener en cuenta en la
inserción del sacerdote y su rol en la escuela”. 07.09.04. Subsidio dado en la reunión de la Jaec
con sacerdotes de escuelas diocesanas y parroquiales.