1. TEMA 7. LA DICTADURA DEL GENERAL MIGUEL PRIMO DE RIVERA. (1923-1930)
GUIÓN
1. Causas de la llegada de la Dictadura:
a) El contexto internacional: la crisis de las democracias europeas.
b) La crisis de la Restauración: los problemas del reinado de Alfonso XIII.
- El problema político.
- El problema social.
- El problema militar.
- El problema nacionalista.
- El problema religioso.
2. El golpe de Estado del 13 Septiembre de 1923 y Primo de Rivera.
3. El Directorio Militar (1923-1925).
4. El Directorio Civil (1925-1930).
5. La caída de la dictadura. (1929-1930)
Principales historiadores: Shlomo Ben Ami , Mª Teresa González, Javier Tussell y
Leandro Alvárez Rey ( Sevilla durante la dictadura).
1. CAUSAS DE LA LLEGADA DE LA DICTADURA.
a) El contexto internacional: la crisis de las democracias.
Terminada la Primera Guerra Mundial (1918), las democracias liberales entraron en un período de
profunda crisis. Para algunos tenían la culpa de la guerra o de no haberla sabido evitar; y para otros, el
parlamentarismo se perdía en discusiones inútiles y los partidos políticos liberales sólo se preocupaban por
sus intereses particulares y no por los intereses de la nación. Por contra, se pensaba que el Estado eficaz era
el que tenía un gobierno fuerte, sostenido en un solo partido. El Estado democrático se vio atacado por dos
frentes contrapuestos. Uno era el socialismo, fortalecido desde el triunfo de la Revolución rusa en 1917, que
defendía un Estado fuerte regido por la “dictadura del proletariado”, es decir, del partido comunista. El otro
era el fascismo, defensor del Estado autoritario, apoyado por las clases medias ante el miedo a la revolución
socialista y al empobrecimiento por la crisis económica provocada por el sistema capitalista. Los fascismos
cayeron, además, en un exagerado nacionalismo. Aunque sólo triunfó en Italia (Mussolini 1922) y en la
Alemania nazi (Hitler 1933), el fascismo se extendió por casi toda Europa, inspirando dictaduras que
adoptaron modelos parecidos: Primo de Rivera en España, Salazar en Portugal, Dollfus en Austria, etc.
b) La crisis de la Restauración: los problemas del reinado de Alfonso XIII.
a) EL PROBLEMA POLÍTICO.
La necesidad de dar autenticidad al sistema político (regeneracionismo) de la Restauración, revitalizando
los partidos de turno (Liberal y Conservador) y logrando la participación política de las clases medias. Tarea
que resultará imposible por la desintegración de los partidos del turno (muertes de Cánovas, Sagasta,
Silvela y fracaso de los intentos regeneracionistas de A.Maura – conservador 1909 – y J.Canalejas – liberal
1912) y por el activo papel político desempeñado por el Rey – se implicó en los cambios de gobierno y se
dejó aconsejar por los generales más conservadores. No se logró la integración en el sistema de la
Restauración de las nuevas fuerzas políticas en ascenso: el PSOE, que obtuvo en 1910 su primer diputado
(Pablo Iglesias); los nacionalistas catalanes, con éxitos electores a partir de 1901 con F. Cambó y el
republicanismo con los radicales de A. Lerroux (1908) y los reformistas de Melquíades Álvarez (1912)
2. b) EL PROBLEMA SOCIAL.
La España oficial (partidos del turno) le había dado la espalda a la España real (clases populares); no
había resuelto el problema de la miseria de los jornaleros y de los proletarios. Hubo algunas leyes, desde el
Gobierno, que intentaron tímidas reformas laborales; pero era demasiado tarde, la mayoría del movimiento
obrero se inclinaba por las huelgas y por la revolución social. A partir de 1917 con el aumento de la
inflación y el estancamiento de los salarios, el sindicalismo se vuelve violento (agitaciones campesinas
andaluzas, enfrentamientos entre pistoleros anarquistas y de la patronal de empresarios en Barcelona con
dura represión del gobernador civil Martínez Anido – la “ley de fugas”-; asesinato del líder anarquista
Salvador Seguí y del presidente del Gobierno Eduardo Dato (1921). Los sindicatos de clase crecieron
espectacularmente: UGT con 200.000 afiliados y CNT con 500.000. El PSOE sufrió una escisión, la
creación, por parte de una minoría, del Partido Comunista de España (PCE) en 1921, con motivo de la III
Internacional de Lenin en Moscú, con el ideal de preparar una revolución obrera en España al estilo
soviético.
c) EL PROBLEMA MILITAR.
El ejército necesitaba una reforma urgente (excesivo número de oficiales, escasez de material militar,
ascenso rápido de los militares “africanistas”, sistema de alistamiento por quintas...) Las críticas por el
Desastre del 98 y por las derrotas en la Guerra de Marruecos (1907-1925) harán que muchos oficiales
defiendan posturas conservadoras y reivindiquen una vuelta al protagonismo político perdido (Juntas de
Defensa 1917). El “desastre de Annual” en la Guerra de Marruecos (Julio 1921) acelerará la llegada de la
Dictadura de Primo de Rivera,ya que el informe Picasso sobre responsabilidades del desastre no se publicará
d) EL PROBLEMA NACIONALISTA.
El éxito de los partidos nacionalistas catalanes (Lliga Regionalista de F.Cambó) y vasco (PNV de Sabino
Arana) hará que reivindiquen posiciones autonomistas y choquen con la postura centralista de los gobiernos
de Madrid y de la oposición de los militares que los consideran separatistas.
e) EL PROBLEMA RELIGIOSO. Algunos sectores progresistas (partido liberal, republicanos,
socialistas) consideraban excesivo el dominio de la Iglesia sobre la educación (20.000 profesores religiosos)
y reclamaron que se recortara su poder y su influencia social; esto provocó un choque entre posturas
clericales (católicos defensores del papel de la Iglesia en la sociedad) y laicas (defensores de la separación
entre el Estado y la Iglesia). Una parte del movimiento obrero (anarquistas y comunistas) destacó por sus
desórdenes anticlericales: quema de conventos e iglesias en 1909 en Barcelona.
2. EL GOLPE DE ESTADO Y MIGUEL PRIMO DE RIVERA.
Ante la lamentable situación del país –problema militar, social y político del reinado de Alfonso XIII- y la
falta de soluciones por parte del Gobierno liberal, el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera
publicó un manifiesto en Barcelona (13 Septiembre 1923) pidiendo un directorio militar (“Para salvación
de la Patria…”). Este manifiesto fue apoyado por la mayoría de los capitanes generales y Alfonso XIII, de
veraneo en S. Sebastián, aceptó el golpe de Estado y le nombró presidente del gobierno (15 Septiembre).
Este acto del rey, de aceptar la dictadura, significaba el fin del canovismo (de la Constitución de 1876, de los
partidos de turno y de las Cortes) y unía la suerte de la monarquía a la dictadura.
Miguel Primo de Rivera era de Jerez y procedía de una familia de tradición militar. Ascendió en el Ejército
por su valor demostrado en la guerra de Cuba, Filipinas y Marruecos. En 1922 fue destituido de la capitanía
militar de Madrid por declararse partidario de abandonar la guerra de Marruecos. Con 52 años, siendo
capitán general de Cataluña, dio el golpe de Estado contra el gobierno. Era un hombre simpático, bondadoso
abierto, pero con una falta de preparación cultural y política. Tuvo tres hijos: Miguel, José Antonio
(fundador del primer partido fascista español – Falange- y fusilado durante la guerra civil) y Pilar (fundadora
de la Sección Femenina durante la Dictadura de Franco)
3. EL DIRECTORIO MILITAR. (1923-1925)
Tras el golpe de Estado, Primo de Rivera formó un gobierno de militares: el directorio militar formado por
9 generales que recibían el nombre de vocales (no ministros). Su primer acto fue suprimir todas las
instituciones del canovismo, excepto la monarquía, y declarar el estado de excepción, supresión de todas
las libertades y derechos, en todo el país. Los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores
militares y extendió el Somatén catalán, milicia burguesa, por toda España. El directorio militar representaba
un sistema político donde el Ejército jugaba un papel importante.
3. En general, el pueblo no recibió mal la dictadura de Primo de Rivera ya que estaba cansado de los
problemas de la Restauración; sólo los anarquistas intentaron hacerle frente pero fueron duramente
perseguidos y encarcelados. La U.G.T. (sindicato socialista), controlado por Largo Caballero, se prestó a
colaborar con el Dictador a cambio de mejoras laborales. A esto contribuyó la promesa del dictador de ser un
poder temporal para acabar con el caciquismo, la farsa electoral, el desorden público y la guerra de
Marruecos. Se presentaba, en el manifiesto golpista, como un regeneracionista (Primo de Rivera era el
“cirujano de hierro” de J. Costa que extirparía el cáncer o los males que padecía España). En esa línea,
durante su primer año en el poder, persiguió a los caciques locales e intentó acabar con ellos mediante la ley
de Ayuntamientos de Calvo Sotelo y sustituyendo a los gobernadores civiles por militares.
El problema social fue abordado por Primo de Rivera como un problema de orden público.Martínez Anido
, nombrado jefe de la guardia civil, persiguió a los grupos extremistas (anarquistas y comunistas) acabando
con los atentados terroristas y “el pistolerismo”. La paz social llevó a Largo Caballero (UGT) a colaborar en
los comités paritarios (empresarios y UGT) creados por el directorio.
El problema de Marruecos fue abordado con decisión por el dictador y el general Sanjurjo. Se buscó un
acuerdo de colaboración con Francia que empezaba a tener problemas, en su zona, con las tribus rifeñas.
La estrategia militar española consistía en retirarse de las posiciones poco seguras (los generales Franco y
Queipo de Llano la cuestionaron) para más tarde contraatacar con un desembarco en la bahía de Alhucemas
(1925) para romper por la mitad, atacando por la retaguardia, las líneas del líder rifeño Abd-el-Krim que
terminó rindiéndose a los franceses en 1926. Participaron 200.000 soldados españoles y 300.000 franceses.
El problema político, representado por la falta de libertades y democracia en la dictadura, sólo preocupó a
una débil oposición representada por los intelectuales y estudiantes de la Universidad, algunos militares
republicanos y los viejos políticos canovistas (Sánchez Guerra, García Prieto, Santiago Alba). Los
intelectuales fueron censurados (Azorín, Ortega y Gasset) o encarcelados (Unamuno) y los estudiantes
perdieron sus clases con el cierre de la Universidad.
El problema del nacionalismo fue solucionado de raíz, ya que Primo de Rivera prohibió la Mancomunidad
Catalana y el uso oficial del catalán. Esto provocó que el catalanismo se volviera más radical – la Lliga de
Cambó perdió fuerza y fue sustituida por Estat Catalá de F.Maciá (un catalanismo republicano y separatista)
4. EL DIRECTORIO CIVIL. (1925-1930)
En diciembre de 1925, Primo de Rivera decidió sustituir el directorio militar por un directorio civil
formado por políticos de la Unión Patriótica (UP) – Calvo Sotelo, E.Aunós, E.Callejo, Yanguas- y el
militar Martínez Anido como ministro de Gobernación. La dictadura estaba en su momento de auge – existía
paz social y la guerra había terminado- pero en lugar de finalizar su poder temporal, el dictador intentó
consolidarse en el poder e institucionalizar el régimen. La UP fue creada por el dictador (abril 1924) como
un partido regeneracionista, católico, monárquico y conservador para conseguir el apoyo popular. Su
programa era bastante impreciso y contradictorio, Primo lo definía como “un partido político apolítico que
ejerce una acción político-administrativa”. No fue un partido único fascista, pero si personalista. El dictador
siempre se declaró admirador de Mussolini - el hombre que había acabado con la anarquía y la corrupción en
Italia-. Nunca llegó a tener muchos afiliados – se editaban sólo 15.000 boletines-.
La creación del directorio civil provocó que la oposición actuara de una forma más enérgica. Se organizó un
golpe de Estado en junio 1926 (la sanjuanada) en la que participarían antiguos políticos liberales
(Romanones, Melquiades Álvarez,..), viejos militares (generales Aguilera y Weyler), intelectuales de la
“Alianza republicana” (Blasco Ibañez, Giral, A. Machado, Ortega y Gasset, G. Marañón) y el apoyo del
sindicato de estudiantes (F.U.E.). Fue descubierto, abortado y los implicados sólo multados. Además el
dictador tuvo un desencuentro con el cuerpo de artillería, ya que promovió los ascensos por méritos, algo
contrario a los ascensos por antigüedad que siempre habían defendido. El rey intentó mediar pero al final el
dictador suprimió el cuerpo y la oficialidad artillera se inclinó por el republicanismo.
La dictadura tuvo éxito en sus realizaciones económicas ya que coincidió con años de prosperidad
económica internacional (los felices años 20). Su política económica se basó en un intervencionismo estatal
caracterizado por un aumento del gasto público, precedente del keynesianismo, podría ser definida por un
nacionalismo regeneracionista. Se trataba de combatir la crisis económica con una estructura corporativa
de carácter consultivo; con un proteccionismo de la industria nacional (aumento de la producción de hulla,
cemento, electricidad, químicas y siderometalúrgicas); con la creación del Monopolio de Petróleos
(CAMPSA) a pesar de la presión de las petroleras de EEUU (Shell y Standar Oil) y de Teléfonos
(Compañía Telefónica Nacional) aunque con mayoría de capital de ITT (EEUU).
4. Para reactivar la economía se mejoraron las comunicaciones. El ministro de obras públicas (conde de
Guadalhorce) construyó 7.000 Km de carreteras. Destacaremos también la política hidráulica llevada por
el ingeniero aragonés Lorenzo Pardo, seguidor de J. Costa, que creó las Confederaciones Hidrográficas
destinadas al aprovechamiento integral de los ríos para aumentar los regadíos.
Para financiar el gasto público, el ministro de Hacienda, J. Calvo Sotelo, intentó una reforma fiscal
mediante un impuesto sobre la renta que disgustó a las clases conservadoras y perseguir la corrupción
fiscal. Pero los ingresos sólo pasaron de 2.600 millones a 3.700 millones. Para maquillar el déficit del
presupuesto, calculado en 5500 millones, se recurrió a incluir los gastos en obras públicas en un presupuesto
extraordinario.
En cuanto a la política social, el dictador nunca pretendió un cambio radical de la sociedad. Prometió a los
obreros una intervención paternal ante sus problemas. Lo más destacado fue la organización corporativa
del ministro Aunós (noviembre 1926) que pretendía crear un sistema corporativo basado en la doctrina
social de la Iglesia y el fascismo. Se trataba de crear comités paritarios entre obreros y patronos presididos
por una persona nombrada por el Gobierno. Las clases altas criticaron que los comités obreros estaban
dominados por los socialistas (UGT). La organización corporativa fue, en buena medida, la responsable de la
paz social durante la dictadura. Los principales beneficios que obtuvieron los obreros en la Dictadura fueron
una estabilidad en los empleos y una extensión de la seguridad social (ayuda a las familias numerosas -1926-
y seguro de maternidad -1929-); pero no mejoraron las condiciones de trabajo mediante la negociación. El
nuevo Código Penal (1928) no prohibió las huelgas, pero las limitó a las estrictamente económicas.
El programa político. Pero el gran fracaso de Primo de Rivera estuvo en el intento de convertir la dictadura
en un sistema político constitucional y legal. Intentó crear un sistema aparentemente parlamentario mediante
la constitución de una Asamblea Nacional consultiva, no elegida, sino nombrada por el Gobierno y formada
por 375 diputados conservadores y católicos, cuyo cometido sería preparar el camino hacia la legalidad. La
Asamblea comenzó su actividad en febrero de 1928. Sus trabajos se desarrollaban en secciones y la más
destacada era la de Leyes Constituyentes que elaboró un anteproyecto de Constitución autoritaria.
5. LA CAÍDA DE LA DICTADURA. (1929-1930)
A mediados de 1928 el régimen comenzó su decadencia. Varios factores influyeron: la enfermedad del
dictador (diabetes); el fracaso de la Asamblea Nacional; el papel creciente de la oposición y el aumento de
las conspiraciones armadas contra el régimen. En 1929 se actuó todo con la aparición de la crisis económica:
la peseta se devaluó; el déficit comercial y público aumentó con las Exposiciones Internacionales de Sevilla
(construcción del Parque Mª Luisa) y Barcelona; el ministro de Hacienda, Calvo Sotelo, dimitió al no
sentirse respaldado; muchos negocios cerraron; las huelgas aumentaron; los socialistas dejaron de colaborar
y se inclinaron por el republicanismo; los anarquistas crearon la FAI (Federación Anarquista Ibérica en
1927) partidaria de la insurrección; las Universidades se cerraron y fue detenido el líder del sindicato de
estudiantes Sbert que encontró el apoyo de los intelectuales (Azorín escribió contra la represión en la
Universidad y Ortega y Gasset dimitió de su cátedra).
Miguel Primo de Rivera, enfermo y cansado por la situación, decidió consultar con los generales si le
apoyaban y estos dieron una contestación que no le convenció – sí le apoyaban mientras tuviera el apoyo del
rey- . El 30 enero presentó su dimisión al rey Alfonso XIII y éste la aceptó. Se marchó al exilio de París
donde murió 2 meses después de diabetes.
Aunque Alfonso XIII intentará reconducir la situación y volver al sistema de la Restauración ya era
demasiado tarde; los gobiernos del general Dámaso Berenguer (1930) y el almirante Aznar (1931) no
lograrán su propósito. La caída de la dictadura de Primo de Rivera provocará la caída de la monarquía el 14
abril de 1931 y el nacimiento de la II República española.