Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
Oxigenoterapia
1. ..INSTITUTO DE FORMACION Y CAPACITACION CRUZ ROJA ARGENTINA
FILIAL CORRIENTES I-30 e IT-11
DOCENTE : Lic. González Jorge Antonio
MATERIA : Práctica Profesional II
Tema: Oxigenoterapia
Definición:
Se define como oxigenoterapia el uso terapéutico del oxígeno siendo parte
fundamental de la terapia respiratoria.
Debe prescribirse fundamentado en una razón válida y administrarse en forma correcta y
segura como cualquier otra droga.
Objetivo :
Aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos utilizando al máximo la capacidad de
transporte de la sangre arterial.
El aporte ventila torio se complemente con una concentración normal de hemoglobina
y una conservación del gasto cardíaco y del flujo sanguíneo histico.
Indicaciones
La oxigenoterapia está indicada siempre que exista una deficiencia en el aporte de oxígeno
a los tejidos. La hipoxia celular puede deberse a:
1. Disminución de la cantidad de oxígeno o de la presión parcial del oxígeno en el gas
inspirado
2. Disminución de la ventilación alveolar
3. Alteración de la relación ventilación/perfusión
4. Alteración de la transferencia gaseosa
5. Aumento del shunt intra pulmonar
6. Descenso del gasto cardíaco
7. Shock
8. Hipovolemia
9. Disminición de la hemoglobina o alteración química de la molécula
En pacientes con hipercapnia crónica existe el riesgo de presentar depresión bentilatorio
si reciben la oxigenoterapia a concentraciones altas de oxígeno; por lo tanto, está indicado
en ellos la administración de oxígeno a dosis bajas (no mayores de 30%).
Toxicidad
ENFERMERIA PROFESIONAL 2015
2. Esta se observa en individuos que reciben oxígeno en altas concentraciones (mayores del
60% por más de 24 horas, a las cuales se llega sólo en ventilación mecánica con el paciente
intubado) siendo sus principales manifestaciones las siguientes:
1. Depresión de la ventilación alveolar
2. Atelectasias de reabsorción
3. Edema pulmonar
4. Fibrosis pulmonar
5. Fibroplasia retrolenticular (en niños prematuros)
6. Disminución de la concentración de hemoglobina
Administración
Para administrar convenientemente el oxígeno es necesario conocer la concentración del
gas y utilizar un sistema adecuado de aplicación.
La FIO2 es la concentración calculable de oxígeno en el aire inspirado. Por ejemplo, si el
volumen corriente de un paciente es de 500 ml y está compuesto por 250 ml de oxígeno, la
FIO2 es del 50%.
SISTEMAS DE ADMINISTRACIÓN
Existen dos sistemas para la administración de O2: el de alto y bajo flujo.
El sistema de alto flujo es aquel en el cual el flujo total de gas que suministra el equipo es
suficiente para proporcionar la totalidad del gas inspirado, es decir, que el paciente
solamente respira el gas suministrado por el sistema. La mayoría de los sistemas de alto
flujo utilizan el mecanismo Venturi, con base en el principio de Bernoculli, para succionar
aire del medio ambiente y mezclarlo con el flujo de oxígeno. Este mecanismo ofrece altos
flujos de gas con una FIO2 fijo. Existen dos grandes ventajas con la utilización de este
sistema:
1. Se puede proporcionar una FIO2 constante y definida
2. Al suplir todo el gas inspirado se puede controlar: temperatura, humedad y
concentración de oxígeno
El sistema de bajo flujo no porporciona la totalidad del gas inspirado y parte del volumen
inspirado debe ser tomado del medio ambiente. Este método se utiliza cuando el volumen
corriente del paciente está por encima de las ¾ partes del valor normal, si la frecuencia
respiratoria es menor de 25 por minuto y si el patrón ventilatorio es estable. En los
pacientes en que no se cumplan estas especificaciones, se deben utilizar sistemas de alto
flujo.
La cánula o catéter nasofaríngeo es el método más sencillo y cómodo para la
administración de oxígeno a baja concentración en pacientes que no revisten mucha
gravedad.
Por lo general no se aconseja la utilización de la cánula o catéter nasofaríngeo cuando son
necesarios flujos superiores a 6 litros por minuto, debido a que el flujo rápido de oxígeno
ocasiona la resecación e irritación de las fosas nasales y porque aportes superiores no
aumentan la concentración del oxígeno inspirado .
Otro método de administración de oxígeno es la máscara simple, usualmente de plástico
que posee unos orificios laterales que permiten la entrada libre de aire ambiente. Estas
máscaras se utilizan para administrar concentraciones medianas. No deben utilizarse con
flujos menores de 5 litros por minuto porque al no garantizarse la salida del aire exhalado
puede haber reinhalación de CO2.
3. Fracción Inspirada de Oxigeno con dispositivos de bajo y alto flujo
Sistemas de Bajo Flujo
DISPOSITIVO Flujo en L/min FiO2 (%)
Cánula Nasal 1 24
2 28
3 32
4 36
5 40
Mascara de Oxigeno Simple 5-6 40
6-7 50
7-8 60
Mascara de Reinhalación
Parcial
6 60
7 70
8 80
9 90
10 99
Mascara de no Reinhalación 4-10 60-100
Sistemas de Alto Flujo
Máscara de Venturi (Verificar el
flujo en L/min. Según el
fabricante)
3 24
6 28
9 35
12 40
15 50
Finalmente, hay un pequeño grupo de pacientes en los cuales la administración de
oxígeno en dosis altas (20-30 litros por minuto) permite mantener niveles adecuados de
PaO2 sin necesidad de recurrir a apoyo ventilatorio.
MÉTODOS DE ADMINISTRACIÓN
1. Carpa: el más usado. El flujo debe ser suficiente para permitir el lavado de CO2.
Suele ser suficiente un flujo de 3 a 5 litros.
2. Mascarilla: puede usarse durante el transporte o en situaciones de urgencia.
a. Ventajas: un medio sencillo de administrar O2
b. Inconvenientes:
1. Mal tolerado en lactantes
2. El niño puede quitársela fácilmente
3. Catéter nasal: no usado habitualmente
a. Ventajas. Útil en niños con enfermedad pulmonar crónica, ya que permite
los libres movimientos del niño y la alimentación por vía oral mientras se
administra el oxígeno
b. Inconvenientes. Imposible determinar la FiO2 administrada a la tráquea. El
flujo requerido debe ser regulado en función de la sat. O2
4. Tubo en "T". En niños con traqueotomía o tubo endotraqueal, hay un flujo continuo
de gas. Se necesita un flujo de 3 a 5 litros para lavar el CO2 producido por el niño
4. 5. Ventilación mecánica. En niños que reciben P.P.I. o C.P.A.P., la concentración de
O2 inspirado es suministrada por el respirador directamente en la vía aérea del
paciente
Procedimiento
1. Mezcla de aire y oxígeno, usando:
a. Dos flujímetros
b. Un nebulizador donde se diluye el oxígeno con aire usando el efecto
Venturi. (Solo administra gas a presión atmosférica)
c. Un mezclador de gases que permita marcar la concentración de O2 deseada y
administrarla con seguridad, incluso a altas presiones
2. El oxígeno debe administrarse a la temperatura del cuerpo y humedificado
Precauciones y posibles complicaciones
El oxígeno, como cualquier medicamento,debe ser administrado en las dosis y por el
tiempo requerido, con base en la condición clínica del paciente y, en lo posible,
fundamentado en la medición de los gases arteriales. Se deben tener en cuenta las
siguientes precauciones:
Los pacientes con hipercapnia crónica (PaCO2 mayor o igual a 44 mmHg a nivel
del mar) pueden presentar depresión ventilatoria si reciben concentraciones altas de
oxígeno; por lo tanto, en estos pacientes está indicada la administración de oxígeno
a concentraciones bajas (no mayores de 30%). En pacientes con EPOC,
hipercápnicos e hipoxémicos crónicos, el objetivo es corregir la hipoxemia (PaO2
por encima de 60 mmHg y saturación mayor de 90%) sin aumentar de manera
significativa la hipercapnia.
Con FiO2 mayor o igual a 0,5 (50%) se puede presentar atelectasia de absorción,
toxicidad por oxígeno y depresión de la función ciliar y leucocitaria.
En prematuros debe evitarse llegar a una PaO2 de más 80 mmHg, por la posibilidad
de retinopatía.
En niños con malformación cardiaca ductodependiente el incremento en la PaO2
puede contribuir al cierre o constricción del conducto arterioso.
El oxígeno suplementario debe ser administrado con cuidado en intoxicación por
paraquat y en pacientes que reciben bleomicina.
Durante broncoscopia con láser, se deben usar mínimos niveles de oxígeno
suplementario por el riesgo de ignición intratraqueal.
El peligro de un incendio aumenta en presencia de concentraciones altas de
oxígeno. Todo servicio de urgencias debe tener a mano extintores de fuego.
Otro posible riesgo es la contaminación bacteriana asociada con ciertos sistemas de
nebulización y humidificación.
Paciente con cánulas nasales Humidificador del aire inspirado
5. Mascarilla con bolsa de resucitación Bolsa de resucitación con sistemas de oxígeno
Cuidados de Enfermería en la administración de Oxigeno
La oxigenoterapia es un procedimiento terapéutico destinado a prevenir y tratar la hipoxia
aumentando el contenido de oxígeno (O2) en la sangre arterial la cual se traduce en la PaO2
(normal > 60 mmhg.). Los efectos beneficiosos de esta terapia se establecieron basándose
en la experiencia clínica y las publicaciones científicas que pusieron de manifiesto que la
mortalidad de los pacientes con EPOC avanzada disminuye cuando reciben tratamiento con
oxígeno de forma continua. Además, se ha demostrado que la calidad de vida de estos
pacientes es notablemente mayor. Los factores que influyen en la oxigenación tisular son
fundamentalmente la transferencia de O2 a través de la membrana alvéolo-capilar, la
6. concentración de hemoglobina en sangre y el volumen minuto cardíaco. La existencia de
una alteración en alguno de estos factores puede producir hipoxia. Muchas enfermedades
respiratorias se caracterizan porque el intercambio gaseoso del pulmón no se realiza
correctamente. El pulmón es incapaz de captar el oxígeno adecuadamente del aire respirado
y pasarlo a la sangre, apareciendo lo que se denomina insuficiencia respiratoria. Ésta puede
ser demostrada si medimos la cantidad (concentración) de oxígeno que el paciente tiene en
sangre arterial, mediante una gasometría (Estado acido-base).
Oxigenoterapia en situaciones agudas
Esta indicado tratar con oxígeno de forma aguda a cualquier enfermo respiratorio que
presente en sangre unas cifras de oxígeno en sangre arterial por debajo de 50 mmHg
determinado en una gasometría arterial. Pacientes que estaban previamente sanos y sufren
una enfermedad respiratoria aguda con valores de oxígeno en sangre arterial por debajo de
60 mmHg. Otras enfermedades agudas, con niveles de oxígeno en sangre mayores de 60
mmHg pero en las que pueden producirse cambios bruscos (por Ej. en la agudización grave
del asma, en la embolia pulmonar, hemorragia graves, etc). Situaciones en las que el
oxígeno en sangre arterial se mantiene en concentraciones normales pero existe hipoxemia
a nivel de los tejidos por fallo cardíaco o alteraciones en la hemoglobina. Las situaciones
descritas se dan en pacientes que habitualmente requieren ingreso o al menos observación
hospitalaria en los servicios de urgencias. Si bien los valores de gasometría son el gold
standard de diagnóstico y tratamiento con oxigeno, el enfermero entrenado puede con la
mínima valoración saber si el mismo requiere de éste de manera inmediata, con lo cual no
requiere de la indicación médica en sí para comenzar a administrarlo.
Indicaciones de Oxigenoterapia:
· Hipoxemia arterial. Es la indicación más frecuente. Se presenta en casos de enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, asma, atelectasia, neumonía, mal de altura, neumonitis
intersticial, fístulas arteriovenosas, tromboembolismo pulmonar, etc.
· Hipoxia tisular sin hipoxemia. Sucede en casos de anemia, intoxicación por cianuro,
estados hipermetabólicos, hemoglobinopatías, hipotensión marcada, etc.
· Situaciones especiales (en las que está recomendado el uso de O2): infarto agudo de
miocardio, fallo cardiaco, shock hipovolémico, intoxicación por monóxido de carbono y
traumatismo torácico de cualquier tipo.
El objetivo de la oxigenoterapia es mantener niveles de oxigenación adecuados que eviten
la hipoxia tisular. Esto se consigue cuando la presión parcial de O2 en sangre arterial
7. alcanza valores superiores a los 60 mmHg, lo cual corresponde a una saturación de la
hemoglobina del 90-95% aproximadamente (evaluable por pulsioximetría)
Pulsioximetría:
Se realiza mediante un sensor lumínico de la hemoglobina circulante en la sangre de los
capilares del pulpejo de los dedos o del pabellón auricular, el cual puede ser descartable o
fijo conectado por un cable a un receptor digital que registra la frecuencia cardíaca y el
porcentaje de saturación (% de moléculas de oxigeno adheridas a la hemoglobina detectada
en el área capilar). Posee un sistema de alarmas y sonido de latido que puede modificarse.
Este sistema puede hallarse de forma individual y portátil o en monitores
multiparamétricos.
Para un adecuado registro del pulsioxímetro se debe tener en cuenta:
1. Que el paciente no tenga las extremidades frías o húmedas.
2. Que no use esmalte para uñas. (otro lugar donde puede sensarlo es en dedos del pie o
lóbulo del pabellón auricular).
3. Delimitar alarmas entre 85% (mínimo) y 100% (máximo).
La valoración del paciente que requiere O2 terapia debe incluir:
a) Conocer la historia del enfermo, su patología y las causas de la hipoxia.
b) Valorar la gasometría basal, ya que la PaO2 no es la misma para un paciente asmático
que para otro con una neumonía y un pulmón previamente sano. El paciente EPOC por lo
gral. maneja una SpO2 crónica estable entre 90 - 93 % sin sintomatología.
c) Explorar el estado de la ventilación del paciente: la frecuencia respiratoria, la forma de
respiración, el volumen que ventila y la utilización o no de musculatura accesoria.
d) Valorar la repercusión hemodinámica y neurológica de la hipoxia: cianosis, palidez, piel
“marmolada”, desorientación, letargo ó excitación, ansiedad, taquicardia o bradicardia,
presencia de alteraciones en el ECG, etc…
e) Obtener la colaboración del paciente, manteniéndolo debidamente informado sobre la
importancia de la oxigenoterapia, que no se saque el dispositivo de administración de O2,
los cuidados para prevenir lesiones ulcerosas por presión en puntos de apoyo, etc...
Formas de administración de O2terapia:
Para poder administrar el oxígeno adecuadamente debemos disponer de los siguientes
elementos:
Fuente de suministro de oxígeno.
Manómetro
8. Flujómetro (flumeter)
Humidificador.
- Fuente de suministro de oxígeno: Es el lugar en el que se almacena el oxígeno y a partir
del cual se distribuye. El O2 se almacena comprimido con el fin de que quepa la mayor
cantidad posible en los recipientes. Esta gran presión a la que está sometido el gas ha de ser
disminuida antes de administrarlo, ya que si no dañaría el aparato respiratorio. Las fuentes
de O2 pueden ser:
A ) Central de oxígeno: Se emplea en los hospitales, donde el gas se encuentra en un
depósito central (tanque) que está localizado fuera de la edificación hospitalaria. Desde el
tanque parte un sistema de tuberías que distribuye el oxígeno hasta las diferentes
dependencias hospitalarias (toma de O2 central).
B) Tubo ó Cilindro de presión: Es la fuente empleada en atención primaria, aunque también
está presente en los hospitales (en las zonas donde no haya toma de O2 central o por si esta
fallara). Son recipientes metálicos alargados de mayor o menor capacidad.
- Manómetro: Al cilindro de presión se le acopla siempre un manómetro. Con el
manómetro se puede medir la presión a la que se encuentra el oxígeno dentro del cilindro,
lo cual se indica mediante una aguja sobre una escala graduada. Con él se regula la presión
a la que sale el O2 del cilindro.
- Flujómetro: Es un dispositivo que permite controlar la cantidad de litros por minuto
(flujo) que salen de la fuente de suministro de oxígeno. El flujo puede venir indicado
mediante una aguja sobre una escala graduada o mediante una “bolita de metal” que sube o
baja por un cilindro que también posee una escala graduada.
- Humidificador: El oxígeno se guarda comprimido y para ello hay que licuarlo, enfriarlo y
secarlo. Antes de administrar el O2 hay que humidificarlo para que no reseque las vías
aéreas. Ello se consigue con un humidificador, que es un recipiente al cual se le introduce
agua destilada estéril hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad. En nuestro servicio
contamos con humidificadores los cuales permiten colocar otro dispositivo que es un
calentador para administrar O2 húmedo y calentado.
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