1. Técnicas Gráfico-Plásticas. Tutorial 20. Carbón, sanguina, tiza.
CARBÓN, SANGUINA, TIZA
INTRODUCCIÓN
Son técnicas secas magras. Se utilizan fundamentalmente para dos funciones primordiales:
como paso previo para la realización de un cuadro en otra técnica, y como obra final de dibujo
sobre papel. Tienen como características comunes que se pueden difuminar fácilmente y que
deben ser fijadas
EL CARBÓN. Se presenta de tres maneras: palos carbonizados (carboncillo), barras y lápices.
Palos Carboncillo. Palos carbonizados de sauce, abedul, parra…
carbonizados Carbón de aceite. Palos carbonizados + aceites
Naturales: Piedra negra. Pizarra carbonizada.
Barras Artificiales: Tiza negra. Arcilla + hollín + carbón.
Carbón prensado Hollín + carbón +aglutinante
Lápices Con aglutinante Conté (graso), varias durezas.
Sin aglutinante Carbón triturado y prensado.
Carboncillo. Material de color negro intenso, que se adhiere relativamente al papel, lo que le
hace ser un medio interesante para abocetar, dado que las líneas trazadas pueden suprimirse
con facilidad con un paño. Muy frágil, su estabilidad a largo plazo es baja. Principal ventaja:
rapidez con que se aplica. Es excelente para bocetos previos por su facilidad de corrección y
para trabajar a gran escala. Se emplea para estudios didácticos, esbozos sobre lienzo, para
bocetos rápidos y para trazar las grandes líneas de un fresco.
Carbón de aceite. Es más consistente y autofijativo. No se debe tardar mucho en utilizar los
carboncillos de aceite porque se secan en poco tiempo. Los dibujos realizados con este
procedimiento son más estables, se borran menos fácilmente, pero a menudo están rodeados
por manchas amarillas por el aceite sobrante.
Piedra negra: Tiene el inconveniente de raspar el papel por los cristales de sílice que contiene.
Proporciona un trazo ancho y vigoroso.
Tiza negra. Suele emplearse para modular trazos y cubrir con sombra amplias zonas, y también
para oscurecer las sombras.
Barras de carbón comprimido o prensado. Se las llama también carbón de Siberia. Es denso,
duro y produce tonos negros profundos, ricos y de textura aterciopelada. No se puede quitar
fácilmente y no sirve para dibujos preliminares ya que ennegrecería los colores. Sirve para
acentuar negros en un dibujo y por sí solo, como medio de dibujo inigualable por el rico negro
de sus líneas y la suavidad de sus tonos oscuros. Una de las ventajas del carbón comprimido
en barra es la graduación tonal uniforme. Al aplicarlas tumbadas, permiten trazar amplias
áreas logrando con ello la rápida realización de obras de gran formato.
Lápiz compuesto o conté: Lleva grasa como aglutinante. Existen tres tipos de graduaciones:
blando, medio y duro. Se suele emplear para potenciar aspectos y detalles concretos en el
dibujo. Produce una línea uniforme con una intensidad constante.
Lápiz de carbón triturado. Se hace de polvo de carbón. No pueden producir trazos anchos.
Esta es la mejor forma de carbón para el dibujo detallado o a pequeña escala.
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SANGUINA
El éxito de la sanguina radica particularmente en la riqueza, luminosidad, calidez y suavidad
que aporta al dibujo. Para muchos artistas, su suavidad y delicadeza resultan especialmente
apropiadas para el dibujo de desnudos y retratos. Se utiliza también para esbozos de todo
tipo, vestimenta o paisajes. La utilización de la sanguina aporta al dibujo una serie de
cualidades de volumen que no se pueden lograr tan inmediatamente con otros medios como
el grafito o la mina de plomo. Podemos conseguir trazos muy finos con el lápiz o aristas de la
barra, o trazos muy anchos, con la barra tumbada.
TIZA
Es una manera económica de poder dibujar. Posibilita una ejecución rápida permitiendo su
fácil eliminación mediante un trapo de algodón. Sus características son muy similares a las del
pastel. Existe una larga tradición en el uso de las tizas blancas y negras sobre papel gris o de
otros colores de tonos medios. Permite la expresión de tonos semiclaros con un crayón blanco
y tonos semioscuros con un crayón negro, dejando el fondo para los tonos intermedios. En
muchos aspectos es una técnica paralela a los métodos pictóricos monocromáticos.
HISTORIA DE LA TÉCNICA
Carboncillo
Origen. El carboncillo es uno de los materiales de dibujo más antiguos y populares que aún se
conservan. Los hombres de las cavernas utilizaban palos quemados, hollín de las hogueras y
huesos carbonizados. Pintaban con trazos amplios. Se encuentran restos en las cuevas de
Altamira, en los pasos previos de los murales romanos y en los medievales.
Individualización de la técnica. Renacimiento. Dibujos preparatorios. Los pintores lo usaban
para una primera fase del cuadro. Borraban con plumas de ave las partes que no eran de su
agrado. Cuando el dibujo estaba acabado lo repasaban con pincel, pluma o punta de plata y
retiraban los restos de carboncillo. Se conservan los dibujos preparatorios y bocetos de artistas
como Miguel Ángel y Rafael. Es la técnica de dibujo utilizada siempre por Jacopo Tintoretto.
En el s. XVI se descubre el fijador. También se usaba en los dibujos preparatorios de frescos.
Siglo XVII. Las academias. Con el nacimiento de las academias de arte esta técnica se consagra
como la más apropiada para un método de enseñanza que utilizaba como modelos las estatuas
clásicas.
Daumier (1808-79) explota las cualidades gráficas del carbón en dibujos muy libres. Millet
(1814-75) fue un dibujante magistral, cuyos dibujos al carbón de los campesinos y el paisaje de
Barbizon demuestran que con este medio se puede plasmar la atmósfera, la luz e incluso el
color. Los dibujos al carbón de Degas (1834-1917), bien como base para sus pasteles o como
dibujos propiamente dichos, demuestran la importancia de la línea y la forma en el dibujo con
carbón. Los dibujos de líneas rápidas de Rodin (1840-1917) y Matisse (1867-1954) revelan una
brillante observación de la figura en acción, a lo que se adapta muy bien este medio.
Desde el siglo XIX se comienza a fijar las obras con goma arábiga (resina y alcohol).
Siglo XX. Hoy en día, además, se utiliza como medio expresivo por sí solo. Jim Dine (nacido en
1935) realiza dibujos perfectamente acabados, que le llevan hasta seis meses.
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Sanguina
Origen. Los ocres rojos o los rojos de óxido de hierro se han utilizado con frecuencia como
colores permanentes y naturales. Su utilización se remonta a los egipcios que lo empleaban
para realizar bocetos de diferentes motivos para sus tumbas y templos.
Fue utilizada en un principio para los dibujos preparatorios del fresco: el trazado de sanguina,
llamado entonces sinopia (por la ciudad turca de Sinope, de donde procedía la hematites), era
aplicado directamente sobre el revestimiento del muro que se iba a pintar.
Renacimiento. La sanguina se convirtió en técnica de dibujo propiamente dicha a fines del
siglo XIV: fue empleada entonces sobre un soporte de papel, bien bajo su forma sólida (trazo
dejado por la barra de sanguina), bien bajo su forma líquida (aguada aplicada con el pincel), y
mezclada a menudo con otras técnicas: plumilla, piedra negra o tiza blanca. Fue una de las
técnicas preferidas de los maestros del Renacimiento. Fue Leonardo da Vinci (1452–1519), a
principios del siglo XVI quien lo impuso como un medio importante dentro del dibujo. Fue
utilizada sola o junto con el lápiz negro. Ejemplos magistrales nos han sido dados por los
artistas toscanos (Leonardo, Miguel Angel o Pontormo).
Siglo XVII. Se utilizaba en los estudios de desnudos (Le Brun), antes de convertirse en la
técnica más corriente para los estudios académicos realizados a partir de modelo en todos los
talleres del siglo XVIII. En la misma época, fue utilizada en el tema del paisaje, del que Hubert
Robert y Fragonard dieron notables ejemplos.
Siglo XIX. Los impresionistas la emplearon sobre todo en los retratos (Renoir, Berthe Morisot,
Manet).
Otros artistas que la han utilizado magistralmente han sido Parmigianino (1503-1540), Tiepolo
(1696 –1770) y Watteau (1684-1721).
Bistre y sepia
Tradicionalmente se han utilizado en la técnica de la aguada. Actualmente se fabrican crayones
con estos nombres utilizando pigmentos más resistentes a la luz.
Tiza o yeso
Edad Media. Se utilizaba para trazar esbozos sobre lienzos de color (negro o azul).
Como complemento de otras técnicas. A partir del siglo XVI y sobre todo en el XVII la
encontramos utilizada en los realces de los dibujos a la sanguina, a la piedra negra y en los
dibujos de Domenichino, Rubens (1577-1640), Vouet y Le Sueur. Tintoretto utiliza la tiza
blanca solamente para marcar los puntos de luz. Van Dyck hace dibujos de figuras con gran
delicadeza de toque.
Siglo XVIII. Los efectos pictóricos que permite la tiza fueron particularmente apreciados desde
principios del siglo (Jouvenet, Coypel y Lemoyne). La emplean Goya y Prud´hon.
Actualmente es pigmentada de manera artificial y permite dibujar sobre soportes de muy
diversas características: papeles, cartones, paredes, suelos, etc.
Piedra negra
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Usada en los dibujos preparatorios de la pinturas de los siglos XV y XVI. Entre los primeros que
la usaron están Signorelli, Pollaiolo, Ghirlandaio y Rafael. Se sigue utilizando con frecuencia en
el siglo XVII para estudios preparatorios así como para retratos y, posteriormente, en el XVIII
para paisajes. Hacia principios del Siglo XIX es sustituida por el carboncillo y la mina de plomo.
Técnica de los tres lápices o tres colores: sanguina, tiza y piedra negra.
Técnica utilizada sobre papel ligeramente teñido. Es muy apreciada por Watteau y sus
seguidores. Se utilizaba para conseguir una imagen que pareciese realizada a todo color.
Normalmente, esta técnica se empleaba para el dibujo de retratos.
AUTORES
Miguel Ángel, s. XV Carboncillo. Dibujos preparatorios y academias
Rubens (dibujos de estatuas clásicas).
Watteau Sanguina. Renacimiento, Gran Siglo Francés (s.
Seurat XVII) y época de las Fêtes Galantes (s. XVIII).
Matisse, s. XIX Técnica de los tres lápices. Watteau.
SOPORTE
Papel. Para el carbón deben emplearse papeles no ácidos suaves y granulados, que retengan
más el polvillo. El carbón tiene una fuerte tendencia a reflejar el grano del papel, y conviene
explotar esto porque evitarlo es casi imposible. Por lo tanto, el mejor papel para dibujar a
carboncillo es el de grano prominente, que soporta borrados y frotados sin perder su agarre y
permite recoger todos los valores tonales posibles. Marcas Ingres (Guarro), Canson. Los
papeles más lisos constituyen buenas superficies para el carbón comprimido.
Papel coloreado. El brillo de intensidad de los negros resulta muy efectivo sobre papeles
coloreados. El carácter cálido y opaco de la sanguina permite utilizarla sobre superficies de
color, color hueso y tono cálido, con la ventaja cromática que supone el contraste de la
superposición de un tono sobre otro.
Lienzo. El carboncillo se usa para hacer un dibujo guía antes de pintar.
UTENSILIOS Y MATERIALES
Pigmento negro de humo. Hollín. Obtenido tradicionalmente por la combustión de
sustancias orgánicas naturales: maderas resinosas de pino y abeto, aceites y semillas,
ajonjolí, linaza… Es uno de los cuerpos colorantes más intensos que se conoce. Es muy
resistente a la luz, a los ácidos y a los agentes atmosféricos, es insoluble, no altera el
papel, ni otras tintas al ser mezclado. El hollín, lleva nombres distintos según la
materia prima empleada; su denominación general es negro de carbón ya que es
carbón puro.
Aglutinantes. Aceite, arcilla, cola.
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Carboncillo. Se obtiene por la combustión lenta de palitos de madera blanda y
resistente a la rotura, como el bonetero, sauce, parra, nogal y mirto (en Grecia),
ciruelo, tilo, abedul y romero (en Italia). El de sauce es muy estimado por su cualidad
tonal, variando esta desde el negro intenso al gris, y el de vid por su tono uniforme.
Los palitos son de diversos grosores y distintos grados de dureza. Los fabricantes
proporcionan palillos con grosores de 2 mm a 25 mm, con longitudes estándar.
También se fabrica carboncillo a partir de tablillas de madera, que se cortan y después
se carbonizan en un horno. Estos palos son más cuadrados, con bordes más duros y
más fáciles de afilar.
Carboncillo de aceite. Se consigue empapando los palitos carbonizdos en un aceite
vegetal, como el aceite de linaza. Los carboncillos se colocan verticalmente en un
recipiente que se llena con aceite y se cierra herméticamente durante 24 horas. Una
vez fuera del recipiente, se los deja escurrir y se envuelve cada uno por separado en
papel de estaño o en película de plástico, retorciendo los extremos para evitar que
entre aire y se sequen demasiado rápidamente.
Piedra negra. Pizarra o esquisto arcilloso blando, llamada también Piedra de Italia,
viene del Piamonte. Es una roca metamórfica.
Tiza negra. Se compone de pigmento negro, arcilla y agua. Se fabrican en varias
gradaciones, desde las extra blandas a las extra duras. A mayor cantidad de arcilla,
mayor es la dureza de la tiza.
Carbón comprimido. Puede ser de origen vegetal (hollín, pigmento negro de humo) o
mineral, mezclado con un aglutinante. Los fabricantes los elaboran en barras con
tonalidades del claro al oscuro y del blando al duro, con grosores que van desde 3mm
a 25mm; y largos hasta de 15 cm o en masas compactas de 200g o más. También
puede tener forma de lápiz. No se rompen tan fácilmente como las varitas de
carboncillo, pero son más difíciles de borrar.
Barra conté o lápiz conté. Una barra de carbón comprimido recubierta de madera. Se
compone principalmente de hollín, y en menor cantidad carbón y grasa. Se encuentran
tres gradaciones: blando (con más grasa), medio y duro (más seco). También existen
lápices hechos de papel enrollado en vez de madera. Su gama va del extra blando 6B
4B HB que sería duro.
Barras conté de otros colores. Son unos finos y largos prismas de pigmentos de
diversos colores aglutinados. Se fabrica graduados, H, duros, más secos, y B, blandos,
más grasos. Tanto los duros como los blandos tienen un componente graso.
Lápices de carbón. Una barra fina de carbón comprimido puede recubrirse de madera,
convirtiéndola así en un lápiz. También existen lápices hechos de papel enrollado en
lugar de madera. Son menos sucios y más fáciles de manejar que los palos, pero sólo
se puede usar la punta. La gama existente es: extra blando 6B, blando 4B, medio 2B y
duro HB.
Sanguina. Blandas y dúctiles. Difíciles de borrar. Están compuesta por arcilla y óxido de
hierro, una parte de caliza (creta) y aglutinada con cola. Se presenta bajo la forma de
mina, barra o tiza y lápiz. Dependiendo del grado de cocción y de los porcentajes de
arcilla que contenga, su color puede variar ostensiblemente, con tonos que van desde
el rojo inglés hasta el marrón oscuro. Por tanto, el color sanguina no existe como tal,
se denomina así a toda esta gama rojiza. Se puede encontrar en el mercado en
diversas gradaciones.
Tiza blanca. La tiza es un medio elaborado con calcita calcinada triturada y aglutinada
generalmente con goma arábiga. Se presenta en forma de barritas cuadradas de
distintos grados de dureza.
Creta. La creta está compuesta de roca caliza amasada y aglutinada con cola. En barra
o en lápiz. Se utiliza para realzar blancos en un dibujo al carbón o a la sanguina sobre
papel de color.
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Difumino, fieltro, trapo de algodón. Sirven para conseguir efectos tonales o graduales
esparciendo el medio. El difumino es un material de cartón enrollado, duro y poroso,
que presenta dos puntas. Conviene suprimir una de las puntas golpeando el difumino
sobre una superficie dura, con el fin de que la otra sobresalga más. Además es
necesario ablandar la punta, y para ello se machacará, haciéndola girar. Finalmente
será preciso lijarla siempre en la misma dirección cada vez que lo vayamos a emplear.
Gamuza de Piel. Para borrar y aclarar grandes zonas del dibujo.
Fijativos. Antiguamente se utilizaban soluciones de goma laca, almáciga o colofonia
diluidas en alcohol. Los modernos son acetatos de polivinilo diluidos en un disolvente
de evaporación rápida. Para grandes formatos se puede utilizar una emulsión acrílica,
aplicando dos o tres capas mediante una pistola de pulverizar.
Goma. Para sacar luces. Hay de varios tipos: goma de borrar convencional, gomas
moldeables que no erosionan el papel, gomas de vinilo, gomas de arte.
TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS
Fabricación del carboncillo. Se cortan las ramas, se clasifican, se atan en fajos y se ponen en
agua hirviendo durante nueve horas para suavizar la corteza. Después se pelan y se dejan secar
al aire libre. Se atan los palos, se seccionan en las longitudes estándar y se meten
apretadamente en recipientes herméticos en ausencia de aire en cajas de hierro con arena. Se
calientan y se secan por completo. Se meten en un horno a temperaturas altas durante varias
horas. De esta forma la madera se carboniza sin modificar su forma.
En el siglo XV, Cennino Cennini describía la forma óptima de conseguir las barritas de carbón
tras permanecer los palos de sauce formando un fardo en ollas de barro cerradas una noche
entera en el horno de un panadero.
Técnicas principales: línea y mancha.
Técnica a línea. El carbón da una calidad de línea muy expresiva, que depende de la
forma con que se aplique:
• Sujetando el carbón con el pulgar y el índice deslizándolo en sentido descendente, da
una línea controlada y fluida.
• Líneas en sentido ascendente: líneas más profundas y sólidas.
• Sobre papel rugoso la línea se engrosa y adquiere distintas texturas.
• Líneas “fantasma” las líneas se pueden borrar parcialmente con los dedos, se ven los
diferentes pasos antes de llegar al final (Matisse) o dejarlas más visibles (Giacometti).
Técnica tonal: claroscuro o mancha. Es necesario que el papel tenga suficiente grano
para retener el polvo del carbón entre sus intersticios y para crear efectos de
profundidad (textura) modificando el tono uniforme.
• Velocidad. Utilizando la barra de lado se cubren grandes zonas del papel fácilmente.
• Se obtienen distintos tonos mediante frotado con difuminos, trapos o los dedos.
Además, los tonos intermedios de gris se pueden obtener con carboncillo más duro o
aplicando menos presión.
• Para la mancha las técnicas más eficaces son el carboncillo y la sanguina.
Difuminado. Para conseguir sutiles gradaciones de tono. Se extienden los granos de
carbón por el papel, frotándolo. Para conservar la intensidad del negro se frota con
materiales suaves y poco absorbentes: papel comprimido, gamuza, plásticos flexibles, brocha o
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7. Técnicas Gráfico-Plásticas. Tutorial 20. Carbón, sanguina, tiza.
con la yema del dedo. También se puede usar un difumino para dibujar con carbón en
polvo. Para un difuminado más uniforme se usan trazos en forma de ocho o trazos circulares.
Afilado. Para trazos finos se puede afilar en punta o en diagonal con una cuchilla. Los palos
más delgados hay que afilarlos con lija fina. Al otro extremo se le puede dar forma roma, para
trazos medios.
Correcciones. Gracias a su naturaleza frágil, los errores se pueden corregir fácilmente con un
material absorbente, papel o tela porosa, servilletas, papeles higiénicos, algodón, esponjas…
Toques de luz. Con goma o con miga de pan. Se amasa una bolita de miga de pan y se
frota sobre el carbón.
Carbón con lavado: Se pueden añadir tonos empleando un lavado, al estilo de Daumier. Una
vez aplicado el carbón, se elaborar el diseño con un pincel mojado en agua limpia. Los tonos
del lavado suavizan la violencia de la línea negra. Una vez seco, se puede trabajar sobre el
lavado con más carbón.
Como técnica auxiliar del pastel. El carbón se puede en cualquier momento de la obra a
pastel: para un esbozo preliminar en línea, como tono empleado para oscurecer los colores de
pastel o para acentuar los detalles finales de la pintura.
Dibujos libres o elaborados. El carboncillo se puede usar para dibujos más elaborados como
hace Jim Dine, pero lo más natural es utilizar la soltura y viveza del carbón, como los dibujos
más libres de Daumier o Millet que plasmaba la atmósfera, la luz y el color del campo.
Otras técnicas.
• Degradados. Con carbón, barra conté, lápiz conté, sanguina sobre distintos papeles.
• Técnicas para fondos: cubrir con polvo de carbón, de sanguina, polvo de lápiz o de
barra conté, lápiz o barra conté, carbón.
• Técnica de los tres lápices o tres colores: sanguina, tiza y piedra negra. Esta última se
puede sustituir por carbón comprimido o lápiz conté.
• Sanguina. Su aplicación debe ser directa en bocetos, sin embargo se puede difuminar
fácilmente y permite el realce en blanco, en dibujos más acabados.
o Por capas suaves: Difuminar un poco las primeras capas, y las siguientes
hacerlas por tramas en diagonal a 45°.
o Sobre papel de color crema. Se intensifican los oscuros con la sanguina. Si
fuera necesario oscurecer más, se aplica algo de conté negro sobre la sanguina
mediante trama. Para las luces usaremos el conté blanco o pastel en trama.
o Si aplicamos con fuerza, mediante una prensa, una hoja de papel previamente
mojado sobre un dibujo a la sanguina, obtenemos una contrapueba, trazada
de forma inversa con respecto al original y de menor intensidad.
BIBLIOGRAFÍA
Madrid, 1988 COLIN HAYES Guía completa de pintura y dibujo. Técnicas y materiales. Editorial
HERMAN BLUME, Madrid, 1980.
JEAN-PHILIPPE BREUILLE Diccionario de pintura. Editorial Larousse. Barcelona, 1990.
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